Archivo de May 2024

17
May
24

Carolina Cosse y el programa Plan País . . .

PARA SACUDIR LA REALIDAD

Las medidas de emergencia de Cosse

El Plan País que impulsa Cosse, está enmarcado en el programa del Frente Amplio. Son acciones concretas para mejorar la situación de Uruguay.

NOTA: revista Caras y Caretas 

En la actividad, la precandidata detalló que las medidas contenidas en el Plan País «están enmarcadas» dentro del programa de la fuerza política que integra, el Frente Amplio. Se trata de medidas de emergencia para dar una respuesta inmediata a los graves problemas por los que atraviesa el Uruguay.

El lugar elegido para la presentación de las propuestas tuvo que ver con que ese mismo día, el 7 de mayo de 1976, la dictadura había decidido cerrar el teatro El Galpón.

La iniciativa, que reúne más de 50 lineamientos concretos de acción, es la primera tanda de propuestas que se irán presentando durante la campaña electoral por parte de Carolina Cosse y su equipo de trabajo. En la elaboración del documento participaron asesores vinculados a distintas especialidades en áreas temáticas como la salud, la vivienda, seguridad pública, economía, niñez y adolescencia, entre otras.

Trabajo y dignidad

Uno de los ejes que se destaca tiene que ver con la generación de puestos de trabajo. El mercado laboral ha sufrido importantes impactos a lo largo del gobierno de Lacalle Pou. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística señalan que la tasa de desempleo se ubicó en 9 % en marzo, lo que significa su mayor nivel desde setiembre de 2021, cuando se hallaba en 9,4 %, superando de esa manera el nivel de 2019 con 8,9 %. La propuesta del Plan País supone la creación de “30.000 puestos de trabajo garantizados por el Estado a lo largo del período”, indica el documento presentado. La iniciativa pretende alcanzar a 90.000 hogares pobres, poniendo foco en los 50.000 que tienen jefatura femenina con menores a cargo.

De esta forma, lo que se pretende es dar empleo a “mujeres jóvenes con hijos en hogares pobres, liberados en programas para evitar reincidencia, mujeres víctimas de violencia de género, personas en situación de discapacidad, personas afro y trans en hogares pobres”.

 

El día en que se hizo la presentación del documento se aclaró, por parte de los participantes, que esta propuesta no son nuevos jornales solidarios, puesto que lo que se pretende en esta oportunidad es dar una mayor estabilidad laboral, ya que “tendrán 24 meses de duración, con jornadas semanales de 30 horas y una remuneración un 50 % superior”. Al mismo tiempo, incluirá horas de formación, en coordinación con INEFOP y ANEP, con el objetivo de propiciar la culminación de ciclos.

 

Las medidas vinculadas al empleo contemplan la posibilidad de otorgar beneficios a las empresas que contraten a las personas que son la población objetivo de este punto, como ser la exoneración de los aportes a la seguridad social.

La vivienda como derecho

Otro de los ejes que contiene el Plan País está vinculado a la problemática de la vivienda y en particular las dificultades en los alquileres. El documento considera que en la actualidad “muchas uruguayas y uruguayos, al momento de buscar una vivienda en alquiler en el mercado formal, se encuentran con enormes obstáculos que dificultan el acceso”. Una de las principales dificultades consideradas por los asesores en materia de vivienda, tiene que ver con el acceso a las garantías de alquiler, lo cual se “debe al porcentaje de consideración de sus ingresos informales, demora en la entrega del certificado de garantía, encontrarse en Clearing o contar con ingresos en donde el alquiler representa más del 30 % del mismo”. Esta situación empuja a que las familias terminen alquilando viviendas en mercados informales o con menos garantías.

 

Como forma de saltear estos obstáculos, el Plan País propone la creación de un Fondo de Garantía de Alquileres Público verdaderamente accesible para las personas que quedan por fuera de las garantías que ofrece el mercado.

 

Al mismo tiempo, se pone foco en la necesidad de reformular los subsidios de alquileres, concentrando los esfuerzos en los jóvenes con ingresos medios y medios bajos, teniendo en cuenta que se trata un sector de la sociedad que debe destinar más del 50 % de sus ingresos al pago de los alquileres. La propuesta contenida en el punto 18 indica que “se generará un subsidio de alquiler para que las familias que accedan al mismo solo tengan que destinar como máximo hasta el 25 % de sus ingresos al acceso de una vivienda en arriendo”. El subsidio estará destinado a personas de hasta 30 años con un tope de ingresos de hasta 77.000 pesos, aproximadamente.

Seguridad ciudadana y lavado de activos

Es sabido que la seguridad pública es una de las mayores preocupaciones que tienen los uruguayos. Pese a los resultados que pretende mostrar el Gobierno como de éxito de sus políticas en materia de seguridad, ha aumentado significativamente la cantidad de personas que declararon ser víctimas de delitos. Sumado a esto, las medidas del Gobierno parecen estar poco enfocadas al combate de los grandes delitos vinculados al crimen organizado, como puede ser el lavado de activos.

 

Las propuestas que se encuentran incluidas en el Plan País abordan estas problemáticas desde un enfoque integral. Respecto al lavado de activos, plantea la necesidad de restablecer “los controles para tener una política de prevención y sanción al lavado de activos”. Desde el punto de vista de la campaña de Cosse, se impone la modificación del artículo 221 de la LUC. Cabe recordar que estas modificaciones, que se hicieron bajo una profunda polémica, aumentaron los límites para las operaciones en efectivo, estableciendo el límite a 1 millón de unidades indexadas. Otro de los aspectos considerados tiene que ver con el fortalecimiento de la Senaclaft y de la Unidad de Información y Análisis Financiero, al tiempo que se buscará generar una “verdadera coordinación institucional entre estos organismos y la DGI, Aduana, Auditoría Interna de la Nación y la Fiscalía”.

 

Por otro lado, el documento propone construir con urgencia “respuestas para el día a día de tantas comunidades que sufren múltiples violencias y ven amenazadas sus vidas”. Para ello se ha planteado la construcción de dispositivos de alta presencia territorial con el objetivo de intervenir en el diseño urbano, desarrollar programas para las adicciones y mejorar la coordinación de las instituciones sociales y estatales que se encuentran desplegadas en el territorio, entre otras propuestas. Como parte del paquete de medidas, se busca reducir la reincidencia de la población carcelaria, teniendo en cuenta que el 70 % de los presos reinciden una vez que recuperan la libertad.

 

La salida de la cárcel, en el documento, es entendida como un aspecto clave para la reinserción social, por lo que además de prevenir en materia de seguridad pública, también lo hace en aspectos de convivencia, como puede ser la cantidad de gente que vive en situación de calle, algo que afecta los derechos de estas personas y que, al mismo tiempo, tensiona vínculos en los espacios barriales.

Acciones para enfrentar la emergencia y acumular en clave de Frente Amplio

Las iniciativas contenidas en el Plan País, elaboradas por Cosse y su equipo de asesores, son un enorme aporte para la discusión sobre los temas que necesita debatir el país. No por el mero hecho de discutir por discutir y ganar la atención, sino para intercambiar acerca de acciones concretas que permitan transformar para bien la vida de miles y miles de uruguayos que lo necesitan de manera impostergable. Las campañas electorales pueden ser una buena oportunidad para el debate democrático, pero debe ser, además, una oportunidad para convocar no solo a votar candidatos o candidatas, sino propuestas, programas. El Plan País, que está enmarcado en el programa del Frente Amplio, es un buen instrumento para acumular en el sentido de las transformaciones que el país necesita y que se baten a duelo el último domingo de octubre.

16
May
24

Freud en época del nazismo . . .

PSICOANÁLISIS, HISTORIA Y EL MITO DEL PUNTO FINAL

Porque no creo que haya memoria mediadora, no creo en los puntos finales. Y porque no «creo», esta historia que es tan verdadera como la resignificación misma, es una propuesta de apertura a la reflexión. Doris Hajer (1997) Psicoanálisis y nazismo. En: Revista Tramas, Universidad Autónoma de México, 199-220.La hija, el embajador y el oficial nazi, el insólito escuadrón que rescató  a Freud de las garras de Hitler

1) El psicoanálisis bajo el nazismo: ceguera social y cobardía moral

La historia del psicoanálisis en Alemania bajo el nazismo desató polémicas encendidas e investigaciones que, naturalmente, no se limitaron a la comunidad analítica. Esto sucedió recién a partir de la década de 1980, medio siglo después del comienzo de la nazificación en 1933. Por esa misma época los historiadores estaban enzarzados en la llamada Historikerstrait, una dura confrontación entre historiadores, revisionistas con los reivindicadores de una memoria profunda sobre lo sucedido. Todos esos hechos han recobrado palpitante interés en los años turbulentos que ahora vivimos. Para valorarlos con justeza hay que superar los obstáculos de la desmemoria inducida, de los ocultamientos, de las fábulas y mentiras.

Concluida la Segunda Guerra Mundial y con un par de excepciones (una información que salió a luz en 1946, acerca de la colaboración de Carl Gustav Jung con los Nazis y un informe más bien negativo sobre las andanzas del británico Ernest Jones) ha primado lo que Stephen Frosh  [i] califica como “un silencio feroz” en torno a lo sucedido entre 1933 y 1945. Frosh asegura que la calificación de “feroz” se debe a que el silencio no solamente abarcó una historia muy problemática sino que reprimió cuidadosamente contradicciones y tensiones que son muy importantes para comprender al psicoanálisis como profesión y como teoría.

escribe: Fernando Britos V.

La historia misma del psicoanálisis tantas veces escrita por tantos autores en forma benigna o criticada también por muchos resulta desautorizada si se considera como fue posible que el psicoanálisis cayera tan fácilmente en manos de los nazis. De hecho fue una de las primeras disciplinas o asociaciones profesionales en hacerlo, desde el comienzo acelerado de la Gleichsaltung (un término técnico que los nazis adoptaron para referirse a su control de la sociedad alemana).

Ese “silencio feroz” cumplió una función desde la temprana posguerra. Fue una de las defensas funcionales – según el psicoanalista británico Flosh – surgidas de la preocupación parcialmente inconsciente , acerca de los problemas que podrían haber surgido si se hablaba con claridad de lo que había pasado entre 1933 y 1945. El silencio le sirvió a un grupo de profesionales para encontrar acomodo en la reconstrucción de Alemania y para mantener una comunidad que podría haberse fragmentado al enfrentar sus propios impulsos destructivos.

Claro está que esta explicación “psicoanalítica” es una sábana corta. No solamente lo fue en Alemania de la posguerra sino en los más diversos países del mundo, incluso en nuestro pequeño Uruguay como lo veremos, más adelante, cuando convoquemos a Doris Hajer para historiar al psicoanálisis en el oscuro periodo dictatorial (1973-1985) y más allá.

Desde mediados de los setenta del siglo pasado, se produjeron fisuras en el silencio con la aparición de investigaciones sobre el Tercer Reich. En 1985, la Asociación Psicoanalítica Internacional (en adelante IPA, por su sigla en inglés) se reunió en Hamburgo y se presentaron trabajos desveladores, como la correspondencia entre Ernest Jones y Anna Freud. Algunos analistas judíos se sintieron desilusionados porque el Holocausto no fue considerado entonces por la IPA.

Para no ser prolijos digamos que, desde entonces y de ahí en adelante, la controversia en el campo de la historia del psicoanálisis bajo el nazismo se desarrolló entre quienes consideran al periodo nazi como una aberración durante la cual el psicoanálisis fue destruido y por ende debía ser reconstruido nuevamente en Alemania y quienes argumentaban sobre la “continuidad”. Estos sostenían que aunque constreñido y vigilado por los nazis, el psicoanálisis siguió existiendo y floreció, al menos como una forma de psicoterapia.

Muy tempranamente (casi diríamos que antes del derrumbe de mayo de 1945) la controversia se desarrolló como un debate entre dos instituciones alemanas que reclamaban el dominio exclusivo del psicoanálisis: la Deutsche Psychoanalytische Gessellschaft (DPG) que sostenía que el psicoanálisis había sido salvado por sus integrantes durante la guerra y, por otro lado, la Deutsche Psychoanalytische Vereinigung (DPV) que se separó de la anterior, en lo fundamental por diferencias respecto a la “pureza” de la práctica psicoanalítica. La DPV fue reconocida por la IPA en 1951. Su principal dirigente era Carl Müller-Braunschweig quien manifestaba que el su disciplina había sido destruida y se necesitaba una nueva organización para su resurgimiento.

A la DPG se atribuía la concepción de que el psicoanálisis continuaba su evolución sin rupturas hacia la psicoterapia, “lo que había empezado bajo el nazismo”. Mientras que la DPV pretendía liberar al psicoanálisis de las otras tendencias terapéuticas para hacer causa común con las “percepciones judías”. El historiador y rabino estadounidense Yosef Yerushalmi, por ejemplo, sostiene que el secularismo que se desarrolló como consecuencia de la emancipación de los hebreos en el siglo XIX, produjo “judíos psicológicos” de los que Freud era un gran ejemplo. Alienados de los textos clásicos, los “judíos psicológicos” tendían a insistir en rasgos judíos inalienables: intelectualidad e independencia de criterio, patrones morales y éticos elevados, preocupación por la justicia social, tenacidad ante la persecución. A esta lista de formidables atributos, Yerushalmi agrega una sensibilidad al antisemitismo de tipo muy específico, lejano de la aceptación del antagonismo étnico que fue más característico de la era premancipatoria.

Esta parece ser, en gran medida, la historia de Freud – dice Frosh – pero también es una caracterización de una forma interior de ser, que revolotea en torno a las cuestiones de la pertenencia y de la otredad, del determinismo histórico y la libertad que como se ha demostrado influye sobre las identidades judías modernas y tal vez sobre las identidades modernas en general.

Este “judío psicológico” no es una creación freudiana pero está profundamente incluida tanto como reflejada en el freudismo, con su no resuelto y permanente cuestionamiento de analizarlo todo en busca de una verdad elusiva. Al trasladar esto al pensamiento sobre la herencia del psicoanálisis surge el asunto de la marginalidad y la cultura de la conciencia crítica que se relaciona con muchos aspectos de la cultura judía pero también con la visión capitalista y protestante del mundo al ensamblarse en la autodeterminación individual. El psicoanálisis – al menos en su propia mitología – se mantiene fuera de las ortodoxias y ofrece una alternativa radical y una otredad “independiente”.

Este nuevo enfoque, ni religioso ni científico, independientemente los esfuerzos de Freud en esta última dirección, es profundamente crítico: nada puede quedar fuera del análisis. La relación de Freud con su identidad judía era claramente ambivalente y ha sido muy trabajada por muchos autores en forma especulativa. Pero también hay lecturas como la de Edward Said (que veremos más adelante) que resultan esclarecedoras. Por ahora destacaremos algunos aspectos que se desprenden de las obras de Freud.

El padre del psicoanálisis se identificó como judío durante toda su vida aúnen los periodos de ascenso explosivo del antisemitismo en Europa y en Alemania y Austria en particular. En su juventud, esta caracterización no fue tan sencilla y hay autores que dan cuenta del antisemitismo internalizado de Freud que parodiaba a los judíos del este y procuraba evitarlos porque los consideraba degenerados. A pesar de esas actitudes de típico “yeke” o “jecke”, el antisemitismo del mundo externo hizo que mantuviera una identificación fuerte y positiva con su identidad judía a pesar de la ausencia de cualquier vínculo de tipo religioso.

Sin embargo, el carácter judío del psicoanálisis era visto por Freud como algo más que una respuesta al antisemitismo. Sociológica y filosóficamente, la membresía, la práctica y la concepción del psicoanálisis fue desarrollada a partir de la energía liberada del antisemitismo y de las restricciones teocráticas del pasado.

El resurgimiento del antisemitismo virulento en su forma europea (vigorosamente desde Francia a partir del caso Dreyfus), el psicoanálisis sería maldecido a causa de sus orígenes judíos y si fuera necesario redimirlo, como pensaban algunos, su carácter judío e incluso sus practicantes judíos debían ser descartados. Por otra parte, Freud siempre se preocupó por amortiguar o encubrir ese carácter judío y por eso promovió al “ario” Jung como primer presidente de la IPA (1910 -1914) sosteniéndolo aunque sus divergencias ya los habían separado.

A principios de la década de 1930, el psicoanálisis alemán era un modelo de práctica profesional en una sociedad avanzada. Su organismo estrella era el Instituto Psicoanalítico de Berlín (BPI) fundado por Ernst Simmel y Max Eitington en 1920. Este último era además el presidente de la Sociedad Alemana de Psicoanálisis (DPG). El BPI tenía un enfoque apuntado a la reforma social y desarrolló programas para que los obreros accedieran al psicoanálisis (terapias de bajo costo). Varios de sus integrantes combinaban marxismo y socialismo con el psicoanálisis (entre otros Wilhelm Reich, Erich Fromm, Otto Fenichel, Edith Jacobson y Ernst Simmel), la mayoría de ellos eran judíos. Todo desapareció rápidamente después de la llegada de Hitler al poder el 30 de enero de 1933.

Lo que sucedió y las dinámicas que subyacen son complejas y enrevesadas. Aún hoy quedan cabos sueltos. Por ejemplo, incertidumbres acerca del papel de actores muy importantes como el propio Sigmund Freud y su hija Anna. Asimismo, aparece la figura provocadora del Carl Gustav Jung y las maquinaciones que se llevaron a cabo contra Wilhelm Reich. El británico Ernest Jones aparece, al mismo tiempo, como héroe y como rufián. Entre todos hay que destacar a tres actores: Matthias Goering, Felix Boehm y Carl Müller-Braunschweig. El primero era primo del Reichsmarschall Herman Goering y los otros dos eran psicoanalistas no judíos que fueron clave en la colaboración con el nazismo y sobrevivieron a la guerra.

Müller-Braunschweig encabezó la nueva organización psicoanalítica de la posguerra, en la República Federal Alemana (RFA), la DPV. Este personaje manejaba el concepto de dominio, tan bien les sonaba a los nazis: el inconsciente podía ser dominado, el paciente podía tener el dominio de si mismo. El psicoanálisis podía contribuir a la concepción de la vida que promovía el nazismo. La salud psicológica se definía en términos de sangre, poderosa voluntad, eficiencia, disciplina, comunidad, heroísmo y aptitud física.

