Archivo de abril 2016
nazis … quién los ayudó ?
El material de archivo descubierto por una historiadora alemana ha revelado que la agencia de noticias Associated Press cooperó formalmente con el régimen de Hitler en la década de 1930 suministrando a los periódicos estadounidenses material producido y seleccionado directamente por el ministerio de Propaganda nazi.
macri … y otras yerbas
Trama de analogías
escribe: Eduardo Sanguinetti, Filósofo
El milenio nos ha enseñado que todo es fugaz, hasta el ‘nunca más’. El crimen contra el hombre siempre es un crimen perpetrado por el hombre. Todo es viable en el espacio de la aventura humana, en el orden de la bestialidad, que como nunca se desencadenó, sin miras de cambiar su rumbo. A menos que todos, en un preciso instante, resistiendo, actuemos en sintonía simultáneamente, en todas partes contra el mundo del libre mercado y de sus operadores.
Debemos correr el riesgo de ser muy precisos al verificar la realidad, a pesar de provocar un cierto malestar inicial. El camino de la resistencia sería hoy el único referente lúcido para preservar el futuro, nuestro futuro. Hoy se impone hablar francamente, sin dobleces. Sentir, pensar y decir, es la consigna. Mantener la lucidez, no desesperar y soportar con dignidad este tiempo de transición. No dejándose llevar por la embestida del aparato represor del capitalismo que, repito, triunfó hoy sin dudas en esta aldea global. Al igual que su política de exterminio de todo lo maravilloso que tenía la vida en términos de naturalidad y principios éticos de relación.
¿Cómo ‘leer’ la historia de este milenio en plena crisis de identidad, que borra unas fronteras para trazar otras mucho más rígidas y excluyentes?… El mapa actual del poder hegemónico de los peores, “los mercachifles”, diseñadores del modelo neoliberal, dejan al descubierto a sus ‘nuevas’ víctimas… cuerpos desplazados, como signos de la nueva visibilidad de la pobreza, la indigencia y un orden ‘legal’ que en el intento de clausurar etapas de la historia, a través, por ejemplo, los DNU del caprichoso presidente de Argentina, Macri Offshore y su deleznable circunstancia. Del avasallamiento, devienen la eliminación del disenso, la instalación de la violencia social y la ignorancia absoluta de este grupo de improvisados gerentes, que pretenden eliminar la historia reciente, regulando, penalizando a quienes no se ajusten al ‘nuevo orden en plena vigencia y funcionamiento. Disfuncional: todo determinado por intereses financieros para unos pocos… los de siempre, sin dudas.
Pareciera que la Verdad, a estos mercaderes, incluidos, los periodistuchos “estrella” ‘todo terreno’ (tan degradantes y degradados), los desvela, los hostiga, los obsesiona, muchas veces no saben qué hacer con ella, solo eliminarla de sus actos… se han acostumbrado a subestimarla -sobreestimarla o maltratarla-, pero siempre a manejarla abusivamente… algún día, quizás, ya en su último suspiro, descubrirán su sentido total al transitar por las laderas crípticas de sus sílabas… pero por ahora no es más que un anhelo y frecuentemente una desesperación.
Pródiga en ejemplos de sujeción y sanción a la palabra develadora, como lo fue en Argentina, la de Rodolfo Walsh, Macedonio Fernández, Haroldo Conti y tantos otros visionarios, la historia argentina ha nutrido a la ficción y se ha nutrido de ella, desde 1810, la “grieta” se ha instalado en esta tierra: Castelli, Rosas, Facundo Quiroga, Juan Bautista Alberdi, Yrigoyen, Eva Perón, Frondizi, Ernesto “Che” Guevara, son inseparables en nuestro imaginario histórico de las ficciones que se han escrito sobre ellos, pero a la vez, los escritores argentinos de tiempos más inspirados que los de hoy, abrevan de ellos el itinerario de gran parte de sus sueños y su pesadillas.
Y, me pregunto: ¿qué se escribirá de este pasajero de la Casa Rosada, Macri y su entorno siniestro? si, alguien puede atreverse a llevar a cabo semejante empresa de ficción, con éxito garantizado de pendular entre el simulacro y lo falaz… ¿qué puede decirse del rol de los medios corporativos argentinos, que desdibujan la realidad o la ocultan, acerca de la manipulación de lo transitado y acontecido en este tiempo, donde la ficción se ha apoderado de la vida de millones de seres?
Ante la urgencia del tiempo por el que transitamos, intento, permaneciendo en él, concebir el doble propósito de explorar la trama de analogías que resignifican el presente, tan impertinente, que algunos soportamos, como espacio de lectura del pasado y la afirmación de la escritura, como lugar legítimo de conocimiento.
Heredero de la modernidad, fraguada en encuentros y desencuentros, pero siempre fiel a la tradición de manifestarme en verdad y libertad, indispensables para llevar a cabo una concienzuda investigación del pasado reciente, tan arbitrario y mezquino en quienes debieron en tiempo y forma, escribir sobre él… soy un contemporáneo de esta actualidad crítica y de riesgo extremo, donde pareciera que todo se ha fundido en un pantano, eliminando los principios éticos, que hacen a al ser y la comunidad… impedir que quienes han estafado, robado, asesinado, violado, mentido, desde sus funciones ejecutivas, legislativas, utilicen la palabra “Justicia”, en torpes y oportunistas discursos de mesa de dinero, simulando un simulacro de gobernabilidad, que no es tal.
