Archivo de marzo 2017

31
Mar
17

democracia latinoamericana

La crisis de la democracia en el neoliberalismo

escribe: Emir Sader / Alainet

 

Un elemento que se ha globalizado rápidamente ha sido el de la crisis de la democracia. En Europa, que se enorgullecía de sus sistemas políticos, las políticas de austeridad han promovido la generalizada deslegitimación de esos sistemas, centrados en dos grandes partidos. Cuando ambos asumieron esas políticas económicas anti-sociales, han entrado en crisis acelerada, perdiendo votos, intensificando el desinterés político por las elecciones, dado que esos dos partidos promueven políticas similares. Han empezado a surgir alternativas –en la extrema derecha y en la misma izquierda- que ponen en shock a esos sistemas: por la derecha de forma autoritaria, por la izquierda buscando el ensanchamiento y la renovación de las democracias.

Hasta que la crisis de las democracias dio un salto con el Brexit y con la elección de Donald Trump en los EEUU. En Gran Bretaña, los dos partidos tradicionales fueron derrotados en una decisión crucial para el futuro del país y de la misma Europa, con la decisión mayoritaria de salida de la Unión Europea. Lo cual refleja cómo esos dos partidos no han sabido entender el malestar de gran parte de la población –incluso de amplios sectores de la misma clase trabajadora- respecto a los efectos negativos de la globalización neoliberal. Los trabajadores, electores tradicionales del Partido Laborista, concentraron su voto por el Brexit, en contra de la decisión de ese partido y terminaron decidiendo la votación.

En EEUU la victoria de un candidato outsider, que, para ganar, no solo enfrentó al Partido Demócrata sino también a los grandes medios, a la dirección de su propio partido, a los formadores de opinión. El triunfo de Trump representó una derrota para los dos partidos como expresiones de la voluntad organizada de los norteamericanos.

Por todas partes la democracia tradicional hace agua. Los partidos tradicionales pierden aceleradamente apoyos, las personas se interesan cada vez menos por la política, votan cada vez menos, los sistemas políticos entran en crisis, ya no representan a la sociedad. Es la democracia liberal, que siempre se autodefinió como “la democracia”, la que entra en crisis, bajo el impacto de la pérdida de legitimidad de gobiernos que han asumido los proyectos antisociales del neoliberalismo y de la misma política, corrompida por el poder del dinero, que en el neoliberalismo invade a toda la sociedad, incluso a la misma política.

En América Latina, dos países que habían fortalecido sus sistemas políticos, mediante gobiernos y liderazgos con legitimidad popular, como Argentina y Brasil, han retrocedido hacia gobiernos que pierden –o nunca han tenido– apoyo popular. El mismo sistema político sufre con gobiernos que han hecho promesas o han sido elegidos con programas distintos a los que ponen en práctica. El programa neoliberal de ajustes fiscales profundiza la crisis de legitimidad de los gobiernos y de los mismos sistemas políticos.

La concepción que preside al neoliberalismo, que busca transformar todo en mercancía, llegó de lleno a la política, con sus financiamientos privados, con campañas adecuadas a servicios de marketing, con millonarias actividades que hacen de las campañas un despliegue de piezas publicitarias casi al estilo de cualquier otra mercancía. Por otra parte, gobiernos copados de ejecutivos privados los hacen cada vez más parecidos a empresas, por el personal y por la concepción que preside a gobiernos con mentalidad de mercado.

La era neoliberal es así la era del agotamiento del sistema de las democracias liberales. Los agentes que le daban legitimidad – parlamentos con representación popular, partidos con definiciones ideológicas, sindicatos y centrales sindicales fuertes, dirigentes políticos representantes de distintos proyectos políticos, medios de comunicación como espacio relativamente diversificado de debates – se han vaciado, dejando al sistema político y a los gobiernos suspendidos en el aire. El desprestigio de la política es la consecuencia inmediata del Estado mínimo y de la centralidad del mercado.

La crisis de las democracias se ha vuelto uno de los temas que se extienden de los EEUU a la América Latina, pasando por Europa y por Asia. Ya no se trata de reivindicar un sistema que se ha agotado, sino de construir formas alternativas de Estado, de sistemas políticos y de representación política de todas las fuerzas sociales.

30
Mar
17

uruguay, indígenas y afroamericanos

Uruguay debe reconocer genocidio indígena y esclavitud africana

 

escribe: Susana Andrade, diputada (s)

 

Deseo resaltar la necesidad de que el Estado uruguayo haga un reconocimiento oficial del crimen de lesa humanidad que significó la diáspora y esclavización de la población africana en nuestros territorios durante la época colonialista, así como del genocidio indígena perpetrado en esos tiempos, hechos desgraciados que históricamente han determinado la desventaja social de los descendientes de dichos grupos humanos raíces de nuestra uruguaya identidad, desclasados y desplazados en forma endémica, insertos en una sociedad racista y discriminatoria desde sus estructuras institucionales primigenias y hasta la actualidad.

Por más esfuerzos que se han hecho y bienvenidos sean, existe todavía un liderazgo de elite legitimado socialmente que se refleja en diversos ámbitos de poder, donde aún el discurso de equidad racial no se transforma en realidad, fortalecido por adolecer de un reconocimiento o acto de constricción estatal, punto de partida esencial como reparación simbólica de gran significación, respaldo a las acciones afirmativas y políticas públicas que ha llevado adelante nuestro Gobierno desde el 2005 en adelante.

Los delitos contra la población originaria y africana esclavizada determinados por la invasión de Europa en las posteriormente llamadas Américas, que posibilitaron la acumulación de riquezas y el surgimiento del capitalismo en gran parte del mundo europeo signando a explotados y a explotadores con la marca indeleble de las injusticias de efectos perennes y actuales, son violaciones a los derechos humanos fundamentales que nos acompañan sin ser denunciados públicamente como tales y serían determinantes en visibilizar la vocación plural de un país. Sin embargo, al no ser puestas de relieve en su magnitud delictual masiva explotadora y masacrante, continúan ejerciéndose de alguna manera en dicha omisión, contaminando nuestra calidad democrática, a riesgo de volver a repetir tales repudiables acciones por no señalarse debidamente en forma ejemplificante de lo que nunca más debe repetirse. Ese es el racismo institucional que denunciamos y que no se vence con placebos sino que debe revertirse desde los órdenes establecidos sobre inequidades sociales. No es de extrañar en tal contexto que sigan apareciendo situaciones de explotación de seres humanos, venta y esclavización, si no logramos sanear el inconsciente colectivo y llamar a las cosas por su nombre.

Es el Decenio Internacional de las Personas Afrodescendientes 2015-2024 – Reconocimiento, Justicia y Desarrollo. ¿Qué tal si lo honramos?

En el caso afrouruguayos, recién con la ley de cuotas en lo laboral en el 2013, parcialmente el gobierno a través del Poder Legislativo, hace un reconocimiento del daño históricamente sufrido por las víctimas del racismo, la discriminación y la estigmatización desde el tiempo de la trata y tráfico esclavista.

Téngase presente que a estos territorios comenzaron a llegar personas africanas esclavizadas en el siglo 16, hay versiones de que antes. Cinco siglos después aún no hay un reconocimiento oficial de la masacre. Ni del delito social ni de los aportes culturales, políticos y económicos. Sucede lo mismo con la población originaria.

En la ley del Día de la Nación Charrúa y la identidad Indígena se habla tímidamente de “los hechos de Salsipuedes” sin hablar siquiera del intento de exterminio.

Y hablamos de dos de las tres raíces étnicas, conformadoras de nuestra nación oriental.

Uruguay ha reconocido el Genocidio Armenio y el Holocausto Judío ¿Y por casa?

También estas acciones darían pie a una inserción educativa adecuada de los temas en la enseñanza pública.