A partir del momento en que Hitler fue nombrado Canciller, contando con el respaldo y eventualmente siguiendo las instrucciones de Jones desde la IPA, Felix Boehm y Carl Müller-Braunschweig aplicaron la táctica de que el psicoanálisis podía eliminar sus orígenes judíos y su asociación con el socialismo y los sindicatos para ser útil al Tercer Reich.

Ya en el primer trimestre de 1933, los capitostes nazis habían advertido a la DPG que sería prohibida debido a la cantidad de judíos que la integraban. De este modo, después de una serie de presiones , en noviembre y diciembre de 1935, Jones envió a todos los integrantes de la DPG telegramas que solicitaban la renuncia de los analistas judíos. A fines de 1935, la DPG había sido arianizada, tres años antes de que otros profesionales judíos, médicos y abogados, fueran excluídos de sus asociaciones profesionales.

Frosh señala que la exclusión de los judíos fue recibida “con algún entusiasmo” por sus colegas, ya fuese por temor al contacto con los proscritos o por antisemitismo vulgar. La expulsión de los judíos de la DPG acarreó un beneficio paradojal porque al verse impedidos de trabajar la gran mayoría abandonó Alemania y se salvó del Holocausto. En el primer Congreso Internacional de la posguerra, celebrado en 1949, Jones le confirmó a Anna Freud que quince psicoanalistas que no habían emigrado murieron en los campos de concentración.

Jones se ocupó de conseguir lugares adonde pudieran ir los migrantes aunque su motivación no era heroica sino que se apoyaba en la ilusión de que la rápida salida de los analistas hebreos apaciguaría a los nazis. Las investigaciones más recientes apuntan a que Jones tenía motivaciones aún más oscuras. Es indiscutible que fue el factotum de la política de “apaciguamiento” y que desplegó habilidad y energía para evacuar a los analistas judíos pero también ha quedado claro que desarrolló un doble juego. Por ejemplo, en julio de 1934 aconsejó a Boehm para que enfrentara a quienes le iban a criticar por su política de colaboracionismo nazi durante el Congreso a celebrarse en Lucerna. 

En torno a Wilhelm Reich [ii] se montaron intrigas y persecuciones ante las que no contó con el apoyo ni siquiera de los freudianos “políticos” como Fenichel. Durante los primeros años del dominio nazi, con Freud a la cabeza, primó el criterio de manejarse con extrema cautela y evitar cualquier contacto político. El movimiento psicoanalítico se movía a la sombra de lo que les imponían los nazis. Su tesitura era propia de los “yekes” o “jeckes” dispuestos a cualquier concesión para salvar su posición social y su modo de vida alemán. [iii]

Matthias Heinrich Goering (1879-1945) fue un psiquiatra, nacido en Düsseldorf, que se volvió conocido desde 1933 (entonces se afilió al Partido Nacionalsocialista – NSDAP) y se favoreció con su parentesco con Hermann Goering. Los miembros de la DPG creían que Goering era un nazi entusiasta pero consideraban que mostraba ciertas variantes en sus preocupaciones ideológicas.

También es cierto que, desde el principio, los psicoterapeutas del Tercer Reich se sintieron atraídos por el nazismo y que los psicoanalistas consideraron que lo mejor era unir fuerzas con otras corrientes para salvarse. A principios de 1934, los arios Boehm y Müller-Braunschweig, se reunieron con junguianos y adlerianos para agruparse en un nuevo instituto dirigidos por Goering.  Este, como sus colegas adlerianos hacía especial hincapié en el sentimiento de “comunidad” (para los nazis la Volksgemeinschaft) al que agregaba un fuerte nacionalismo germánico y un pietismo cristiano. Goering criticaba al psicoanálisis por su materialismo y pansexualismo.

En 1933, se creó el Deutsches Institut für psychologische Forschung und Psychotherapie, precisamente el que después fue conocido como Instituto Goering.  En julio de 1936 (en plenas Olimpiadas) Goering, Boehm y Müller-Braunschweig se reunieron en Berlín con el omnipresente Ernest Jones y Abraham Arden Brill [iv]para conseguir el apoyo de la IPA, aduciendo que en el Instituto Goering el psicoanálisis mantendría su independencia. Eso no se cumplió. La formación de los psicoanalistas (una de las piedras de toque de la concepción freudiana) se combinó con las de otras psicoterapias y la DPG cedió su lujoso edificio (una obra financiada por la enorme fortuna del padre de Eitingon en 1920) para ser la sede del Instituto Goering.

En octubre de 1936, Matthias Goering dio una conferencia inaugural en la que destacó que la nueva psicoterapia alemana se sustentaría en bases no freudianas, pro nazis y antisemíticas. La lectura de Mein Kampf se hizo obligatoria y los judíos fueron mayoritariamente excluidos. Sin embargo, algunos analistas judíos lograron sobrevivir en el Instituto hasta el fin de la guerra.

Mientras Goering daba conferencias en las que comparaba la concepción de la libido atribuida a Freud con la concepción aria de Jung, Boehm fue hasta Viena para asegurarle lealtad a Freud e intentar que le diera su absolución. Freud no se la dio.

Los psicoanalistas alemanes consiguieron mantenerse en el Instituto controlando la policlínica: Boehm se hizo cargo del programa para atender a militares homosexuales; Werner Kemper colaboró en un programa para atender a soldados que sufrían neurosis de guerra; Müller-Braunschweig estuvo a cargo de las conferencias y del programa didáctico.

Entre 1938 y 1945, el llamado Grupo de Trabajo A (que integraban los freudianos en el Instituto) formaron a 34 nuevos analistas. Algunos autores han señalado que esto no significaba que todos los analistas fueron nazis o simpatizantes de los nazis pero si demuestra un alto grado de ceguera social, cobardía moral e interés individual que, aún cuando hubieran desarrollado un psicoanálisis ortodoxo no tenía remedio o justificación.

En el Instituto Goering, los analistas no judíos hicieron su trabajo lo mejor que pudieron, con varios grados diferentes de colaboración con los objetivos de la nueva psicoterapia alemana, en la que llegaron a participar en el infame programa de eutanasia forzosa. Ninguno de estos profesionales se rebeló aunque muy pocos se afiliaron al NSDAP.

Hubo excepciones, por ejemplo Edith Jacobson (1897-1978) fue presa en 1935 por negarse a revelar a la Gestapo información sobre uno de sus pacientes. Boehm consiguió que Jones no diera el apoyo a la prisionera desde la IPA. Jacobson fue hospitalizada y consiguió escapar a Checoeslovaquia y después a Estados Unidos donde se radicó. Otro ejemplo fue el de John Rittmeister (1893-1943) un neurólogo y psicoanalista militante de la resistencia que en su actividad académica había denunciado a Jung como cripto fascista. La Gestapo lo arrestó como comunista integrante del grupo que la Abwehr (la Sección Inteligencia de la Wehrmacht) llamó la Orquesta Roja. Fue guillotinado en Berlín. La historia de la relación entre Rittmeister y su colega colaboracionista Werner Kemper es una de las páginas más negras del freudismo. Posiblemente no se llegue a saber de que forma exacta Kemper habría llevado a delatar a Rittmeister a través de su papel como analista de la esposa de Matthias Goering.

2) El conflicto identitario y las actitudes de los judíos alemanes en 1933

 Nadie podía llamarse a engaño. Los nazis nunca ocultaron sus verdaderas intenciones. Adolf Hitler en su obra canónica Mi lucha (Mein Kampf, 1923) decía “si pasamos revista a todas las causas del desastre alemán (en la Primera Guerra Mundial) advertimos que la causa final y decisiva habrá de verse en el hecho de haber omitido comprender el problema racial y, en especial, la amenaza judía”. Según él el marxismo y el pacifismo judío amenazaban a Alemania en 1914 y formula lo que es la clave de la llamada seguridad nacional: “en aquellos días nadie reparaba en el enemigo interior”.[v]

El análisis de los votos emitido en las elecciones parlamentarias de la República de Weimar, especialmente la comparación entre los comicios de 1930 y el de 1932 son muy interesantes [vi]. En las elecciones del 6 de noviembre de 1932, el nacionalsocialismo (NSDAP) perdió dos millones de votos en comparación con la de 1930 y tuvieron 34 escaños menos en el parlamento. El nazismo seguía siendo una fuerza importante pero se creía que Hitler no llegaría a ser Canciller.

Por su parte, la burguesía industrial y banquera, la oligarquía monárquica (los junkers terratenientes y los nacionalistas estrechamente relacionados con el ejército) estaban muy preocupados por los avances de la izquierda (la socialdemocracia y los comunistas). Creían que “el cabo austríaco”, hiperactivo y violento, sería un mal menor que ellos podrían manipular.

Al llegar a ser el Canciller designado por el Presidente Hindenburg, el 30 de enero de 1933, Hitler sabía que no controlaba el ejército ni el aparato del Estado y por eso se había aliado con las detestadas oligarquías nacionalistas y monárquicas (“la casta”). Esta alianza generó pugnas internas en el nazismo que se resolverían recién en julio de 1934 en la llamada “noche de los cuchillos largos” cuando Hitler descabezó a las SA y promovió el asesinato de numerosos opositores.

Ian Kershaw sostiene que la ideología Volkisch era una mezcla de nacionalismo extremo, antisemitismo racial y concepciones místicas relativas a un orden racial exclusivamente alemán con raíces en el pasado teutónico, apoyado en el orden, la armonía y la jerarquía. Se trataba de una visión impregnada del retrógrado romanticismo alemán que se consideraba superior pero se encontraba amenazada por eslavos, marxistas y judíos. Todo estaba envuelto en el llamado “darwinismo social” (supervivencia del más fuerte) y el imperialismo o colonialismo (la expansión hacia el Este) para salvaguardar a Alemania del “espíritu judío”.

El historiador estadounidense David Engel señaló que en 1871 los judíos habían conseguido la emancipación en Alemania; finalmente eran considerados ciudadanos en igualdad de condiciones en todos los paises al Oeste del Elba. Se esperaba que se considerasen franceses, alemanes, holandeses, ingleses o italianos de religión judía en lugar de concebirse como miembros del “pueblo elegido” diseminado por el mundo. La mayoría de los judíos recibió con beneplácito la emancipación y declaró que, en adelante, el término judío se refería a un grupo religioso y por ende no tenía sentido étnico (racial).

Los judíos se empeñaron en borrar las diferencias  sociales, culturales, linguísticas y económicas que los habían separado de la sociedad en los guetos de la Edad Media. Esto también supuso el desarrollo de conflictos identitarios que habrían de manifestarse en el siglo XX y especialmente desde el la llegada de los nazis al poder [vii].

Para facilitar la integración social, los “judíos reformados” propusieron modificar las leyes religiosas y abolir las prohibiciones dietéticas. A finales del siglo XIX, la mayoría de los judíos europeos habían conseguido que no se los distinguiera externamente de sus vecinos gentiles. Hablaban el mismo lenguaje, asistían a las mismas escuelas, vivían en los mismos barrios, vestían la misma ropa (chaquetas y no caftanes y gorras de piel) y leían los mismos libros y los mismos diarios.

Más o menos los dos tercios de la sociedad alemana, ante el retroceso electoral de los nazis en 1932, creía que la grave crisis económica, la violencia del discurso hitleriano y los enfrentamientos callejeros, no llegarían a afectar la pluralidad cívica del pueblo alemán, en la cual la democracia aún imperfecta de la República de Weimar haría que el nazismo terminara desapareciendo como si fuera una pesadilla pasajera.

Por eso, tanto para los judíos como para los no judíos, el nombramiento de Hitler como Canciller fue una sorpresa difícil de entender. Para muchos simpatizantes del nazismo en cambio, el hecho aparecía como una oportunidad de una “revolución alemana” que permitiera liberarse de la explotación judeo-burguesa y de una aristocracia decadente.

Los nazis promovían una nueva era cósmica en la que los arios dominarían el mundo y en la que comunistas, judíos, liberales, católicos y socialdemócratas resultarían sometidos o excluidos. Como lo muestran los trabajos de la Alltagsgesischte (la historia de la vida cotidiana), el dominio nazi  planteó exigencias pero también creó oportunidades y esto operó durante doce años para mantener un apoyo importante al régimen hasta el último momento del Tercer Reich.

Para los judíos el nazismo planteaba disyuntivas morales y materiales debidas a la propia conformación de su comunidad. Los judíos asimilados se consideraban alemanes y no hebreos. Pertenecían a familias urbanas, comerciantes, industriales, profesionales, educados en los valores centroeuropeos. Alemania era su patria y así los consideraba el resto de la sociedad. Aunque muchos seguían normas de la cultura judía frecuentemente no eran practicantes. En muchos casos se habían convertido al cristianismo o eran judíos secularizados que se identificaban con los modelos identitarios alemanes: eran alemanes judíos.

Existían otros judíos, que se mantenían conscientes de sus diferencias respecto a los gentiles y recelaban de estos. Eran tradicionalistas y, los más extremistas eran sionistas. Su grado de asimilación era limitado y contradictorio. Residían en las ciudades pero provenían por lo general de los países del este (Polonia, Ucrania, Rusia) y del medio agrícola. Se consideraban primero judíos y luego alemanes. Participaban en la vida social pero su relación con los no judíos se caracterizaba por la reserva y esto generaba suspicacias mutuas. “Quizás debido a ello – dice Calero – estos judíos solían ser menos susceptibles a ciertas actitudes antisemitas de naturaleza costumbrista y estereotipada, siempre latentes en las sociedades europeas”.

Habiendo llegado a Alemania o a Austria menos de tres o cuatro generaciones atrás, estas familias judías mantenían memorias de persecuciones y hostigamiento mucho más vívidas que la de los judíos urbanos. Su conciencia de mismidad era un rasgo de autoafirmación identitaria y un mecanismo de autopreservación. Hannah Arendt calificaba a los no asimilados como “parias” y a los asimilados como “advenedizos”. Según ella, cada judío, de cada generación, debía decidir si seguía siendo paria al margen de la sociedad gentil o se convertiría en un advenedizo. A partir de 1933, los judíos asimilados “vieron desbordada su incredulidad” acerca de la amenaza nazi. Nunca pensaron que los valores civilizados de la sociedad alemana sucumbirían ante el nazismo o que lo harían tan vertiginosamente.

Al considerar antes la rapidez con que el psicoanálisis cayó en manos de los nazis vimos que contó con colaboradores, nacionales y extranjeros. Los judíos asimilados se vieron sorprendidos por una ola de antisemitismo que lo abarcó todo. Los gentiles que nunca habían mostrado rasgos antisemitas se contagiaron ante el demoledor empuje de la propaganda o por oscuros intereses personales (como los ya referidos casos de los psicoanalistas Boehm, Müller-Braunschweig, Kemper y tantos otros) y se prestaron para que el Estado nazi hiciera una purificación antisemita, es decir una limpieza étnica, y estableciera un minucioso apartheid avant la lettre que derivaría hacia el genocidio conocido como el Holocausto [viii].

El 7 de abril de 1933, los judíos fueron expulsados de la administración pública, del ejército y de la enseñanza. A partir de entonces, los alemanes-judíos, tan patriotas e identificados con la germanidad fueron despojados de su identidad nacional y cultural porque su procedencia étnica, no su religión, los excluía de la Volksgemeinschaft en la que habían nacido y se habían criado. Su germanidad les había sido arrebatada por una banda de violentos que habían hecho retroceder lo alemán a una etapa tribal y pre moderna. [ix]

Los judíos asimilados, muchos calificados “yekes o jeckes” [x] , como ya vimos, tardaron en comprender el peligro porque se resistían a abandonar sus posesiones y su posición social. La vida burguesa les dificultaba la comprensión del mundo circundante. Vieron sucumbir a la República Española a manos de Franco y su banda, apoyados por Hitler y Mussolini, en una terrible guerra civil. Habían visto a los fascistas italianos arrasar a Etiopía pero eran cosas que pasaban en otro lado. Esperaban que el nazismo fuera pasajero. Confiaban en que las presiones de la comunidad internacional frenarían al fascismo. “No querían creer que la Alemania de sus padres ya no era la suya”. Claudia Roemer sostiene que los judíos alemanes eran la élite intelectual de Europa y que su patria no era Alemania sino el idioma alemán y su cultura. El poeta Heinrich Heine que se había convertido al cristianismo lo precisó cuando estableció que, a su muerte, deseaba ser enterrado no como judío ni como cristiano sino como un poeta alemán [xi].

Los judíos tradicionalistas se vieron menos sorprendidos y muchos procedieron a abandonar Alemania porque consideraban que eran huéspedes tolerados pero no aceptados. Consiguieron escapar antes de que se cerraran las vías en 1939. El polémico ensayista derechista británico Michael Burleigh [xii]señaló que las reacciones de los judíos ante el ataque eran ambivalentes. Dependían de la edad, el género, la riqueza. Muchos, sobre todo los tradicionalistas, creían haber visto algo así antes y la tenacidad judía se manifestaba vulgarmente diciendo “atravesamos el Mar Rojo y atravesaremos la mierda parda”. Muchos consideraban que el antisemitismo era una ola monstruosa que terminaría en un mar en calma cuando las emociones que lo causaban se disipasen.”En Viena – dice Burleigh – la familia Klaar, cuyo patriarca sentía una secreta admiración por Hitler, buscaba y hallaba excusas para los excesos nazis”.

En 1933, abandonaron Alemania 40.000  judíos (el mayor éxodo antes del de 1938). Muchos eran jóvenes, muchos eran ricos y muchos eran perseguidos políticos. “Este paso hacia lo desconocido – advierte Burleigh – era mucho más difícil para los ancianos, para los que tenían parientes de edad avanzada o niños muy pequeños, o negocios y clientes consolidados a lo largo de generaciones, o que no podían plantearse por razones culturales vivir en otro sitio que no fuese Alemania”. Esta dificultad era doblemente grande en el caso de los judíos rurales cuyas habilidades no tenían lugar en otros países y que no hablaban otros idiomas que no fueran el alemán o el yidish.

La burguesía judía compartía con von Papen, el aristócrata católico y conservador que le abrió camino a Hitler, la idea de que el nazismo sería un fenómeno pasajero que ayudaría a desmantelar a la izquierda y que aún prevalecerían las garantías constitucionales del Estado de derecho (el Rechsstaat que los judíos habían ayudado a crear). Otros creyeron en una disparidad entre la retórica hitleriana y la política y creían en el dicho popular de que “era peor el ladrido que la mordedura” (Es wird nicht alles so heiss gegessen, wie es gekocht wird).