Nietzsche sostiene, que el ser humano es tal en la medida en que puede usar el pasado para el presente, y llama “hombre histórico” a aquel cuya visión del pasado lo conduce al futuro… queda por peguntarnos: ¿cuál es nuestro anhelo para el futuro?… y además como ya fue escrito, lloverá siempre, siempre.
los papeles de panama
Los papeles de Panamá no se están distribuyendo enteramente. ¿Por qué?
escribe: Vicenç Navarro
Autor del libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante, Anagrama, 2015
Aunque usted, lector, no lo haya leído en la prensa escrita en papel en España (me estoy refiriendo a los grandes rotativos del país), hay una crítica bastante generalizada en los países de Norteamérica y del norte de Europa hacia el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (International Consortium of Investigative Journalists, ICIJ) por no distribuir todo el material que se ha obtenido sobre los Papeles de Panamá. En lugar de ello, el ICIJ solo provee información con cuentagotas a medios de confianza que –según ellos- tienen que explicar cuáles son sus intereses y para qué fin desean tal información (ver artículo de Adam Johnson “Panama Papers’ Publishers Don’t Need to Sell Out WikiLeaks”, Fair, 05.04.2016). Según sus críticos, entre los que yo me incluyo, el ICIJ debería liberar toda la información, tal como hace WikiLeaks, dirigido por Julian Assange, que distribuye todos los documentos automáticamente cuando los recibe y analiza.
El argumento del ICIJ para no hacerlo es que distribuir toda la información que han recibido podría dañar a gente decente, poniéndolos a todos bajo el mismo prisma que a los indecentes. Su argumento es, pues, el de intentar proteger a las personas decentes (es decir, inocentes).
Pero tal argumento parece menospreciar al público en sí, pues este tiene ya el suficiente criterio para poder discernir al decente del indecente. Asumir que sea el mismo ICIJ el único que puede hacer tal distinción es arrogancia profesional, pues la población puede discernir ya qué es decencia y qué no lo es. Que sea el ICIJ el que insista en ser el que lo defina parece sospechoso, pues puede creerse que están ocultando una información valiosísima para fines políticos (dando más promoción a unos casos que a otros), tanto por parte del ICIJ como de los mayores medios de comunicación que canalizan dicha información, como ha sido en el caso español, conocido por la escasa credibilidad y limitadísima variedad ideológica de sus medios. Véase el informe Reuters sobre, entre otros aspectos, la credibilidad que tienen los medios en 12 países industrializados con regímenes democráticos, publicado por el Reuters Institute for the Study of Journalism de la Universidad de Oxford. La población española es de las que desconfían más de los medios de información.
El debate sobre WikiLeaks y sobre el ICIJ
La distribución de todo el material liberado por WikiLeaks ha tenido un impacto enorme, incluso mayor del que WikiLeaks creía que tendría. La distribución de los documentos secretos del Pentágono y del Departamento de Estado en el año 2010 (que consiguió la soldado Chelsea Manning, hoy en prisión) mostró la gran cantidad de falsedades sobre las muertes de civiles causadas por el ejército estadounidense en su invasión de Irak. Tal información incrementó la presión para que tal ejército se retirara de Irak.
Paradójicamente el ICIJ ha criticado a WikiLeaks, indicando que tal comportamiento es irresponsable, pues puede dañar a inocentes, hecho que incluso el Pentágono ha negado que hubiera ocurrido al subrayar, en el juicio a la soldado Manning que había enviado a WikiLeaks tal material, que nadie había sido afectado negativamente o había visto su vida amenazada por la publicación de dichos papeles secretos.
La pregunta que debe hacerse al ICIJ es a quién considera tal asociación decente en el caso de los Papeles de Panamá. ¿Cuál es la necesidad que una persona decente deposite sus fondos en un lugar secreto, conocido por su laxitud fiscal? ¿No es el objetivo de tener un paraíso fiscal el esconder dinero? ¿A quién se intenta proteger? Y de ahí mi preocupación, que expresé en un artículo anterior (“Lo que no se dice ni se dirá de los papeles de Panamá”, Público, 11.04.2016). ¿A quién está intentando proteger el ICIJ? ¿Y a quién están intentando proteger los medios españoles? Parece ser que quieren proteger a la banca, que está metida en el fraude fiscal y en los paraísos fiscales hasta la médula, y de la cual depende en gran medida la viabilidad de dichos medios, todos ellos profundamente endeudados.
De ahí la importancia de la información que yo ya presenté en aquel artículo. Como decía yo, el ICIJ está financiado primordialmente por el Center for Public Integrity de EEUU, financiado a su vez por la Ford Foundation, el Carnegie Endowment, el Rockefeller Family Fund, la WK Kellog Foundation y George Soros, uno de las financieros que han hecho mayor fortuna a base de la especulación monetaria. Con el apoyo de este tipo de instituciones y de este tipo de personajes no es extraño concluir, como así hace el que fuera embajador del Reino Unido en Uzbekistán, Craig Murray, en su artículo “Corporate Media Gatekeepers Protect Western 1% from Panama Leak”, que “no espere el lector un reportaje auténtico y genuino. Los sucios secretos de las entrañas del mundo empresarial de las grandes corporaciones permanecerá desconocido”. Y así me temo pasará también en España.
papeles de panama
Lo que no se dice ni se dirá de los papeles de Panamá
escribe: Vicenç Navarro / Público.es
La publicación por parte de los mayores medios de comunicación del mundo occidental de las empresas ficticias establecidas con la ayuda de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca ha creado un gran revuelo, pues documenta lo que todo el mundo ya conoce, a saber, que el 1% de la población mundial (y el 1% de la gente más rica en cada país) deposita su dinero en paraísos fiscales a fin de esconderlo y/o evitar pagar impuestos en su propio país. Tal descubrimiento, por lo tanto, no es una novedad. La gran mayoría de la población sabe que los “super-ricos” tienen su dinero en paraísos fiscales. Lo que no saben, sin embargo, es que esta situación sería fácilmente corregible si hubiera voluntad para resolverla. Que no se resuelva se debe a que las personas que podrían hacerlo están ellas mismas implicadas en la transferencia de fondos a estos paraísos fiscales, o pertenecen a instituciones (representativas o no representativas) sumamente dependientes e influenciadas por los grupos financieros o empresariales, que son los que se benefician de tales paraísos. Es también ampliamente conocido que los mayores bancos en cada país, incluido en España, están metidos hasta la médula en este proceso de falsificación de empresas en dichos paraísos. Hasta aquí todo esto es conocido.
