Archivo de abril 2009

30
Abr
09

1º DE MAYO

¡SALUD CLASE OBRERA Y

 

TRABAJORES DEL MUNDO!

 

1º de MAYO 2009

 

UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE

 

 

27
Abr
09

eeuu en diálogo con américa latina

OBAMA, GALEANO Y AMERICA LATINA

Por Constanza Moreira |*|

La V Cumbre de las Américas mereció esta semana una atención especial por parte de los medios. Mientras algunos le dedicaron especial atención a sus fracasos (como la imposibilidad de acordar un documento común), los más llamaron la atención sobre los gestos que simbolizaban un cambio de época en la relación entre Estados Unidos y lo que otrora se llamaba su «patio trasero». En particular, «Brecha» dedica dos páginas y una contratapa a lo que significó el regalo de Chávez a Obama: «Las venas abiertas de América Latina», de Eduardo Galeano.

Las expectativas con relación a Obama son muchas, y muchas las desconfianzas. Para buena parte de los latinoamericanos, las diferencias entre administraciones demócratas o republicanas son imperceptibles. Después de todo, ambos partidos apoyaron la guerra contra Irak, impusieron el bloqueo a Cuba y, en nombre de la lucha contra el comunismo, intervinieron directamente en la política latinoamericana. ¿Es Obama más de lo mismo?

Algunos de sus gestos lo diferencian de cualquier administración anterior; en especial, su actitud haca Cuba. Puede pensarse que su tipo de liderazgo es propio de la situación de un Estados Unidos fragilizado por la guerra y debilitado por la crisis financiera. Pero los intentos de cambio de rumbo de su agenda, tanto doméstica como internacional, deben ser tomados en cuenta. Y sin duda estos confrontan a las izquierdas latinoamericanas, cuyas reacciones frente al fenómeno «Obama» dicen mucho sobre sus propias realidades internas.

Los países donde gobiernan partidos, coaliciones o presidentes de izquierda hoy, son muchos, y de muy distintas características. En algunos de ellos se registra un avance importante en la implementación de una agenda que llamaríamos «de izquierda».

En otros, el logro está más vinculado a la forma en que se articulan partidos de izquierda y movimientos sociales, más allá de los alcances de sus agendas.

Existe una diferencia entre la profundidad de las metas, desde una perspectiva de izquierda, y la herramienta política utilizada para llevarlas a cabo. A menudo la propia izquierda subraya su apoyo a una política, pero rechaza la herramienta política utilizada. En otros casos, existe un partido y un movimiento de sustento, pero los logros de agenda son mínimos.

Si observamos los diferentes gobiernos de izquierda en la región hoy, tendremos ejemplos de uno u otro tipo. Comencemos por Chile. Efectivamente hay una coalición que incorpora varios partidos, que es de centroizquierda, que está en el gobierno desde hace mucho tiempo y que enfrenta a una de las derechas más conservadoras de América Latina, con éxito, desde hace ya dos décadas. Sin embargo, sus logros de agenda desde una perspectiva de izquierda no cuentan precisamente entre sus éxitos. A menudo, ni siquiera la propia izquierda latinoamericana se identifica con la Concertación y el ejemplo «chileno» es usado como un ejemplo de éxito de una política «de centro».

Luego, miremos a Argentina. El bloque justicialista en el poder no puede ser identificado como de izquierda, puesto que en su interior hay legisladores de izquierda, de centro y de derecha. De hecho, los propios partidos de la izquierda argentina miran con gran desconfianza al justicialismo. Como herramienta política, dicen, el proyecto de los Kirchner se ha debido apoyar en lo más tradicional del peronismo y del sindicalismo, y fuera de la llamada «transversalidad progresista» que se intentó construir en el primer período de gobierno, en el segundo se ha debido echar mano a todos los recursos, incluyendo las fuerzas de centro y centro-derecha del movimiento. Sin embargo, desde el punto de vista de los logros de agenda, es mucho lo que los gobiernos de Kirchner y Fernández nos han legado. La progresividad de la carga tributaria, especialmente al gran capital, las políticas de incremento salarial y la práctica cuasi «neodesarrollista» de control de la política monetaria para el impulso de la producción nacional, figuran entre las «mejores prácticas» de los gobiernos de izquierda en estos años. A la izquierda no le gusta el proyecto político­partidario de las fuerzas de los Kirchner, pero no tiene más remedio que reconocer sus logros.

Los logros de Venezuela desde el punto de vista, ya no de su agenda interna, sino y sobre todo de su agenda externa (la integración latinoamericana) son los más destacados, y es por esta dedicación a un proyecto de integración latinoamericana que Chávez ingresa a la historia de la izquierda del siglo XX, en la misma o mayor medida que por sus logros nacionales desde el punto de vista de la implementación de un «socialismo del siglo XXI» (y es por esta razón por la que sólo Chávez, y ningún otro, podría entregarle ese libro a Obama). Sin embargo, se discute mucho en la izquierda sobre el proyecto partidario de Chávez, sobre la personalización del poder en Venezuela, sobre la presencia militar en la política doméstica o sobre el mecanismo de reelección indefinida.

Brasil y Uruguay son dos casos donde los partidos en el gobierno, el Partido de los Trabajadores y el Frente Amplio, son citados como ejemplos de una «herramienta política» propiamente de izquierda. Y los méritos no son sólo para el FA y el PT, sino también para los movimientos sociales con los que estos partidos se articulan: el sindicalismo uruguayo y brasileño, y el Movimiento Sin Tierra, entre otros. Sin embargo, son muy discutidos los proyectos llevados a cabo en ambos países y, para una parte de la izquierda, la «tibieza» de sus políticas. En el caso de Brasil, se discute la política económica, se reclama el «debe» de la reforma agraria, se critican las concesiones del PT a sus socios (entre los cuales figuran algunos de los partidos más reaccionarios de Brasil) o su política hacia el sector público. A Uruguay se le cobra la misma forma «atenuada» de su agenda: la no derogación de la Ley de Caducidad, la imposibilidad de parar con el proceso de «extranjerización» no sólo de la tierra sino de sus principales cadenas productivas, la tentación de firmar un TLC con Estados Unidos o la forma ambigua en que se movió en relación al Mercosur.

Correa en Ecuador ha logrado en poco tiempo muchas cosas, incluyendo la introducción en la agenda latinoamericana de la «revisión» de la deuda externa. Sin embargo, su proyecto político-partidario no está resultando muy exitoso y la debilidad del Acuerdo País se muestra en la intención de voto de parlamentarios y jefes provinciales para la próxima elección.

En síntesis: no hay uno, sino varios proyectos de izquierda en América Latina: en algunos es admirable la construcción política que los sustenta y, en otros, la audacia de su proyecto. Cada uno, sin embargo, tiene un legado para dejar en esta historia de la izquierda latinoamericana que se está construyendo. E inevitablemente esta historia incluye, como un espejo, a Estados Unidos.