No fue solo la persecución sino el hundimiento de la identidad lo que llevó a unos diez mil judíos alemanes a suicidarse o a intentarlo durante los años del Tercer Reich. Muchos mandaron cartas a los organismos nacionales o regionales resaltando su acendrado patriotismo (muchos miles habían combatido valerosamente durante la Primera Guerra Mundial y recibieron la Cruz de Hierro y otras condecoraciones). Más de 12.000 de esos militares murieron en combate según se desprende de las lápidas existentes en los cementerios judíos. [xiii]

Sin embargo, la situación requería respuestas más allá de lo individual. La comunidad judía estaba muy fragmentada y cada sector reaccionó a su manera. Los sionistas alemanes comprendieron que los nazis les golpeaban como miembros de una “raza”, independientemente de sus creencias religiosas o de su falta de las mismas.

Los antisionistas liberales descubrieron las virtudes de la comunidad – dice Burleigh – y urgían a los judíos a no emigrar (“cumplid vuestro deber aquí” exhortaban). Los ortodoxos se dirigieron directamente a Hitler destacando su historial de patriotismo alemán y pidiendo “un espacio vital dentro del espacio vital de la nación alemana”. Los liberales y los sionistas, sin los ortodoxos, crearon organizaciones para ayudar a los necesitados y favorecer la emigración.

Una expresión notable de las diferencias de criterio en la comunidad judía fue el Acuerdo Haavara (literalmente “acuerdo de traslado”) firmado el 25 de agosto de 1933, tras tres meses de negociaciones, entre la Federación Sionista de Alemania (die Zionistische Vereinigung für Deutschland), el Banco Anglo-Palestino (bajo las órdenes de la Agencia Judía para Israel), y las autoridades económicas de la Alemania nazi. El acuerdo pretendía facilitar la emigración de los judíos alemanes exclusivamente a Palestina. El pacto de colaboración entre las autoridades nazis y la principal organización sionista mundial comprometía a los segundos a colaborar con los nazis a cambio de permitir la salida del país de los migrantes.

Aunque ayudó a los judíos a emigrar, también los obligó a abandonar la mayor parte de sus posesiones antes de partir. Se estipuló, no obstante, que las mismas podrían recuperarse transfiriéndolas a Palestina como bienes de exportación alemanes. Aproximadamente, 60.000 judíos emigraron en esas condiciones, llevándose con ellos 100 millones de dólares (casi dos mil doscientos millones de dólares actuales).

El Acuerdo no fue respaldado por muchos de los líderes judíos, dentro y fuera del movimiento sionista. También fue criticado por el público alemán y miembros del NSDAP. En compensación por su reconocimiento oficial como únicos representantes de la comunidad judía, los dirigentes sionistas se ofrecieron para romper el boicot que habían organizado todas las organizaciones judías del mundo, lideradas por las poderosas asociaciones de los EUA. El boicot estaba afectando muy directamente al naciente Tercer Reich.

Los sionistas también fueron muy activos en los Judenrat, los comités que controlaban los guetos y decidían quién debía ser deportado. Todas las cuestiones fueron negociadas con Adolf Eichmann, y esto se vio en el juicio a que fue sometido este en Jerusalén, en 1961. Según el polémico acuerdo los nazis organizaban los viajes, de modo que los judíos alemanes llegaban a Palestina en barcos en los que ondeaba la bandera de la esvástica. Las SA crearon campos de entrenamiento para preparar a las juventudes sionistas en su emigración, además imprimían su propaganda y contribuían a la difusión del proyecto y a la organización de los actos proselitistas.

Sobre el costo moral de emigrar a Palestina dijo el historiador estadounidense David Engel [xiv] que implicaba dejar atrás a la familia, los amigos y el ámbito cotidiano por el que los judíos alemanes sentían gran cariño. Los que emigraban a menudo no tenían medios para sustentarse y carecían de competencias que pudieran aplicar en su nuevo destino. En Palestina no abundaba el trabajo, no podían ejercer su profesión (salvo los que disponían de grandes medios económicos como el psicoanalista Max Eitington) y perdían su posición social, de modo que su identidad resultaba afectada. A principios de 1935, unos diez mil judíos que habían emigrado a Palestina regresaron a Alemania; solamente la amenaza de ser encerrados en campos de concentración puso fin a esa migración de retorno.

Muchos judíos alemanes asimilados retornaron al judaísmo lo cual llevó a una identificación creciente con el sionismo y con la posibilidad de radicarse en Palestina que este promovía. Antes de 1933, el sionismo solamente había conseguido resultar atractivo a unos pocos judíos alemanes. La mayoría de los dirigentes de la colectividad consideraban que el nacionalismo sionista era adverso a la emancipación. Sin embargo, después de 1933 los sionistas sacaron partido de la persecución a la que apuntaron desde un primer momento las medidas del gobierno nazi.

Por ejemplo, los sionistas pasaron a formar parte del Reichsvertretung der Deustches Juden (“la representación en el Reich de los judíos alemanes”) fundada el 17 de setiembre de 1933 con el objetivo de aglutinar a todas las agrupaciones judías existentes para hacer un frente común en defensa de sus intereses ante el nazismo.

La organización intentó ayudar a los desvalidos y oponerse a la política racial del régimen manteniendo las instituciones solidarias y culturales de la colectividad y también apoyando la emigración; en ese marco los sionistas se dedicaron a promover la emigración exclusivamente hacia Palestina. Eso compensó la reticencia de los dirigentes no sionistas ante la emigración hacia el Medio Oriente. Véase lo que dijimos antes sobre el Acuerdo Haavara.

Paulatinamente las funciones de la Reichsvertretung fueron siendo gradualmente limitadas hasta que ,en 1939, pasó a depender de la Reichssicherheitshauptamt (la Oficina Central de Seguridad del Reich, a cargo de Heydrichy se usaba para trasmitir las prohibiciones, restricciones y medidas contra los judíos. Finalmente la organización judía fue disuelta en 1943.

En 1934, la historiadora y socióloga Eva Reichmann (1897-1998) que era directora de una organización judía en Berlín ( y después integró la Reichsvertretung), dijo: “la gente está explorando las fronteras de su existencia en calidad de alemanes y de judíos y muchos de ellos (…) sienten algo muy similar a esto: la era de la emancipación toca a su fin. Nuestra seguridad emocional se ha desmoronado. Tal vez nuestra sensación de seguridad nos hizo insensatos, nos dio demasiada confianza en nosotros mismos, nos transformó en seres satisfechos. Es verdad que la hostilidad contra los judíos jamás desapareció pero apenas dejábamos que nos afectase. Veíamos los acontecimientos históricos desde una perspectiva excesivamente unilateral para que creyéramos en catástrofes”.

3) El mito de la identidad colectiva y el psicoanálisis puro

En junio de 1938, a los tres meses de haberse producido la anexión de Austria por la Alemania nazi, Sigmund Freud y su familia consiguieron salir de Viena para no regresar jamás. Las hermanas de Freud que permanecieron en Austria perecieron en los campos de exterminio y el padre del psicoanálisis habría de morir en Londres, tres semanas después del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en setiembre de 1939.

Freud y los suyos consiguieron escapar merced a la intervención de Marie Bonaparte, la psicoanalista francesa que pagó la enorme suma que los nazis exigían para permitir que los judíos emigraran. Además gestionó ante Ernest Jones y obtuvo la visas que otorgó el gobierno británico y consiguió alojamiento para las 16 personas y el perro que formaban parte del grupo de emigrados.

Como se sabe, Freud estudió, trabajó y escribió hasta el último momento de su vida y precisamente, ya en Londres, hizo publicar “Moisés y la religión monoteísta”, un ensayo que al establecer la tesis de que Moisés era egipcio y no judío resultó demoledor para la idea de identidad pura y colectiva que el sionismo ha promovido como fundamento de su ultranacionalismo.

En el año 2008, el psicoanalista español Carlos Rey rescató una conferencia que Edward W. Said (1935-2003) [xv]dio en el Museo Freud de Londres, (había sido prohibida antes en el Instituto Freud de Viena) que resulta extraordinariamente adecuada para comprender el drama que se desarrolla en el Medio Oriente, la política israelí, su apartheid y la limpieza étnica que lleva a cabo contra los palestinos aún desde antes de 1948.

Said [xvi], que fuera un reconocido estudioso de la obra de Freud, estableció una vinculación actual y significativa entre las tesis del padre del psicoanálisis, la evolución de su pensamiento y las razones de Estado que ahora se manifiestan en esa guerra perpetua que lleva a cabo Israel, que a su vez mantiene una relación inocultable con el Holocausto y sus víctimas, traiciona a esas víctimas y pone en peligro la democracia a nivel mundial.

¿Qué fue lo que sostuvo Freud? ¿qué fue lo que señaló Said?  Hace 22 años, Said produjo un libro, precisamente titulado “Freud y los no europeos” y la conferencia desarrollaba su análisis de “Moisés y la religión monoteísta” el último y complejo conjunto de tres ensayos escritos entre 1934 y 1938, que se publicó en Amsterdam en 1939. La intención política de ese texto es clara y Said la hace suya para abogar por la causa palestina.

Al retomar la historia primitiva de la identidad judía descrita por Freud, Said cuestiona radicalmente el origen fundacional de la identidad judía y los derechos históricos que alega el sionismo sobre Palestina. Si hay una tierra prometida y también perdida es la que Freud ubicó en Meribat-Cadés , “al sur de Palestina, entre las estribaciones orientales de la península de Sinaí y el límite occidental de Arabia”. Allí los judíos adoptaron el culto a un dios llamado Yahvé, que provenía probablemente de la tribu árabe de los madianitas, un pueblo antiguo de comerciantes nómades, que habitaba las comarcas vecinas.

Said dijo que el texto de Freud socava la originalidad judía al señalar que, en primer lugar, la circuncisión era una práctica egipcia y no hebrea y, en segundo lugar, que seguramente los levitas , un grupo judaico que según la tradición existió siempre, eran “seguidores egipcios de Moisés que se habían trasladado con él al nuevo lugar”.

La política que el Estado de Israel practica de expulsar a los palestinos para colonizar el territorio es lo que Said criticaba y no dudaba en recurrir a la fisura en la identidad colectiva que Freud demuestra en su texto “Moisés y la religión monoteísta”. La obra de Freud dejó al descubierto nuevamente (había antecedentes en “Totem y tabú”) su incómoda relación con la ortodoxia judía porque sobre todo, trasmite su relación ambivalente con su propia judeidad.

Afirmar que la relación de Freud con el judaismo era conflictiva era quedarse corto, sostenía Said. Cuando Freud se define como un judío sin dios, se contrapone a los que utilizan a Yahvé como garantía de su identidad y la consecuencia que de ello se deriva: la negación a la existencia del otro.

Decía Said: “la legislación israelí, lejos del espíritu que anima las advertencias deliberadamente provocativas de Freud sobre el origen no judío del fundador del judaísmo y de los inicios de este en el ámbito del monoteísmo egipcio no judío (Amenophis IV o Akenatón), contraviene, reprime e incluso anula la apertura de la identidad judía que Freud tan meticulosamente sostiene”. El Israel oficial ha eliminado los complejos estratos del pasado.

Said sostenía que Freud movilizó el pasado no europeo con el fin de socavar cualquier intento doctrinario que pudiera hacerse para dotar a la identidad judía de una base fundacional sólida, ya fuera esta religiosa o secular. Freud – decía Said – “se niega a reducir la identidad a uno de esos rebaños nacionalistas o religiosos a los que tanta gente quiere unirse a toda costa”.

En otras palabras – dice ahora Rey – “la identidad no puede concebirse y funcionar como si fuera algo puro; no puede constituirse ni siquiera imaginarse sin la represión de esa radical fractura o carencia originarias”. Leyendo a Freud, Said reconoce que la identidad es un problema no resuelto, un conflicto que no prescribe, por eso cree que en esta experiencia psicológica reside la esencia de lo cosmopolita y que, por lo tanto, algún día será posible que, en la tierra de judíos y palestinos, pueda establecerse un Estado binacional en que Israel y Palestina sean dos partes y no dos antagonistas.

La académica británica Jacqueline Rose [xvii] elogió las conclusiones de Said y formuló un comentario que vale la pena reproducir. Es cierto que Freud habla de las conflictivas relaciones de su identidad como judío, con el fin de reflexionar sobre la fisura o herida en el corazón de la identidad colectiva pero también, en el mismo año de 1930 cuando negó su apoyo a la instalación de un Estado judío en Palestina, escribió en el prólogo de la edición hebrea a “Totem y tabú” que “ a ninguno de los lectores ha de resultar fácil situarse en el clima emocional de un autor que desconoce el lenguaje de las Sagradas Escrituras, que está apartado de la religión de sus antepasados – así como de cualquier otra religión -, que no puede participar de los ideales nacionalistas, pero que, no obstante, nunca ha renegado de la pertenencia a su pueblo, que se siente judío y que no desea que su naturaleza sea otra. Si alguien le preguntara ¿pero qué queda de tí de judío si has renunciado a todos esos elementos comunes con tu pueblo? Le respondería, muchas cosas, quizás lo esencial”. Para Rose, Freud era un judío secular moderno.

Ahora llegó el momento de convocar a la psicoanalista uruguaya Doris Hajer [xviii] a quién citamos en el acápite de este artículo. “Uno no puede dejar de preguntarse – dice Doris – que es lo que de la situación del psicoanálisis <hace síntoma> en esta lucha por anteponer la <conservación de la institución psicoanalítica> a cualquier consideración, tanto psicoanalítica en si como humanitaria y aún ideológica o de lealtad, si se quiere filial”.

Refiriéndose a los periodos de persecución y represión – que se hacen extensivos no solamente a los años del Tercer Reich (1933-1945) sino a otros doce años de plomo, cuarenta años después: los de la brutal dictadura en Uruguay (1973-1985) – ella afirma que algo fundamental al psicoanálisis se perdió en esos años.

Freud nunca eludió analizar y aún tomar posición frente a los más diversos temas – dice Doris Hajer – pues desde su adolescencia era apartidario pero no apolítico. Freud no proponía abstenerse y mantener una neutralidad a la vista del gran público, entre el cual se encontraban sus pacientes, ni que estos no deberían saber nada de sus posiciones, tal cual años después se habría de entender. “Postura muy cómoda enfrentados a una dictadura”.

Ya en 1933, Ernest Jones promovía el cambio en la directiva de la Asociación Psicoanalítica Alemana (DPG) según lo imponían los nazis. Como vimos antes Jones se aplicó a promover la renuncia de los judíos y su emigración. Era la nefasta política de apaciguamiento que la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA) seguía para “salvar” al psicoanálisis. Después de mayo de 1945 la que había sido política de apaciguamiento se transformó en indiferencia ante los crímenes del nazismo y en rehabilitación de muchos colaboracionistas. Entre 1947 y 1953, unas decenas de analistas formados durante el Tercer Reich fueron acogidos en la IPA. En esto la responsabilidad de los psicoanalistas británicos y estadounidenses fue importante.

Que conste que la calificación de “apaciguamiento” para esa política de colaboración con los nazis es verdaderamente benévola. Reiteremos que la rápida caída del psicoanálisis en manos de los nazis fue el fruto de la ceguera social y la cobardía moral.

Doris Hajer traduce una cita de Karl Müller-Braunschweig (uno de los psicoanalistas “arios” que trabajaron en el Instituto Goering) quien pretendía justificar su colaboracionismo: “EI psicoanálisis se esfuerza por hacer de debiluchos ineptos, seres humanos eficaces; a los fantasiosos alejados de la vida real, los transforma en seres humanos que desean tener la realidad ante sus ojos, a los seres entregados a sus pulsiones, los convierte en seres capaces de encontrarlas; hace de hombres incapaces de amar y egoístas, seres plenos de amor y de aptitud para brindarse en sacrificio; a los desinteresados en la vida de todos, los convierte en siervos del Universo. Por todo ello realiza una formidable tarea educativa y sirve a los actuales lineamientos de una concepción de vida heroica realista y constructiva”.

Las obras de Freud fueron quemadas públicamente en 1933 pero Matthias Goering, el director del Instituto, guardó un conjunto de las mismas y permitía su lectura en reserva como si se tratara de obras interdictas de herejía. Al mismo tiempo promovía el estudio de Mi Lucha en la formación de psicoterapeutas. Decía Goering “un libro que debe considerarse científico … a pesar de solo faltarle la terminología, que no es garante de cientificidad … (pues) quien lea el libro y se ocupe de su esencia, notará lo que le es propio, aquello que a la mayoría de nosotros nos falta; Jung lo denomina intuición; es más importante que la ciencia. Por eso exijo de todos ustedes, que hasta el próximo congreso se ocupen fundamentalmente con el libro y los dichos de Adolfo Hitler, para que nuestro encuentro se desarrolle con esa bendición. A nuestros amigos extranjeros les ruego, contar de vuestra experiencia aquí en Alemania e informar en vuestras patrias. Cuenten que un hombre de las S.A. vestido de civil dirigió el Congreso, y que un hombre de las S.A. uniformado ha conseguido que nosotros médicos nacionalsocialistas, académicos nacionalsocialistas, apostemos totalmente a nuestra Ideología por amor a nuestro pueblo. Congreso de la DaGP en Dusseldorf,1938.

Carl Gustav Jung, por su parte, declaraba que era la hora de saldar cuentas por parte de una “salud mental aria” (arische Seelenheikunde) para preservar “el preciado secreto del alma germana” y sugirió la prohibición de los puntos de vista claramente judíos de Adler y Freud por sus características destructivas. Un artículo de Goggin y Brockman incluye una de las mejores relaciones hechas hasta ahora acerca de los nefastos manejos de Jung en su colaboración con el nazismo [xix].