Ahora bien, lo que despierta gran interés y también curiosidad es ver los nombres concretos de los personajes relacionados con estos paraísos fiscales. Que ahora se vaya conociendo quién depositó allí sus fondos es una buena noticia. Y, sin embargo, tiene un gran problema que no se cita. Y este problema es que la enorme cantidad de información que se está descubriendo está siendo canalizada por los mismos medios de comunicación que han sido cómplices con el silencio ensordecedor que ha existido sobre este tema. Veamos, pues, los datos.
¿Quién obtuvo estos datos?
La investigación conocida ahora como “Panamá Papers” la ha realizado el International Consortium of Investigative Journalists (el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación), que ha sido financiado por varias instituciones estadounidenses tales como la Ford Foundation, el Carnegie Endowment, el Rockefeller Family Fund, la WK Kellog Foundation y la Open Society Foundation (financiada por el filántropo George Soros). Y tal información ha sido canalizada a través de los mayores rotativos a los dos lados del Atlántico Norte, y muy en particular los medios de la Unión Europea y de EEUU, que tienen su propia agenda en la distribución de tal información. En realidad, el periódico alemán Süddeutsche Zeitung (SZ) fue el primer receptor de parte de aquella información que también fue recogida por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, distribuyéndose a partir de entonces a través de The Guardian y otros medios. Son estos medios los que controlan esta información, habiendo mostrado solo una parte de los 11,5 millones de documentos recogidos. Esta situación es particularmente preocupante en España, donde los mayores medios de información tienen una relación muy estrecha, de dependencia financiera, con los grandes bancos del país (como el BBVA, el Santander y otros), bancos que han jugado un papel fundamental en canalizar dinero hacia otros paraísos fiscales, incluyendo Panamá. Es bien conocido que la gran prensa de España carece de diversidad ideológica, consecuencia, en parte, de la dependencia de tales medios de la gran banca que los financia.
La promoción del neoliberalismo por parte de la Gran Prensa y su silencio sobre la Banca
En este país, los grandes bancos, a través de su enorme influencia en los medios de información y persuasión, así como en los centros de investigación y propaganda como las fundaciones y revistas económicas, son los grandes promotores de las políticas neoliberales, incluyendo los recortes de gasto público social con el fin de reducir el déficit público y la deuda pública. A la vez, estos bancos han estado facilitando la utilización de paraísos fiscales para que las grandes empresas, las grandes familias y los super-ricos no paguen impuestos, generando así el déficit público. En realidad, si no hubiera habido este fraude fiscal, no habría habido ninguna necesidad de recortar en servicios públicos como sanidad, educación, servicios domiciliarios y un largo etcétera. El poder de la banca en España es enorme. Y de ahí que les aseguro a los lectores de este artículo que no verán en los medios españoles (incluyendo, naturalmente, los catalanes), tanto públicos como privados, sean escritos, orales o televisivos, un análisis de cómo los grandes bancos juegan un papel clave en el establecimiento de los paraísos fiscales. Esperen y lo verán. Y me sabe muy mal llevar razón en este punto, pero les garantizo que va a haber un silencio ensordecedor sobre cómo el BBVA o el Santander, entre otros (que promueven los recortes), están facilitando que se vaya el dinero a Panamá.
Otras observaciones
Esta canalización de las noticias explica también la gran atención que se ha dado a la figura de Putin, el actual presidente de Rusia, el supuesto enemigo nº 1 de Occidente, que ha sido objeto de un gran ataque mediático, presentándolo como el responsable de la inestabilidad en la Europa oriental y en Siria. He escrito críticamente sobre tal personaje (incluso antes de que colapsara la Unión Soviética) y la clase corrupta que representa, continuadora de aquella que controló el Estado Soviético (ver mi libro Social Security and Medicine in the USSR, escrito en 1977). Como consecuencia de tal crítica, mi libro fue prohibido y yo declarado persona non grata en aquel país. Cualquiera que haya leído mis trabajos sobre la Unión Soviética y su colapso entenderá que Putin no sea santo de mi devoción. Ahora bien, este dirigente ruso no es el único responsable de tales tensiones que estamos viendo en Ucrania o en Siria. En realidad, la mayor parte de las tensiones se derivan del comportamiento de la OTAN. Y entre los aliados de tal organización están algunas de las dictaduras más horribles hoy en el mundo, mucho peores que la rusa, como la de Arabia Saudí, profundamente corruptas, con amplias inversiones no solo en Panamá sino en España, sin que los mayores medios de información y persuasión españoles hayan analizado nunca estas inversiones y estas amistades con el establishment financiero-político-mediático español. Verán ustedes cómo aparecen muchos artículos sobre Putin (cuyo nombre, por cierto, no aparece en ninguno de los papeles) y muy pocos sobre los dirigentes de Arabia Saudí y su relación con los bancos españoles.
Una última observación. Es más que probable que en la lista de nombres que depositaban su dinero en Panamá no aparezcan ciudadanos o residentes estadounidenses, lo cual tiene que ver primordialmente con el hecho de que los paraísos fiscales que utilizan los super-ricos de EEUU están en el propio país (Wyoming, Delaware o Nevada). Los super-ricos estadounidenses no necesitan Panamá, Suiza u otros paraísos conocidos. Los tienen en su propio país. Sería interesante que se analizaran estos paraísos. También se sorprenderían de lo que verían. Pero es probable que tampoco lo vean. La libertad de prensa es la libertad de los que la poseen y controlan. Así de claro.