En «La estructura contemporánea del despojo» (el último capítulo de «Las venas abiertas…») Galeano advierte sobre las presiones de nuestros acreedores para que «los países latinoamericanos remodelen su economía y sus finanzas en función del pago de la deuda externa». Esta advertencia sigue vigente hoy ya que será nuevamente el FMI quien estará destinado al «rescate» de las economías que entren en crisis como resultado de la recesión mundial augurada para 2009. Obama está en el centro de esta crisis, y es uno de quienes apelan a los organismos multilaterales de crédito a «armarse» para poder tener créditos disponibles para los países más pobres. Pero, ¿cuáles serán las condiciones de estos créditos, si estos préstamos se condicionan a paquetes de políticas que tienen, como principal objetivo, que los préstamos se devuelvan?

Galeano advierte también sobre «el desarme arancelario, que va librando gradualmente la circulación de mercancías dentro del área de la Alalc, destinado a reorganizar, en beneficio de las grandes corporaciones multinacionales, la distribución de los centros de producción y los mercados de América Latina». No en balde es el inventor del ALBA y principal detractor del ALCA, Chávez, quien le regala este libro a Obama.

Obama, mientras tanto, recibe libros, escucha, enfrenta críticas desde adentro y abre la posibilidad de un diálogo con esa América Latina cuya integración hoy trata de no ser, al decir de Galeano, «bajo la bandera de las barras y las estrellas».

|*| Politóloga. Universidad de la República

 

26
Abr
09

El retorno de Calígula

Por Carlos Aparicio – Abogado

Involuntariamente el Uruguay quedó como protagonista de un nuevo relacionamiento interamericano. El presidente venezolano Chávez regaló al presidente Obama de Estados Unidos quien aceptó un ejemplar de la obra del Uruguayo Galeano «Las Venas Abiertas de América Latina».

 

El libro del historiador Galeano, fue catapultado a lo primeros lugares de venta en los Estados Unidos, y la edición en inglés se agotó rápidamente. También en el resto del mundo, donde la obra es más conocida y apreciada, tuvo un aumento en sus ventas.

Se trata de una obra histórica excelente, escrita con un estilo claro e incisivo, donde se detallan importantes derrotas y humillaciones sufridas por el subcontinente latinoamericano. Solo tiene un defecto, y es que una gran parte de los supuestos de la obra, están equivocados o son sencillamente insuficientes.

El imperialismo norteamericano sería el responsable de las miserias de los latinoamericanos, pero no explica satisfactoriamente como es posible que el imperialismo norteamericano, produzca miseria en México, y súper desarrollo en Canadá dos países con igual potencial en el momento de asomar al desarrollo económico luego de la guerra mundial. Tampoco se explica como dos víctimas de la rapacidad imperialista internacional, como Uruguay y Nueva Zelanda, reaccionan en forma tan diferente, produciendo pobreza en Uruguay y riqueza en Nueva Zelanda. Lo mismo cabría decir del binomio Argentina – Australia, donde los australianos se desarrollan a pasos agigantados, mientras que los argentinos se estancan.

Hace tiempo ya que desde la academia tanto norteamericana, como del sur, se han dado cuenta que hay que buscar en otros lados si se quiere encontrar las razones del infinito sufrimiento de los pueblos de América Latina.

El lugar donde habría que buscar en primer lugar es en las instituciones. En efecto, las instituciones latinoamericanas son defectuosas, sino en su formulación, al menos en su aplicación práctica.

Las instituciones americanas, tanto del norte como del sur tienen un tronco común, que tiene una temprana formulación en las primeras constituciones políticas generalmente inspiradas en la Constitución de Filadelfia.

Los norteamericanos fueron más fieles con los principios, mientras que en el Sur, esos principios liberales (no neoliberales) no fueron respetados.

 

En los hechos, por citar solo un caso notorio, todo el sistema represivo de la mayoría de los pueblos de América Latina, está presidido por el Código Penal Rocco, que representa en forma prístina la ideología del fascismo de Mussolini. Esto sería solo una anécdota sino fuera porque el sistema penal, configura la base de una especie de reloj de péndulo entre dictadura y democracia que viene desde la fundación de nuestras repúblicas provocando pobreza y subdesarrollo.

El derecho penal de la Italia fascista se inspira en el derecho romano, aspecto legal del imperio romano que fue una de las potencias más despóticas de la Tierra, y la afición de los juristas latinoamericanos por el derecho romano ha torcido todos los principios fundacionales americanos comunes. Los mecanismos de participación han sido anulados en su mayoría, incluso los jurados populares la elección de jueces y policías, y otras formas descentralizadas de decisión.

 

Si bien en algún momento hubo dudas sobre estos temas, hoy se conocen bien los caminos de la pobreza. Larry Sidentopp en su obra Democracy en Europe, expresa que el derecho romano es la primera fuerza que ha dificultado que la democracia se afiance en la propia Europa. En el mismo sentido Winston Churchill en su Historia de los pueblos de habla inglesa, responsabiliza al derecho romano y a los juristas-cortesanos que lo siguen en cuanto a los fracasos democráticos.

Esto ha sido hoy superado por la separación de potencias europeas de importantes principios romanistas. España y Portugal tienen hoy un proceso penal que es un modelo incluso para los propios ingleses y norteamericanos.

Decir que una buena parte del subdesarrollo y la miseria de América Latina está estrechamente vinculada con instituciones propias con las cuales tienen muy poco que ver los norteamericanos, no quiere decir que los norteamericanos carezcan de toda responsabilidad por este estado de cosas.

Existe al menos un doble discurso del Departamento de Estado sobre el tema. En un discurso se expresa una actitud de ayuda y profunda consternación por el estado de las instituciones en América Latina; en el otro discurso, más realista, se expresa que cada nación debiera cuidar sus propias espaldas y que la democracia no puede imponerse a la fuerza.

Un artículo de Internet de un señor Iván Guillermo Vargas publicado en 28/06/2006 (Sappiens.com) se llama sugestivamente: El papel de la enseñanza del derecho romano en América Latina, como derecho de resistencia antiimperialista. Allí puede leerse: si nos dirigimos ahora a la República del Uruguay, tenemos que destacar el esfuerzo realizado por las escuelas de derecho hace ya varios años, en donde se decidió hacer un alto en el camino para autoevaluarse y preguntarse ¿a dónde se quería llegar?

 

Concluye este autor en que el derecho romano sería una pieza clave en la resistencia antiimperialista. O sea que se convoca directamente a los césares nada menos para restaurar las antiliberales democracias de América Latina.

Es posible que en el momento en que se escriben estas líneas, el presidente norteamericano esté leyendo a un autor uruguayo de la jerarquía de Galeano, y que nada menos que una nueva era interamericana podría estar gestándose.

