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La renovación de la ciudadanía

 

Hay una suerte de parálisis en el pensamiento político y partidario del país, donde solo hay un anuncio de ensayo en el horizonte, que va a ser promovido por el presidente de la República. Estamos hablando de la propuesta del presidente Tabaré Vázquez, que se ha dado en llamar Diálogo Social.

Este jueves comenzamos a analizar esta iniciativa que requiere un análisis profundo, de mirada larga, con la intención de que la gran mayoría de los uruguayos participe con propuestas e iniciativas de esta instancia democrática que se busca crear desde el sistema político, en este caso desde el Presidente de la República.

La propuesta presidencial es interesante, en la medida que busca crear un escenario nuevo que incorpore a distintos agrupamientos de la sociedad para escucharse mutuamente y así volver convergentes a las distintas iniciativas.

El desafío es inmenso debido a que el partido de gobierno (Frente Amplio), está viviendo una sobredosis de apatía, que lo transforma en un factor nuevo dentro de las tensiones políticas que naturalmente vive una sociedad democrática como la uruguaya.

La coalición de izquierda, si bien tiene un programa de gobierno consensuado y que es llevado adelante con rigor por el presidente Vázquez, ha mostrado en los últimos meses claras limitaciones para convocar a las multitudes a participar en la creación de un nuevo cuerpo de ideas que vayan mostrando cuáles serán los objetivos de esta fuerza transformadora instalada en el gobierno.

Por estas limitaciones del gobierno no es descartable que haya sectores del cuerpo político que busquen utilizar los espacios gestados por la fuerza gobernante, con la intención de crear un clima complejo que perjudique la conducción del país.

Ante estos peligros el gobierno y la fuerza política tienen el desafío de transformarse en un factor que promueva una nueva práctica política y social, con el fin de que la democracia se active y a la vez adquiera nuevos contenidos y formas de expresarse.

Los próximos meses serán decisivos para los partidos políticos, quienes se expondrán con propuestas e iniciativas que seguramente serán, en la mayoría de los casos, factores renovadores de la ciudadanía.

Si la propuesta de este diálogo llegara a fracasar el que perderá será el Uruguay entero, incluidos los partidos políticos, quienes necesitan crear un nuevo sentimiento de diálogo entre los componentes de la democracia.