Archivo de diciembre 2022
escribe: senador del FRENTE AMPLIO ALEJANDRO SÁNCHEZ
Balance del gobierno 2022: “Buen año”, ¿para quién?
Las políticas de este gobierno afectaron la economía de las familias, a través del recorte de salarios y jubilaciones.
Luego de la reunión del Consejo de Ministros convocada por Lacalle Pou para realizar un balance anual, el presidente consideró que fue un “muy buen año” para el gobierno. Sin embargo, si hacemos un repaso por algunas de las políticas implementadas por esta administración y analizamos su impacto en la población no es posible afirmar que este año haya sido positivo para la enorme mayoría de la ciudadanía. Lo que queda muy claro es: que un buen año para este gobierno no es lo mismo que un buen año para el país.
Si bien, aún no ha terminado la tarea legislativa, porque en los últimos días de diciembre se votará el proyecto de reforma jubilatoria, el 2022 está llegando a su fin.
Pese a las consideraciones del presidente, el gobierno termina el año con dos escándalos de proporciones mayores. Por un lado, el caso Astesiano. El hecho desnuda tal vez una de las peores formas de utilizar el poder político: corrupción, tráfico de influencias, nepotismo, espionaje a opositores políticos para extorsionarlos y una serie de interrogantes, que todavía no se han esclarecido, ya que cada día que pasa surgen nuevos datos.
El otro escándalo: la entrega del pasaporte uruguayo al narcotraficante Marset mientras estaba preso en Dubai. En la interpelación a Bustillo y Heber de agosto, este último expresó que existía coordinación entre los ministerios y que no manejaban las “pruebas” como para evitar la entrega del pasaporte. Como es costumbre también le echaron la culpa al Frente Amplio por el decreto que los “obligaba” a actuar de esa manera. Sin embargo, hoy se sabe que ya manejaban las “pruebas” suficientes como para evitar la entrega del pasaporte, que Marset utilizó para salir de la cárcel, pero pese a ello no sólo no se lo negaron sino que se lo entregaron en tiempo récord.
Es increíble pero el mismo gobierno que hacía gárgaras de transparencia, en menos de tres años de ejercicio ya tiene dos casos gravísimos de corrupción.
Y todo esto pasa mientras una inmensa cantidad de compatriotas se encuentran en serios problemas económicos. Como ya hemos mencionado varias veces en estas columnas, nuestra economía ha crecido, pero ha crecido para unos pocos, y para la gran mayoría su economía ha empeorado.
Cerca de 400 mil ciudadanos se encuentran en situación de pobreza, 1 de cada 5 niños de nuestro país viven en situación de inseguridad alimentaria. Tenemos más de 370 mil personas que viven con menos de 25 mil pesos, casi la cuarta parte de los ocupados. Han crecido los asentamientos y hay más compatriotas viviendo en situación de calle.
A su vez, nuestros pequeños productores agropecuarios, aquellos que sustentan la alimentación de nuestros ciudadanos, han visto empeoradas sus condiciones económicas debido a la disminución del consumo y el alto aumento de los costos de combustibles y materias primas. De tal manera, que los productores hortícolas, frutícolas y porcinos han visto crecer su endeudamiento en el entorno del 40%.
Al mismo tiempo, la inversión pública, uno de los motores principales de desarrollo y de trabajo, se encuentra en mínimos históricos. Solo en el discurso quedaron los US$ 1.000 millones para obras de saneamiento en el interior, no hay un solo peso para el desarrollo de los puertos nacionales, y en el resto de las empresas públicas la inversión se encuentra en línea con las directivas de la OPP que establecen que no se debe superar el 85 % de la inversión del quinquenio anterior.
El presupuesto para la educación, la ciencia y la salud se han recortado sensiblemente. La reforma de la educación es un slogan, cuyos principales contenidos son el cambio de nombre de las asignaturas, de las notas y otras definiciones que carecen de sustento pedagógico. Si el objetivo de la reforma es mejorar los niveles de inequidad de nuestra educación pública, lo cual coincidimos, primero debería haber aumentado el presupuesto, en vez de recortarlo, y sin dudas, debería haber evitado el incremento de la pobreza infantil y adolescente. Este gobierno pone foco en los discursos y slogans más que sobre los hechos.
La comunidad científica que fue la fuente de consulta y asesoramiento durante toda la pandemia, sufrió recortes presupuestales en todos sus programas. Tampoco hay proyecto de desarrollo sin inversión en Ciencia y Tecnología.