Sin embargo, debiera tener presente que el tema de Las venas de América Latina, es algo más complicado de lo que está en ese libro.

26
Abr
09

Murga, rock y candombe contra la impunidad

Explosión de alegría  juvenil en la Universidad

 

Una multitud se reunió en las históricas puertas de la Universidad de la República para vivir el festejo de un trabajo minucioso, paciente, con conciencia y perseverancia, que desembocó en un objetivo claro, tan anhelado pero posible al fin: llegar al plebiscito para anular la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado.

Todo estaba pronto, el escenario, los artistas que se sumaron, la gente que felizmente esperaba, y por sobre todas las cosas, las firmas para dejar sin efecto esta Ley, que fueron entregadas ayer de tarde en el Palacio Legislativo por la Coordinadora.

El escenario, ubicado en diagonal al callejón de la institución vio pasar a varios artistas uruguayos. La apertura de la noche estuvo a cargo de la cuerda de tambores de mujeres del Parque Rodó, La Melaza, tan significativa porque desde hace cuatro años ha ganado su espacio, y porque siempre muestra su apoyo en materia de equidad, género y justicia social. Muchos de los organizadores de este merecido festejo, encabezaron la cuerda y desfilaron desde el costado de la Universidad, por Eduardo Acevedo, hasta el pie del escenario. El evento se hizo posible gracias a la Comisión de Derechos Humanos, de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUU) con el apoyo de la Coordinadora Nacional para la anulación de la Ley de Caducidad.

Un estudiante de Bellas Artes, fue quien realizó el telón que cubría el fondo del escenario que decía «Estamos haciendo historia, ya firmamos, en octubre votamos Sí». La presentación de los espectáculos estuvo a cargo de Marcelo Galli, Mariana Licandro (quien habló en el primer acto que se realizó en 2005 cuando se pensó en recolectar las firmas), y saludaron especialmente al escritor Mario Benedetti, quien históricamente ha defendido y luchado por los derechos humanos.

El evento se desarrolló con total tranquilidad, respeto y tolerancia, y se pudo disfrutar de un menú artístico variado, pero unido bajo una misma consigna.

La Chancha, La Teja Pride, La Precaria Sociedad, Don Nadie, Cuatro Pesos de Propina y, el eterno comprometido y reconocido Daniel Viglietti, actuaron para esa cuadra repleta de gente en la calle, que se expresará en octubre, cuando haya que votar a favor de la anulación de la Ley de Caducidad.

 

24
Abr
09

ddhh, las 320 mil firmas y el presidente tabaré vázquez

Contundente. Afirmó en Costa Rica que espera que el pueblo anule la Ley de Caducidad en octubre

Tabaré Vázquez: «Uruguay no se merece tener una ley de impunidad»

El presidente de la República, Tabaré Vázquez, se pronunció absolutamente en contra de la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado. Expresó que el pueblo uruguayo no merece tener una ley de impunidad, y remarcó que aguarda que el pueblo la anule.

 

 

 

«En lo personal, considero que el pueblo uruguayo no se merece tener una ley de impunidad como la que tenemos. Estoy absolutamente en contra de ella», dijo ayer Vázquez en Costa Rica durante una conferencia de prensa que brindó junto al Presidente del país centroamericano, Oscar Arias, en el marco de una visita de Estado a la capital de dicho país.

Durante una breve intervención de 3 minutos y medios, Vázquez aclaró que debía separar claramente dos planos: «El personal, en lo que me compete, y el plano institucional como Presidente de la República». En tal sentido, dijo que en lo personal, «Uruguay y su pueblo no merecen tener una ley de impunidad como la que tiene». «Estoy absolutamente en contra de esta ley de impunidad, de la Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado. No desde ahora, sino desde el momento en que se creó la Comisión Nacional por el voto verde que yo integré para tratar de anular esta ley en un plebiscito que luego se perdió», dijo Vázquez en conferencia. Además, la considera «claramente inconstitucional».

El mandatario recordó que en más de una ocasión se pronunció sobre la inconstitucionalidad de la norma desde la Presidencia de la República. «Espero fervientemente, como ciudadano uruguayo, que el pueblo anule esta ley en la próxima consulta popular de octubre», dijo el jefe de Estado. A la vez, resaltó: «Quiero que esto quede bien claro, yo no firmé para anular la ley, porque además de ciudadano y persona tengo responsabilidades como institución y como Presidente». A continuación expresó su posición sobre la norma como máximo mandatario. En tal sentido, dijo que llegó a la Presidencia con un programa de gobierno sustentado por su fuerza política. «El Frente Amplio en su Congreso de diciembre de 2003 resolvió, y así está escrito, que si se llegaba al gobierno iba a hacer cumplir esta ley en su totalidad y especialmente el artículo 4º, que establece la obligatoriedad del Poder Judicial de investigar el destino de los ciudadanos detenidos desaparecidos durante la dictadura y de los niños desaparecidos», remarcó Vázquez. En tal sentido, añadió que durante la campaña electoral recorrió el país difundiendo el programa del Frente Amplio el cual se ha cumplido. «Mientras la ley esté, debemos cumplirla, como debemos cumplir estrictamente con la Constitución y con la Ley. Así nos comprometimos y lo dijimos cuando asumimos el gobierno: dentro de la Constitución y la Ley todo, fuera de la Constitución y la Ley, nada».

Vázquez aseguró que como Presidente ha cumplido con la ley, y acotó que dicho cumplimiento ha permitido que «los militares involucrados en la dictadura estén hoy detenidos y también los civiles Juan María Bordaberry, quien fuera presidente de facto, y su canciller, Juan Carlos Blanco.

Añadió que la norma le ha permitido al gobierno «ingresar a los cuarteles para buscar cementerios clandestinos de ciudadanos desaparecidos», gracias a lo cual se han encontrado «restos de uruguayos» desaparecidos durante el período dictatorial. Aseguró que el gobierno seguirá en esa dirección, con respeto a la Ley y a la Constitución.

«Pero como persona, apoyo totalmente la recolección de firmas para lograr la anulación de esta ley», reiteró el mandatario. Se trata de la primera vez, desde que Vázquez asumió el gobierno, que se pronuncia públicamente a favor de anular la ley de impunidad a través de una convocatoria popular a pesar de que en reiteradas oportunidades se refirió a la norma (ver nota aparte). Las afirmaciones del jefe de Estado se produjeron horas antes de que la Coordinadora Nacional por la Nulidad de la Ley de Caducidad presente (hoy a la hora 17:00) ante la Asamblea General más de 300.000 firmas para habilitar un referéndum junto a las próximas elecciones nacionales del último domingo de octubre (ver página 2). Inmediatas reacciones

El integrante de la Coordinadora Nacional por la Nulidad de la Ley de Caducidad, Luis Puig, expresó su satisfacción por las declaraciones del presidente Tabaré Vázquez, a quien catalogó como «un demócrata que sabe escuchar a su pueblo».