Vincenç Navarro. Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y ex Catedrático de Economía. Universidad de Barcelona.
Fuente: http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2016/04/11/lo-que-no-se-dice-ni-se-dira-de-los-papeles-de-panama/
la ganancia … panama papers
Panama Papers y los secretos de la ganancia
Paula Bach / Rebelión
El affaire Panama Papers, del que ya mucho se dijo, constituye sólo el emergente de un asunto de bastante mayor envergadura. Una trama que al estilo de las famosas muñecas rusas mamushkas, contiene un episodio adentro del otro. Si se observa desde el suceso más pequeño podría decirse que la mamushka Panamá papers está adentro de la mamushka más grande llamada “paraísos fiscales” que a su vez está dentro de la muñeca mayor que es la cuestión impositiva y cuya gravitación en la economía mundial adoptó especial relevancia desde los años del fin del boom de la segunda posguerra hasta nuestros días. Hacia fines de los años ‘60 y principios de los ‘70, la tributación –cuya historia de fraude acompaña al capitalismo desde los orígenes- empieza a cambiar su fisonomía adquiriendo particular relevancia. La cuestión impositiva –como se verá- resultó uno de los instrumentos del giro neoliberal destinado a incrementar una tasa de ganancia del capital, en descenso por aquel entonces.
¿Qué son los paraísos fiscales?
Se dice que la denominación “paraíso fiscal” proviene de una confusión lingüística. En realidad el término en inglés es “tax haven” que significa literalmente “puerto fiscal” que fue confundido con “tax heaven” que efectivamente significa “paraíso fiscal”. De todas maneras, el término –tal como se generalizó- les sienta bastante bien. Aunque no todos los puertos fiscales son lugares físicamente paradisíacos, gran parte de ellos sí lo son, convirtiéndose en suertes de “dos por uno”. Lugares verdaderamente celestiales para el pequeño puñado de dueños del capital que vive pensando distintas estratagemas para retener y acrecentar la más amplia porción del tiempo de trabajo sustraído al común de los mortales que habita este planeta. El Fondo Monetario Internacional –pretendiendo no emitir juicio de valor- denomina a los paraísos fiscales, Centros Financieros Offshore (CDO) lo que literalmente se puede traducir como centros financieros en el exterior. Pero ¿qué son?
A fin de acercar una definición, nos basamos en algunos aspectos desarrollados en Paraísos fiscales en la globalización financiera y Los paraísos fiscales a discusión. De acuerdo con estos textos existen al menos 18 definiciones distintas de paraíso fiscal y según cuál de ellas se tome por válida, la cantidad de este tipo de entes se incrementa o disminuye. Según Task Justice Network –que utiliza la definición más amplia- existen 73 paraísos fiscales en el mundo. Entre ellos los conocidos Luxemburgo, Andorra, Bahamas, Mónaco o Panamá. Esencialmente se trata de territorios que gozan de un “autogobierno” que les permite determinar su propia regulación en materia fiscal y económica. Esto significa que no tienen que tener necesariamente condición de países por lo que pueden existir territorios al interior de los Estados que posean características de paraíso fiscal. Sólo por acercar algunos ejemplos, Estados Unidos ocupaba en 2015 el tercer puesto por detrás de Suiza y Hong Kong en el ranking de secretismo financiero de Task Justice Network. Delaware, definido por la organización contra la corrupción, Transparencia Internacional, como “refugio para delitos transnacionales”, encabeza la lista de “paraísos fiscales” norteamericanos, seguido de bastante lejos por Nevada, Wyoming y Dakota del Sur. El Reino Unido –otro “país normal” si los hay-, posee cuatro de los principales paraísos fiscales del ranking elaborado por Tax Justice network: Islas Caimán, Jersey, Islas Vírgenes Británicas y Bermuda.
Se trata de enclaves, es decir, territorios con un sistema regulatorio dual, diferente para residentes y extranjeros. A las entidades que se establecen en paraísos fiscales no se les aplica prácticamente ninguna regulación. Los territorios considerados paraísos fiscales reducen la presión impositiva para extranjeros hasta incluso hacerla desaparecer y gozan de una muy laxa normativa financiera. Estos territorios buscan de este modo atraer capitales y suelen producirse desproporciones aberrantes entre cantidad de habitantes, nivel de actividad financiera y actividad económica. Por ejemplo, según El País, Delaware contaba en 2015 con una población de 935.600 habitantes y 1.181.000 sociedades. Dentro de los “inquilinos fiscales” de Delaware se encuentran American Airlines, Apple, Amazon, Coca-Cola, Facebook, General Electric, Google, JP Morgan, Twitter, Visa y Walmart.
Sobre usos y usuarios
Bancos, empresas transnacionales, grupos de empresas e individuos propietarios de voluminosos patrimonios son quienes usufructúan, mediante variados mecanismos, los paraísos fiscales. Siguiendo la descripción de los textos mencionados, estos territorios se utilizan corrientemente para tres tipos de práctica: la elusión, la evasión impositiva y el lavado de dinero. La elusión es una práctica considerada legal mediante la cual las empresas diversifican los territorios donde pagan impuestos buscando minimizar la carga con respecto a lo que pagarían en un único territorio. Por el contrario, la evasión es una práctica ilegal que consiste en no registrar ganancias que formalmente deberían ser gravadas con algún tipo de impuesto. El lavado de dinero es una operación destinada a lograr que los fondos y activos provenientes de actividades ilícitas aparezcan como resultado de actividades lícitas.