Es necesario que verdad, justicia y nunca más abarquen todas las barbaries que nuestra cercana humanidad ha sido capaz de cometer y de las cuales debe arrepentirse notoriamente como real acto de intención de no repetición.

29
Mar
17

la esperanza …

La esperanza le incumbe a toda existencia

 

escrib: Víctor Corcoba Herrero

 

Cada día estoy más convencido de que tenemos que recuperar nuevas maneras de vivir, lograr tiempo para la reflexión, ejercer el derecho a ser uno mismo, sacar enseñanzas del pasado para nuestro presente y nuestro futuro, ser perseverantes ante las situaciones adversas; y, sobre todo, activar una energía constructiva que tienda lazos de unión entre los pueblos y las gentes, máxime en un momento de tanta desolación para muchos seres humanos, víctimas de la exclusión, la indiferencia, el racismo y la intolerancia.

Para desgracia de la especie la discriminación racial y la violencia aumentan; las personas son atacadas por su raza, nacionalidad, etnia, religión y orientación sexual. También se cierran las fronteras y la protección internacional a los refugiados está siendo socavada.

Los hechos ahí están, los acaba de refrendar António Guterres, secretario general de Naciones Unidas: “Los migrantes se han convertido en chivos expiatorios, la xenofobia aumenta, las mujeres y niñas de comunidades minoritarias son discriminadas. La incitación al odio, los estereotipos y la estigmatización son cosas cotidianas”. Bajo esta bochornosa situación en la que nos encontramos, de contiendas inútiles, nos conviene recapacitar y ver la manera de transitar por otros horizontes más armónicos y conciliadores.

No es de recibo que sigamos arruinando nuestra propia vida. Vivimos un momento de confusión, de incertidumbre como jamás, de deshumanización total. Lo que impera es el odio y la venganza. Se han trastocado todos los valores humanos. A los niños no les dejamos ser niños. A los jóvenes les impedimos realizarse. Les negamos un derecho y un deber tan esencial como un trabajo digno.

A los mayores los descartamos sin más. La inhumanidad es manifiesta. La locura todo lo asalta. Hay líderes políticos que para sobrevivir deben sembrar cizaña. También hay sistemas económicos que para mantenerse deben hacer la guerra. De igual modo, hay intelectuales que para perdurar se venden al mejor postor.

Así, hemos convertido este mundo, en un espacio de falsedades en el que la hipocresía nos prende todo tipo de maldades. De ahí la importancia de combatirse a sí mismo, de convencerse uno mismo, de que todos necesitamos de todos, y que cualquier batalla no es más que un capricho de unos pocos para hacerse dueños de la miseria.

Debiéramos madurar más sobre lo maravilloso que se vuelve la vida, mayormente cuánto más se vive y se deja vivir. Lo importante es construir, no destruir; hacer piña, no dividir; abrirse, no cerrarse; ya que, la vida cuando se abraza de verdad, practica una innata cultura del encuentro, de caminar unidos, con ánimo benéfico, sin rencor alguno, con amor.

Ojalá fuésemos juntos todos, cada cual con su aportación, y no dejásemos a nadie en el camino. No olvidemos que un tercio de la población mundial vive con bajos niveles de desarrollo. Deberíamos repensar todas estas cuestiones, si en verdad queremos garantizar un desarrollo humano sostenible para todas las personas.

Por otra parte, en este caos, de nuestro diario mundo, el desprecio a la vida humana nos exige tomar partido por toda existencia, mediante un ejercicio continuo de empatía, de escucha y de mano tendida. A mi juicio, urge abordar las condiciones que ayudan a propagar el terrorismo.

Sería bueno reforzar la capacidad de los Estados y fortalecer mucho más aún el papel de Naciones Unidas, previniendo y combatiendo esta tremenda lacra que no valora la vida humana, garantizando el respeto universal de los derechos humanos y del estado de derecho como pilar fundamental de la lucha contra estos sembradores del miedo, que bloquean el diálogo entre las naciones, pues su único propósito es matar y destruir indistintamente vidas humanas y bienes, así como crear un clima de inseguridad que nos impida coexistir.

Por ello, cuanto más indefensos son los seres humanos, tanto más deben ser protegidos. En vista de estas paranoias, quizás debiéramos ahondar más todos en este hombre interior que todos llevamos consigo, puesto que alcanzando este camino de madurez interna, si que avanzaríamos hacia el auténtico rescate de la humanidad. Tal vez la vida sea un perenne abrazo de unos hacia otros. Démoslo de verdad.

27
Mar
17

eeuu y sus bases de la otan

«El arte de la guerra»

Sicilia, base de ataque de Estados Unidos y la OTAN

escribe: Manlio Dinucci

La OTAN realiza en este momento importantes ejercicios de guerra submarina, de los que nadie habla. Se trata, en efecto, de preparativos que auguran nuevas guerras imperiales.

Red Voltaire | Roma (Italia) | 23 de marzo de 2017
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El 12 de marzo comenzó, frente a las costas de Sicilia, el ejercicio naval de la OTAN Dynamic Manta con la participación, hasta el 24 de marzo, de unidades navales de Estados Unidos, Canadá, Italia, Francia, España, Grecia y Turquía.

Como punta de lanza de las 16 unidades navales implicadas en ese ejercicio aparece el submarino nuclear estadounidense de ataque rápido USS California (SSN-781). Armado con torpedos y crucero de ataque contra objetivos terrestres, este sumergible es parte de la Task Force 69, a cargo de las operaciones estadounidenses de guerra submarina en Europa y África.

Además de ese submarino de ataque, la US Navy participa en ese ejercicio con el destroyer lanzamisiles USS Porter y varios aviones de patrulla, con la estación MUOS de Niscemi y la base aeronaval de Sigonella [ambas en suelo italiano].

Dynamic Manta 2017 se desarrolla en el área del Mando de la Fuerza Conjunta Aliada –cuyo cuartel general está en Lago Patria, Nápoles–, bajo las órdenes de la almiranta estadounidense Michelle Howard, que también tiene bajo su mando las fuerzas navales estadounidenses en Europa y las fuerzas navales estadounidenses destinadas a operar en África.

Italia, además de participar en el ejercicio con sus propias unidades navales, también desempeña lo que el contralmirante [italiano] De Felice define como un «papel fundamental» porque aporta todo el apoyo logístico. Particularmente importante resulta Augusta, en Siracusa, «punto estratégico ya que garantiza el aprovisionamiento en combustible, municiones y soporte para las unidades navales que vienen incluso de países que están incluso más allá del Atlántico». Es también esencial el puerto de Catania, disponible para recibir al menos 9 naves de guerra.

Simultáneamente, están desarrollándose desde febrero ejercicios de tiro real de las fuerzas especiales estadounidenses en el polígono de tiro marítimo de Pachino, en Siracusa. Esa zona fue oficialmente concedida para «uso exclusivo de Estados Unidos», mediante un acuerdo suscrito con el Pentágono en abril de 2006, en tiempos del gobierno Berlusconi III.

Ese mismo acuerdo concede a Estados Unidos, dentro de la base de Sigonella, el uso exclusivo de una zona para su estación aeronaval y de otra zona en NIscemi para el centro de transmisiones radionavales y la estación terrestre del sistema MUOS. Dentro de esas zona, según estipula el acuerdo, «el comandate estadounidense tiene plena autoridad militar sobre el personal, el equipamiento y las operaciones estadounidenses» y su único compromiso consiste en «notificar por anticipado al comandante italiano todas las actividades estadounidenses significativas».

En cuanto a los gastos de la estación aeronaval estadounidense, el mencionado acuerdo estipula que Estados Unidos financia solamente la Nas I –la zona administrativa y la zona de vida– mientras que la Nas II –que es la zona de servicios operativos y por tanto la más costosa– la financia la OTAN, o sea… Italia.

