Rony Corbo
Los medios de desinformación masivos, aglutinados en la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y las principales cadenas de noticias, presentan la elección de Brasil del pasado domingo como un gran triunfo de la derecha. Trasladamos para “El Popular” nuestra visión del acto electoral, en la cual participamos invitados como observadores. Más allá de los análisis pormenorizados y los opinologos de turno, la presidencia de Brasil será resuelta en segunda vuelta el próximo 31 de octubre; sobre un total de 111 millones de votantes la candidata de la coalición de izquierda “Para Brasil seguir cambiando” Dilma Rousseff obtuvo 47.649.670 (46.91%); José Serra, del PSDB, 33.131.070 (32,61%) y la sorpresa Marina Silva del Partido Verde 19.636.170 (19,33%). Los demás candidatos juntos sumaron poco más del 1% de los votos: Plínio de Arruda Sampaio (PSOL) 886.816 votos (0,87%), José Maria Eymael (PSDC) 89.350 (0,09%), Zé Maria (PSTU) f84.609 (0,08%), Levy Fidelix (PRTB) 57.960 votos (0,06%), Iván Pinheiro (Partido Comunista Brasilero) 39.136 votos (0,04%) y Rui Costa Pimenta (PCO) 12.206 votos 0,01%. En el caso de la elección para gobernadores la izquierda conquisto los estados de Río Grande del Sur; Acre, Bahía, Ceará, Espíritu Santo; Río de Janeiro; Pernambuco, Ceará, Sergipe, y pasa a segunda vuelta con buenas posibilidades en los estados de Brasilia y Pará.
Senado y Diputado.
En el senado y en diputados se dieron los cambios más significativos para las fuerzas progresistas; se desplaza los sectores más fuertes de la derecha, a los senadores más experientes. El senado de Brasil cuenta con 81 miembros; 3 por estado (27 estados) de los cuales en esta elección se renovaron 2 por estado. El PT pasa de sus actuales 8 senadores a 15. El PCdo B tenía un senador y suma uno más, una mujer: Vanesa Grazziotin por el estado de Amazonas quien desplaza al senador Artur (PSDB) uno de los principales opositores al ingreso de Venezuela al MERCOSUR. En diputados: el PT pasa de 79 a 88 bancas, lo que lo coloca en condiciones de aspirar a la presidencia de la Cámara. El PSB, pasa de 27 a 36 escaños y el PcdoB llega a 15 diputados: Perpetúa Almeida por Acre; Manuela Dávila y Assis Melo por Rio Grande do Sur; Osmar Junior por Piauí; Evandro Milhomen por Amapá; Joao Ananias y Chico Lopes por Ceará; Luciana Santos por Pernambuco; Daniel Almeida, Edson Pimenta y Alice Portugal por Bahía; Aldo Rebelo y Protogenes Queiroz por Sao Paulo. En el caso de Manuela Dávila que con solo 30 años arrasa en Rio Grande do Sur, con 482.590 lo que la coloca como será candidata a la alcaldía de Porto Alegre; para que se tenga una idea, el segundo electo fue Beto Albuquerque (PSB), con 200.476 votos. Es decir que el Partido Comunista do Brasil aumenta su representación en el senado y en diputados, con muchos candidatos entre 30 y 40 años lo que lo posiciona más que favorablemente en el mediano plazo, a la vez que aumenta notoriamente su influencia en la coalición de izquierda y será decisivo en la segunda vuelta, La nota discordante la dio el payaso Tiririca quien fue electo diputado por Sao Paulo con 1.3 millones e votos, lo que demuestra el descrédito de parte del electorado en la política entendida como espectáculo o directamente circo. Sintetizando Dilma esta en mejores condiciones en las cámaras que su oponente José Serra de ser electa presidente; ella contará con mucho mayor respaldo que Lula. En el senado la alianza democrática y popular eligió 36 de los 54 lugares en disputa teniendo en total 60 senadores (con los electos en 2006 que tienen mandato hasta 2015). En diputados la alianza conquista 311 lugares por lo que la bancada supera los 400 diputados, un cambio importantísimo que los medios de derecha no trasladan, solo resaltan la segunda vuelta. De esta forma Rousseff en caso de ser electa tendrá las condiciones que Lula no tuvo para aprobar las reformas constitucionales, las cuales requieren 308 votos en diputados y 49 en el senado.
La ola verde de Marina Silva.
Marina Silva, ex ministra de Medio Ambiente de Lula, en una increíble remontada en el tramo final de la campaña acabó cosechando más de 19 millones y medio de de sufragios. Los principales periódicos de derecha brasileños la colocan como la gran triunfadora: «Los votos de Marina ponen a Serra en la segunda vuelta contra Dilma», tituló ‘O Globo’ mientras ‘Folha de S. Paulo’ y ‘O Estado de S. Paulo’, atribuyeron la victoria insuficiente de la candidata de Lula. a la «subida» de su antigua compañera de gabinete o al sorprendente «efecto Marina». Y precisamente esa fue la estrategia de la derecha; junto con denuncias de corrupción en el ultimo tramo de la campaña (a la ministra sucesora de Dilma en la casa civil) y más allá de errores que evidentemente se cometieron, lo que queda claro es que la estrategia de la derecha de promover la “ola verde” dio resultado Marina copó los medios de comunicación y fue “levantada” por la campaña y los medios de comunicación, que querían una segunda vuelta de Serra; es decir Marina es una candidatura funcional a la derecha le guste o no. No fue Serra quien conquistó esta segunda vuelta, porque es un candidato poco atractivo y fundamentalmente porque su proyecto de país es la restauración neoliberal en Brasil. La derecha vieja y zorra proyecta el Partido Verde, quien poniendo la ecología como tema central de agenda y con una movilización en base a ONG ecologistas, obtiene una votación muy buena. Hacia la segunda vuelta el presidente del Partido Verde ya anuncio su apoyo a Serra; Marina Silva seguramente se abstenga de apoyar a alguno, ya que su performance la deja con excelente chance para las próximas elecciones.
Movilización popular hacia la segunda vuelta.
En la reunión al otro día de conocidos con los representantes de su coalición Dilma manifestó “…el objetivo principal para la segunda vuelta es que el elector conozca mejor y más claro que se trata de una disputa entre dos proyectos de país: Uno que es el retorno al pasado (haciendo referencia al gobierno de Fernando Enrique Cardoso) otro de cambio y transformación de Brasil. Llevamos (con Lula) ocho años de prosperidad, más empleo, más crecimiento, pero sobre todo incluimos a la población brasileña a toda la población brasileña” La elección brasileña deja nuevas enseñanzas a la izquierda latinoamericana; más allá de los altísimos guarismos del presidente, más allá de la excelente campaña televisiva y todos los demás componentes del Marketing, sin programa de gobierno, sin una fuerza política sólida y unida, sin movilización popular no se alcanza el triunfo. Estamos convencidos de que Dilma ganará en segunda vuelta para profundizar los cambios, la democracia y la soberanía de Brasil y de América Latina toda.