En la actualidad, una de las principales actividades de los bancos consiste en la constitución de fondos de inversión colectiva. Dentro de esos fondos los llamados hedge funds –o fondos de cobertura- son instrumentos de inversión financiera con escasa regulación, elevados apalancamiento, exposición al riesgo y rentabilidad. Estos fondos de los cuales el Long Term Capital Management (LTCM) y el mecanismo mediante el cual el financista Soros apostó contra la libra esterlina en 1992 –y la hundió- , son ejemplos resonantes, se constituyen en su mayoría en paraísos fiscales. Su territorio de establecimiento suele ser distinto del de gestión. Para dar una idea, según datos de 2010, el 60% del total de hedge funds se encontraba establecido en paraísos fiscales –el 27% en Delaware- mientras que el 80% operaba en territorio norteamericano y el 20% restante lo hacía mayormente en territorio londinense. Los bancos gestores de estas operaciones pueden crear sucursales y filiales en los “paraísos” en un instante y casi sin requerimientos, a fin de evitar regulaciones estatales. Pero las quiebras o pérdidas recaen sobre la casa matriz y por lo tanto repercuten sobre el país de origen. Esto es lo que sucedió con las hipotecas subprime en 2008, lo que muestra que los “paraísos” jugaron un rol muy importante en el desarrollo de la crisis. Posteriormente gran parte de las pérdidas bancarias fueron asumidas por los Estados con lo cual la banca… siempre gana.
Por su parte, las empresas transnacionales fragmentan sus actividades para maximizar el beneficio. Suelen así tener sus fábricas en un país, sus oficinas en otro, su servicio de tele asistencia en otro y su sede en un paraíso fiscal (como es bien conocido en Argentina el caso del grupo Techint cuya sede está radicada en Luxemburgo). Esta diversificación les permite combinar la mano de obra más barata con los impuestos y costos medioambientales más bajos o los requisitos legales menores. En los “paraísos” también se pueden constituir empresas enteras o Holdings -entidades creadas para ser propietarias de un grupo de empresas- en instantes y casi sin exigencias, manteniendo el secreto bancario que permite la no revelación del verdadero propietario así como la exención de dividendos e intereses cobrados. Además también se puede obtener financiación mucho más barata, se realizan auto préstamos, compras y ventas entre distintas sociedades de una misma firma, entre otras múltiples transacciones que desvirtúan completamente los balances. La empresa Enron, por ejemplo, conocida por sus escándalos contables, utilizó una red de casi 900 sociedades en paraísos fiscales. Las empresas suelen también manipular los precios exportando figuradamente, por ejemplo, a muy bajo precio –y por tanto con baja ganancia y baja tributación- desde una filial a su sede en un “paraíso”. Exportando luego realmente al precio efectivo desde el “paraíso” al lugar de destino pagando muy baja tributación precisamente porque la operación se realiza desde el “paraíso”. También las empresas transnacionales suelen echar mano al mecanismo de las “banderas de conveniencia” que implica registrar distintos barcos en diferentes paraísos fiscales cada uno como una empresa en sí misma, con el objeto de reducir riesgos.
Por último, los patrimonios de las personas con activos líquidos superiores al millón de dólares suelen colocarse en manos de los bancos que cuentan con secciones especializadas para gestionar -o sea revalorizar- grandes fortunas y utilizan los paraísos fiscales como forma preferente. A través de fideicomisos (personas que detentan la propiedad de algo sólo virtualmente) esquivan regulaciones fiscales de sus propios países e incluso las leyes sobre herencia y sucesiones. La banca privada asesora a esas grandes fortunas creando unos complejos entramados de empresas y entidades que ocultan la propiedad, evitando así las posibles inspecciones fiscales (resulta casi una ironía la pretensión del presidente argentino Mauricio Macri de evadir responsabilidades arguyendo que sólo integraba el directorio de una empresa en Bahamas…). A la vez, el dinero sucio proveniente de la corrupción o de cualquier otro tipo de delito en los “paraísos” se fragmenta y se va introduciendo en muchas cuentas corrientes bancarias. En una segunda fase el dinero se dispersa en los mercados financieros para que en una tercera fase de reciclado, se utilice después en la compra de viviendas, creación de empresas o inversiones productivas.
Vale la pena retener sólo un dato resultante de todas estas encantadoras operatorias. Como señala Vigueras en Los paraísos fiscales, para el año 2005, Tax Justice Network calculaba en alrededor de 11.5 billones de dólares el valor de los activos depositados en estos enclaves. El equivalente a un tercio del PBI mundial en aquel año.
Más acá del paraíso (o una gran contratendencia)
Aunque el origen histórico de los “paraísos” resulte bastante lejano en el tiempo –hay quienes ubican sus primeros antecedentes en Mónaco en 1868 y luego en Estados Unidos a fines del siglo XIX-, son muchos los autores que consideran que tal como los conocemos hoy, se remontan en realidad a los años ‘60 y ‘70. Vigueras, por ejemplo, los vincula al mercado de eurodólares primero y petrodólares después, en el contexto del salto de la globalización financiera. Eurodólares y petrodólares se combinaron hacia principios de los años ‘70 forjando una gran masa de capital líquido en los bancos europeos. Esa masa de capital colisionó con las dificultades para la acumulación derivadas de las condiciones del fin del boom de posguerra.
En este marco, la proliferación de los paraísos fiscales se fue desarrollando como un capítulo de las políticas destinadas a mejorar las condiciones generales de la valorización del capital en un contexto de progresivo descenso de la tasa de ganancia. El desarrollo de los “paraísos” acompañó las políticas de liberalización de los mercados financieros, favorecidas además por el derrumbe del sistema de Bretton Woods. Unos años más tarde estas políticas se complementaron con cambios en las prácticas bancarias vigentes en Estados Unidos, reducciones impositivas, entre otras, implementadas por Reagan a partir de los años ’80, muy pronto seguido por otros países centrales como el Reino Unido y Francia.