La situación de Sicilia, representativa de la situación [de Italia], será uno de los temas centrales de la movilización del 25 de marzo de 2017, a realizarse el día siguiente de la conclusión de Dynamic Manta. Resulta imposible aspirar a liberarse de los poderes representados por la Unión Europea sin liberarse de la dominación y la influencia que Estados Unidos ejerce sobre Europa, tanto directamente como a través de la OTAN. En este momento, 22 de los 28 países de la Unión Europea, con más del 90% de la población de la Unión, son miembros de la OTAN, reconocida por la UE como «base de la Defensa Colectiva».

La OTAN, bajo el mando de Estados Unidos, está preparando nuevas guerras, después de haber desatado las de Yugoslavia (1999), Afganistán (2001), Irak (2003), Libia (2011), Siria (desde 2011) y la de Ucrania (desde 2014). Eso se confirma con el ejercicio Dynamic Manta, que seguramente sirvió también para poner a prueba las capacidades de ataque nuclear en condiciones de guerra submarina. Pero esa noticia quedó sumergida y atrapada en las mallas de las grandes redes de «información».

 

26
Mar
17

ecuador; elecciones

Ecuador;

la batalla decisiva

 

escribe: Ignacio Ramonet

 

“Caminante, no hay camino: se hace camino al andar…”. Los versos de Antonio Machado, convertidos en letra de canción por Joan Manuel Serrat, resuenan en el anochecer quiteño, en el populoso y modesto barrio de la Michelena, al sur de la capital de Ecuador, donde miles de ciudadanos han venido a escuchar el discurso de cierre de campaña de Lenín Moreno, el candidato del partido gobernante Alianza País. Va cayendo la noche, hace frío y humedad, y también, para los que venimos de afuera (Quito está situada a unos 2.500 metros de altitud) pega fuerte el mal de altura.

Muchas personas aprovechan el reparto masivo de material de propaganda –camisetas, bufandas, chaquetones, gorras–, de luminoso color verde tilo, para arroparse mejor. La tarima principal, perpendicularmente prolongada –como en algunos conciertos de rock– por una suerte de pasarela que penetra profundamente en medio de la muchedumbre, está montada en la boca de una larga y ancha avenida bien iluminada y que ha ido, poco a poco, llenándose de gente variopinta.

Hay pantallas gigantes, altavoces ultrapotentes y una orquesta y sus cantantes que intentan calentar el ambiente con clásicos revolucionarios (“El pueblo unido jamás será vencido”, “Hasta siempre, Comandante”, “Bella Ciao”, “No nos moverán”, “Cómo será la patria”, etc.). El público, andino, escucha con calma, agita lentamente banderas verdes y rojinegras, muy poco expresivo, excepto unas niñas en un balcón cercano que gritan “¡Le-nín pre-si-den-te!”, y no cesarán de gritarlo, entre risas y carcajadas, durante las dos horas del acto…

Interviene primero Gabriela Rivadeneira, la joven presidenta de la Asamblea Nacional, oradora fuera de serie, que consigue sacar a la audiencia militante de su silenciosa pasividad. Ni siquiera hace alusión al atentado del que ha sido víctima ese mismo día cuando consiguió evitar que un paquete bomba, enviado a su nombre, le estallara en las manos… Habla después José “Pepe” Serrano, abogado, ministro del Interior, muy cercano a Lenín Moreno, y que, según toda probabilidad, será el próximo presidente de la Asamblea, también con gran energía y entusiasmo.

A escasos días del escrutinio, los dos oradores insisten en el neto contraste entre las propuestas “regresivas”, “involucionistas” de los principales candidatos de la oposición –el ultraliberal ex banquero opus dei Guillermo Lasso, de CREO; y la conservadora Cynthia Viteri, del Partido Social Cristiano (PSC)– y los avances indiscutibles de la “década ganada”, o sea, los diez años de gobierno del presidente Rafael Correa, quien no se presenta y aspira, por razones personales y familiares, a un “descanso sabático” que desea pasar en Bélgica, país de nacimiento de su esposa y donde hizo una parte de sus estudios.

En aquel momento, la mayoría de los sondeos y de las encuestas preveían para el candidato de Alianza País, Lenín Moreno, unos resultados que le obligarían a ir a una segunda vuelta (1). Por eso, todos cantan y repiten como un mantra el mismo eslogan: “¡Un-a so-la vuel-ta!”.

En medio de esos cantos y esos gritos, avanza entonces por la pasarela, en su silla de ruedas, Lenín Moreno. Víctima de una agresión armada en 1998, sufre una parálisis en las piernas porque una bala le alcanzó la médula espinal. Pero es un hombre muy positivo, ejemplo de voluntad y de resiliencia, y autor de una serie de libros de humor… Lenín encarna una corriente que apuesta por la necesidad de moderar el tono de la confrontación con la oposición, y favorecer un mejor entendimiento con diversos estamentos sociales que se han ido alejando de la Revolución Ciudadana, sin cambiar sustancialmente el marco económico (alianza del sector público con el sector privado) que se ha practicado hasta ahora. No es un orador revolucionario y mucho menos un demagogo. Apuesta por la inteligencia del auditorio. Habla con tono natural y narra su programa de gobierno casi como un conferenciante. La gente –unas diez mil personas…– escucha en silencio y con atención, hasta tal punto que uno se pregunta si estamos realmente en un mitin electoral de masas… No hay estremecimientos, ni entusiasmos, ni pasiones…

¡Qué contraste con el verbo encendido de Rafael Correa! Pero quizás es el efecto deseado por Lenín Moreno: rebajar el exceso de ideología del discurso de la izquierda ecuatoriana. Dirigirse, más allá de la base dura militante, a los ciudadanos en general y, en particular, a las clases medias que, al cabo de diez años de correísmo, dan señales de estar saturadas de eslóganes políticos y muestras de deseos de cambio… Todos recuerdan aquí la inesperada derrota en las alcaldías de las principales ciudades del país en las elecciones municipales de 2014 y, en particular, en la de Quito, en cuya campaña se implicó muy directamente, en favor del candidato de Alianza País, el propio Presidente Correa, que sufrió por consiguiente, en cierta medida, un fracaso personal.

O los polémicos proyectos de ley “de herencia y plusvalía” que, hábilmente manipulados por la oposición, desencadenaron, en 2015, violentas y masivas protestas en todo el territorio nacional contra el Gobierno. A tal punto que Rafael Correa se vio obligado a retirarlos temporalmente. Todo eso, sumado a algunas catástrofes climáticas y al terrible terremoto que, en abril de 2016, afectó a la costa norte del país, más los efectos devastadores de la crisis provocada, estos últimos tres años, por el derrumbe de los precios del petróleo y de otras exportaciones (Ecuador es uno de los mayores exportadores mundiales de camarón, plátano y flores), han frenado el crecimiento ecuatoriano y degradado bruscamente la atmósfera electoral.

Sin embargo, los logros de la Revolución Ciudadana y los éxitos de Rafael Correa como gobernante son espectaculares, en particular en materia de obras públicas de infraestructuras: carreteras, puentes, túneles, aeropuertos, etc. En este país de 14 millones de habitantes, disminuyó –en el curso de esta “década ganada”– en un 6% la pobreza y casi dos millones de ecuatorianos salieron de la miseria. La clase media pasó del 29% al 47% de la población. Un cuarto de millón de niños dejó de trabajar e integró el sistema educativo. Hay más de 1.200.000 nuevos estudiantes. Medio millón de personas mayores disfrutan de nuevas pensiones. El número de atenciones médicas pasó de 16 millones a 30 millones anuales. En materia de atención a los discapacitados, Ecuador posee un récord mundial: hace una década, sólo trabajaban 1.039 discapacitados; ahora laboran más de 80.000, con todos los derechos que les corresponden, y 70.000 de ellos estudian. Las pensiones por discapacidad cubrían sólo a 5.039 personas; hoy protegen a más de 126.000. El Gobierno entregó más de 300.000 viviendas de ayuda social. En materia de ecología, el índice de energías renovables que consume Ecuador alcanzó el 95% del total. Y una gran parte de su deuda exterior se recompró a un 30% de su valor…

Pero los electores no siempre son agradecidos. Sobre todo cuando campañas sucias de la oposición conservadora, conducidas a golpes de millones de dólares, con participación de todos los “gurúes” conservadores de la propaganda electoral mundial, siembran el desconcierto inundando las redes sociales de noticias falsas, “informaciones virtuales” y postverdades.