«Estas declaraciones de Tabaré no nos sorprenden, porque es un demócrata que ha luchado siempre contra la Ley de Caducidad y demuestra que es un Presidente que sabe escuchar a su pueblo y que el pueblo está diciendo que hay que anular la Ley de Caducidad», afirmó Puig.

Agregó que esta postura de Vázquez «nos alegra profundamente y expresa a la enorme cantidad de los urugayos, no sólo ciudadanos frenteamplistas, sino blancos, colorados e independientes que tienen una reserva democrática y nos parece reflejan el sentimieno colectivo del pueblo uruguayo».

Por su parte, el abogado Oscar López Goldaracena, integrante de la citada Coordinadora, dijo que el Presidente «habló como jefe de Estado, y como tal, la única forma para que el Estado cumpla con la ley es anularla». El activista también instó a que «se genere una política de Estado sobre DDHH en la cual no tenga cabida la impunidad y que rija un Estado de derecho pleno y no rengo».

 

23
Abr
09

escribe fidel castro

La Cumbre y la mentira Algunas de las cosas que me dijo Daniel serían difíciles de creer si no fuera él quien las cuenta y no fuera una Cumbre de las Américas donde ocurrieron. Lo insólito es que no hubo tal consenso sobre el documento final. El grupo del ALBA no lo suscribió; así lo hizo constar en el último intercambio con Obama en presencia de Manning y los demás líderes en la mañana del 19 de abril. En esa reunión hablaron Chávez, Evo y Daniel sobre el tema con absoluta claridad. Me había parecido que Daniel expresó una queja amarga cuando, el día de la inauguración de la Cumbre, dijo en su discurso: «… Pienso que el tiempo que me estoy tomando es mucho menor que el que me tuve que tomar, tres horas, esperando en el aeropuerto dentro del avión.» Se lo pregunté y me contó que seis dirigentes de alto nivel tuvieron que esperar en la pista: Lula, de Brasil; Harper, de Canadá; Bachelet, de Chile; Evo, de Bolivia; Calderón, de México y él, que era el sexto. ¿Motivo? Los organizadores, en un acto de adulonería, lo decidieron así para recibir al Presidente de Estados Unidos. Daniel permaneció las 3 horas dentro del caluroso avión de LACSA, al ser retenido en el aeropuerto bajo sol radiante del Trópico. Me explicó el comportamiento de los principales líderes presentes en la Cumbre, los problemas fundamentales y específicos de cada uno de los países de América Latina y el Caribe. No se le vio rencoroso. Estaba seguro, tranquilo y comprensivo. Recordé los tiempos de la guerra sucia de Reagan, las miles de armas lanzadas por este contra Nicaragua, las decenas de miles de muertos, el minado de los puertos, la utilización de las drogas por parte del gobierno de Estados Unidos para burlar las disposiciones del Congreso, prohibiendo fondos para financiar aquella cínica guerra. No pasamos por alto la criminal invasión a Panamá ordenada por Bush padre, la horrible matanza de El Chorrillo, los miles de panameños muertos, la invasión de la pequeña Granada con la complicidad de otros gobiernos de la región, hechos bastante recientes en la trágica historia en nuestro hemisferio. En cada uno de los crímenes estaba la mano peluda de la OEA, principal cómplice de las brutales acciones de la gran potencia militar y económica contra nuestros empobrecidos pueblos. Me narró el daño que el narcotráfico y el crimen organizado ocasionan a los países de Centroamérica, el tráfico de armas norteamericanas, el inmenso mercado que impulsa esa actividad tan nociva para las naciones de América Latina y el Caribe. Me contó las posibilidades geotérmicas de Centroamérica como un recurso natural de gran valor. Considera que Nicaragua, por esa vía, podría alcanzar una capacidad de generación equivalente a dos millones de kilowatt/hora. Hoy su capacidad total de generación eléctrica, incluidas las diversas fuentes de energía, apenas alcanza 700 mil kilowatt/hora y son frecuentes los apagones. Habló de la capacidad de Nicaragua para producir alimentos, del precio de la leche que se distribuye a un tercio de lo que cobran en Estados Unidos, aunque los salarios en este país son decenas de veces más altos. En torno a esto y a otros temas prácticos giró nuestra conversación. En ningún instante lo vi rencoroso y menos aún sugerir medidas extremistas en el tema económico. Está bien informado y analiza con gran realismo lo que puede y debe hacerse. Le expliqué que muchas personas en nuestro país no habían podido escuchar su discurso por cuestiones de horario y la falta de información oportuna en torno a la Cumbre, que por ello le pedía que aceptara explicar, en un programa televisivo, los temas de más interés relacionados con la Cumbre de las Américas, a un panel integrado por tres jóvenes periodistas, los que con seguridad interesarán a muchos latinoamericanos, caribeños, norteamericanos y canadienses. Daniel conoce muchas posibilidades concretas de mejorar las condiciones de vida del pueblo de Nicaragua, uno de los cinco países más pobres del hemisferio, como consecuencia de las intervenciones y el saqueo de Estados Unidos. Le agradó la victoria de Obama y lo observó bien en la Cumbre. No le gustó su comportamiento en la reunión. «Se movía por todas partes —me dijo— buscando a las personas para influir sobre ellas, sugestionándolas con su poder y sus halagos.» Desde luego que para un observador a distancia, como era mi caso, se percibía una estrategia concertada para exaltar las posiciones más afines a los intereses de Estados Unidos y más opuestas a las políticas partidarias de los cambios sociales, la unidad y la soberanía de nuestros pueblos. Lo peor, a mi juicio, fue la maniobra de presentar una declaración supuestamente apoyada por todos. El bloqueo a Cuba ni siquiera se mencionó en la Declaración Final, y el Presidente de Estados Unidos la utilizó para justificar sus acciones y encubrir supuestas concesiones de su Administración a Cuba. Nosotros comprenderíamos mejor las limitaciones reales que el nuevo Presidente de Estados Unidos tiene para introducir cambios en la política de su país hacia nuestra patria, que el uso de la mentira para justificar sus acciones. ¿Debemos aplaudir, acaso, la agresión de nuestro espacio televisivo y radial, el uso de tecnologías sofisticadas para invadir ese espacio desde grandes alturas y aplicar la misma política de Bush contra Cuba? ¿Debemos aceptar el derecho de Estados Unidos para mantener el bloqueo durante un periodo geológico hasta traer la democracia capitalista a Cuba? Obama confiesa que los líderes de los países latinoamericanos y caribeños le hablan en todas partes de los servicios de los médicos cubanos, y expresa sin embargo que: «… Esto es un recordatorio para nosotros en los Estados Unidos de que si nuestra única interacción con muchos países es la lucha contra la droga, si nuestra única interacción es militar, entonces es posible que no estemos desarrollando conexiones que con el tiempo puedan aumentar nuestra influencia y tener un efecto beneficioso cuando tengamos necesidad de hacer avanzar políticas de nuestro interés en la región.» En el subconsciente, Obama comprende que Cuba goza de prestigio por los servicios de sus médicos en la región y hasta le da más importancia que nosotros mismos. Tal vez ni siquiera le han informado que Cuba envió sus médicos no solo a la América Latina y el Caribe, sino también a numerosos países de África, a países asiáticos, en situación de catástrofes, a pequeñas islitas de Oceanía como Timor Leste y Kiribati, amenazadas de quedar bajo las aguas si el clima cambia, e incluso ofreció enviar, en cuestión de horas, una brigada médica completa para socorrer a las víctimas de Katrina cuando gran parte de Nueva Orleáns quedó desamparada bajo las aguas y habrían podido salvar muchas vidas. Miles de jóvenes seleccionados de otros países han sido formados como médicos en Cuba, decenas de miles más se están preparando. Pero no solo en el campo de la salud hemos cooperado, también en el de la educación, el deporte, la ciencia, la cultura, el ahorro de energía, la repoblación forestal, la protección del medio ambiente y otros campos. Los órganos de Naciones Unidas podrían dar testimonio de esto. Algo más: sangre de patriotas cubanos se derramó en la lucha contra los últimos baluartes del colonialismo en África y la derrota del Apartheid, aliado de Estados Unidos. Lo más importante de todo, ya lo dijo Daniel en la Cumbre, es la ausencia total de condicionalidad en el aporte de Cuba, la pequeña Isla que Estados Unidos bloquea. No lo hicimos buscando influencias y apoyo. Fueron los principios que sustentan nuestra lucha y nuestra resistencia. El índice de mortalidad infantil en Cuba es menor que el de Estados Unidos; hace mucho rato no hay analfabetos; los niños blancos, negros o mestizos asisten todos los días a la escuela, disponen de iguales posibilidades de estudio, incluidos los que requieren educación especial. Hemos alcanzado no toda la justicia, pero sí el máximo de justicia posible. Todos los miembros de la Asamblea Nacional son postulados y elegidos por el pueblo, vota más del 90% de la población con derecho a votar. No hemos solicitado la democracia capitalista en la que usted se formó y en la cual sinceramente y con todo derecho cree. No pretendemos exportar nuestro sistema político a Estados Unidos. Fidel Castro Ruz Abril 22 de 2009 12 y 53 p.m.