Por supuesto hubo resistencia – dice Doris – pero los propios psicoanalistas alemanes se preguntan por que fue tan excepcional que la hubiera, aun desde fuera de Alemania, por parte de los exiliados: Kramm en Alemania, un no judío, emigró junto a sus colegas en el momento de la exclusión de estos de la Asociación Psicoanalítica Alemana. Rittmeister militó en la «orquesta roja» (y murió guillotinado en 1943). Edith Jacobson no fue defendida públicamente por sus colegas en momentos en los que todavía no había campos de exterminio y logró escapar con la ayuda personal de Fenichel y algunos otros de un Sanatorio donde hubo que internarla para una intervención. En Austria, Karl Landauer también murió en un campo por su tarea en la resistencia. Los psicoanalistas judíos Marie Langer, Richard Sterba y Friedmann huyeron con vida, menciono a estos tres por su conocida labor en la resistencia al nazismo”.

De un total de ciento cincuenta psicoanalistas austríacos, ciento cinco emigraron; diez murieron en campos de concentración o guetos y cuatro desaparecieron.

Doris se pregunta ¿porqué costaba abordar el tema ‘psicoanálisis bajo el nazismo’? Y señala que, a diferencia de los tres empujes de análisis que se vivieron en Europa y los Estados Unidos, la dificultad está vinculada con las situaciones vividas en el Cono Sur bajo las dictaduras (Uruguay, Chile, Argentina). Las preguntas sobre la historia oscura del psicoanálisis se hicieron en los setenta “y nos dividimos en función de ellas”. “¿Que fue de esas posturas en Uruguay? _ clandestinas en algunos durante la dictadura, retomadas después de la misma: muchos concluyeron que eran pecados adolescentes y hoy con alivio, tanto quienes declararon esto como los demás, nos descansamos en “la caída de las ideologías” para dejar el tema de lado cómodamente”.

Ya por los años cincuenta Mario Berta hacía en Uruguay la misma caracterización del psicoanálisis como “ciencia judía” que habían hecho los nazis. Asimismo se introducía a Jung – tan comprometido con el nazismo – y a Szondi un psiquiatra y psicoanalista suizo involucrado en el Instituto Goering que estuvo en Bergen Belsen [xx].

En 1973, la dictadura uruguaya intervino la Universidad de la República, encarceló y destituyó docentes, estudiantes y funcionarios y clausuró la Licenciatura en Psicología que era parte de la Facultad de Humanidades y Ciencias. Años después (1975) abrió una Escuela de Psicología, dependiente del Rector Interventor y dirigida por Mario Berta, donde se enseñaba a Jung, Szondi, Kretschmer, Schulz (y su terapia nazi del “entrenamiento autógeno”) y una gama de teorías racistas y pseudocientíficas.

La Asociación Psicoanalítica del Uruguay (APU), fundada en 1955 e integrante de la IPA, no fue intervenida durante la dictadura porque mantuvo el empaque conservador y la tradicional ceguera social del “psicoanálisis puro”. Por esa razón se crearon nuevas instituciones como la Asociación de Psicoterapia Psicoanalítica (AUDEPP), fundada en 1981 y la Escuela Freudiana de Montevideo (fundada en 1982 por seguidores de Jacques Lacan). La Asociación de Psicólogos Universitarios del Uruguay (APUU) fue perseguida, sufrió allanamientos, interrogatorios por parte de la policía de la dictadura y tuvo presos y exiliados. Siguió actuando como una forma de militancia clandestina mediante seminarios con el psicoanalista argentino Gregorio Baremblitt (1940-2021), hasta que el ingreso de este al país fue prohibido.

En 1985 cuando se restableció la democracia los psicoanalistas independientes no fueron admitidos en la APU porque – dice Doris – “no teníamos claro el porcentaje de dedicación al psicoanálisis versus nuestra militancia política”. “¿En beneficio de qué redundaría ahora poner sobre la mesa estas cuestiones? – se pregunta – Porque no me cabe la menor duda de que hablar del psicoanálisis durante el nazismo, nos pone ante otros temas del psicoanálisis mismo, y otros más nuestros, más cercanos”.

Doris advierte que no hay ser humano sin ideología, ideología de convicción o ideología impuesta y esto queda en evidencia en el destino de la Asociación Psicoanalítica Alemana por la que se suponía que valía la pena aceptarlo todo con tal de permanecer.

¿Esta afirmación suena antigua? – se pregunta y responde_ Puede ser, pero también escondernos detrás de la supuesta caída de las ideologías puede estarse volviendo antiguo de acuerdo a nuevos enfoques que, como siempre, aquí llegan tardíamente. ¿Que se conservó? _ durante el nazismo nada, o tan poco que tal vez Reich o Fenichel tuvieran razón, en el sentido de que mejor hubiera sido no conservarlo “

Tal vez los años de silencio fuera y dentro del ámbito germanoparlante condujeron a cegueras y búsquedas de un “análisis puro”, con todo lo sintomático que esta palabra vinculada al nazismo adquiere.

¿Cuántas veces nos dijimos, lo importante es no mostrar esa ideología a nuestros pacientes, dejar que ellos se encuentren consigo mismos, en tanto nosotros seamos conscientes de nuestra ideología, ya sea para no actuarla o para no dejarnos llevar de las narices. ¿Basta con eso?”.

La medicalización del psicoanálisis, la hipertrofia de ciertos “encuadres”, el estructuralismo (hoy visto desde otros abordajes epistemológicos) que  subyace en la búsqueda por muchos analistas de una “escucha a la estructura”, una interpretación psicologista, la insistencia en procurar una certeza en la “demanda” de análisis, antes que del sufrimiento del ser que padece, sin filantropismos. Todos son efectos – advierte Doris – de una ideología que se manifiesta como efecto tardío y sutil de las historias no analizadas a resultas de los cómodos acatamientos a “los puntos finales” (y nosotros agregaríamos a las “hora cero”).

[i]Frosh, Stephen (2003) Psychoanalysis, Nazism and “Jewish Science” En: International Journal of Psychoanalysis 84, 1315-1332. Institute of Psychoanalysis, Londres, Reino Unido.

[ii]Reich se había afiliado al Partido Comunista de Austria en 1927. Su trabajo se orientó hacia una síntesis entre el materialismo dialéctico y el psicoanálisis. A este período corresponden sus obras La revolución sexual y Psicología de masas del fascismo. Reich sostenía que el viraje hacia la metapsicología iniciado por Freud a partir de su texto Más allá del principio del placer (1920) se debía a que su carácter burgués le impedía aceptar las conclusiones revolucionarias que se obtenían a partir de sus propios descubrimientos: la primacía de lo inconsciente, el papel central de la represión sexual en la psicopatología, etc.

[iii]Más adelante profundizaremos acerca de la actitud y la forma en que los distintos sectores del judaísmo vivieron y enfrentaron la irrupción de los nazis en 1933. Ahora basta con señalar que los “yekes” o “jeckes” como se calificaba despectivamente a los judíos alemanes y austríacos se creían superiores a los judíos originarios o radicados al Este del Elba. Para ver una crítica a esas concepciones es útil el libro del Dr. Günther Drexler (2011) ¡Cómo el Uruguay no hay! (no hay como llegar). Por otra parte, en la abundante literatura concentracionaria hay testimonios que dan cuenta que los “yekes” llegaban como internados a los campos de concentración con un equipaje y vestimentas de alta calidad e incluso con sus sirvientes.

[iv]Abraham Arden Brill (1874-1948) era un psiquiatra nacido en Austria que pasó su vida adulta en los Estados Unidos. Fue el primer psicoanalista estadounidense y el primer traductor de Freud al inglés. También era judío.

[v]Hitler no había ocultado nunca su deseo de infligir violencia a sus enemigos. Así declaró refiriéndose a la Primera Guerra Mundial: “si al principio de la guerra y durante la guerra se hubiese sometido a doce o quince mil de estos hebreos corruptos al gas asfixiante, como les sucedió a centenares de miles de nuestros mejores obreros alemanes en el campo de batalla, el sacrificio de millones en el frente no habría sido en vano”.

[vi]  Jürgen W. Falter demostró, ya en 1980, que el NSDAP fue el primer partido que tuvo votantes proporcionales de todas las clases sociales. Si bien los trabajadores agrícolas y los trabajadores de ciudades pequeñas pueden haber votado por el NSDAP con relativa frecuencia, los trabajadores de la industria y de comercio de las grandes ciudades se resistieron en gran medida al nazismo en sucesivas elecciones. Los trabajadores desempleados, tendieron a migrar de los socialdemócratas (SPD) a los comunistas (KPD). Alrededor de la cuarta parte de los que votaron por el NSDAP en 1930 no habían votado dos años antes. Las mujeres no mostraron diferencia respecto a los hombres, es decir que las mujeres no fueron más cautelosas ni Hitler atrajo a más mujeres. Tampoco se demostró la preferencia de los votantes jóvenes por el NSDAP, aunque a menudo se señalaba la juventud del movimiento nazi y las elecciones representativas en las universidades les dieron mayorías. Los nazis fueron fuertes en las regiones agrarias. Las regiones industriales y las de influencia católica fueron más resistentes al nazismo. De los 17 millones de votantes que tuvo el NSDAP en su mejor momento, aproximadamente 7,4 millones procedían de los partidos protestantes burgueses, 2,5 millones de los partidos socialistas y 6 millones de los no votantes. Los medios protestantes y los funcionarios públicos figuraban por encima del promedio entre los votantes nazis. Por el contrario, el medio católico, que permaneció leal al Partido del Centro y al Partido Popular Bávaro, y los trabajadores socialistas resistieron a los nazis. Sin embargo, el 40% de los trabajadores alemanes de pequeñas empresas y del campo votaron al NSDAP. Desde las elecciones al Reichstag de julio de 1932, más trabajadores votaron por el NSDAP que por el Partido Comunista de Alemania (KPD) o por el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD).

[vii]Calero Abadía, Adolfo José (2021) “El conflicto identitario de los judíos alemanes al comienzo del régimen nazi visto a través de la novela Los Hermanos Oppermann de León Feutchwanger, 1933”. En: Revista Exlibris Nº 10, 226-243. Universidad Central de Venezuela.

[viii]   El apartheid (‘separación’ en afrikáansfue el sistema de segregación racial en Sudáfrica y Namibia que imperó entre 1948 y 1992. Este sistema de segregación racial consistía en la creación de lugares separados, tanto habitacionales como académicos o recreativos, para los diferentes grupos raciales, en el poder exclusivo de las personas de piel blanca para ejercer el voto y en la prohibición de matrimonios o incluso relaciones sexuales entre blancos y negros. En 1973, la Asamblea General de las Naciones Unidas  aprobó el texto de la Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid (ICSPCA, por sus siglas en inglés). El apartheid fue declarado como crimen contra la humanidad, con un alcance que iba mucho más allá de Sudáfrica. Setenta y seis países firmaron la Convención pero un número de naciones no han firmado ni ratificado el ICSPCA, entre ellas Canadá, Francia, Alemania, Israel, Italia, Gran Bretaña y Estados Unidos.

[ix]Como en todos los casos, los términos absolutos de los nazis sufrieron fisuras. La periodista española Lola Galán (El País de Madrid, marzo de 1996) divulgó una investigación de un estudiante estadounidense de historia que descubrió en los archivos de la Wehrmacht que miles de judíos lucharon en el ejército nazi y que por lo menos 77 altos oficiales habían recibido documentos falsos emitidos por los capitostes nacionalsocialistas para ocultar su origen.

[x]Claudia Roemer, es una canaria que estudió historia y, a través del relato de los republicanos que sobrevivieron a los campos de concentración nazis, empezó a investigar, cuando descubrió que el apellido de su madre estaba en la lista de los judíos asesinados en el Holocausto, aunque ella nunca le había contado acerca de su origen. Lo que llegó a oír de su boca es cómo sobrevivió en el Berlín de la Segunda Guerra Mundial, escondida en casa de amigos y en el cementerio judío de la ciudad, que ya nadie visitaba. A partir de entonces, Claudia trabajó en el Memorial de Auschwitz y en Yad Vashem (el museo del holocausto en Israel), aunque (como relata) le fue muy complicado rastrear sus orígenes tras la persecución y el asesinato de casi toda memoria documentada de los judíos en Europa.

[xi]La tasa más alta de matrimonios mixtos se produjo precisamente en el año 1933. Este hecho, que entre las familias judías de otros países hubiera supuesto una ruptura de las relaciones familiares, no se producía en Alemania. Existía cierta labilidad en las relaciones desde la emancipación (sin perjuicio del antisemitismo existente). El padre de Karl Marx, por ejemplo, se había convertido al protestantismo por motivos profesionales pero la familia seguía asistiendo a las cenas del Shabbat en casa del tío de Marx que era rabino en Tréveris.

[xii]Burleigh, Michael (2022)  El Tercer Reich: una nueva historia. Ed.  Penguin Random House, Barcelona. Hubo ediciones anteriores, en español, que datan del 2002 y 2004. Debe advertirse que Burleigh es un ensayista que se ha dedicado a revivir algunas de las perimidas teorías de la Guerra Fría que se empeñaban en equiparar al nazismo y al comunismo, a Hitler con Stalin, y que siguen siendo materia del anticomunismo vulgar que desarrollan los ideólogos de ultraderecha. La historia de Burleigh no tiene nada de nuevo aunque está bien documentada en la parte que alude a la persecución sufrida por los judíos bajo el Tercer Reich, razón por la cual lo citamos.

[xiii]En Wesel, una ciudad de Renania del Norte, Erich Leyens un veterano judío, se puso su uniforme de campaña con todas sus condecoraciones para repartir volantes en la puerta del comercio de su familia. En esos volantes recordaba que él y sus hermanos sirvieron en el frente como voluntarios; fueron heridos y condecorados por actos de valor. Recordaba que los ministros Frick y Goering habían dicho muchas veces que quien insultara a un veterano de guerra sería castigado con cárcel. Después de un historial destacado de servicios, ¿tenemos que vernos ahora sometidos a humillación pública? – se preguntaba Leyens – y ¿Es así como la patria expresa hoy su gratitud, colocando piquetes en nuestra puerta para impedir que compren en nuestro comercio?

     Otro caso fue el del profesor de odontología Heinz Moral (autor de los textos más destacados en su especialidad) expulsado de la universidad de Rostock. Soy judío y nunca lo he ocultado – decía Moral en carta al Rector – pero mi mentalidad es por entero alemana y siempre he estado orgulloso de ser un alemán de religión judía (…) pero solo porque soy judío se me expulsa de mi puesto. No puedo soportar eso porque siempre he puesto el corazón en mi trabajo y no he hecho nada que transgrediera mi juramento y mi deber.

[xiv]   Engel, David (2006) El Holocausto, el Tercer Reich y los judíos. Nueva Visión, Buenos Aires.

[xv]Rey, Carlos (2008) “Freud y los no europeos: el mito de la identidad colectiva”. En: Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría. Vol.28, Nº1. Madrid.

[xvi]Edward Said fue un filólogo, catedrático de Filología Inglesa y Literatura Comparada de la Universidad de Columbia, músico y escritor. Había nacido en Jerusalén y fue expulsado de su Palestina natal con su familia (cuando tenía doce años fue testigo directo de la nakba o la catástrofe que representó para su pueblo – más de 700.000 exiliados –  el ataque israelí de 1947). Su familia provenía de la minoría cristiana del Líbano. Los Said emigraron a Egipto y finalmente se radicaron en los Estados Unidos donde Edward se formó y fue hasta su muerte un pacífico defensor de la causa Palestina. El libro sintetizado en la conferencia citada es “Freud y los no europeos”, editado en el 2006 por Global Rythm Press, Barcelona.

[xvii] Jacqueline Rose es catedrática de humanidades, codirectora del Birkbeck Institute of Humanities de Londres y autora de numerosos ensayos y artículos sobre psicoanálisis, feminismo, literatura y política. Formada en las universidades de Oxford, la Sorbona y Londres, Rose ha publicado su primera obra en castellano, Madres, un ensayo sobre la crueldad y el amor (Siruela, 2018), donde documenta y analiza las complejidades y contradicciones de la maternidad en la cultura occidental. Rose es colaboradora habitual de The London Review of Books y The Guardian y es cofundadora de la organización Independent Jewish Voices, además de ser miembro de la British Academy.

[xviii]  Hajer, Doris (1997) “Psicoanálisis y nazismo”. En: Revista Tramas Nº11, pp. 199-219. U.A. de México. Asequible en: https://biblat.unam.mx/hevila/TramasMexicoDF/1997/no11/12.pdf

Doris Hajer ejerce desde 1969, se licenció en la Licenciatura en Psicología de la Universidad de la República; se formó como psicoanalista y tiene obra publicada sobre psicoanálisis e historia de la psicología; tradujo del alemán actas del movimiento psicoanalítico de Viena con el cual mantiene relación académica. Presidió la Asociación de Psicólogos Universitarios del Uruguay (APUU) y desde 1985 se incorporó a la Universidad de la República, en la Facultad de Psicología, donde fue profesora titular de la cátedra de psicoanálisis hasta su retiro. A algunas de sus obras puede accederse por Academia.edu y por internet es posible ver numerosas entrevistas que ha concedido a distintos medios.

[xix] Goggin, James E. Y Eileen Brockman (2003) Death of a Jewish Science – Psychoanalysis in the Third Reich. Reseña por Elizabeth Annj Danto, en: Journal of Interdisciplinary History, Vol 34 ,Nº1 (verano del 2003, pp.90-91). The MIT Press. Los autores tasmbién incluyeron evidencias bien investigadas y convincentes de que los nazis destruyeron el núcleo liberador del psicoanálisis un cascarón conformista, diluído  y presumiblemente aterrorizado de su esencia anterior a 1933.

[xx]  Leopold Szondi (1893-1896) creó un test proyectivo con 48 fotografías de enfermos mentales. La Lic. Josefina Balken promovía el test en la década de los sesenta; afortunadamente ese test ha caído en un olvido irreversible.

16
May
24

GÉNESIS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
escribe: Andrey Budaev Embajador de Rusia en Uruguay
Hitler con autoridades inglesas y francesas

La Segunda Guerra Mundial que duró desde el 1 de septiembre de 1939 al 2 de septiembre de 1945 fue el conflicto más sangriento de la historia de la humanidad. 61 Estados participaron en la conflagración, las acciones militares cubrían el territorio de 40 países, las pérdidas humanas sobrepasaron 80 millones, de los cuales 27 millones eran ciudadanos de la Unión Soviética.

 

 

Por eso es necesario preservar la memoria histórica para las generaciones futuras y hacer todo lo posible con el fin de prevenir la repetición de la tragedia de esta envergadura. En este contexto hay que analizar y comprender las raíces de aquella guerra para llegar a conclusiones correctas en el sentido de la compleja dinámica de las relaciones internacionales en la etapa actual.