El caso es que los resultados de la primera vuelta, el pasado 19 de febrero, no respondieron a las expectativas de la dirigencia de Alianza País. Ese sufragio se saldó, sin embargo, con tres victorias contundentes: 1) Lenín Moreno ganó la consulta presidencial con el 39,33% de los votos, o sea, 11 puntos por delante del segundo, Guillermo Lasso, que obtuvo el 28,19%; 2) Alianza País consiguió mayoría absoluta en la Asamblea Nacional con 77 escaños de 137; 3) y en el referéndum para prohibir a los funcionarios públicos poseer bienes o capitales en paraísos fiscales, el “sí”, defendido por el oficialismo, ganó por un 55% frente a un 45%. Pero, en un inexplicable error de comunicación, a pesar de estos tres triunfos, Alianza País transmitió el sentimiento de haber fracasado y de tenerle pánico a la segunda vuelta.

Ha comenzado otra elección, que se celebrará el próximo 2 de abril. El mundo entero va a estar atento a lo que aquí está en juego, a saber: si el ciclo progresista se termina en América Latina o si se consolida, como las recientes victorias de Tabaré Vázquez en Uruguay y de Daniel Ortega en Nicaragua lo dejan esperar. Desde su encierro en la embajada ecuatoriana de Londres, nuestro amigo Julian Assange sigue los debates con expectación; el candidato derechista ha prometido que, si gana, lo expulsará de allí y lo entregará a las autoridades suecas… En su confrontación contra un ex banquero corrupto (2), Lenín Moreno puede y debe ganar.

(1) Según la ley electoral en Ecuador, gana la elección presidencial el candidato o candidata que obtiene más del 50% de los sufragios en la primera vuelta o más del 40% con 10 puntos de diferencia, por lo menos, con el segundo. Si no se da ninguna de estas dos condiciones, se va a una segunda vuelta en la que solo participan los dos candidatos mejor situados.

(2) “Guillermo Lasso es descendiente de una tradicional familia de poder en Ecuador; es el presidente ejecutivo del Banco Guayaquil y fue superministro de Economía y Energía en el Gobierno de Jamil Mahuad –quien lo había nombrado gobernador de la provincia del Guayas un año antes– entre agosto y septiembre de 1999, que inventó ese cargo para enfrentar la gravísima crisis financiera que vivía el país. Esa situación derivó en el famoso ‘feriado bancario’ de 1999, en la que se suspendieron las actividades financieras durante cinco días, se declaró la quiebra de varios bancos y se trasladaron todos los costos del rescate al Estado, que suprimió gastos sociales y congeló los depósitos de la población. Una crisis social de enormes dimensiones –que, a la larga, confluyó en la dolarización del sistema monetario ecuatoriano– provocada en buena medida por las políticas de liberalización y flexibilización que el mismo Lasso propone en su campaña”.

Léase: “Crónica desde las calles del Ecuador en campaña”, por Federico Larsen, Nodal, Buenos Aires, 16 de febrero de 2017.
25
Mar
17

Sanders y los eeuu

Todo el mundo ama a Bernie Sanders (excepto el Partido Demócrata)

escribe: Trevor Timm / The Guardian / El Diario (España)

 

Según una encuesta reciente, es el político más popular de Estados Unidos, pero en lugar de adoptar su mensaje, el establishment demócrata sigue resistiéndolo

Si nos guiamos por los números, Bernie Sanders es el político más popular de EEUU de lejos. Pero por extraño que parezca, el Partido Demócrata, sin poder en el país y cada vez más intrascendente, aún se niega a aceptar a Sanders y a sus ideas. Y es cada vez más patente que lo hacen por su cuenta y riesgo.

Según una encuesta de la cadena Fox News difundida esta semana, Sanders tiene más de 28 puntos netos de imagen positiva entre la población estadounidense, mucho más que el resto de políticos electos en ambos extremos del espectro. Sanders es aún más popular con los tan cotizados “independientes”, entre los que tiene increíblemente más de 41 puntos netos de imagen positiva.

Esta encuesta no revela nada extraño. Presten atención a este gráfico del Huffington Post que mide la evolución de la imagen positiva de Sanders desde que logró la atención nacional en 2015, en el comienzo de su camino hacia la nominación demócrata. Cuanta más gente lo conocía, más lo querían. Exactamente lo contrario de lo que sus críticos decían que iba a ocurrir cuando competía con Clinton.

Uno podría pensar que, viendo esas cifras, los políticos demócratas estarían desesperados por ser vinculados con Sanders, especialmente si tenemos en cuenta que el Partido Demócrata tiene hoy menos popularidad que el Republicano y hasta que Donald Trump. Pero en lugar de aceptar de buena gana el mensaje de Sanders, el establishment demócrata sigue resistiéndolo cada vez que puede y parece empeñado en no cambiar la forma de pensar para recuperar el apoyo de grandes sectores del país.

Hace unos días el sitio online Politico publicó un artículo sobre el nerviosismo que sienten varios funcionarios del Partido Demócrata por la posibilidad de que los partidarios de Sanders trunquen sus esfuerzos para recuperar los gobiernos de los estados del Sur. Temen que la presión para que los candidatos adopten las políticas populistas de Sanders puede jugarles en contra, pero parecen no haberse dado cuenta de que Sanders también tiene una buena llegada en algunos de esos estados.

Profeta en tierra de Trump

El efecto que provoca Sanders en los votantes de Trump se pudo apreciar en una apasionante reunión de autoridades y ciudadanos celebrada hace unos días en West Virginia en la que Chris Hayes, presentador de MSNBC, ofició de anfitrión junto a Sanders. En ese lugar, la denominada “tierra de Trump”, la multitud terminó dándole una emocionante ovación a Sanders después de que dijera que la atención sanitaria era un derecho de todas las personas y que EEUU era el único país industrializado del mundo que no considera la asistencia sanitaria un derecho universal.

La preocupación de los políticos demócratas por los candidatos para las próximas elecciones de 2018 es otro ejemplo reciente de esta situación: con el único fin de mantener al partido fuera de la influencia Sanders, el establishment presentó violentamente otro candidato para competir contra Keith Ellison, el elegido por Sanders para dirigir el Comité Nacional Demócrata (CND).

El Partido Demócrata se ha negado una y otra vez a cuestionar el peso que tienen las grandes corporaciones en el ámbito público. Ni siquiera ha querido volver a un decreto de la era Obama, rescindido el año pasado, que prohibía el dinero de los grupos de presión como forma de financiación del CND. A pesar de la enorme popularidad que ganó el gobierno al garantizar asistencia médica para todos, todavía no han escuchado el pedido de Sanders de impulsar un plan de seguro médico universal en respuesta al intento del Partido Republicano de desmantelar el Obamacare.

Los demócratas parecen más que satisfechos de poder echar toda la culpa de las elecciones de 2016 a Rusia y a James Comey. No han hecho ningún tipo de autocrítica sobre las causas profundas del difícil escenario que enfrentan: no sólo perdieron el poder en la presidencia, también en las Cámaras del Congreso, en las gobernaciones y en las legislaturas de todo el país.