21
Abr
09

obama y nuestros presidentes

EDITORIAL

Obama el simpático ¿y algo más?

 

En materia internacional la reunión de la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, centró la atención mundial: era la primera vez que un presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunía con los presidentes de Latinoamérica y el Caribe.

Los días previos fueron complejos. Es que desde nuestra América se mira con desconfianza las acciones y el pensamiento de un primer mandatario estadounidense. Razones hay y de sobra, solo basta leer Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, para comprender lo dramático que han sido las relaciones con Estados Unidos.

Justamente estamos ante el libro que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le regaló a Obama, provocando un verdadero deshielo con el presidente estadounidense, que entre sorprendido y sin saber el contenido del libro, lo aceptó gustoso.

De ahí en más, la reunión con los presidentes integrantes de la Unasur se tornó apacible, permitiendo espacios para la broma de los primeros mandatarios. Algo que no ocurrió en la anterior Cumbre.

Es cierto que no hubo acuerdos en muchos aspectos entre los integrantes de la Unasur y Obama, como son el caso Cuba y la crisis económica internacional, pero por primera vez los que vivimos al sur del Río Bravo sentimos que se está ante una personalidad sumamente interesante, con gran capacidad de diálogo, que no llegó a la reunión para imponer, sino para escuchar al diferente, al que piensa distinto, manejándose con libertad ante la diversidad de pensamientos y de experiencias.

En apenas 48 horas todos nos dimos cuenta que hay una posibilidad de tejer con el nuevo líder de la mayor potencia mundial, un nuevo tipo de relacionamiento.

El mayor error sería dejar aislado a Obama, porque ya desde el Partido Republicano se desataron críticas porque se estrechó la mano con Chávez.

Republicanos, la derecha más conservadora de ese país, que en Uruguay tuvo como vocero al diario El País, que tituló: «Obama recibe fuertes críticas. Objetan en Estados Unidos su actitud amistosa con Hugo Chávez», como si ese título fuera el balance último de una reunión en la que predominaron los buenos modales y el diálogo.

Nadie puede esperar que la relación con Estados Unidos vaya a mejorar sustancialmente en cuestión de días. Seguramente habrán avances y retrocesos y hasta puede ocurrir que fracase esta nueva época que pareció surgir en Trinidad y Tobago.

En la próxima reunión de la OEA, cuando se vuelva a estudiar el caso Cuba y el fin del bloqueo, tendremos nuevos elementos para el análisis y así nos podremos acercar aún más en la comprensión de este presidente de Estados Unidos que no anda por nuestras tierras con la pistola al cinto y que dice que no va a alterar los procesos democráticos que se han instalado con el triunfo de gobiernos progresistas por estos lares.

Como dijo ayer el senador Alberto Couriel en 1410 AM LIBRE: «Obama es un presidente que genera simpatía». Veremos

20
Abr
09

elecciones internas y perfiles

LIDERES, PROGRAMAS Y PARTIDOS

Por Constanza Moreira |*|

En el año 2007, una encuesta realizada en Uruguay preguntó a las personas cuál era la finalidad o motivo principal por el que habían votado en las últimas elecciones. Se le dieron cuatro opciones. Una era: «voto por el líder»; otra era «voto por el partido», y finalmente, «voto por el programa». Por las dudas, se le dejó una cuarta opción: «voto porque es obligatorio», y el 12% de las personas optó por ella.

Uno de cada cuatro uruguayos declaró que votaba por programa de gobierno (37%), y uno de cada cinco, que votaba por el partido (22%).

La importancia del líder en el voto (13%) no fue muy superior a la condición de obligatoriedad del voto (como señalamos al principio, 12%).

Así, los líderes no parecen lo determinante en el comportamiento electoral de los uruguayos, si nos atenemos a lo que ellos mismos manifiestan.

¿Por qué entonces es lo que dicen o hacen los líderes lo que ocupa la primera plana de los diarios? ¿Por qué todo el tiempo estamos hablando de los candidatos? ¿Por qué no hablamos del programa de cada partido, o de las diferencias programáticas entre ellos? En buena medida, la elección de junio es la que nos confronta a eso. Esta forma de elegir los candidatos, tardía en la historia del sistema electoral uruguayo (se aplica desde la reforma constitucional de 1996), implica una jerarquización del liderazgo en los partidos. La misma reforma constitucional introdujo, además, otro elemento importante para la jerarquización de los liderazgos, en este caso del Presidente de la República: el balotaje o segunda vuelta. Así, nos aseguramos que el Presidente deba no solamente tener la máxima popularidad en el electorado de su partido, sino que compitiendo con otro, deba tener la máxima popularidad en el electorado en general. En síntesis: la reforma constitucional de 1996 tendió a reforzar el papel de los liderazgos en la política uruguaya.