En primer lugar, los historiadores consideran que las provisiones del Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial (1914-1918) generaron condiciones para el futuro conflicto. Durante la conferencia de paz realizada en Paris del 18 de enero de 1919 al 21 de enero de 1920 los representantes de decenas de países, en primer lugar de Francia, Gran Bretaña, EEUU, Japón e Italia por un lado y Alemania derrotada por el otro discutían las provisiones del acuerdo final. Buscando su propio beneficio los países ganadores impusieron toda la responsabilidad por la guerra sobre la parte perdedora: se exigía que Alemania pagara enormes reparaciones, se le quitaban significativas partes de su territorio, su ejército quedaba reducido a 100 mil hombres, etc.

El carácter injusto y desequilibrado del Tratado de Versalles fomentó el sentimiento revanchista en Alemania y preparó el ascenso al poder de los nazis. Cabe destacar que ellos sabían manipular la opinión pública alemana, prometiéndoles a los ciudadanos restablecer el poderío de su país. En el marco de la propagación de una ideología extremista los países occidentales invertían en la industria militar alemana, recibiendo de su rápido crecimiento grandes dividendos financieros.

Además, el Tratado de Versalles previó la creación de la Liga de las Naciones como una organización internacional encargada de mantener la paz duradera y garantizar la seguridad colectiva. Sin embargo, esta institución fracasó, porque en la misma dominaban solo dos potencias – Gran Bretaña y Francia – y la organización carecía de herramientas reales y eficaces para influir en la situación internacional. La debilidad de la Liga de las Naciones se puso evidente cuando en 1933 Alemania nazi y Japón militarista abandonaron la organización y surgieron conflictos armados en Lejano Oriente, donde empezó la agresión japonesa contra China en 1937, y en África con la invasión italiana de Etiopía en 1935.

Observando las tendencias preocupantes en la política de Berlín y Tokio la Unión Soviética tomaba medidas para crear un sistema de seguridad colectiva que pudiera prevenir la agresión de estos dos países. En julio de 1933, por iniciativa de la parte soviética, se firmó la Convención sobre la Definición de la Agresión. Ese mismo año, la URSS propuso concretar el Pacto del Pacífico sobre No Agresión con la participación de Estados Unidos, China y Japón, pero resultó que tal tratado no correspondía a los intereses de las contrapartes. En 1935 la Unión Soviética firmó importantes tratados de ayuda mutua con Francia y Checoslovaquia, pero la iniciativa de concretar un documento más representativo conocido como Pacto Oriental no fue exitosa.

En 1938 comenzó la expansión alemana en Europa. Primero, fue invadida y anexada Austria por Alemania nazi y el 30 de marzo del mismo año en el marco de la política de «pacificación del agresor» se firmaron los Acuerdos de Múnich (también conocidos como confabulación de Múnich). Este tratado internacional representa uno de los acontecimientos más trágicos y vergonzosos de la historia de la política europea que fueron el prólogo de la Segunda Guerra Mundial. En la noche del 29 al 30 de septiembre de 1938, en Múnich los Primeros Ministros del Reino Unido y Francia, Neville Chamberlain y Édouard Daladier, con la mediación del Jefe del Gobierno fascista de Italia, Benito Mussolini, firmaron con Adolf Hitler un acuerdo sobre la cesión a Alemania de la región checoslovaca de los Sudetes.

En esta criminal división de un Estado soberano participaron también Polonia y Hungría. Los anexos al texto base de los Acuerdos preveían «la solución en un plazo de 3 meses» del problema de las minorías polaca y húngara del país vecino y, como resultado, Varsovia y Budapest se quedaron con algunos territorios de Checoslovaquia. Según los acuerdos de ayuda mutua con Checoslovaquia y Francia de 1935 antes mencionados la Unión Soviética solo pudo intervenir si Paris apoyara a Praga. En el caso contrario una intervención de la URSS en este asunto se hubiera considerado como acto de agresión.

Los Acuerdos de Múnich abrieron a Hitler el camino hacia la ocupación completa del resto del territorio Checoslovaquia en marzo de 1939. La URSS fue el único país que se pronunció contra la invasión de un Estado soberano: fue enviada una nota al gobierno alemán, en la cual fue subrayado el carácter indiscriminado, violento y agresivo de las acciones de Berlín. Moscú también insistió en la inclusión de este asunto en la agenda de la Asamblea de la Liga de las Naciones, pero su discusión no se llevó a cabo.

Como destacó la Portavoz de la Cancillería rusa María Zajarova en su rueda de prensa con motivo del 85 aniversario de los Acuerdos de Múnich, realizada a finales de septiembre de 2023, «en aquel momento, Gran Bretaña y Francia estaban vinculadas a Checoslovaquia por tratados de alianza. Son moralmente responsables de la violación de su soberanía e integridad territorial. Este es un ejemplo clásico de las desastrosas consecuencias del desprecio de los países occidentales por el derecho internacional y su creencia en su propio excepcionalismo».

A pesar de lo sucedido el gobierno soviético en 1939 volvió a proponer a las autoridades de Gran Bretaña y Francia comenzar las negociaciones encaminadas a concretar un tratado trilateral sobre la ayuda mutua en el caso de cualquier agresión en Europa. Este documento debía contener también la obligación de ayudar a todos los Estados de Europa del Este en caso de agresión contra ellos. Las negociaciones anglo-franco-soviéticas celebradas en Moscú en el verano de 1939 fueron interrumpidas: los británicos y los franceses eludieron cualquier obligación de apoyar a la URSS en el caso de que fuera víctima de agresión, porque consideraban beneficioso un eventual choque entre los integrantes del Acuerdo contra la Internacional Comunista (Alemania, Italia y Japón) con la URSS y pensaban que esta confrontación no les iba a afectar.

Quedó definitivamente claro que, debido a la negativa de varios gobiernos europeos a una acción conjunta con la URSS contra la agresión de Hitler, la Unión Soviética se encontró en el aislamiento político y en la incipiente guerra, para la que aún no estaba preparada, sólo podía confiar en sus propias fuerzas. En estas condiciones y ante el riesgo de enfrentar dos guerras en Europa y Lejano Oriente al mismo tiempo la URSS se vio obligada a firmar en agosto de 1939 el Tratado de no Agresión con Alemania.

En este ambiente complicado y contradictorio el 1 de septiembre de 1939 Alemania fascista invadió a Polonia y así se dio comienzo de la Segunda Guerra Mundial. La política de apaciguamiento del agresor elegida por las potencias occidentales mostró su disposición a hacer caso omiso del derecho internacional y firmar tratados criminales.

El Presidente de Rusia Vladimir Putin en su artículo «75 años de la Gran Victoria: responsabilidad compartida ante la historia y el futuro» destacó que, la división de Checoslovaquia fue brutal y cínica. El Tratado de Múnich derrumbó incluso las frágiles garantías formales que quedaban en el continente. Demostró que los acuerdos mutuos no valían nada. Este Pacto sirvió de «gatillo» tras el cual una gran guerra en Europa se hizo inevitable.

Es obvio que estos lamentables hechos históricos son incómodos e inconvenientes para los países occidentales y por eso quieren llevarlos al olvido y tergiversarlos. Sin embargo, esta trágica lección tiene mucha importancia para la prevención de futuros conflictos y el próximo Día de la Victoria sobre Alemania hitleriana (que se celebra el 9 de mayo en Rusia), que puso fin a la confrontación armada en Europa, es un motivo más para refrescar la memoria y recordar aquellos acontecimientos que terminaron en el conflicto más grande de la historia de la humanidad.

 

 

16
May
24

Los crímenes de Bordaberry . . .

«ESTAMOS VIVOS POR MILAGRO, SIMPLEMENTE PORQUE NO TUVIERON SUERTE”
escribe: Gastón Grisoni

 

El “escuadrón de la muerte” también operó en ciudades del interior del país en los meses previos a las elecciones de 1971 que permitieron el triunfo de Juan María Bordaberry.

 

 

«Me insultaban y calumniaban por medio de chismes de todo tipo, pero me era muy difícil imaginar que serían capaces de asesinarme a mí y a mi familia. No les deseo un solo momento del terror de esa noche, pero que el pueblo sepa quiénes son los criminales, que el pueblo los conozca».

Estas fueron las palabras de la profesora María Julia Listur publicadas en el semanario Marcha, nro. 1567, tras el atentado contra su casa y la de su familia el sábado 23 de octubre de 1971, en horas de la madrugada. Tres bombas, algo inusual, aún en aquellos momentos de permanentes atentados de los escuadrones parapoliciales, de alto poder explosivo, fueron arrojadas contra una puerta y una ventana de su casa, cuando María Julia, su esposo y dos de sus pequeños hijos (Laura y Rufo) se encontraban dentro de ella.

Según testimonios de la época, las vibraciones de esas bombas hicieron estallar los vidrios de muchas casas a la redonda, lo que señala la potencia que tuvo el atentado.

Esto ocurrió en Santa Lucía, una pequeña localidad en el departamento de Canelones, dos meses antes de las elecciones que permitieron que Juan María Bordaberry, el caballo del comisario, el continuismo de Jorge Pacheco Areco, resultara electo presidente en 1971.

Esta historia, como tantas que sucedieron, es una prueba más de la persecución política de la época, previa a la dictadura y al terrorismo de Estado a ciudadanos y ciudadanas comunes.

El atentado fue reivindicado por el Comando Cobra, una ramificación canaria del Escuadrón de la Muerte que ya operaba en Montevideo. Desde el 13 de junio de 1968, momento en que Jorge Pacheco Areco implantó las Medidas Prontas de Seguridad, un instituto de aplicación transitoria que otorga potestades cuasi ilimitadas al Poder Ejecutivo, Uruguay había comenzado a transitar un lento camino de retroceso institucional que enterraba las viejas tradiciones batllistas.

Uruguay se sometía a las imposiciones económicas del Fondo Monetario Internacional(FMI) y sus consecuencias económicas y sociales sublevaban a la inmensa mayoría de la población que expresaba en las calles su descontento.

Se cercenó la libertad de prensa, se cerraron medios de prensa, se prohibió la libertad sindical, se militarizaron miles de trabajadores, públicos y privados, se intervino la

Enseñanza Secundaria, se congelaron los salarios, se acabaron las negociaciones tripartitas, se desencadenó masivamente la represión, mataron estudiantes en las calles, surgió el accionar del Escuadrón de la Muerte, operando primero en la capital.

Eran tiempos difíciles, de democracia, pero donde los ciudadanos eran perseguidos y violentados de diversas formas, también en el interior profundo, por pensar diferente, por ser defensores y defensoras de la libertad y la democracia.

Estas eran señales del camino trazado para dar el golpe de Estado en junio de 1973. A los días del brutal atentado contra su casa, María Julia Listur y su esposo (ya fallecido) fueron detenidos por las Fuerzas Armadas y torturados, durante semanas, en el Cuartel de San Ramón, meses antes, incluso, de que se declarara el Estado de Guerra interno.

La Profa. María Julia Listur es una auténtica sobreviviente del terrorismo de Estado y una luchadora implacable por la Memoria y la Justicia.

Este jueves 16 de mayo, en el Mes de la Memoria, la Intendencia de Canelones homenajea a María Julia Listur y su trayectoria en la promoción de las normas de DDHH.

Un homenaje bien merecido.

Gastón Grisoni es Presidente de CRySOL pero sus opiniones no reflejan ni comprometen, necesariamente, al colectivo como tal.

Foto: De la época luego del atentado en la casa de María Julia Listur

14
May
24

Así era Artigas . . .

NACIMIENTO DEL URUGUAY MODERNO III

José Artigas y un ejército de andrajosos en su capital, Purificación

Un cronista escocés describe al jefe oriental sentado en una cabeza de vaca, comiendo carne de un asador y bebiendo ginebra en una guampa.

escribe: Miguel Arregui
miguelarregui@yahoo.com

John Parish Robertson, un comerciante escocés de 23 años, marchó a Purificación, sobre el río Uruguay, para entrevistarse con el jefe de los orientales, José Artigas, y exigirle la devolución de los bienes que le habían rapiñado los “artigueños” correntinos.

A partir de mayo de 1815, Purificación fue, de hecho, la capital de la Provincia Oriental durante el breve período de apogeo de Artigas. Su ubicación exacta no es segura, pero se conoce que estaba unos 100 kilómetros al norte de la población de Paysandú, cerca de la desembocadura del arroyo Hervidero Grande en el río Uruguay y de la “meseta de Artigas”. No pasó de ser un caserío precario, y fue abandonado entre 1816 y 1817, después que brasileños y portugueses invadieran el territorio oriental (1).

Los hermanos John Parish y William Robertson, hijos de un comerciante y tributarios de la mentalidad capitalista británica y su incipiente Revolución Industrial, eran ciertamente objetos muy extraños entonces en la región del Plata.

Artigas sentado en una cabeza de vaca

La descripción por carta a su familia que hizo John Parish Robertson de José Artigas y su entorno en Purificación es célebre:

“Me hice a la vela atravesando el Río de la Plata y remontando el bello Uruguay hasta llegar al Cuartel General del Protector. Y allí (les ruego no ser escépticos), ¿qué creen que vi? Pues al excelentísimo Protector de la mitad del nuevo mundo sentado en una cabeza de vaca, junto al fogón encendido en el piso de barro del rancho, comiendo carne de un asador y bebiendo ginebra en una guampa. Lo rodeaba una docena de oficiales mal vestidos, en posturas semejantes y ocupados lo mismo que su jefe. Todos fumaban y charlaban ruidosamente. El Protector dictaba a dos secretarios que ocupaban junto a una mesa de pino las dos únicas desvencijadas sillas con asiento de paja […]. El piso de la única habitación de la choza (que era grande y hermosa) estaba sembrado de pomposos sobres provenientes de todas las provincias (algunas distantes 1.500 millas de aquel centro de operaciones) dirigidos a ‘Su Excelencia el Protector’. A la puerta estaban los caballos humeantes de los correos que llegaban cada media hora, y los frescos de los que partían, con igual frecuencia. Soldados, ayudantes y exploradores, llegaban al galope de todas partes. Todos se dirigían a Su Excelencia el Protector. Y Su Excelencia el Protector, sentado sobre su cabeza de vaca, fumando, comiendo, bebiendo, dictando, hablando, despachaba sucesivamente los varios asuntos de que se le noticiaba con tranquila y deliberada nonchalance [indiferencia], que me mostraba de manera práctica la verdad del axioma “vamos despacio que tengo prisa”. Creo que si todos los asuntos del mundo hubieran estado a su cargo no hubiera procedido de otro modo. Parecía un hombre incapaz de atropellamiento, y era bajo este único aspecto, si se me permite, semejante al jefe más grande de la época […]. Cuando leyó mi carta de presentación Su Excelencia se levantó del asiento y me recibió no solamente con cordialidad, sino lo que me sorprendió más, con maneras relativamente caballerosas y propias de un hombre educado. Habló conmigo alegremente acerca de su casa de gobierno y me rogó que, como mis muslos y mis piernas no estarían tan habituados como los suyos a la postura de cuclillas, me sentase en la orilla de un catre de guasquilla que se veía en un rincón del cuarto y que pidió fuera arrastrado cerca del fogón. Allí, sin más preludio o disculpa, puso en mi mano su cuchillo y un asador con un trozo de carne muy bien asada. Me rogó que comiese, luego me hizo beber e inmediatamente me ofreció un cigarro. Participé de su conversación y, sin darme cuenta, me convertí en un gaucho […]”.

“Por la tarde su excelencia me dijo que iba a recorrer a caballo el campamento e inspeccionar sus hombres, y me invitó a hacerle compañía”, continuó John Parish Robertson. Las fuerzas artiguistas podían ponerse en movimiento a caballo casi de inmediato, señaló el inglés, y viajar a marchas rápidas hasta 125 kilómetros en una noche. “De ahí muchas de las sorpresas, los casi increíbles hechos que realizaba y las victorias que ganaba”.

Robertson refirió el “séquito” de una veintena de oficiales de Artigas. “No había ninguna afectación de superioridad por su parte o señales de subordinación diferencial en quienes le seguían. Reían, estallaban en recíprocas bromas, gritaban y se mezclaban con un sentimiento de perfecta familiaridad […], excepto que todos, al dirigirse a Artigas, lo hacían con la evidentemente cariñosa y a la vez familiar expresión de ‘mi general’”.

Describió las tropas y el campamento de Purificación: “Tenía alrededor de 1.500 seguidores andrajosos en su campamento, que actuaban en la doble capacidad de infantes y jinetes. Eran indios principalmente sacados de los decaídos establecimientos jesuíticos, admirables jinetes y endurecidos en toda clase de privaciones y fatigas […]. Chaquetilla y un poncho ceñido a la cintura, a modo de ‘kilt’ escocés, mientras otro colgaba de sus hombros, completaban con el gorro de fajina y un par de botas de potro, grandes espuelas, sable, trabuco y cuchillo, el atavío artigueño. Su campamento lo formaban filas de toldos de cuero y ranchos de barro; y esto, con una media docena de casuchas de mejor aspecto, constituían lo que se llamaba Villa de la Purificación”.

El interior contra Buenos Aires

John Parish Robertson explicó la razón de la fortaleza de Artigas. “El aire de superioridad y, a menudo, arrogante de los porteños disgustaba a muchos de los principales habitantes del interior, y los hacía ver en sus altaneros compatriotas solamente otros tantos delegados substitutos de las antiguas autoridades españolas […]. Las ciudades del interior se negaron a obedecer, nombraron gobernadores de su elección, y para fortificar sus manos, pidieron la ayuda de Artigas, el más poderoso y popular de los jefes alzados […]. Cada pequeña ciudad conquistó su propia independencia, pero a expensar de todo orden y ley”.

En las décadas posteriores, las guerras civiles y la inseguridad hundieron el comercio y las economías sudamericanas.

La pobreza del campamento artiguista convenció a John Parish Robertson que era tiempo de retirar su reclamo de que le pagaran lo que le habían robado en el río Paraná. Sin embargo obtuvo de Artigas algunos “privilegios mercantiles” en Corrientes y un pasaporte hasta la frontera paraguaya, “que me valió todo lo que necesitaba”.