Como informó en febrero Politico acerca de la estrategia post-Trump, “los asesores demócratas dicen que en algún momento tendrán un mensaje económico positivo para que lo usen los demócratas del cinturón industrial”. El problema, de acuerdo con Politico, es que “según los asesores, el foco está puesto en tratar de matar al gigante y en lograr que los votantes que pusieron a Trump en la Casa Blanca entiendan por qué fallarán sus políticas”.

En otras palabras, los demócratas están repitiendo la misma estrategia errada que Clinton planteó en los últimos meses de su campaña. Durante una entrevista con la revista New York, el propio Sanders lo explicó esta semana con su característico estilo directo cuando le preguntaron si los demócratas se podrían adaptar a la nueva realidad política. “Hay algunas personas en el Partido Demócrata que quieren mantener el status quo; preferirían hundirse en el Titanic, siempre y cuando tengan asientos en primera clase”, respondió.

A largo plazo tal vez termine llegando el cambio para los demócratas, les guste o no. Los partidarios de Sanders intentan silenciosamente hacerse con posiciones locales del partido en todo el país. Aunque perdió la carrera por el control del CND, Ellison estuvo increíblemente cerca de lograrlo. Más cerca de lo que llegó Sanders en la carrera contra Clinton. Y los partidarios de Sanders ya están preparando candidatos para enfrentar en las primarias a los demócratas con un cargo que no se están oponiendo a Trump con la firmeza necesaria.

Una cosa es segura: los demócratas que se niegan a cambiar lo hacen por su cuenta y riesgo.

22
Mar
17

Desafíos

escribe: Ezequiel Beer / Rebelión

La supuesta algarabía generada por el triunfo de Cambiemos en las últimas elecciones presidenciales y la catarata demagógica de promesas a cumplir se imposta de lleno con la realidad de su gestión.

El sumun parangón del marketing político quizás pudo tapar el cielo con la mano pero la gestión del actual presidente Macri dista de lleno entre esas promesas y las consecuencias de una gesta cada vez más restrictiva a un porcentaje de privilegio de la población.

Quizás la paradoja es cómo fue posible la reconversión de sectores populares y medios con orientación hacia el voto conservador y aquí podemos entablar relaciones entre campañas mediáticas y falencias que ha tenido la gestión estatal anterior o per se la falta de reconocimiento público a una serie de políticas que permitieron vigorizar a la Argentina.

Es por eso un desafío no menor recuperar en su cauce casi natural a dichos sectores para conformar una alternativa propositiva dentro de un Frente político intersectorial y poli clasista donde aún el Peronismo no allana por falta de consenso los interlocutores válidos ante dicha gesta.

Con dicha o con desdén estos sectores son los principales afectados por el avance brutal de una nueva versión del Neoliberalismo a la “Argentina “donde sector privado y sector público se entrecruzan en negocios que libran hacia la re confirmación de una economía monopólica y concentrada donde los consumidores son rehenes de los precios y las ganancias empresarias son extraordinarias por ende.

El reordenamiento regresivo del ingreso en favor de los sectores de poder se manifiesta casi diariamente desde las impuestas pautas salariales primero a los trabajadores de la educación y luego al conjunto de la clase trabajadora hasta los continuos aumentos en los servicios públicos esenciales que van cercenando el poder adquisitivo de la población.

Una de las banderas de Cambiemos fue su denuncia a la corrupción kirchnerista pero desde que han asumido el gobierno no para de suscitarse escándalos que corroen esa imagen de reconstrucción de la republica que ellos mismos quieren propiciar.

Pero vayamos al plano internacional, ¿cual ha sido la estrategia argentina?

Por lo visto aliarse al sector demócrata de los EEUU via la visita de Obama y los lazos con la frustrada candidata Clinton y de tenues vinculaciones con la nueva administración de Donald Trump cuya primera medida fue la prohibición del ingreso del limón tucumano a su territorio.

En orden regional, asimilarse a la irregular administración Temer en Brasil cuyo ciclo recesivo impacta de lleno en nuestro país.

España, con condecoraciones patrias al Rey, para la reafirmación de nuestro carácter de colonia ante nuestro ex imperio y quizás como un puente de apertura hacia la Unión Europea.

Sr. Macri, le falta Geopolítica a su gestión pues no visualiza los cambios en la llamada Eurasia donde Rusia, Iran y China formarán un nuevo conglomerado que será el futuro porvenir mundial.

Occidente está en decadencia y Oriente toma la apuesta mientras que en la Argentina las prioridades son bajar el Consumo para bajar la Inflación – eso sí, de los verdaderos generadores no se habla ni se tocan –, estigmatizar a los distintos estamentos de la clase trabajadora y continuar con las transferencias de ingreso bajo un descomunal proceso de Endeudamiento y Fuga de Capitales vía la ya conocida y fallida bicicleta financiera donde el dólar pierde valor ante un peso artificialmente re valuado.

Sin gesta altiva pero con experiencia histórica, los argentinos sabemos cómo termina esta historia y será la próxima administración gubernamental la que tendrá que resolver los múltiples dilemas sesgados por Uds claudicando en la posibilidad de re establecer las bases para un potencial estadio de desarrollo.

No son errores ni desaciertos, es una política certera.

Ezequiel Beer, Geografo UBA. Analista Politico
21
Mar
17

maduro …lo que nadie habla

VENEZUELA

Las 10 victorias del Presidente Maduro en 2016

escribe: IGNACIO RAMONET

 

Todo se presentaba muy complicado, a inicios de 2016, para las autoridades de Caracas. Principalmente por tres razones: 1) la oposición neoliberal había ganado las elecciones legislativas de diciembre 2015 y controlaba la Asamblea Nacional; 2) los precios del petróleo, principal recurso de Venezuela, habían caído a su nivel más bajo en los últimos decenios; 3) el presidente estadounidense Barack Obama había firmado una orden ejecutiva en la que declaraba que Venezuela representaba una “inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos” (1).

O sea, en tres campos decisivos –el político, el económico y el geopolítico-, la revolución bolivariana parecía estar a la defensiva. Mientras que la contrarrevolución, tanto interna como externa, pensaba tener, por fin, el poder en Venezuela al alcance de la mano.

Y todo esto en un contexto de guerra mediática de larga duración contra Caracas que comenzó con la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999 y se intensificó a partir de abril de 2013. Alcanzando unos niveles inauditos de violencia después de la elección del presidente Nicolás Maduro.

Esta atmósfera de agresivo y permanente acoso mediático produce una insidiosa desinformación sobre Venezuela que confunde hasta a muchos amigos de la revolución bolivariana. En particular porque, en esta era de la ‘post-verdad’, la práctica de la mentira, del fraude intelectual y del engaño descarado no es sancionado por ninguna consecuencia negativa, ni en términos de credibilidad, ni de imagen. Todo vale, todo sirve en esta ‘era del relativismo post-factual’, y ni siquiera los hechos o los datos más objetivos son tomados en consideración. Tampoco se acepta el argumento –tan obvio en el caso de Venezuela- del complot, de la conjura, de la conspiración. De antemano, el nuevo discurso mediático dominante denuncia y ridiculiza el “pretendido complotismo” como un inaceptable argumento de una “vieja narrativa” que no es de recibo…

Todo pues, a principios de 2016, aparecía muy cuesta arriba para el presidente de Venezuela. Hasta el punto de que el achacoso opositor neoliberal Henry Ramos Allup, pasablemente embriagado por su mayoría parlamentaria, se permitió asegurar, en enero de 2016, en su primer discurso como presidente de la Asamblea Nacional, que “en un lapso no mayor a seis meses” sacaría del poder a Nicolás Maduro. Inspirándose sin duda en el golpe de estado institucional contra la presidenta Dilma Rousseff en Brasil, y apostando por una victoria en un eventual referendo revocatorio.