¿Cuán importantes son los líderes en la política uruguaya? Si uno presta atención a los resultados de la encuesta, diría que poco: el peso del líder como motivo del voto entre el electorado uruguayo no es superior al peso que tiene el programa, o el partido. Pero los porcentajes totales de respuesta en la encuesta de 2007 encubren diferencias significativas si uno mira los datos según la intención de voto por partido. Es decir, las respuestas son muy diferentes según conteste alguien que votó al Partido Colorado, al Partido Nacional, o al Frente Amplio.

Entre los electores del Partido Nacional los liderazgos asumen más importancia, aunque distan de estar en el primer lugar de menciones. Entre los nacionalistas, al igual que entre los colorados, el voto «por el partido» es la respuesta más frecuente (34%), y le sigue el «voto por el programa» (24%). Pero los nacionalistas mencionan más el liderazgo como motivo de su elección que los votantes de otros partidos: entre ellos, este porcentaje llega al 22%. Es probablemente por esta razón, por la que, desde que existen elecciones internas, el Partido Nacional no solamente tiene una alta concurrencia a votar, sino que ha ofrecido internas como le llamamos «competitivas» en todas las ocasiones (a diferencia del FA o del PC).

Entre los electores del Partido Colorado, lo más importante es el propio partido: la mitad de quienes votaron al partido Colorado en las últimas elecciones contesta que la principal motivación para votar fue la lealtad a la propia divisa. Y algunas propagandas políticas hoy, en un momento en que la intención de voto del Partido Colorado es la más baja de su historia, dan cuenta de esto. En particular, una que dice: «volvé a casa», y se refiere a los votos colorados que se van, presumiblemente, a los candidatos del Partido Nacional. La frase: «volvé a casa» tiene que ver con un reclamo por esa adhesión, que los colorados tienen en mayor medida que cualquier otro, al partido como tal. El «programa de gobierno» es mencionado por la quinta parte de los votantes colorados como la razón de voto. Votar por «el líder» es mencionado por un 13%, al igual que en el promedio general.

Pero es entre los electores del Frente Amplio entre los cuales el tema del programa importa más, y el de los liderazgos importa menos. El 60% de quienes votaron al Frente Amplio en la elección pasada dicen que lo votaron por «el programa». Un 20% dice que voto «por el partido», y sólo un 11% dice que votó «por el líder».

Diversas razones pueden aducirse para dar cuenta de esta diferencia entre el votante, pero baste mencionar la más simple: los orígenes del Frente Amplio, por muy plurideológico y pluriclasista que hoy sea, reflejan las características de los antiguos partidos socialistas, que se constituyeron en las primeras manifestaciones orgánicas de partidos «de masa» en la vieja Europa.

Robert Michels, observando el comportamiento del Partido Socialista Democrático alemán, y de los propios sindicatos proletarios en 1915, señala que la izquierda es hija del ideal de soberanía popular, del ideal de soberanía «de las masas». Este ideal encarnado en Rousseau, es de defensa de una soberanía popular que nunca debería ser delegada en sus representantes. Y es exactamente esto a lo que se refiere Artigas, cuando dice «mi autoridad cede ante vuestra presencia soberana». Este ideal de una igual participación de los integrantes del partido en las cosas que son comunes, es lo que ha hecho a la estructura del Frente Amplio tan compleja, tan ramificada, y diferente a la de los otros partidos uruguayos.

El propio Michels señala que en los días de infancia del socialismo, todos los órganos ejecutivos desempeñaban un papel simplemente subordinado a la voluntad general, y un presidente o un parlamentario o un ministro eran simplemente «funcionarios públicos» de esta voluntad. Pero todas las organizaciones, señala este autor, tienden a generar una oligarquía interna: un núcleo decisorio, especializado en temas, con un saber técnico diferente al de «la masa». Con el tiempo, dice Michels, este grupo decisorio, portador de un saber «especial», usurpará a la soberanía popular las decisiones que le competen. Si esto pasa en los partidos «socialistas», ¿qué se puede esperar de los conservadores?, señala el autor.

De todos los procesos de «oligarquización» de los partidos, para Michels, la personalización del poder, no es más que una fase ­superior- del proceso. Claro está que para él, este proceso e inherente a toda organización en general, y a toda organización política en particular. Es inevitable.

Los datos presentados en esta columna sobre las preferencias de los uruguayos deben llamarnos la atención sobre algo que en Uruguay todavía pasa en forma más limitada, o restringida. Las adhesiones a líderes son inevitables en la política, puesto que una persona encarna mejor una idea, que varias páginas de un programa. Aún así, las preferencias de los uruguayos siguen siendo más ideológicas o partidarias, que orientadas a liderazgos. Si siguiéramos a Michels, y su análisis, este estadio de «inocencia» política, debiera ser conservado, a despecho de que las sucesivas reformas electorales han operado en el sentido contrario.

|*| Politóloga. Universidad de la República

 

19
Abr
09

refexiones de fidel

 

Militares con criterios acertados

(Tomado de CubaDebate)

No se sabe cuántas personas en Estados Unidos le escriben a Obama y cuántos temas diferentes le plantean. Es evidente que no puede leer todas las cartas y abordar cada uno de los asuntos, porque no le alcanzarían las 24 horas del día y los 365 días del año. Lo que sí es seguro es que los asesores, apoyados por las computadoras, equipos electrónicos y celulares responden todas las cartas. Su contenido será registrado y existen de antemano las respuestas apoyadas en múltiples declaraciones del nuevo Presidente durante su campaña por la postulación y la elección.

De todas formas, las cartas influyen y tienen un peso en la política de Estados Unidos ya que no se trata, en este caso, de un político corrupto, mentiroso e ignorante como su predecesor, que odiaba los avances sociales del New Deal.

Por ello fijé mi atención en un cable publicado ayer 14 de abril, procedente de Washington, suscrito por la agencia de noticias DPA:

«Un grupo de altos militares retirados estadounidenses instó al presidente Barack Obama a ‘apoyar y firmar’ una Ley para acabar con la prohibición de viajar a Cuba de todos los norteamericanos, argumentando que el embargo contra la isla no sirve a los propósitos políticos y de seguridad de Washington.

«‘El embargo ha provocado un significativo movimiento diplomático contra la política estadounidense’, advierten los 12 altos oficiales retirados, entre ellos el ‘zar de las drogas’ durante la presidencia de Bill Clinton, Barry McCaffrey, y el ex jefe del estado mayor de Colin Powell, Lawrence B. Wilkerson, en una carta dada a conocer hoy en Washington.