Después de mil peripecias, los Robertson lograron recomponer su comercio de cueros, cerdas y lanas con los estancieros de la región gracias a la ayuda de un personaje novelesco: Peter Campbell, un irlandés pendenciero que desertó tras las invasiones inglesas de 1806-1807, se mimetizó con el gauchaje, sirvió a José Artigas, creó una flotilla de barquichuelos para el combate, recibió el trato de “almirante” y es considerado el fundador de la Armada Nacional uruguaya (2).

Los Robertson y Campbell organizaron gigantescas faenas de vacunos y yeguarizos en Corrientes entre 1815 y 1816, acopiaron centenares de miles de cueros y los transportaron en carretas —en general en tropas de 18 o 20 tiradas cada una por seis bueyes y otros tantos de refresco— para su embarque en el río Paraná.

Los hermanos Robertson, convertidos en figuras de importancia en las comunidades mercantiles de Buenos Aires y Perú, se vincularon con Bernardino Rivadavia, un líder porteño influyente, al que ofrecieron intermediar con empresarios y capitalistas británicos. Introdujeron en Argentina el primer servicio de navegación fluvial a vapor y en 1825 compraron campos en Santa Fe. Estimularon el asentamiento de emigrantes escoceses en la colonia Monte Grande: el primer programa de ese tipo en Argentina.

Se vincularon también con el Banco de Buenos Aires, la primera institución financiera del país, creado en 1822. En 1824, Robertson & Co intermediaron con la casa Baring Brothers de Londres en la primera emisión de bonos hecha por el gobierno de Buenos Aires, y en operaciones similares del gobierno peruano. Adelantaron dinero y cobraron enormes comisiones, lo que provocó un escándalo. Al final, todas las partes salieron perdiendo: acreedores, deudores e intermediarios. La reputación de los Robertson quedó maltrecha, señala el “Oxford Dictionary of National Biography”.

Los ingleses serían decisivos en la independencia de Uruguay; y luego en los negocios, en la explotación agropecuaria, en la industria y en los servicios públicos, como se verá más adelante.

“Inglaterra era como el Dios omnipresente que estaba detrás y a menudo delante de cada una de las conquistas y fracasos de nuestro país, incluso antes de ser este una nación independiente”, resumió el historiador José Pedro Barrán en un artículo que fue publicado después de su muerte (3).

Los hermanos Robertson terminaron de arruinarse con la inflación provocada por el Banco de Buenos Aires, que empapeló la región; y el default de la deuda del gobierno argentino en 1826, durante la guerra con Brasil por la Provincia Oriental y el bloqueo de Buenos Aires por la flota brasileña.

Las cartas de la nostalgia

John Parish regresó definitivamente a Gran Bretaña en 1829, y William Parish lo hizo en 1834. Ambos vivieron modestamente. John inició estudios superiores y luego se mudó a la isla de Wight, donde se dedicó a escribir artículos y una novela. Recién obtuvo reconocimiento con su recopilación “Cartas del Paraguay” (1839) y, en menor medida, “Cartas de Sud América” (1843), en coautoría con su hermano.

Parte de esos textos fueron recogidos por la editorial Banda Oriental en diciembre de 2000 bajo el título “Los artigueños: aventuras de dos ingleses en las Provincias del Plata”, con una introducción de Heber Raviolo.

La microhistoria de los Robertson también es historia, y contribuye a hacer y explicar la historia general.

(*) Este capítulo es una versión de tres artículos publicados por el autor en su blog de El Observador entre el 17 y el 31 de mayo de 2017.

(1)  Ver artículo en “La Enciclopedia de El País”, 16 tomos, diario El País, 2011.

(2)  Peter Campbell, nacido en Tipperary, Irlanda, en 1782, llegó al Río de la Plata en 1806 como integrante de las tropas inglesas invasoras. Desertó cuando la derrota y la retirada británica en 1807, cambió su nombre por el de Pedro, comenzó a vestirse y a comportarse como un gaucho y sostuvo una vida errante, en la Banda Oriental y en las provincias del litoral argentino, desempeñándose como piloto de pequeñas embarcaciones fluviales y curtidor de cueros. Ganó pronto fama de pendenciero y hombre de cuidado, y mantuvo numerosos duelos personales. A partir de 1811 participó en los combates por la independencia. Luchó contra los españoles bajo las órdenes de William Brown. En 1814 tenía el mando de una embarcación y con ella desertó de Buenos Aires, se pasó al federalismo y estableció una relación personal privilegiada con José Artigas, jefe de la rebelde Provincia Oriental. Era de los pocos subordinados que lo tuteaba y le llamaba “Pepe”. Fue jefe de una flotilla fluvial de los federales que —con base en Goya y Corrientes— actuó en los ríos Uruguay, Paraná y Paraguay y participó de un gran número de escaramuzas navales y terrestres. Al producirse la invasión luso-brasileña de 1816 a la Provincia Oriental se convirtió en uno de los principales apoyos de Artigas, fue designado “comandante de marina” y recibió el trato de “almirante”. John Parish Robertson describió a Peter Campbell como “bruto”, “pelirrojo y huesudo”, y agregó: “Sus actos de valor se hicieron proverbiales; tenía el arrojo del león y ningún gaucho le aventajaba como jinete ni en las habilidades propias de la gente de campo, tales como pelear con un gran cuchillo y el poncho arrollado al brazo a guisa de escudo […]. No hacía más que herir [a su adversario] inutilizándolo de tal modo que nunca volviera a provocarlo”. Robertson afirmó que Campbell “era hombre honesto a carta cabal; en verdad sentía desprecio por el dinero”, y también “colérico”. Contó que Campbell era acompañado generalmente por un sirviente y edecán —que él denominaba su “paje”—, tan irlandés y gaucho desgreñado como él, llamado Eduardo. El aspecto de ambos era intimidante: “Creí que se trataba de dos de los peores bandidos de la gente de Artigas””.

(3) “José Pedro Barrán – Epílogos y legados – Escritos inéditos/Testimonios”, recopilación de Gerardo Caetano y Vania Markarian, Ediciones de la Banda Oriental, 2010.

13
May
24

Putín sigue des nazificando Ucrania exitosamente . . .

Las Fuerzas Armadas rusas traspasan la frontera de Jarkov

escribe: Simplicius El Pensador, analista militar estadounidense

Seremos breves hoy, hasta los detalles de los eventos en curso en el terreno. Según la información que venimos transmitiendo desde hace muchos meses sobre los disturbios en el norte, Rusia finalmente ha lanzado un ataque contra la región de Jarkov. Pero es importante aclarar muchos conceptos erróneos sobre los objetivos.

En primer lugar, el asalto probablemente fue más pequeño de lo que pudo haber parecido al principio: más bien un reconocimiento por fuego o un grupo de exploración avanzado, y la mayor parte del daño fue causado por disparos de largo alcance y drones rusos. Sin embargo, sí capturó media docena de asentamientos pequeños, en su mayoría abandonados, en el lado ucraniano de la frontera.

Todavía ni siquiera está claro qué unidades rusas participaron exactamente, ya que eso nos diría mucho sobre el carácter y la naturaleza de los acontecimientos. Sin embargo, parece posible que estuviera involucrado el 1009.º Regimiento de Fusileros Motorizados, que está subordinado al 11.º Cuerpo de Ejército en Kaliningrado. Básicamente son tropas de la Flota del Báltico y han estado en el frente de Belgorod desde al menos principios de 2023, habiendo luchado en la defensa de Jarkov antes de eso en 2022.

Al ser motorizados y no mecanizados, lo que vimos hoy coincidía con la descripción, ya que por las pocas imágenes que había, parecían utilizar únicamente vehículos ligeros y muy poco blindaje, con algunas BMP. Además, sabemos que el general Lapin está al mando de todo el frente norte, como informé la última vez que revisó las unidades justo antes de que ocurriera este ataque.Frente a ellos está defendiendo la 42.ª Brigada Mecanizada de Ucrania. El 42.º publicó vídeos destruyendo algunos de los vehículos ligeros rusos, que en realidad estaban geolocalizados incluso mucho más profundamente que las ciudades fronterizas que fueron capturadas por los rusos.

Las ciudades en la frontera ya se encontraban en su mayoría en la zona gris, por lo que encontraron una ligera resistencia en su mayor parte, aunque fuentes rusas han declarado que las AFU sufrieron muchas bajas y, según se informa, casi dos docenas de prisioneros de guerra, con fotografías que muestran algunas de las tropas capturadas.

Se dice que las nuevas fortificaciones ucranianas que el propio Zelensky inspeccionó al norte de Jarkov hace apenas un mes están mucho más cerca de la ciudad misma, por lo que las fuerzas rusas ni siquiera tuvieron que acercarse a ellas todavía.De hecho, fuentes ucranianas afirmaron que el ataque consistió simplemente en 4 o 5 batallones.

Es revelador el hecho de que se utilizó este regimiento motorizado sin mucho equipo pesado. Confirma los informes de que Rusia no está ni cerca de introducir su «fuerza principal» en la región, lo que puede ocurrir mucho más tarde, después de que Rusia haya probado las defensas ucranianas, haya revelado sus posiciones mediante reconocimiento por fuego y luego las haya esclarecido por aire..Fuentes militares ucranianas informan que Rusia no sólo posiblemente tenga una fuerza mucho mayor que pretende introducir más adelante, sino que también se está reuniendo otra en la región de Sumy.

¿Recuerdan exactamente hace dos meses que dije que tenía mis propias fuentes personales en el terreno que decían que el gobierno ruso estaba limpiando silenciosamente las aldeas rusas en la frontera de Sumy, con la instrucción específica de que tenían dos meses de tiempo? Bueno, casi exactamente dos meses después, parece que las cosas están dando frutos. Creo que la acción actual es a la vez de múltiples etapas y de largo plazo. Eso significa que no veremos una guerra relámpago repentina o un trueno, sino más bien una introducción muy metódica de fuerzas del norte en puntos clave como apretar los tornillos de un tornillo de banco.

Rusia probablemente verá cómo reacciona Ucrania ante la incursión de Jarkov, observará dónde despliega sus reservas y actuará en consecuencia, con contingentes potenciales de Sumy y/o Chernigov que llegarán mucho más tarde.El objetivo aquí no es tomar Jarkov en el corto plazo. Eso puede suceder mucho, mucho más tarde, de manera orgánica, como subproducto de objetivos mucho más exigentes, como cortar el corredor de Kupyansk a las Fuerzas Armadas de Ucrania. Poco a poco, Rusia se abrirá paso y rodeará Járkov, que será sitiada y probablemente caerá muy lentamente, tal vez incluso a mediados de 2025 aproximadamente.

No tienen prisa por capturarlo en el corto plazo, ya que hacerlo no es necesario por el momento ni proporcionaría ningún beneficio estratégico reconocible.Recuerden: los objetivos en este momento son degradar y destruir la mano de obra de las AFU, no «capturar territorio»; todo eso será un subproducto secundario natural. Mientras tanto, Rusia está degradando lentamente la logística en la región.

Nuevas imágenes de satélite confirman la destrucción del puente sobre el río Seversky-Donets en la presa Stary Saltov en la región de Jarkov. Coordenadas: 50.07710811888536, 36.81177840025569.

Este puente fue volado durante la retirada de las fuerzas rusas del asentamiento en 2022, pero fue restaurado y utilizado por las fuerzas ucranianas. Ahora ha sido nuevamente destruido, lo que afectará significativamente a la logística del ejército ucraniano en esta dirección, ya que tendrá que construir cruces más arriba del río o tomar un desvío de 20 kilómetros para evitarlo.

Y otro cercano al 50.305850, 37.074000. Mientras tanto, los comandantes ucranianos señalan que las acciones en el norte son meras distracciones y operaciones preparatorias para una campaña reforzada a través del centro en la región de Donetsk. Esto es verdad hasta cierto punto. Pero la guerra no es blanco o negro. La incursión en el norte es de hecho una operación de inmovilización por ahora , pero eso no es todo.

Es parte de la estrategia de la gran boa constrictor o ‘muerte por mil cortes’ que he estado describiendo durante más de un año, y constantemente se destinarán más recursos a ella hasta que el goteo se convierta en un diluvio. Después de eso, será un frente completamente formado por derecho propio y Ucrania tendrá grandes problemas para elegir dónde enviar sus reservas.

Pero todo esto puede suceder durante un período de tiempo más largo. Rusia podría incluso congelarlo aquí por ahora, dependiendo de cuántas fuerzas tenga a su disposición, y simplemente mantener ocupadas a las AFU, o pueden ejercer mucha más presión. Es difícil saberlo con certeza, ya que las estimaciones varían en cuanto a qué tan grande es realmente la fuerza total de ‘retaguardia’ en la región de Belgorod, pero algunos afirman que hay una fuerza «oculta» tan grande como 100-150k esperando ser empujada hacia adentro y convertida en una operación masiva en toda regla.

«Sólo pueden agravar la situación en la frontera», tranquiliza a los ucranianos Kovalenko, director del Centro de Lucha contra la Desinformación.Por ahora, los funcionarios ucranianos siguen «confiados» en que no es mucho, aunque, por supuesto, eso podría ser sólo una fachada de fortaleza, con la esperanza de evitar que la moral se desplome.Mientras tanto, el eje Avdeevka-Ocheretino se está deteriorando rápidamente, y es precisamente por eso que Rusia decidió «apretar los tornillos» un poco más.

Nuestra fuente en el Estado Mayor dijo que la situación en la dirección de Avdeevka continúa deteriorándose, nos veremos obligados a abandonar tres asentamientos en los próximos días para no caer en un cerco táctico. El enemigo continúa creando una cabeza de puente que se utilizará para la operación de cercado del grupo de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Toretsk y Niu-York.

Y por cierto, hoy se lograron nuevos avances en el frente de Kupyansk hacia la ciudad de Pishchane, lo que refuerza la idea de que pronto este frente podría activarse más de acuerdo con la brecha norte. ISW ha calificado los avances hasta el momento como tácticamente «significativos».

Las fuerzas rusas comenzaron una operación ofensiva a lo largo de la frontera ruso-ucraniana en el norte del Óblast de Kharkiv en la mañana del 10 de mayo y lograron avances tácticamente significativos . Esta es probablemente la fase inicial de una operación ofensiva al norte de la ciudad de Kharkiv que tiene objetivos operativos limitados pero que pretende lograr el efecto estratégico de atraer mano de obra y material ucraniano de otros sectores críticos del frente en el este de Ucrania.

Algunos en el lado de la UA señalan el hecho de que esto se sabía de antemano, ya que Ucrania tenía un buen reconocimiento e información sobre la disposición de las fuerzas rusas y las trayectorias objetivas generales. Esto pretende subrayar que Ucrania tiene el control, ya que Rusia no tiene ningún «elemento sorpresa».

El problema con esta forma de pensar es que ahora sabemos que toda guerra moderna ya no depende del elemento sorpresa. Rusia sabe que Ucrania sabe, y Ucrania sabe que Rusia sabe que Ucrania sabe. Es ese tipo de situación y no importa. A pesar de las advertencias anticipadas y la información precisa, Ucrania no puede hacer nada respecto de los acontecimientos que pronto se producirán.

Se trata de una partida de ajedrez y un juego de números; Puedes «saber» muy bien que el constrictor se está apretando sobre tu pecho, pero poco podrás hacer al respecto. Ucrania carecerá de los medios para responder al constante aumento de tropas y armamentos rusos en cada línea del frente, que se extenderá cada vez más a medida que Rusia introduzca potencialmente nuevas brechas en Sumy, Chernigov y tal vez incluso en otros lugares; algunos canales rusos todavía están comerciando. rumores de un posible avance de Bielorrusia hacia la región de Kiev como posible parte de la cascada ahora iniciada.

Así que sí, Ucrania sabrá muy bien lo que está haciendo Rusia, pero esto de ninguna manera les permite tener la situación «bajo control». Pueden enviar sus reservas a Jarkov y luego los atravesarán en dirección a Pokrovsk. Si deciden ‘dividir la diferencia’ e ir mitad y mitad, entonces simplemente se desgastarán y serán invadidos en ambas direcciones; es realmente así de simple.

Recuerden todas las citas de oficiales ucranianos que publiqué recientemente en las que admitían que no tienen la movilidad necesaria para igualar las tácticas rusas de «golpear al topo». Rusia puede transferir unidades de una región a otra y hipnotizar a las AFU con los ‘mil cortes’ desde todos los ángulos, y Ucrania simplemente no tiene la infraestructura logística para seguir tapando cada agujero. Cuanto más se alargue el frente, peor se vuelve este problema.

En definitiva, todo va según lo previsto. Parece que las ofensivas de primavera están comenzando tal como todos pensábamos, y hay muchas posibilidades de que estén programadas para ejercer la máxima presión sobre Zelensky, quien estará en peligro político en sólo cuestión de días o semanas, una vez que su legitimidad se agote al final. Del mes.

Como nota final, contrariamente a los primeros informes, el Ministerio de Defensa ruso ni siquiera ha reconocido ni anunciado oficialmente este ataque a Kharkov de ninguna manera, lo que significa que claramente debe restarse importancia por ahora y ni siquiera está cerca del impulso principal. Es una prueba más de que este es solo el esfuerzo de reconocimiento inicial y la pregunta aún permanece si se hará un esfuerzo mucho mayor pronto o, en cambio, una acumulación gradual más discreta y destrucción con fuegos de largo alcance para mantener a las AFU ocupadas aquí. Seguiremos monitoreando la situación.

11
May
24

Estamos tan bien como MIENTE la oligarquía del gobierno ?

El gobierno emitió deuda

NOTA: Blog El Muerto III

La balsa de la Medusa es una pintura al óleo realizada por el pintor y litógrafo francés del romanticismo Théodore Géricault entre 1818 y 1819. La obra se convirtió en un icono del Romanticismo francés. Es una pintura que representa una escena del naufragio de la fragata de la marina francesa Méduse, encallada frente a la costa de Mauritania el 2 de julio de 1816. Al menos 150 personas quedaron a la deriva en una balsa construida apresuradamente, y todas ellas, salvo 15, murieron durante los 13 días que se tardó en rescatarlos. Los supervivientes debieron soportar el hambre, la deshidratación, el canibalismo y la locura.