Este conjunto de políticas tenía un doble propósito. Por un lado facilitaba la circulación internacional del capital para dar rienda suelta a la especulación financiera. Pero por el otro, buscaba mejorar las condiciones para la apropiación del valor creado, en un contexto de caída de la tasa de ganancia. Dos factores que como señalamos en diversas oportunidades, no resultan independientes.
Los petrodólares y eurodólares cuya circulación los “paraísos” facilitaron, fueron a engrosar las deudas externas de los países dependientes y hasta hoy actúan como formas indirectas de extracción de plusvalor a través del reembolso sistemático de las impagables deudas que originaron. A la vez los paraísos contribuyeron y contribuyen a reducir en niveles sorprendentes las cargas fiscales ya extremadamente reducidas más acá de los “paraísos”. Basta tener en cuenta, por ejemplo, que en Estados Unidos y en Reino Unido, según datos de Piketty, las tasas impositivas máximas sobre los ingresos más altos declinaron desde el 70% en la década del ‘70 hasta aproximadamente el 30% una década después.
De modo que no se trata sólo de los paraísos fiscales sino de una maraña de políticas de reducciones impositivas destinadas a incrementar la apropiación de ganancias. De hecho las reducciones impositivas operan “devolviendo” a los poseedores del capital masas de ganancia sustraídas en décadas anteriores y redistribuidas a través del Estado. Cuestión que evidentemente permitió incrementar una tasa de ganancia reducida. En este sentido y en nuestra impresión estas medidas, conjuntamente con el incremento de la explotación del trabajo y la conquista de nuevas áreas para la expansión del capital, actuaron durante las últimas décadas, como tres significativas tendencias contrarrestantes a la caída de la tasa de ganancia. Por eso, parece interesante repensar el affaire Panama Papers a la luz de una situación en la cual una vez más grandes masas de capital enfrentan serios obstáculos para su acumulación ampliada.
brasil
Bienvenido a la lucha de clases
escribe: João Pedro Stedile / El Megafón – CLACSO
Nosotros somos un grupo de militantes, dirigentes, pensadores que soñamos con el socialismo en Brasil. Y estamos en la lucha de clases, entre el primer y el segundo tiempo de un partido de un campeonato que no terminó. Estamos en el vestuario analizando las próximas jugadas.
Es evidente que Brasil vive una grave crisis, una crisis de proyecto. Va mucho más allá del gobierno. La crisis que estamos viviendo es semejante a la del 29, del 60, del 80. Y en estas crisis históricas del país las salidas tardan. Exige una reorganización de las clases. Y es eso lo que está en juego.
Del otro lado, ellos sólo tienen una salida: el regreso del neoliberalismo. Por qué en una crisis – que es una crisis del modo capitalista – necesitan limpiar el terreno para volver a aumentar sus ganancias, acumular y hacer crecer su economía. Pero para eso, tienen que destruir los derechos de los trabajadores, tienen que apropiarse de nuestras riquezas como el petróleo, la minería, el agua, la biodiversidad, los ríos para las hidroeléctricas, para fortalecer así el capital y volver a controlar nuestra economía, subordinándola – como ellos dicen públicamente – a la economía de los Estados Unidos. Ese es su proyecto histórico.
En esta batalla decidieron que para limpiar el terreno, tenían que librarse de algunas trabas. La primera: el gobierno de Dilma (Rousseff), que aunque no sea una gran traba, aún así no les permitía ganar 7 a 1. Además, tenían que desmoralizar a Lula, porque Lula es el fantasma de la clase trabajadora.
Para conseguir esos objetivos armaron un equipo con 3 actores fundamentales. Primero, el poder económico. Hay un enorme poder de los capitalistas que operan a través de sus porta-voces mediáticos. Como dijo Paulinho da Força Sindical (sindicalista y diputado) en su ingenuidad: “Esta sobrando dinero para financiar el impeachment”. Es el capital que compra obispos, jueces, la Red Globo. Hay mucho poder económico en disputa y ellos están moviéndose aunque tienen sus diferencias. No están unidos. ¡Gracias a Dios y a la Dialéctica!
Parte de ellos no acepta la vuelta el neoliberalismo porque empresas como Friboi (de producción de carne) dependen del mercado interno y saben que solo van a recuperar su tasa de ganancia si el pueblo mejora. Esas diferencias entre el poder económico nos benefician. El segundo equipo son los parlamentarios. Es el equipo más sucio. Están entrando sin calzoncillos a la cancha. El origen de la elección de estos parlamentarios es ilegal, ilegítima. Y tercer equipo, es el núcleo ideológico donde está la dirección política del proyecto. Hay en ellos una mezcla. Una mezcla de la derecha del Ministerio Público, la Policía Federal y la Justicia, en alianza con la Red Globo. Usaron la excusa de la corrupción pero también tienen contradicciones: “¿Vamos a sacar a Dilma y después qué hacemos con Cunha? (Eduardo. Presidente de la Cámara de Diputados, investigado por corrupción, segundo en la línea de sucesión presidencial)
¿Del otro lado – el pueblo trabajador – quién tiene a su lado? El gobierno de Dilma que nosotros elegimos y que se pasó dos años haciendo goles en contra. Nosotros ya lo hemos dicho: ¡Basta de hacer goles en contra! Hay que cambiar la política económica a favor del pueblo. Por suerte, ella cambió de entrenador y puso Lula. Y eso ya anuncia nuevas señales.