«‘Como militares profesionales, entendemos que los intereses de Estados Unidos están mejor atendidos cuando el país es capaz de atraer el apoyo de otras naciones hacia nuestra causa’, insisten los militares en la misiva enviada el lunes a Obama, en el mismo día en que el presidente norteamericano anunció el fin de las restricciones de viajes y remesas a cubano-americanos, pero no para todos los ciudadanos del país, como reclaman sectores progresistas.

«A juicio de estos militares, la ‘Ley sobre la Libertad para viajar a Cuba’ presentada ante la Cámara de Representantes por el demócrata Bill Delahunt ‘es un importante primer paso hacia el levantamiento del embargo’.

«Un tipo de política, agregan, ‘con más posibilidades de llevar el cambio a Cuba’ y también para cambiar la imagen internacional de Washington.

«‘En todo el mundo los líderes están reclamando un verdadero cambio político basado en las esperanzas que usted inspiró con su campaña’, sostienen los militares.

«‘Cuba se ofrece como el elemento más a mano para demostrar ese cambio y sería además una maniobra que quedaría profundamente grabada en la mente de nuestros socios y rivales en el mundo’, agregan.»

Ubicada la noticia entre 315 páginas de cables parecería algo intrascendente. Sin embargo, aborda el meollo del problema que motivó cuatro reflexiones en menos de 24 horas, en torno a la Cumbre de las Américas, que se iniciará dentro de 48 horas.

En Estados Unidos las guerras las desatan los políticos y tienen que hacerlas los militares.

Kennedy, inexperto y joven, decretó el bloqueo y la invasión de Girón, organizada por Eisenhower y Nixon que de guerras sabía menos que aquel. El inesperado revés lo condujo a nuevas y desacertadas decisiones que culminaron en la Crisis de Octubre de la cual sin embargo salió airoso, pero traumatizado por el riesgo de una guerra termonuclear de la que estuvo muy cerca, como me contó el periodista francés Jean Daniel. «Es una máquina de pensar», añadió en elogio al Presidente, que lo había impresionado mucho.

Entusiasmado más adelante con los Boinas Verdes, los envió a Vietnam, donde Estados Unidos apoyaba la restauración del imperio colonial francés. Otro político, Lyndon Johnson, llevó aquella guerra hasta las últimas consecuencias. En esa ingloriosa aventura más de 50 mil soldados perdieron la vida, la Unión despilfarró no menos de 500 mil millones de dólares cuando el valor de estos en oro bajó 20 veces, mató millones de vietnamitas y multiplicó la solidaridad con aquel país pobre del Tercer Mundo. El servicio militar tuvo que ser sustituido por soldados profesionales, alejando al pueblo del entrenamiento militar, lo cual debilitó esa nación.

Un tercer político, George W. Bush, protegido por su padre, llevó a cabo la guerra genocida de Iraq que aceleró la crisis económica, haciéndola más grave y profunda. Su costo en cifras económicas se eleva a millones de millones de dólares, una deuda pública que caerá sobre las nuevas generaciones de norteamericanos, en un mundo convulso y lleno de riesgos.

¿Tienen o no razón los que afirman que el embargo afecta los intereses de seguridad de Estados Unidos?

Los que escribieron la carta no apelan al uso de las armas, sino a la lucha de ideas, algo diametralmente opuesto a lo que han hecho los políticos.

En general los militares norteamericanos, que defienden el sistema económico, político y social de Estados Unidos, poseen privilegios y son altamente remunerados, pero se preocupan de no incurrir en el robo de los fondos públicos, que los conduciría al descrédito y a la falta total de autoridad para su desempeño militar.

Ellos no creen que Cuba constituya una amenaza para la seguridad de Estados Unidos, como han tratado de presentarnos ante la opinión pública norteamericana. Han sido los gobiernos de ese país los que convirtieron la base de Guantánamo en refugio de contrarrevolucionarios o emigrantes. Peor que todo eso, la convirtieron en un centro de torturas que la hicieron famosa como símbolo de la negación más brutal de los derechos humanos.

Los militares conocen también que nuestro país es modelo de lucha contra el tráfico de drogas, y que nunca desde nuestro territorio se ha permitido acción terrorista alguna contra el pueblo de Estados Unidos.

Como lo pudo comprobar el Caucus Negro del Congreso, incluir a Cuba en la lista de países terroristas es lo más deshonesto que se ha hecho nunca.

Al igual que a los senadores Lugar, Delahunt, el Caucus y otros influyentes miembros del Congreso, les damos las gracias a los que escribieron la carta a Obama.

No tememos dialogar; no necesitamos inventar enemigos; no tememos al debate de ideas; creemos en nuestras convicciones y con ellas hemos sabido defender y seguiremos defendiendo nuestra Patria.

Con los fabulosos avances de la tecnología, la guerra se ha convertido en una de las ciencias más complejas.

Es algo que los militares norteamericanos comprenden. Saben que no es cuestión de ordeno y mando al estilo de las viejas guerras. Hoy los adversarios posiblemente no se vean jamás las caras; pueden encontrarse a miles de kilómetros de distancia; las armas más mortíferas se disparan por programas. El hombre apenas participa. Son decisiones previamente calculadas y carentes de emociones.

He conocido a varios de ellos, ya retirados, que se dedican al estudio de las ciencias militares y las guerras.

No expresan odio ni antipatías hacia el pequeño país que ha luchado y resistido frente a un vecino tan poderoso.

En Estados Unidos existe en la actualidad un Instituto de Seguridad Mundial con el cual nuestro país mantiene contactos e intercambios académicos. Hace 15 años lo que existía era el Centro de Información de la Defensa (CID). Realizó la primera visita a Cuba a fines de junio de 1993. Entre esa fecha y el 19 de noviembre del 2004 realizaron nueve visitas a Cuba.

Hasta el año 1999 las delegaciones estuvieron integradas en su mayoría por militares retirados.

En la visita de octubre de 1999 comenzó a variar la composición de las delegaciones, disminuyendo la presencia de militares. Desde la visita número cinco todas las delegaciones estuvieron presididas por el prestigioso investigador Bruce Blair, experto en políticas de seguridad, especializado en fuerzas nucleares de control y mando. Profesor consultante en las universidades de Yale y Princeton. Ha publicado numerosos libros y cientos de artículos sobre el tema.

Conocí por esa vía militares que asumieron importantes papeles en las fuerzas armadas de Estados Unidos. No siempre coincidimos con sus puntos de vista, pero nunca dejaron de ser amables. Intercambiamos con amplitud sobre hechos históricos en los cuales ellos como militares habían participado.

Las visitas continuaron en el 2006, pero yo había tenido el accidente en Santa Clara y más tarde enfermé gravemente.

Entre los doce militares retirados que firmaron la carta a Obama estaba uno de los que participó en aquellas reuniones.