Así estaban las cosas cuando el presidente Maduro, en una magistral secuencia de jugadas de ajedrez que nadie vio venir –perfectamente legales según la Constitución–, sorprendió a todo el mundo. Renovó, como era su derecho, a los miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), órgano superior del poder judicial, cuya Sala Constitucional tiene la última palabra en materia de interpretación de la Constitución.

Saturada de soberbia, la oposición cometió entonces dos errores mayúsculos :

Decidió ignorar las advertencias del TSJ y sesionar con tres diputados del estado Amazonas cuya elección, en diciembre de 2015, estaba bajo suspensión cautelar por irregularidades. Ante esa afrenta, el TSJ dictaminó obviamente que la incorporación de los tres diputados “no electos regularmente” retiraba toda validez a las decisiones de la Asamblea Nacional. De hecho, el TSJ declaró en desacato (desobediencia) a la Asamblea y determinó que “se considerarán nulas todas sus decisiones”. De tal modo que, por sus propios errores, la Asamblea no sólo no consiguió legislar, ni controlar al gobierno, sino que, como lo reconocen prestigiosos especialistas en derecho constitucional, se anuló a sí misma, dilapidó su poder y se autodisolvió (2). Esta fue la primera gran victoria de Nicolás Maduro en 2016.

En su obsesivo afán de derrocar al presidente, la oposición antichavista también decidió ignorar los requisitos legales (art. 72 de la Constitución), en términos de etapas imprescindibles y de pasos exigidos por los reglamentos jurídicos, para lanzar un referendo revocatorio en 2016 (3). Ahí los opositores fracasaron igualmente de manera estrepitosa.

Y ello constituyó otra gran victoria de Nicolás Maduro.

Aún así, llegó un momento, hacia marzo-abril de 2016, en que todo se complicó enormemente. Porque, a las embestidas habituales de las fuerzas hostiles a la revolución bolivariana, vinieron a sumarse una impresionante sequía, la segunda más grande desde 1950, y calores extremos causados por el fenómeno El Niño. En Venezuela, el 70% de la energía se genera por hidroelectricidad y la principal central hidroeléctrica depende del embalse Guri. Al reducirse las lluvias, los niveles de este embalse disminuyeron casi al nivel mínimo.

La contrarrevolución trató de aprovechar esta circunstancia para multiplicar los sabotajes eléctricos, buscando a crear caos energético, enojo social y protestas. El peligro era mayúsculo porque al problema eléctrico se sumaba, por efectos de la persistente sequía, la falta de agua potable…

Pero el Presidente Maduro actuó de nuevo con celeridad y adoptó medidas drásticas : decidió la sustitución de millones de bombillos incandescentes por ahorradores ; ordenó el reemplazo de los viejos acondicionadores de aire por otros de nueva tecnología ahorradora ; estableció el medio día laboral en la administración pública ; y decretó un plan especial de ahorro nacional del consumo eléctrico y de agua.

Gracias a estas audaces medidas, el Presidente consiguió evitar el colapso energético (4). Y obtuvo así una de sus más populares victorias del año 2016.

Otro de los problemas importantes (quizás el más grave) que tuvo que enfrentar el Gobierno –consecuencia en parte de la guerra económica contra la revolución bolivariana- es el del abastecimiento alimentario. Hay que recordar que antes de 1999, el 65% de los venezolanos vivían en situación de pobreza y que sólo el 35% podía disfrutar de una alta calidad de vida. O sea, de cada diez venezolanos sólo tres consumían regularmente carne, pollo, café, maíz, leche, azúcar… Mientras que, en los últimos diecisiete años, el consumo alimentario (gracias a la inversión social masiva de la revolución) se disparó en un 80%.

En sí, este cambio estructural, explica por qué, de pronto, la producción nacional de alimentos, mucho más importante de lo que se cree (5), resultó insuficiente.

Como la demanda aumentó masivamente, también se disparó la especulación. Y ante una oferta estructuralmente limitada, los precios se elevaron vertiginosamente. Y se expandió el fenómeno del mercado negro o « bachaqueo ». Muchas personas compraban los productos subvencionados por el Gobierno a precios inferiores al del mercado para venderlos a precios superiores al mercado. O los “exportaban” masivamente a los países vecinos (Colombia, Brasil) donde los revendían por el doble o el triple de su precio subvencionado. De tal modo que Venezuela se ‘desangraba’ de sus dólares – cada vez más escasos por el derrumbe de los precios del petróleo- para alimentar a unos ‘vampiros’ que le arrebataban los productos de primera necesidad a los más humildes, a la vez que se enriquecían de manera excepcional. Semejante inmoralidad no podía continuar.

Una vez más, el Presidente Maduro decidió actuar con mano firme. Primero -muy importante- cambió la filosofía de la ayuda social. Y corrigió un error mayúsculo que se llevaba cometiendo en Venezuela desde hacía lustros. Decidió que el Estado, en vez de subvencionar los productos, debía subvencionar a las personas. Para que sólo los pobres, los que realmente lo necesitan, tuvieran acceso a los productos subvencionados por el Gobierno. Para todos los demàs, el producto se vende a su precio justo establecido por el mercado. Lo cual evita la especulación y el bachaqueo (6).

Y segunda medida decisiva, el Presidente anunció que, a partir de ahora, el Gobierno pondría todo su empeño en cambiar el carácter económico del país para pasar de un ‘modelo rentista’ a un ‘modelo productivo’. A este respecto, el Presidente definió “quince motores” (7) para reanimar la actividad económica tanto del sector privado, como del sector público y de la economía comunal.

Esas dos decisiones esenciales convergen en una original creación imaginada por el Presidente Maduro: los CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) que constituyen una nueva forma de organización popular. Hogar por hogar, los representantes de las comunidades organizadas entregan, a precio regulado, bolsas repletas de alimentos. Muchos de estos alimentos son de nueva producción nacional. Los CLAP deberían abastecer, en los próximos meses de 2017, a unas cuatro millones de familias humildes. Garantizando la alimentación del pueblo. Y rubricando así una nueva gran victoria del Presidente Maduro.

Otra victoria no menor este año 2016 tan dificil, la constituye el récord obtenido en materia de inversión social que alcanzó el 71,4% del presupuesto del país. Es un récord mundial. Ningún otro Estado en el planeta dedica casi las tres cuartas partes de su presupuesto a la inversión social.

En materia de salud, por ejemplo, el número de establecimientos hospitalarios se multiplicó por 3,5 desde 1999. Y la inversión en un nuevo modelo humano de salud pública se multiplicó por diez.

La Misión Barrio Adentro, cuyo objetivo es atender a los enfermos en las áreas urbanas más humildes del país, ha realizado casi 800 millones de consultas y salvado la vida de 1.400.000 personas. Las universidades de medicina han formado a 27.000 nuevos médicos. Y otros treinta mil deben obtener su diploma en 2017. Ocho Estados han alcanzado una cobertura de Barrio Adentro 100% en 2016, cuando la meta era de seis.

Otra victoria social fundamental, no mencionada por los grandes medios dominantes, es la alcanzada en materia de adultos mayores que reciben una pensión de jubilación. Antes de la revolución apenas el 19% de los jubilados recibían una pensión, el resto subsistía a menudo en la miseria o a cargo de sus familiares. Este año 2016, el porcentaje de personas jubiladas que reciben una pensión (aunque no hayan podido cotizar a la seguridad social durante su vida activa) alcanzó el 90%. Un récord en Suramérica.

Otra victoria espectacular –y que tampoco mencionan los grandes medios dominantes- es la conseguida por la Misión Vivienda encargada de construir viviendas sociales, a precio regulado, para las familias venezolanas humildes.