Uruguay emitió deuda en mercados internacionales por US$ 1.550 millones

La nueva operación de deuda de Uruguay incluyó emisión de bono global en Unidades Indexadas y reapertura de bono global en pesos nominales

Uruguay lanzó el miércoles una nueva operación a nivel mundial, según informó la Unidad de Gestión de Deuda del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Esto en un contexto de caída de la inflación, mejora de expectativas y bajo riesgo país.
El regreso al mercado internacional de deuda se produjo con la emisión de un nuevo bono global en Unidades Indexadas (UI) con vencimiento en mayo de 2045. Para ese título se colocó el equivalente a US$ 1.250 millones en efectivo, con una tasa de interés de 3,4 % anual. La demanda fue por US$ 1.400 millones.
Además, se reabrió el bono global en pesos nominales con vencimiento en julio de 2033. Por ese bono se colocaron US$ 300 millones en efectivo, con una tasa de interés de 9,15% anual, informó a El Observador el analista de la firma Puente, Felipe Herrán. En este caso la demanda fue por US$ 550 millones.

Director de Deuda del MEF, Herman Kamil: “Hay que consolidar el grado inversor actual de Uruguay»

Deudas públicas y buitres

El último informe del Banco Mundial ve con preocupación el aumento de la deuda pública en los países de América latina. “ha crecido 26 puntos porcentuales por encima del 2010”.
También reconoce que los intereses de la deuda agobian los presupuestos nacionales, siendo responsables en buena medida de los déficits fiscales debido a “servicios de deuda más onerosos resultado de pagos de intereses elevados”.
En la década de los ochenta Raul Sendic Antonaccio entre otros dirigentes de las izquierdas de América latina y el Caribe, la consideraba ilegal, inmoral e impagable. La construcción de un frente de deudores se veía también como un instrumento para el acercamiento ente los pueblos que vivian peripecias similares.
En aque momento la deuda de Uruguay rondaba los 5000 millones de dólares. Actualmente las cifras del BCU registran una deuda pública de 53.262 millones de dólares en su última actualización para diciembre del 2023.
Cada niño oriental no nace con un pan debajo del brazo como se decia antiguamente sino con una deuda promedio de alrededor de 16000 dólares más allá de las deudas particulares de su familia.
Los grandes saltos se vinculan con la asistencia a Bancos quebrados, financiada con créditos del sistema financiero transnacional.
También la fueron alimentando el alud de intereses fruto de “bicicleteos”. Sin desconocer los efectos sobre las cuentas fiscales de exoneraciones, zonas francas subsidios a grandes capitales del exterior.
Escenarios semejantes se reiteran en diversos países de América latina en los que el poder financiero sangra las venas abiertas mediante los intereses de deuda públicas que continúan creciendo.
Las recetas del FMI, Banco Mundial, consultoras de riesgo, en el nombre de los acreedores, recomiendan mayores recortes de rubros castigando a la salud pública, educación pública, vivienda popular, entre otros servicios.
En Uruguay parece imprescindible realizar una auditoría para conocer bien como se generó cada componente y quienes son los acreedores, que quizás en algunos casos sean los mismos que fueron y son deudores incobrables de entes estatales.
La arremetida del gobierno elevando el mínimo de edad de retiro para jubilarse y disminuyendo asignaciones futuras tiene como uno de sus objetivos tranquilizar a los acreedores demostrando su voluntad de prorizar sus intereses aún sacrificando la previsión social.
El incrementando del traspaso de fondos a las AFAPS es también su reafirmación de sumisión a grandes Bancos y consolidación de la “plaza financiera”
El plebiscito para garantizar con normas constitucionales la defensa de la seguridad social universal, solidaria, sin fines de lucro es un camino necesario para frenar la embestida y de búsqueda de alternativas que prioricen los intereses de los trabajadores de hoy, de ayer y de mañana.
Dos modelos de país quedan frente a frente. De un lado el imperio y la gran Banca, del otro el del pueblo.
El nerviosismo del sistema financiero, sus voceros y escribas se traduce en el alud de mentiras y cuentos de ogros y brujas que difunden continuamente.

GOTITAS DE ECONOMIA

  •  El pueblo oriental superó largamente las firmas necesarias para votar la iniciativa de que la constitución garantice la defensa de la seguridad social. 430.000 voluntades así lo expresaron.

  •  Los que les regalan comisones a las AFAPS por prestarle dinero al Estado, los que exoneran a grandes empresas en zonas francas, regalan miles de millones de dólares a UPM, los responsables de políticas económicas que han llevado a que un 25% de los jóvenes estén sin trabajo y sin aportes, los que se exoneran de aportes a la previsión social y etcetera, etcetera dicen que no va a haber dinero para financiar los aumentos del mínimo jubilatorio y sustentar el sistema. ¿Son los técnicos?

  •  Las AFAPS son acreedoras de la quinta parte de la deuda pública y su eliminación disminuiría las obligaciones del Estado y los pagos por intereses. ¿Con ese dinero no se podrá rebajar el IVA a productos básicos?

  •  Fanacif cierra sus puertas en Uruguay. Fabrica Nacional de Cervezas anuncia su posible cierre de la planta de Minas. Balsa y Asociados se declara en concordato de acreedores y envía trabajadores al seguro de paro. COPSA no cumple obligaciones salariales. Patronales pesqueras en lock out. Pedidos Ya redujo personal, Lactalis, Calcar… El gobierno dice que todo es una maravilla.

  •  El 66% del pueblo ecuatoriano votó en contra de que tribunales internacionales diriman las diferencias entre Ecuador y las transnacionales que operan en su territorio. Saludos a su acto de soberanía.

  •  Estados Unidos votó un paquete de “ayuda militar” de 69.000 millones de dólares para Ucrania, Israel, Taiwan. Más producción de armamentos, ganancias para sus industrias de la destrucción y muerte. Lidera el ranking de gastos militares en el mundo. Triplica a China que ocupa el segundo lugar.

08
May
24

Joven trabajador, cuando te quieras jubilar, te van a decir que NO !! . . .

Se alcanzaron las firmas para el plebiscito. ¿Cómo seguir de cara a octubre?

Las más de 430mil firmas presentadas por el PIT-CNT son una prueba contundente de que las y los trabajadores quieren terminar con el lucro de las AFAPs y no subir la edad para jubilarse. Sin embargo la mayoría de los partidos políticos entraron en una campaña furibunda por atacar al plebiscito; hay que garantizar desde abajo el voto en octubre por la reforma.

El sábado 27 el PIT-CNT junto a otras organizaciones sociales como Fucvam y la Feuu presentaron a la corte electoral más de 430000 firmas en apoyo a la convocatoria al plebiscito por una reforma a la seguridad social.

De esta forma se supera con holgura el número de firmas exigido para concretar el plebiscito y se comprueba la amplia simpatía que despierta en trabajadores y sectores populares esta propuesta que en un principio impulsó la Asociación de trabajadores de la Seguridad Social (ATSS). La misma apunta a terminar con las AFAPs, mantener la edad jubilatoria en 60 años, y que el monto mínimo de una jubilación no sea inferior a un salario mínimo.

La recolección tuvo el apoyo de algo más del 60% de la central sindical (con sindicatos como el bancario o el del comercio que prácticamente no juntaron firmas) y del 30% de los sectores del Frente Amplio. No podemos olvidar que uno de sus principales precandidatos como Yamandú Orsi, así como Mario Bergara que ahora bajó su candidatura, ya expresaron su negativa a acompañar el referéndum y Carolina Cosse aún no ha definido posición.

Con el rechazo y la oposición casi total de todo el régimen político el éxito de la juntada de firmas recae en las bases sindicales y de las organizaciones que tomaron en sus propias manos activamente la campaña.

Pero además la alta cantidad de firmas alcanzadas expresa no solo el rechazo a la reforma jubilatoria que impuso el gobierno, sino que también habla de un malestar social con la situación del país en general.

La campaña terrorista de la derecha

Apenas conocido el número total de firmas conseguidas, uno tras otros los principales precandidatos de todos los partidos salieron a criticar la propuesta que propuso ATSS con una verdadera campaña de terror y desinformación.

El régimen de conjunto ha salido con todo a rechazar y criticar al plebiscito; y no es para menos: con la recolección de firmas se logró un triunfo que pone en cuestión uno de los pilares del régimen económico de la postdictadura al rechazar la ganancia empresarial con los ahorros de las y los trabajadores. Es en definitiva una critica el corazón del modelo; a este sistema organizado para ofrecer oportunidades de negocios al capital garantizándole el lucro con la riqueza social que generan las y los trabajadores.

Expropiación del ahorro de los trabajadores, riesgo de perder el grado inversor, futuro aumento del gasto público y de los impuestos, posibilidad de juicios al Estado, son solo algunos de los argumentos con la que la derecha intenta manipular y sembrar el miedo para que el plebiscito no triunfe.

Por detrás asoma una defensa cerrada del negocio del capital financiero vía las AFAPs; así como de los privilegios de los empresarios con sus bajos aportes al sistema y múltiples exoneraciones, y también de los privilegios de la casta militar que cobra jubilaciones altísimas.

Un sacudón para el Frente Amplio

La incomodidad que genera este tema en la dirigencia del Frente Amplio es evidente.

La propuesta de eliminación de las AFAPs, fue sacada del programa de la coalición ya hace muchos años; de hecho en 15 años de gobierno fueron incapaces de modificar el esquema actual de la seguridad social; y ya en 1996 cuando se implementó el sistema de las AFAPs sectores como el Astorismo se mostraron de acuerdo con la participación privada.

Las tenues declaraciones de sus dirigentes de terminar con el lucro en el sistema jubilatorio no tienen ningún sustento práctico ni consecuencia concreta; de conjunto el FA no va a tocar a uno de los pilares del sistema y a lo sumo intentará poner alguna mínima limitación.

El aumento de la edad jubilatoria también es un tema espinoso en la coalición de izquierda: sus principales referentes abiertamente impulsaron en su momento este aumento de la edad, y durante la discusión que impulsó la Coalición Multicolor en estos años, el Frente Amplio se mostró ambiguo o directamente afín con la idea.

Pero a pesar de las posiciones de sus dirigentes en oposición al plebiscito del PIT-CNT, las bases frenteamplistas ven con simpatía y apoyan la propuesta. El propio Oscar Bottinelli señaló en VTV el 30 de abril este divorcio entre la base y la dirigencia, aportando cifras de una encuesta de Factum realizada en marzo, donde cinco de cada ocho votantes frenteamplistas estaban a favor del plebiscito y solo uno en contra.

La posición de las bases también puede entenderse como expresión de una voluntad de cuestionar un aspecto central del modelo (como es la existencia de las AFAPs) y toma distancia de la total integración al régimen político que muestra la dirigencia del FA.

Garantizar el triunfo desde abajo y con la movilización popular

Con prácticamente todo el régimen político haciendo campaña activamente en contra del plebiscito, son las y los trabajadores los que podrán garantizar el triunfo popular.

Son las bases militantes movilizadas, promoviendo comités de apoyo así como asambleas y espacios de difusión en los lugares de trabajo y estudio, las que tienen la capacidad de lograr que la papeleta por la reforma se vote masivamente.

Sin los principales partidos ensobrando la papeleta por la reforma, queda en las manos de los propios trabajadores dar una discusión profunda sobre como es el modelo de seguridad social que necesitamos y el papel nefasto de las AFAPs.

07
May
24

El Mcarthysmo, sabés que es ? . . .

Quién fue Joseph McCarthy, el «inquisidor» anticomunista que lideró la cacería de brujas más recordada del siglo XX en EE.UU.

Retrato del senador Joseph McCarthy mostrando unos documentos

El controvertido senador McCarthy se volvió una celebridad cuando aseguró tener una lista con 205 espías soviéticos que trabajaban en el gobierno de EE.UU.

escribe: Juan Francisco Alonso

“¿Es o ha sido miembro del Partido Comunista?”.

Con esta pregunta Joseph Raymond McCarthy, un senador republicano poco conocido del centro de Estados Unidos, se convirtió en una figura estelar de la política de su país a principios de los años 50.

La interrogante era el centro del arsenal que el legislador empleó en su campaña para desenmascarar a los numerosos comunistas y espías soviéticos que -según él- estaban infiltrados en las universidades, en Hollywood, en la burocracia gubernamental e incluso en el ejército con el propósito de “destruir desde dentro a nuestra gran democracia”.

Sin embargo, la negativa a responder esta y las demás preguntas que McCarthy hacía a los que convocaba a su todopoderoso Subcomité de Investigaciones Permanentes se convirtió en prueba suficiente para condenar, oficial o extraoficialmente, a numerosas de personas y abrió las puertas a una era oscura que, historiadores y politólogos, han bautizado como “macartismo”. Palabra que hoy es sinónimo de represión y persecución por motivos ideológicos.

Pero, ¿cómo este senador logró poner en marcha esta cacería de brujas? ¿Por qué nadie lo frenó y qué secuelas tuvo su accionar en la política y los derechos civiles en EE.UU.? Para responder estas BBC Mundo conversó con tres historiadores y revisó documentos de la época.

  • Manuel Rocha
  • Lenin, en uno de sus discursos

Roosevelt y Stalin en la conferencia de Yalta de 1945

Pese a haber sido aliados durante la II Guerra Mundial, nada más terminar el conflicto comenzaron a surgir serias diferencias entre EE.UU. y la URSS.

Un tránsfuga que aprovechó la oportunidad

McCarthy nació en Wisconsin, en el centro norte de EE.UU. en noviembre de 1908 en el seno de una familia humilde. De joven tuvo que abandonar la escuela para trabajar en una finca, pero retomó los estudios a los 19 años y terminó graduándose de abogado.

Su carrera pública la inició como juez en 1939 y durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en el ejército, se lee en su biografía publicada en la página web del Senado. Al concluir el conflicto bélico se lanzó a la política, primero como demócrata y luego se pasó al Partido Republicano. Y para 1946 ya era senador.

Pese a su rápido ascenso no era considerado una figura relevante de la política ni había indicios de que lo sería.

“El inicio de su carrera no fue particularmente brillante, no tenía un gran discurso ni provenía de un estado relevante (…) Sin embargo, aprovechó el clima de histeria y paranoia colectiva reinante en EE.UU. a principios de los años 50 para hacerse un nombre”, explicó a BBC Mundo, Francisco Soto, profesor de Historia de EE.UU. de la Universidad de Los Andes (Venezuela).

Para 1949 dos sucesos pusieron en duda la aureola de imbatibilidad con la que los estadounidenses emergieron tras la Segunda Guerra Mundial: La noticia, en agosto, de que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) tenía armas nucleares y la victoria, en octubre, de los comunistas de Mao Tse Tung en China.

“¿Cómo el país más poderoso estaba perdiendo la Guerra Fría? Políticos, empresarios y periodistas de derecha atribuyeron estos inexplicables fracasos a una conspiración orquestada por el Partido Comunista de EE.UU., el cual seguía órdenes de la URSS”, afirmó la historiadora Ellen Schrecker, coautora del libro “The Age of McCarthyism” (La era del macartismo).

En este contexto, en febrero de 1950 McCarthy saltó a las primeras páginas de los diarios, gracias a un discurso que dio en un mitin en una pequeña localidad del estado nororiental de West Virginia.

“Aunque no puedo tomarme el tiempo para nombrar a todos los hombres dentro del Departamento de Estado que han sido señalados como miembros del Partido Comunista y de una red de espionaje, puedo decir que tengo en mi mano una lista con 205 nombres”, declaró mientras sostenía en una de sus manos una hoja de papel.

Mao desde el balcón de la ciudad prohibida de Beijing.

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,«¿Quién perdió a China?». Esta pregunta de McCarthy pronto se convirtió en una acusación contra la burocracia estadounidense.

Una mentira dicha mil veces

Con el paso del tiempo los investigadores no han encontrado evidencias de que la famosa lista de McCarthy existiera.

“Era un político oportunista, muy ambicioso e inescrupuloso al que no le importaba la verdad”, dijo a BBC Mundo la historiadora.

Sin embargo, esta denuncia y otras similares que realizó posteriormente le permitieron al senador ganar popularidad y presidir un subcomité parlamentario que buscaría desenmascarar a los supuestos espías soviéticos y comunistas infiltrados en el país.

Esta nueva instancia se sumó al controvertido Comité de Actividades Antiestadounidenses que desde finales de los años 30 venía persiguiendo a académicos, a escritores y a estrellas de Hollywood por sus supuestas simpatías con las ideas de Carlos Marx y de Vladimir Lenin.

El macartismo, entendido como la cacería de brujas anticomunista, tipo Inquisición española, dentro de EE.UU., estaba en marcha antes que McCarthy apareciera, pero se reforzó con él”, agregó Schrecker.

Durante el gobierno del demócrata Harry Truman (1945-1953) se celebraron audiencias en el Congreso contra presuntos espías, además se puso en marcha el “programa de lealtad”, que incluía investigaciones e interrogatorios a los funcionarios públicos que eran sospechosos de ser comunistas.

Diplomáticos, funcionarios de la Voz de América y militares fueron el blanco de los ataques de McCarthy.

Los grandes aliados

Además del contexto internacional factores internos contribuyeron al ascenso de McCarthy. Los medios de comunicación fueron uno de esos elementos.

La masificación de la televisión le permitió al político difundir su mensaje anticomunista y sobre todo el temor de un posible ataque soviético hacia EE.UU”, afirmó el profesor Soto.

En similares términos se pronunció Schrecker, quien aseveró que McCarthy sabía cómo “jugar con los periodistas”.

“Sabía las horas de cierre de los diarios y que tenía que anunciar en la tarde que había descubierto 20 espías dentro del ejército o realizar otras declaraciones escandalosas, porque así los periodistas no tendrían tiempo de verificar las informaciones y descubrir que mentía”, precisó.

Por su parte, el historiador de la Universidad Complutense de Madrid, Luis Martínez del Campo, atribuyó la notoriedad comunicacional de McCarthy a su uso de la demagogia.

“No dudó en recurrir a falsedades o teorías conspirativas y al señalamiento público de sus oponentes, para en otras cosas, menoscabar el pluralismo político”, dijo.

Y, por ello, el también investigador de Historia Contemporánea calificó a McCarthy como “un pionero del populismo de derecha”.

Una mujer ve una de las audiencias de McCarthy en TV

Pie de foto,McCarthy comprendió rápido la importancia que ejercían los medios de comunicación y se aprovechó de ellos para difundir sus teorías conspirativas.