Del lado de los trabajadores también está la sociedad. Fue la que mejor jugó en estos tiempos. El día que intentaron detener a Lula, en más de 1500 ciudades hubo plenarias de militantes que dijeron “no”. Una sociedad independiente de los partidos, que fue por su propia cuenta. El equipo de la sociedad está jugando bien. El tercero actor son las calles, donde hemos tenido partidos importantes. Ellos salieron el 13 y nosotros se la devolvimos saliendo el 18 y quedó en un 2 a 2. Pero aún no estamos ganando en las calles. Porque la gran masa aún no salió. Todavía está sentada esperando. Está asustada. El desafío que tenemos en las calles, como militantes, es mostrar para esta masa que el problema no es Dilma, ni la corrupción y si, lo que está en juego, es un proyecto del país. Eso es lo que el pueblo tiene que entender. En las calles, aún no ganamos pero hay elementos que pueden cambiar eso. El sábado por la mañana Lula estuvo en Fortaleza y llevó a 100 mil personas a la calle. Ahí está el pueblo. El Sindicato del ABC (en San Pablo) hizo una asamblea con 8 mil trabajadores de las plantas de automóviles. Ahí está el pueblo.
Este es el esfuerzo que tenemos que hacer: salir del vestuario e ir a la cancha con el pueblo. ¡Combinemos una fecha y que la favela ocupe las playas de la Zona Sur, en Río!
Por último, aún tenemos muchas tareas que hacer. Votarán el impeachment. Nosotros tenemos la obligación de frenar el golpe y exigir al gobierno que haga una limpieza en los ministerios, reconocer nuestros errores y mostrarle al pueblo que es un gobierno del pueblo y para el pueblo.
Hay que mantenerse en las calles pero esto no es suficiente. Si el problema de fondo es un proyecto, tenemos que ir delineándolo. Porqué en el 2018 hay elecciones. ¿Cuál es nuestro proyecto? ¿Es solamente Lula 2018? Tenemos que tener un proyecto de país. Y este proyecto de país – en la tradición de izquierda – lo construyen los intelectuales orgánicos de la clase trabajadora, que son ustedes. Empiecen a discutir este proyecto. Es necesario desde ahora ir cambiando la rueda de bicicleta mientras esté en movimiento. Es decir, mientras frenamos el golpe, tenemos que ir pensando en un proyecto de país, hablar con el pueblo y discutirlo con el pueblo, porque el pueblo no es bobo. Ya estamos organizándonos. El Frente Brasil Popular y el MST, vamos a acampar en Brasilia para frenar el golpe. Son campamentos lúdicos, de reflexión donde discutiremos un proyecto de país. Les diremos: “aquí no pasarán”. Y voy a provocarlos con una decisión que ya tomamos en la Asamblea del Frente Brasil Popular en Río Grande do Sul, donde haremos un campamento de legalidad en frente al Palacio Piratini (sede de gobierno), en homenaje a Leonel Brizola. Ustedes en Río de Janeiro, acampen en la Plaza de la Candelaria. ¡No tengan miedo! Tenemos que ser firmes, resistir, hasta sacar del escenario esta estupidez de intento de golpe. Organicémonos para crear un proyecto de país y seguir alerta en las calles. ¡Bienvenidos a la lucha de clases!
[1] João Pedro Stedile es miembro de la la Coordinación Nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil y de Vía Campesina
brasil, dilma
Oh, qué será
escribe: Dr. Isamel Blanco, abogado y analista
Hace unos 25 años en Brasil, descubría un programa de televisión donde un tipo absolutamente enajenado, de apariencia psicópata, relataba hechos policiales de la manera más tenebrosa y morbosa posible, llenos de detalles truculentos llegando al máximo paroxismo de la prensa amarilla. Concluida su narración gritaba locamente clamando por la pena de muerte contra los presuntos victimarios, mientras golpeaba con ensañamiento una fusta contra la mesa, que junto a la silla donde se sentaba formaban su única escenografía.
Para más datos “el programa” se hallaba antes del informativo central de uno de los canales de Río de Janeiro, digamos que era la entrada en calor.
Presumo que esta imagen vino a mí mientras seguía en directo el linchamiento político por parte de la mayoría de los diputados del Brasil a la presidenta Rousseff. Uno, a esta altura no se asombra fácilmente, pero admito que el grado de grosería y salvajismo era digno de competencia para con el enajenado conductor televisivo.
Por estas horas he escuchado a todas las voces que se han referido al tema, de derecha e izquierda del dial y del escenario político. Han surgido opiniones con matices en cuanto a si se está frente a un “golpe parlamentario” o si se está recorriendo un procedimiento constitucional ante un hecho grave.
Si se tratara de esta última hipótesis, como no me guardo opinión sobre el tema ni especulo con las declaraciones de otros, digo que no escuché en la sesión parlamentaria ni un serio fundamento ante tan grave acusación y mucho menos que se acompañara con pruebas para que se sostenga imputación alguna.
Creo que ya pasadas las horas queda en evidencia que el proceso que se lleva adelante es absolutamente forzado y artificial y lo que se busca es destituir a una presidenta no por motivos jurídicos, sino absolutamente políticos. Si mi planteo está en lo cierto, se trata de un hecho gravísimo donde una mayoría parlamentaria circunstancial, utiliza su correlación para sustituir la voluntad mayoritaria de la ciudadanía.
Entonces si no hay fundamento jurídico y lo que hay es solo una coyuntural correlación de fuerzas que hace uso de un instrumento constitucional, estamos ante una situación de abuso y arbitrariedad. No es posible por tanto fundarse en la constitución para tan extrema medida si no existe un indudable bien jurídico lesionado. Por tanto de avanzarse en un juicio político en estas condiciones, aunque no se lo llame “Golpe”: es “Golpe”.