En 2016, esta Misión entregó nada menos que 359.000 viviendas (a título de comparación, un país desarrollado como Francia apenas construyó, en 2015, 109.000 viviendas sociales). A eso hay que añadir las 335.000 viviendas rehabilitadas en el marco de la bonita Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor. Una Misión particularmente elogiada por el genio de la arquitectura Frank Gehry, autor del Museo Guggenheim de Bilbao y del Museo Louis Vuitton en París, que ha declarado desear involucrarse en ella. De tal modo que estamos hablando de casi 700.000 viviendas sociales entregadas en 2016. Una cifra sin equivalente en el mundo.

Desde que inició su mandato, en 2013, el Presidente Maduro ya ha entregado cerca de un millón y medio de viviendas a familias modestas. Récord mundial pasado bajo silencio por todos los medios hostiles a la revolución bolivariana. Y que hasta muchos amigos omiten a veces de mencionar.

Recordemos, para terminar, algunas de las brillantes victorias conseguidas en el ámbito geopolítico. Por ejemplo, haber impedido que la Organización de Estados Americanos (OEA), dominada por Washington, condenase a Caracas como lo pretendía el secretario General de esta organización, Luis Almagro, quien invocaba la Carta Democrática contra Venezuela.

O el éxito de la XVII Cumbre del Movimiento de los Países No Alineados (MNOAL) realizada en septiembre de 2016 en el Centro de Convenciones Hugo Chávez de la isla Margarita con la presencia de numerosos jefes de Estado y de Gobierno y de representantes de ciento veinte países que aportaron su solidaridad a Venezuela.

Enfin, en este campo, la principal victoria del Presidente Maduro, que efectuó varias giras internacionales con ese objetivo, fue el logro inaudito de un acuerdo entre países OPEP y no-OPEP para la reducción concertada de las exportaciones de petróleo.

Este acuerdo histórico, firmado en noviembre de 2016, frenó de inmediato el deterioro de los precios de los hidrocarburos que se desplomaban desde mediados de 2014 cuando sobrepasaron los cien dólares por barril.

Gracias a esta victoria capital, los precios del petroleo –que estaban en 24 dólares en enero– sobrepasaban los 45 dólares a final de diciembre 2016.

Así pues, en el año más duro y más largo, en el que tantos apostaron por su tropiezo, el Presidente Nicolás Maduro, sorteando todos los escollos, todas las trampas y todas las dificultades, ha demostrado su talla excepcional de hombre de Estado. Y de líder indestructible de la revolución bolivariana.

 

17
Mar
17

«el rata» franco … murió un héroe

“El Rata”

escribe: Ismael Blanco / analista

Esta historia perfectamente podría ubicarse en la Praga ocupada bajo el terror del jefe de la Gestapo y artífice del “Holocausto” Reinhard Heydrich, o la Polonia devastada por Hans Frank o en París bajo la represión despiadada contra los patriotas por parte de la “Carlinga” al mando de Pierre “El loco” Loutrel.

En este caso el relato se sitúa en el Buenos Aires de 1976. La Junta de Comandantes integrada por Videla, Massera y Agosti hacía ya dos meses había asaltado el poder, dando inicio al capítulo más terrible de la historia contemporánea argentina.

Por esos días los “los grupos de tareas” -eufemismo con que se autodenominaban las patotas fascistas- rondaban feroces la ciudad a cualquier hora del día en sus “falcon” sin chapa, asomando por las ventanillas sus fusiles y escopetas Ithaca 37, estas últimas consideradas sus favoritas por el hecho de ser capaces de derribar puertas o despedazar personas de un solo disparo.

El genocidio estaba en marcha. En aquel momento ya habían asesinado a Zelmar, al Toba y demás compatriotas. Liberoff había desaparecido para siempre. Ya “Orletti” funcionaba a pleno como un campo de exterminio y los uruguayos escapados y clandestinos conocían qué suerte les depararía si caían atrapados en la colaboración represiva del “Cóndor”, de los que varios de sus protagonistas, con repugnantes excepciones, se encuentran al día de hoy cumpliendo como reos sus sentencias en la privilegiada cárcel de “Domingo Arena”.

Había razones políticas y estratégicas para mantenerse a cualquier costo en la capital argentina, aún bajo conciencia de que la misma era una trampa mortal, una inmensa ratonera.

Los uruguayos que estaban allí ya manejaban la información de los secuestros y torturas y de la eventual “repatriación” al Uruguay.

Debo decir que de todas formas y visto a la distancia, no se tenía la real conciencia que se estaba aplicando la “desaparición forzada” sistemática como un espeluznante método genocida ni tampoco de la terrible forma de asesinato a través de los infames “vuelos de la muerte”.

El protocolo represivo era el mismo o casi idéntico al aplicado por el general francés Jacques Massu en Argelia.

Sin embargo, gran parte de la población tenía cierta “naturalización” con los golpes y con su fascismo. Podía percibirse sin demasiado esfuerzo que el “inconsciente colectivo” estaba acostumbrado a cierto populismo fascista.

La sociedad era permeable al discurso chauvinista “del país ordenado”, a “la necesidad de la reconstrucción nacional”, “a la paz y al orden” que masivamente se difundía a través de la asquerosa colaboración de “periodistas” y “comunicadores” que se prestaban a defender supuestos valores nacionales de los ataques de lo que denominaban una campaña “difamadora y apátrida del exterior”.

Es en este brutal contexto donde debo ubicar a un individuo que no es un personaje creado ni por la imaginación de John Le Carré o Ian Fleming, ya que era tan humilde, tan modesto y proletario que no entraba en ninguna ficción, sin embargo, existió y le hizo vaya a saber cuántos gambitos a la maquinaria asesina, su nombre era José Pedro Franco, “Rata” para sus camaradas.

A él lo conocí personalmente muchos años después con quien supe forjar una fraternidad difícil de expresar en palabras.

En el repliegue de los últimos comunistas que pudieron eludir la represión de la “operación Morgan” y la dirigida en particular contra el aparato armado del Partido Comunista, hizo que los “sobrevivientes” que pudieron zafar del “300 Carlos R” y del “Infierno Grande” intentaran concentrarse en Buenos Aires, encontrándose a merced de su suerte, con documentos precarios, falsos o sin ninguno, y desde el punto de vista financiero sin un peso. De todas formas esa situación los hacía compadecerse de lo que estaban sufriendo sus camaradas en el Uruguay y su objetivo era establecer una cercana base para asistir a la resistencia clandestina que aunque diezmada se mantenía funcionando.

Hacinados en una pensión del barrio de Flores una decena larga de comunistas que habían salvado el cuero a partir del silencio de sobrevivientes de la tortura y de la compartimentación militar de la misma, que impidió que Coirolo pudiera delatarlos, y ahora se apiñaban en un solo cuarto donde se turnaban para dormir.

Los que conseguían trabajar haciendo alguna changa, no le hacían asco a nada, muchos a cambio de comida -y no exagero- con trabajos absolutamente informales. Quien poseía conocimiento de un oficio, a lo sumo podía meterse en “negro” en una obra y con suerte obtenía mango escaso para compartir.

Pues bien, dice la leyenda y algo que yo le pude sacar medio a los tirones al “Rata”, que él andaba de aquí para allá a partir de su condición de marino mercante, que de muy jovencito conocía todos los códigos y vericuetos que existen en el mundo portuario. Evidentemente ese era “un plus” que le daba la posibilidad de que sin pisar tierra firme podía acercarse al Uruguay y establecer contactos que permitían llevar y traer información y ayuda financiera para los militantes clandestinos en nuestra patria y lo hizo mientras le fue posible.

Quien conoció al “Rata” Franco sabe de su incansable capacidad para militar, su conocimiento al detalle del sufrimiento de sus iguales, su bonhomía, sencillez y de su compromiso revolucionario. Él era un hombre de andar sereno, siempre con un modesto saco que le daba un cierto “aire” distinguido a su dignidad obrera. Era duro pero no necesitaba ser incorrecto para hacer valer sus ideas, y su pasión se traslucía a través de su ronca y varonil voz.