Supe que en el último encuentro que tuvo lugar, con franqueza, dijeron que los militares no tenían intención de agredir militarmente a Cuba; que había una nueva situación política en Estados Unidos, derivada de la debilidad de la administración por su fracaso en Iraq.

Para los compañeros que se reunieron con los norteamericanos estaba claro que se sentían mal dirigidos y se abochornaban por lo que estaba ocurriendo, aunque nadie podía ofrecer garantías sobre la política aventurera del presidente de Estados Unidos, que mantuvo hasta el último día de su administración. Aquella reunión tuvo lugar a principios de marzo del 2007, hace 14 meses.

Bruce Blair debe saber mucho más que yo sobre el espinoso tema. Siempre me impresionó su conducta valiente y transparente.

No deseaba que estos datos quedaran en los archivos esperando el momento en que ya no interesarían a nadie.

Fidel Castro Ruz
Abril 15 de 2009
9 y 16 p.m.

 

 

19
Abr
09

BBC Mundo; eeuu y américa ¿un reto a la inteligencia?

Mucho más que una cumbre

Carlos Chirinos Vásquez

 

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Todos dan por descontado que la V Cumbre de las Américas estará dominada por las preocupaciones sobre el estado de la economía mundial, que, para muchos países latinoamericanos es responsabilidad de Estados Unidos.

Entre viernes y domingo en Trinidad y Tobago 34 jefes de Estado y de gobierno del continente americano buscarán «asegurar el futuro de nuestros ciudadanos promoviendo la prosperidad humana, la seguridad energética y la sostenibilidad medio ambiental».

Ese es el título del documento que deberán suscribir, aunque para el inicio de la reunión (pautado para la tarde del viernes) todavía está siendo sometido a algunas consideraciones sobre su redacción y alcance.

Ya la tarde del jueves el presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció que «boicoteará» la declaración final porque la considera «extemporánea», según dijo al recibir la visita del mandatario cubano Raúl Castro, el único ausente de la cita continental.

Crisis: objetivo principal

Más allá de los debates conceptuales, los líderes del hemisferio buscarán maneras específicas para atender la actual crisis mundial más allá de las declaraciones del principio del «Compromiso de Puerto España».

Muchos culpan de los actuales males mundiales a EE.UU. Incluso hay economistas que aseguran que ésta es la primera crisis de la región que no fue «hecha en Latinoamérica» y por tanto existe el derecho natural a exigirle soluciones a los países del norte, donde se generaron los problemas.

Una idea del sentimiento que puede dominar la reunión la dan las palabras del presidente de Brasil, Luiz Inácio «Lula» Da Silva, quien hace dos semanas dijo que la crisis «la habían creado gente rubia y de ojos azules» y que por tanto los países del Tercer Mundo no debían pagar las consecuencias.

Presiones a Obama

Aunque el presidente estadounidense, Barack Obama, no tiene razones para sentirse aludido personalmente por el comentario de Lula, su gobierno puede verse presionado por el resto del hemisferio para que tome medidas que minimicen el impacto de la crisis en la región.

Corremos un gran riesgo de retroceder en la batalla contra la pobreza, en la creación de buenos trabajos y, por consiguiente, es muy importante que encaremos la crisis.

José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Este jueves, en un foro empresarial previo a la cumbre, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, advirtió que la crisis amenaza con revertir los avances en la reducción de la pobreza que logró América Latina en la última década.

«Corremos un gran riesgo de retroceder en la batalla contra la pobreza, en la creación de buenos trabajos y, por consiguiente, es muy importante que encaremos la crisis», aseveró.

De todos modos ya Washington ha coordinado algunas acciones con líderes regionales en la reciente cumbre del G-20 realizada en Londres, donde estaban los presidentes de las tres mayores economías latinoamericanas: México, Brasil y Argentina.

Dada su fuerte dependencia comercial con los EE.UU., los países del hemisferio quieren saber no sólo los planes para reactivar la economía estadounidense sino obtener seguridades con relación al acceso a su mercado.

El gobierno de Canadá, que ha puesto las relaciones hemisféricas como prioridad de su política exterior, informó que el principal mensaje que lleva a la Cumbre su Primer Ministro, Stephen Harper, es la «lucha contra el proteccionismo».

Conceptos de democracia

Pero no será la única presión que recibirán los estadounidenses porque el otro gran tema -fuera de la agenda- será el de Cuba.

 

Morales, Castro y Chávez en la reunión de Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).

El jueves los líderes de la Alternativa Boliviariana de las Américas (ALBA) reunidos en Cumaná -costa oriental venezolana- recibieron al líder cubano Raúl Castro, cuyo país junto a Bolivia, Nicaragua, Honduras y Dominica forman este foro de integración ideado como respuesta a las propuestas de libre comercio que se hacían desde Washington.

Al llegar a la reunión el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aseguró que habrá una exigencia regional para que se ponga fin al embargo a Cuba.

«Tenemos que exigir el cese del bloqueo a Cuba, de un embargo que ha significado un enorme daño al pueblo cubano, la violación de sus derechos humanos, un verdadero genocidio que se prolonga ya por 48 años y que tiene que desaparecer», dijo Ortega.

En Washington, este miércoles, el canciller de Chile, Mariano Fernández, aseguró que su país, que actualmente preside la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) planteará el tema el sábado a Obama cuando ambas delegaciones se reúnan en un aparte de la cumbre.

Aunque gobiernos tan dispares coinciden en que Cuba debería regresar a los foros políticos interamericanos, la cumbre de Trinidad y Tobago se define como un foro de «gobiernos democráticos», una descripción que no todos esos países hacen extensiva al que rige en La Habana.

«Resetear»

A veces los asuntos más sustanciales en este tipo de reuniones suceden fuera del gran escenario o al margen de la agenda oficial.

Por eso hay una gran expectativa entre la prensa sobre lo que pueda hacer el presidente venezolano Hugo Chávez, quien en la última cumbre realizada en Mar del Plata, Argentina, en 2005, monopolizó los titulares de la prensa.

Aunque se da por descontando que la «vedette» de la reunión de Puerto España será el estadounidense Barack Obama, muchos están atentos ante la posible interacción que pueda darse entre ambos mandatarios.

Recientemente el mandatario venezolano dijo que quería aprovechar la cita de Trinidad para «resetear» (relanzar) las relaciones con Washington, pero hasta ahora ninguna de las delegaciones ha confirmado a BBC Mundo si se está considerando una reunión bilateral entre los dos presidentes.

Sin embargo no se descarta algún encuentro «casual» entre Obama y Chávez, de esos de pasillo, entre una sala y otra de la cumbre.

Y aunque sería tan sólo un intercambio de miradas, quizá algún saludo, o hasta un breve apretón de manos e intercambio de palabras corteses, podría ser simbólicamente uno de los puntos álgidos que deje la cumbre.




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