El otro elemento en la ecuación que favoreció al senador fue una persona: J. Edgar Hoover, el director del FBI (la policía de investigación estadounidense) y quien era un furibundo anticomunista.

“Hoover jugó el rol más importante en el ascenso y consolidación del macartismo. Si hubiéramos querido nombrar este fenómeno con el nombre de alguien debería haber sido con el de Hoover”, aseveró Schrecker.

El jefe policial se hizo famoso por ordenar el seguimiento y espionaje de personas influyentes, muchas veces sin orden judicial; y por usar la información recabada para extorsionar a alguno de sus objetivos.

El FBI buscó cualquier indicio de comunismo en las instituciones, en las universidades y en el cine. Los expedientes que hizo el FBI tanto de Albert Einstein como de Charles Chaplin dan cuenta de esto. Fueron investigaciones que buscaban vincular a estas figuras prominentes con el comunismo”, agregó Soto.

Soldados marchan en el Kremlin donde onde la bandera de la URSS

Aunque el Kremlin había logrado tener espías dentro del gobierno y el ejército de EE.UU. jamás supuso un riesgo real para el sistema de ese país, aseguran expertos.

¿Un peligro real o una excusa?

“Un comunista dentro de una fábrica de equipos militares, dentro de una universidad o dentro del Departamento de Estado es demasiado”.

Con estas palabras, pronunciadas en 1952, McCarthy dejó en claro su convencimiento de la gravedad de la amenaza comunista. ¿Pero qué tan serio era el riesgo?

Casos como el del matrimonio Rosenberg, ejecutado en 1953 por pasar secretos nucleares a la URSS, demuestran que el Kremlin tenía ojos y oídos dentro de EE.UU. Sin embargo, los expertos consultados por la BBC Mundo aseguran que el peligro fue sobredimensionado.

“En el caso de EE.UU. el Partido Comunista estaba integrado por intelectuales y pensadores que criticaban el modelo económico y social, pero en verdad no buscaban el poder”, precisó Soto.

Por su parte, Martínez del Campo aseveró: “Nada apunta a que hubiera una gran conspiración para derrocar al gobierno”.

Los expertos también coincidieron en señalar que las investigaciones y audiencias de McCarthy no sirvieron para develar a un solo espía soviético ni tampoco para identificar a algún comunista estadounidense hubiera conspirado en contra de su país. No obstante, sí consiguieron otros objetivos.

El macartismo fue una purga que destruyó a la izquierda estadounidense y golpeó a las organizaciones estuvieron afiliadas o asociadas con causas defendidas por el comunismo, tales como los sindicatos o grupos que promovían los derechos civiles (contra la discriminación racial)”, sentenció Schrecker.

Mujeres comunistas estadounidenses marcharon en Nueva York

El Partido Comunista de EE.UU. llegó a tener 75.000 afiliados en su mejor momento, pero al final de la II Guerra Mundial perdió mucha fuerza.

Con el ejército hemos topado

No presentarse al subcomité presidido por McCarthy o al de Actividades Antiestadounidenses o negarse a responder a sus preguntas era sinónimo de culpabilidad. Y, por lo tanto, quienes optaron por el silencio fueron despedidos y en algunos casos encarcelados.

La profesora Schrecker calcula que hasta 1957 entre 12.000 y 15.000 estadounidenses sufrieron algún tipo de persecución por sus ideas.

¿Cómo pudo pasar esto? ¿Cómo un abogado violó los principios básicos del Derecho como la presunción de inocencia y el debido proceso y por qué nadie lo frenó? “Se dijo que la amenaza de la URSS era tan seria que se debían ignorar o torcer algunos de los principios del Estado de Derecho”, explicó la historiadora.

Lo que hizo al macartismo tan poderoso y distinto a otras persecuciones políticas en países más autoritarios es que hubo poca violencia, solamente dos personas murieron (el matrimonio Rosenberg)», dijo la experta.

«La sanción principal por ser comunista era económica: las personas eran despedidas de sus trabajos y se les obstaculizaba conseguir otros empleos”, puntualizó.

La posibilidad de ser acusado de comunista o de traidor por el senador hizo que muchos de quienes pudieran enfrentarlo no lo hicieran, incluidos presidentes como Dwight Eisenhower (1953-1961).

“No me meteré en la cuneta con ese tipo”, le replicó el mandatario a alguien que una vez lo instó a poner en su sitio al polémico senador, se lee en una carta disponible en Biblioteca Presidencial Eisenhower.

Una carta de Eisenhower a su hermano.

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA BIBLIOTECA PRESIDENCIAL EISENHOWER

Hay muchos documentos donde el presidente Eisenhower dejaba entrever su desagrado por las posturas y acciones del senador McCarthy.

Sin embargo, la suerte de McCarthy comenzó a acabarse en la primavera de 1954 cuando lanzó una investigación contra el ejército de EE.UU. por supuestamente acoger a comunistas en sus filas.

Los señalamientos, sin evidencias y algunas veces contradictorios, así como su estilo agresivo fueron contestados por la institución armada. “¿No conoce usted lo que es la decencia?”, le espetó frente a las cámaras de televisión el abogado del ejército.

A partir de allí Eisenhower autorizó a los funcionarios gubernamentales a ignorar las citaciones del subcomité, lo cual minó la autoridad del senador.

Los ataques de McCarthy contra las fuerzas armadas fueron el principio de su fin, porque esa institución era muy apreciada por el pueblo estadounidense, no se puede olvidar que hacía poco derrotaron al nazismo y evitaron que toda la península de Corea terminara en manos de los comunistas”, puntualizó Soto.

Soldados de EEUU desfilando en Nueva York

Atacar sin pruebas al ejército de EE.UU. fue un error mortal para la carrera de McCarthy, porque la institución era -y es- muy valorada en ese país.

Vivo y reforzado

Meses después sus polémicas audiencias contra el ejército el Senado censuró la actitud de McCarthy, quien desprestigiado murió alcoholizado en 1957.

Sin embargo, los expertos consultados creen que la forma de hacer política que hizo famoso al controvertido personaje no desapareció con él.

“Sólo hay que ver las leyes que se están aprobando en algunos estados gobernados por los republicanos, las cuales autorizan a despedir a los profesores si enseñan que la esclavitud fue la causa de la Guerra Civil. O los arrestos de cientos de estudiantes por protestar pacíficamente contra la Guerra en Gaza. Esto es totalitarismo”, se lamentó Schrecker.

05
May
24

INECESARIA MUERTES por MILES de ucranianos

El informe RUSI valida silenciosamente la superioridad

estratégica de Rusia en la guerra en Ucrania contra la OTAN

NOTA: WASHINGTON Substack/Simplicius El Pensador, analista militar estadounidense

Como recordatorio, RUSI es el Royal United Services Institute y afirma ser «el grupo de expertos en defensa y seguridad más antiguo del mundo y líder del Reino Unido». Y no debe confundirse con un destacado político ruso del mismo nombre que sirve en la Duma.

Lo siguiente es un desglose de uno de los últimos informes de RUSI sobre las lecciones aprendidas de la guerra de Ucrania:

Rusia despliega en Ucrania el T-14 Armata, su tanque más moderno |  Internacional

Las credenciales del autor del artículo, Alex Vershinin, se enumeran a continuación: El teniente coronel (retirado) Alex Vershinin tiene 10 años de experiencia en primera línea en Corea, Irak y Afganistán. Durante la última década antes de su jubilación, trabajó como oficial de modelado y simulaciones en desarrollo de conceptos y experimentación para la OTAN y el ejército de EE. UU.

El espíritu mismo de los argumentos que expone se afirma claramente desde el principio: Todo el informe gira en torno a un llamado urgente a Occidente para que reforme su concepto estratégico de guerra, que ha sido muy degradado y desfasado por varias décadas de perezosa mala asignación de recursos y reorientación hacia acciones policiales coloniales.

En el siguiente párrafo, el autor define precisamente la diferencia entre guerras de «maniobra» y guerras clásicas de desgaste, lo cual es relevante para comprender el resto de la exégesis.

Las guerras de desgaste requieren su propio «arte de la guerra» y se libran con un enfoque «centrado en la fuerza», a diferencia de las guerras de maniobra que se «centran en el terreno». Tienen su origen en una enorme capacidad industrial que permite reponer las pérdidas, en la profundidad geográfica para absorber una serie de derrotas y en condiciones tecnológicas que impiden un rápido movimiento del suelo. En las guerras de desgaste, las operaciones militares están determinadas por la capacidad de un Estado para reemplazar las pérdidas y generar nuevas formaciones, no por maniobras tácticas y operativas. El bando que acepta la naturaleza de desgaste de la guerra y se concentra en destruir las fuerzas enemigas en lugar de ganar terreno tiene más probabilidades de ganar.

En particular, escribe:

El bando que acepta la naturaleza de desgaste de la guerra y se concentra en destruir las fuerzas enemigas en lugar de ganar terreno tiene más probabilidades de ganar.

Esta parece ser una admisión importante de la estrategia de Rusia. Después de todo, recordemos cómo la famosa estrategia de Ucrania se centra en «ni un paso atrás», porque incluso un solo metro perdido representa costos de reputación insoportables para la tan admirada «comunidad internacional» de Zelensky. Esto ha llevado a que generales como Syrsky sean apodados «General 200» por su actitud de no dar marcha atrás al procesar defensas como la de Bakhmut y Avdeevka, entre otras.

Rusia, por otro lado, ha utilizado notablemente la retirada estratégica hasta tal punto que ha dejado desconcertados a los comentaristas militares, como en el caso de las retiradas consecutivas a gran escala de las regiones de Kherson y Kharkov, sin mencionar la de finales de marzo de 2022. acciones de desvío desde todo el norte de las regiones de Kiev, Sumy y Chernigov.

Lo que esto equivale es a admitir amargamente que, de hecho, Rusia ha ido por delante durante todo este tiempo. A pesar de los intensos intentos de menospreciar las opciones militares de Rusia a lo largo de la guerra, sólo ahora, en retrospectiva, se ha vuelto obvio para los «expertos» que Rusia de hecho ha estado utilizando la estrategia superior del sentido común todo el tiempo, mientras libraba la guerra correcta .

¿A qué ha llegado? Está claro: basta con leer los titulares. Para Rusia, los titulares hablan incesantemente de una «sobreabundancia» de mano de obra y material. En el caso de Ucrania, es todo lo contrario: la terrible escasez de hombres. Un bando ha seguido de manera competente la estrategia descrita anteriormente por RUSI: «El bando que acepta la naturaleza de desgaste de la guerra y se concentra en destruir las fuerzas enemigas en lugar de ganar terreno tiene más probabilidades de ganar».

He dicho desde el principio que la mayoría de los objetivos de Rusia en la guerra no se alcanzarán mediante ganancias territoriales sino mediante desgaste. Por ejemplo, casi no existe una forma factible y realista para que Rusia «capture» Odessa mediante un ataque físico directo y cinético. Cruzar el río es poco probable y, hipotéticamente, tener que bajar desde el norte, en Kiev, llevaría años.

Pero simplemente provocando a Ucrania para que arroje toda su sangre y tesoros en la máquina asesina y picadora de carne de Donbass, Rusia puede desgastar a las AFU tanto militar, material, económica y moralmente hasta el punto del agotamiento y el colapso, permitiendo la posterior captura de los territorios requeridos a través de Capitulación ucraniana.

RUSI continúa con otra gran admisión.

Occidente no está preparado para este tipo de guerra. Para la mayoría de los expertos occidentales, la estrategia de desgaste es contraintuitiva. Históricamente, Occidente prefirió el breve choque de ejércitos profesionales en el que el ganador se lo lleva todo. Juegos de guerra recientes, como la guerra del CSIS sobre Taiwán, abarcaron un mes de combates. La posibilidad de que la guerra continuara nunca entró en discusión. Esto es un reflejo de una actitud occidental común. Las guerras de desgaste se tratan como excepciones, algo que debe evitarse a toda costa y, en general, producto de la ineptitud de los líderes.

Desafortunadamente, las guerras entre potencias cercanas probablemente sean de desgaste, gracias a una gran reserva de recursos disponibles para reemplazar las pérdidas iniciales. La naturaleza desgastante del combate, incluida la erosión del profesionalismo debido a las bajas, nivela el campo de batalla sin importar qué ejército comenzó con fuerzas mejor entrenadas.

A medida que el conflicto se prolonga, la guerra la ganan las economías, no los ejércitos. Los Estados que comprendan esto y luchen en una guerra de este tipo mediante una estrategia de desgaste destinada a agotar los recursos del enemigo y al mismo tiempo preservar los propios tienen más probabilidades de ganar. La forma más rápida de perder una guerra de desgaste es centrarse en la maniobra, gastando recursos valiosos en objetivos territoriales de corto plazo. Reconocer que las guerras de desgaste tienen su propio arte es vital para ganarlas sin sufrir pérdidas abrumadoras.

Hay mucha verdad que desvelar sólo en la afirmación anterior. Pero mantengámoslo mínimo resaltando los puntos más destacados.

Occidente sigue pensando que las guerras prolongadas de desgaste son una excepción y no la regla en los conflictos entre pares.

Esto parece indicar que las estructuras militares occidentales ya no son sistémica e institucionalmente capaces de abordar la guerra de una manera más allá de la que les arraigaron en los años de acción policial/COIN de baja intensidad de las últimas décadas. Esto se ha puesto de relieve recientemente a medida que poco a poco se va comprendiendo, por ejemplo desde ayer:

https://www.yahoo.com/news/us-spent-much-time-fighting-114501537.html

Los mercenarios occidentales que visitaron Ucrania admitieron que sus habilidades de combate se habían «atrofiado». Así lo informa el portal Business Incidir en referencia al ejército estadounidense. «Nos hemos acostumbrado tanto a la idea de librar guerras de guerrillas, luchar contra terroristas y contra todos los demás, que hemos olvidado lo que realmente es librar una guerra entre pares», dijo un mercenario estadounidense.

En el artículo anterior, el mercenario estadounidense dice que ningún soldado estadounidense está siendo entrenado o preparado adecuadamente para una guerra moderna como la de Ucrania: Dijo que ha visto a muchos soldados occidentales luchar en Ucrania porque «ya tienen una idea fija de cómo deberían ser las cosas y todo eso, y las cosas no son así en Ucrania».

Otro veterano estadounidense en Ucrania dijo a BI este mes que tenía preocupaciones similares. Dijo que sus amigos que todavía están en el ejército estadounidense le piden consejos sobre cómo luchar con drones o en trincheras, ya que no reciben un entrenamiento que refleje plenamente lo que está sucediendo en Ucrania.

Explica la diferencia clave y luego se hace eco de mis propias palabras.

Dijo que en muchos lugares donde luchó en Ucrania, «no hay ningún lugar que sea seguro», mientras que cuando estuvo en Afganistán e Irak, si estabas a media milla detrás de la línea del frente, «podías quedarte afuera y hacer una barbacoa». , un sándwich y bebida.

«Desafortunadamente para Occidente, una vez que una acción se ha repetido durante tanto tiempo, se vuelve reflexiva e institucionalizada hasta un nivel tan profundamente arraigado que casi no parece posible salir de ella.

La razón es que a múltiples generaciones de líderes y militares se les ha inculcado un conjunto particular de habilidades, mentalidades y enfoques hasta el punto de que se ha vuelto axiomático por naturaleza. Además, los apéndices institucionales auxiliares que funcionan como conductos simbióticos hacia el corpus de la estructura militar también se han atrofiado o simplemente han sido desviados hacia paradigmas totalmente nuevos de funcionamiento completamente antitéticos al enfoque de desgaste de la «guerra total».

En términos simples, esto obviamente significa que todos los proveedores y fabricantes de MIC han construido sus arquitecturas, líneas de producción y cadenas de suministro en torno a los conceptos inherentes al estilo «occidental» de guerra colonial: baja cantidad, alta precisión, sistemas de alto costo que destacan en atacar individualmente a líderes terroristas y cosas así, pero son demasiado delicados y costosos para mantenerlos en conflictos de desgaste. Esto se ha calcificado dentro de sus estructuras hasta un grado institucional.

Hablé extensamente sobre esto antes.

Hace tiempo que se debía hacer una distinción importante, en lo que respecta a un tema que genera mucha confusión y mala interpretación para muchas personas. Existe una idea errónea inherente sobre las diferencias conceptuales entre los sistemas militares rusos y soviéticos (léase: armas) y los de sus equivalentes occidentales y de la OTAN.

Uno de los conceptos clave pasados ??por alto que mencioné anteriormente no es simplemente que los sistemas rusos son más baratos y más fáciles de mantener, sino que están construidos alrededor de un paradigma filosófico de guerra completamente diferente.

El más importante de ellos es que los sistemas se construyen con la comprensión y la expectativa expresas de que algún día tendrán que ser tripulados por reclutas poco capacitados y, por lo tanto, deberán diseñarse en torno a la filosofía de extrema facilidad de uso e intuición.

El famoso ejemplo que utilicé para resaltar esto es cómo, según los propios informes del ejército estadounidense en Fort Benning, el Javelin tenía una efectividad de combate inferior al 19%, debido principalmente a su complicado uso y a la incapacidad de los reclutas para internalizar completamente sus parámetros de combate, tales como como distancias mínimas de enganche, procedimientos de bloqueo, etc..

Compartí vídeos de prisioneros de guerra de las AFU quejándose de que sus «frágiles» jabalinas se rompían antes de usarlas o simplemente eran descartadas antes de que los ucranianos pudieran descubrir su complejo uso. Los sistemas rusos están diseñados para ser recogidos y disparados. Este es el concepto de ‘guerra total’: arraigado en la filosofía está el supuesto básico de que un gran desgaste de tropas eventualmente degradará la calidad de los reclutas, lo que tendrá un efecto de bola de nieve en el uso efectivo de maquinaria «compleja».

Ucrania está experimentando esto actualmente, con un recurso de mano de obra ya totalmente erosionado que está siendo objeto de burlas con ofertas como el F-16 y otros sistemas altamente complejos que requerirían un enorme esfuerzo incluso para un veterano experimentado en tiempos de paz para aprender.

Destaqué además cómo los sistemas rusos están hechos para ser interoperables y versátiles precisamente por esta razón: cuando el capital humano se está desgastando, lo que se necesita son sistemas que cualquiera pueda utilizar, incluidas, si es necesario, tropas de otras funciones de combate adyacentes.




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