Tengo testigos que me ratifican que el “Rata” logró en aquel Buenos Aires infernal auxiliar en nombre de la CNT a esos comunistas desesperados. Que así como apareció divisado en la casualidad de las calles porteñas se volvió a perder por las mismas para sobrevivir como se pudiera. Dicen que repartió lo que tenía, logrando honrar pequeñas deudas de hospedaje, porque el honor no se quería perder ni en las peores circunstancias: una cosa era eludir la represión y otra muy distinta era eludir las obligaciones ante quien había asumido dar un refugio modesto, pero refugio al fin.

El “Rata” se murió un viernes de semana de carnaval, casi nadie se enteró. Se fue en silencio, plantándole pelea a un cáncer que no le dio tregua en los últimos años de su vida. Se fue de este mundo tan modestamente como vino. Me dijeron que lo enterraron en un tubular del Cementerio del Norte. Estoy seguro no hubiera hecho dramatismo por eso, ni siquiera le hubiese importado la calidad del cajón así hubiese sido de cartón de cajitas de zapatos.

Recordando a otro “Rojo” me despido de vos querido “Rata” cuando Antonio Gades decía: “Soy una persona que se ha ganado la vida en silencio. Soy como el aire, ni dije cuando venía, ni voy a decir cuando me voy”.

16
Mar
17

cambio Nelson y el partido colorado

De aquellos polvos vinieron estos lodos

escribe: Hugo Acevedo, Analista

 

El descomunal latrocinio perpetrado por el dirigente colorado fernandino Francisco Sanabria -propietario de las once sucursales del hoy clausurado Cambio Nelson y de otras poderosas empresas- conmueve profundamente al sistema político nacional, particularmente por el destacado rol que éste desempeñaba en la centenaria colectividad fundada por Fructuoso Rivera.

Lo cierto es que el sorpresivo cierre de las instituciones financieras de las cuales es propietario Sanabria y su ulterior fuga con destino desconocido para no enfrentar sus responsabilidades penales, ya que sobre él pesa un pedido de captura internacional por múltiples acusaciones, pusieron punto final al poder de la dinastía encabezada por su padre, el extinto ex senador forista Wilson Sanabria, fallecido en 2015.

Como es notorio, el progenitor del ahora imputado era un dirigente de primera línea muy cercano al dos veces presidente de la República Julio María Sanguinetti y también uno de los hombres más ricos del país.

El inconmensurable poder económico de Sanabria padre fue la plataforma de lanzamiento de la carrera política de su hijo Francisco, quien, pese a su juventud, logró escalar rápidamente posiciones en la interna colorada hasta erigirse en Secretario General y en referente partidario en el departamento de Maldonado.

Lo concreto es que, con su partida, Sanabria ha dejado un tendal de damnificados entre acreedores y ahorristas, en lo que, según se especula en ámbitos judiciales, sería una maniobra fraudulenta cuyo monto oscilaría entre los 12 y los 15 millones de dólares.

Por supuesto, otros afectados con el cierre de las empresas son los trabajadores de las once agencias de Cambio Nelson y los de una empresa de transporte de la cual era accionista Sanabria, que sumarían dos centenares.

Como si no fuera suficiente, la Justicia indaga ahora un probable delito de lavado de activos al cual también podría estar vinculado el fugado ex dirigente colorado.

En efecto, no se trata de un militante de segundo orden en la interna partidaria sino de un referente, quien no es vano era -hasta su compulsiva renuncia- Secretario General del partido en el departamento de Maldonado.

También era suplente del diputado y secretario general del PC Germán Cardoso, quien es miembro de Vamos Uruguay y mano derecha del líder sectorial, senador y ex candidato presidencial Pedro Bordaberry.

Su visibilidad está plenamente corroborada por varias fotos difundidas en las redes sociales, en las cuales Sanabria aparece abrazado con Cardoso, Bordaberry y otros dirigentes.

Por más que los delitos que se le imputan fueron cometidos en el ámbito privado, se sabe que con su fortuna personal ha participado en la financiación de las campañas electorales en el ámbito departamental y tal vez en otras actividades proselitistas de su fuerza política.

Se trata, a todas luces, de un golpe terminal para el ya devaluado Partido Colorado, que, aunque sus dirigentes se hagan los distraídos y anuncien la expulsión de Sanabria de filas partidarias, tiene una innegable responsabilidad.

Tal cual lo expresó el propio diputado Fernando Amado, líder del crítico sector Batllistas Orejanos, “en el partido eran vox populi -lo decía el propio Pedro, las sufría Germán Cardoso- las prácticas mafiosas de Francisco Sanabria”.

Según el legislador, que ha mostrado posturas antagónicas a la conducción oficial del PC y suele formular fuertes cuestionamientos a la conducción del propio Bordaberry, “la elección del 2009 fue una guerra salvaje en Maldonado. Cuando faltaba plata para algo siempre se recurría a Sanabria o a Magurno, eso no es nuevo. Lo que a mí me indigna es la sorpresa. Está todo documentado, porque Bordaberry lideró por mail. Oportunista sería el silencio cómplice”.

Las acusaciones públicas de Amado, que no han sido desmentidas con argumentos sólidos ni sustentables, corroboran que el Partido Colorado tendría pleno conocimiento de las actividades de Sanabria.

Ahora, de nada vale rasgarse las vestiduras e intentar salpicar el escándalo a otras fuerzas políticas, parangonándolo a las denuncias por supuestas irregularidades en la gestión de Ancap que están siendo procesadas en el ámbito judicial y cuyo desenlace será determinado por las investigaciones en curso.

Aunque el caso Sanabria no ha provocado ningún daño patrimonial al Estado, igualmente pone en tela de juicio la credibilidad del Partido Colorado, que, desde que es liderado por Pedro Bordaberry, ha intentando posicionarse como un cuestionable ejemplo de ética y probidad.

En ese contexto, no ha dudado en erigirse en censor del oficialismo frenteamplista, lanzando acusaciones de corrupción a diestra y siniestra que carecen del indispensable sustento de la prueba.

Con esa actitud, la centenaria colectividad ha intentado vanamente recuperar terreno luego de tres estrepitosos fracasos electorales, en un escenario político que lo tiene como una fuerza política cuasi marginal de la añeja derecha vernácula.

Tampoco es fácil borrar de un plumazo una oscura historia de corrupción en el ejercicio de la función pública, que suma más de una decena de procesamientos: los ex presidentes del Banco Hipotecario del Uruguay, Salomón Noachas y Julio Kneit, los ex directores del BHU, Norberto Sanguinetti y Jorge Conde Montes de Oca, el ex vicepresidente de OSE Juan Justo Amaro, los también ex vicepresidentes de dicho organismo Hugo Granucci y Carlos Rodríguez Landoni, el ex intendente de Artigas Carlos Signorelli, el ex jefe comunal de Maldonado Benito Stern, el ex director de Aduanas Víctor Lissidini y el ex secretario privado de Julio María Sanguinetti, Ernesto Laguardia.

Por supuesto, aunque a menudo la memoria colectiva es frágil, nadie olvida tampoco la responsabilidad directa del PC en la devastadora crisis económica y social de 2002, que generó un agujero negro que multiplica por diez el déficit de Ancap.

Obviamente, el descalabro fue generado por la quiebra del sistema financiero, el colapso del aparato productivo, el vaciamiento de los bancos Montevideo y Comercial, una desocupación de dos dígitos, la pérdida de un tercio en el poder de compra de los salarios y las pasividades y una dantesca tasa de pobreza del entorno del 40%.

Todos estos desastres -que le provocaron un daño irreparable al país y de los cuales también es responsable el Partido Nacional, que integró sendos gobiernos de coalición- jamás fueron investigados ni dirimidos en los estrados judiciales, por falta de voluntad política o por mera molicie.




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