No puedo dejar de traer a colación que en nuestro país también se utilizó un procedimiento constitucional, concretamente el artículo 115 de nuestra Carta Magna para echar del Parlamento a José Germán Araújo. La derecha se sirvió de su correlación de fuerzas, ya que contaba con 2/3 de votos del Senado para aplicar la norma referida. Este hecho marcó una de las mayores vergüenzas de nuestro parlamento cuando se desinvistió a un senador electo por el pueblo acusándolo falazmente de haber cometido el delito de asonada. Un castigo y a la vez un intento de domesticación de la oposición de izquierda en aquellos tiempos no lejanos.
El domingo pasado el mundo pudo ver una farsa, una abominable canallada. La demostración más deplorable de parte de una derecha atorranta, burra y burda y también la de una izquierda absolutamente desbordada, arrinconada y falta de respuestas salvo honrosas excepciones. Me resulta inconcebible aceptar que en nuestras tierras pudiera haberse dado una sesión tan patotera donde el atril permanentemente estuviera rodeado de barras bravas.
A los ojos de todos quedó en evidencia que además de traidores y traidorzuelos, de corruptos y corruptores, de oportunistas y aprovechados de todo tipo había algo peor aún, lo que vimos fue una tremenda demostración de odio, del rencor más absoluto contra lo que en Brasil se ha venido construyendo desde hace más de una década.
Es evidente que lo acontecido en la sesión de diputados donde se votó el “impeachment” a Rousseff, fue una puesta en escena asquerosa, una patraña ruin y despreciable, un espectáculo digno de un circo romano.
Sin embargo me da, que lo sucedido en Brasil nos obliga a un particular análisis que genere el desafío de pensar y reflexionar sobre las razones de la actual crisis política, buscando hallar respuestas claras y concretas que eviten la ambigüedad, la autocompasión o lo peor de todo, la justificación de que las cosas solo sucedieron por la acción de los sectores más reaccionarios y sombríos de ese país.
Nadie puede discutir que en la última década y media en Sudamérica han surgido gobiernos posneoliberales caracterizados por la vuelta al estado de desarrollo social, con particular acento en los criterios distributivos de la economía, con una agenda profunda en derechos, como respuesta a la oscuridad de cerca de 40 años de hegemonía de una derecha devastadora que incluyó a sangrientas dictaduras y que sembró en nuestras sociedades la pobreza, la desigualdad y la persecución.
Y si bien todo esto es cierto, sería contrafáctico negarlo, en esa obra y a la vista de los acontecimientos queda en evidencia que ha faltado ideología, fundamento filosófico y robustez de pensamiento. No hace tanto que he escuchado a encumbrados dirigentes y algún que otro funcionario amanuense destacar y subrayar al pragmatismo y la búsqueda de los resultados sobre la conciencia. Primó el criterio primordialmente asistencial, imperioso en una primera etapa de urgencia, al necesario e imprescindible criterio que surge de la interacción cultural y política que sólo se da desde el llano, desde la organización política y social y nunca desde la burocracia del poder, que da lugar a que medren vicios, desviaciones y patologías letales como la corrupción.
Por estas horas pensaba que lo peor de todo no es que se hayan estancado las economías de nuestros países, al fin y al cabo el desarrollo y los movimientos del capitalismo no están bajo nuestro dominio, lo más preocupante es que se nos hayan estancado las ideas.
fidel castro
El hermano Obama
escribe: Fidel Castro Ruz / Líder histórico de la Revolución Cubana
Los reyes de España nos trajeron a los conquistadores y dueños, cuyas huellas quedaron en los hatos circulares de tierra asignados a los buscadores de oro en las arenas de los ríos, una forma abusiva y bochornosa de explotación cuyos vestigios se pueden divisar desde el aire en muchos lugares del país.
El turismo hoy, en gran parte, consiste en mostrar las delicias de los paisajes y saborear las exquisiteces alimentarias de nuestros mares, y siempre que se comparta con el capital privado de las grandes corporaciones extranjeras, cuyas ganancias si no alcanzan los miles de millones de dólares per cápita no son dignas de atención alguna.
Ya que me vi obligado a mencionar el tema, debo añadir, principalmente para los jóvenes, que pocas personas se percatan de la importancia de tal condición en este momento singular de la historia humana. No diré que el tiempo se ha perdido, pero no vacilo en afirmar que no estamos suficientemente informados, ni ustedes ni nosotros, de los conocimientos y las conciencias que debiéramos tener para enfrentar las realidades que nos desafían. Lo primero a tomar en cuenta es que nuestras vidas son una fracción histórica de segundo, que hay que compartir además con las necesidades vitales de todo ser humano. Una de las características de este es la tendencia a la sobrevaloración de su papel, lo cual contrasta por otro lado con el número extraordinario de personas que encarnan los sueños más elevados.
Nadie, sin embargo, es bueno o es malo por sí mismo. Ninguno de nosotros está diseñado para el papel que debe asumir en la sociedad revolucionaria. En parte, los cubanos tuvimos el privilegio de contar con el ejemplo de José Martí. Me pregunto incluso si tenía que caer o no en Dos Ríos, cuando dijo “para mí es hora”, y cargó contra las fuerzas españolas atrincheradas en una sólida línea de fuego. No quería regresar a Estados Unidos y no había quién lo hiciera regresar. Alguien arrancó algunas hojas de su diario. ¿Quién cargó con esa pérfida culpa, que fue sin duda obra de algún intrigante inescrupuloso? Se conocen diferencias entre los Jefes, pero jamás indisciplinas. “Quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha”, declaró el glorioso líder negro Antonio Maceo. Se reconoce igualmente en Máximo Gómez, el jefe militar más disciplinado y discreto de nuestra historia.
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