Por otra parte, la seguridad tampoco ha mejorado, han aumentado la cantidad de homicidios y la violencia intrafamiliar. La policía ha sido apoyada solo desde las declaraciones porque los trabajadores policiales han perdido poder de compra en sus salarios y el gobierno ha recortado la inversión en equipamiento policial.
Lo que fue un “muy buen año” para el gobierno, según entiende nuestro presidente, fue un mal año para la mayoría de la población. Porque las políticas de este gobierno afectaron negativamente la economía de las familias, a través del recorte de salarios y jubilaciones, y a través de la pauperización de los servicios públicos. La “austeridad”, que tanto le reclamaban a los gobiernos frenteamplistas y que prometieron en campaña electoral, la han tenido que vivir nuestros compatriotas, porque el ahorro que prometieron no lo hizo el Estado, el ahorro ha salido del bolsillo de los uruguayos y uruguayas. Este gobierno ha subvertido la frase “Dignidad arriba, regocijo abajo”.
MEMORIA, VERDAD y JUSTICIA . . .
Confirman que Manuel Liberoff estuvo en el centro Bacacay con Michelini, Gutiérrez Ruiz, Whitelaw, Barredo y sus hijos
BUENOS AIRES (Uypress) – Se confirmó que el médico comunista Manuel Liberoff, secuestrado y desaparecido en Argentina en 1976, en el mismo operativo que concluyó con el asesinato de Michelini, Gutiérrez Ruiz, William Whitelaw y Rosario Barredo, estuvo detenido con estos en el centro clandestino Bacacay.
El juez argentino Daniel Rafecas confirmó, según dio cuenta El Observador, que los legisladores uruguayos Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz estuvieron secuestrados, antes de ser asesinados, en el centro clandestino de detención Bacacay, que se encontraba en la misma manzana que el tristemente célebre centro de detención Automotores Orletti.
Rafecas dispuso la detención de seis agentes del Servicio de Inteligencia de la Defensa de Argentina, que serán interrogados la próxima semana. Ellos son Rubén Héctor Escobar, César Estanislao Albarracín, Hugo Ángel Carlet, Patricio Miguel Finnen, Luis Nelson González y Daniel Oscar Cherutti, que está radicado en Italia.
Los cuerpos de Michelini, Gutiérrez Ruiz, Barredo y Whitelaw, aparecieron en un auto el 21 de mayo de 1976. Manuel Liberoff, de nacionalidad argentino, militante comunista en Uruguay, fue expulsado por la dictadura, razón por la que volvió a su país natal. Fue secuestrado en el mismo operativo que los anteriores, pero nunca apareció.
De acuerdo a lo recogido por La Diaria, uno de los elementos concluyentes para identificar el centro clandestino de detención fue la declaración de Gabriela Schroeder, hija de Rosario Barredo, que a pesar de contar solo con cuatro años cuando fue secuestrada con su madre, aportó datos específicos que permitieron identificar el lugar.
«Ella recordaba el sótano de la casa, que era muy particular, y detalles del baño, el patio descubierto, la entrada del lugar, la cocina, los pisos del inmueble, la habitación en la cual permaneció junto a sus hermanos, y los ruidos que se escuchaban desde el lugar», dijo Rafecas a El Observador.
También fue relevante el testimonio de Juan Ignacio Azarola Saint, que estuvo cautivo en el centro en el mismo período que Michelini y Gutiérrez Ruiz.
E3n declaraciones a La Diaria, el ex subsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff, hijo de Manuel Liberoff, explicó que la Justicia también determinó que su padre estuvo detenido en Bacacay antes de ser desaparecido.
«Hace años que yo tenía esa versión porque había seguido informaciones de que Aníbal Gordon fue el que alquiló ese local que comenzó a funcionar antes que Orletti», señaló.
Además, destacó que uno de los documentos fundamentales fuera la declaración de Azarola, que fue «el único que en algún momento declara que estuvo en un lugar con un médico comunista uruguayo que estaba enfermo y da un apellido ruso que no es exactamente, pero es una referencia inequívoca a papá», dijo a La Diaria.
Caras y Caretas Diario
escribe: Leandro Grille
La revelación de los chats entre la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, y el subsecretario de Interior, Guillermo Maciel, así como el resto del expediente sobre el caso Marset que el gobierno debió entregar a la oposición por orden judicial, no solo dejó claro que el gobierno mintió en la interpelación, sino que puso en evidencia que entregarle el pasaporte en mano al narcotraficante, tramitar el pasaporte de su pequeño hijo e interceder ante el Poder Judicial de Emiratos Árabes para obtener su libertad fue una decisión política tomada con pleno conocimiento de a quién se estaba beneficiando. No fue un error, ni una imprudencia ni una obligación.
La confirmación por parte Mario Panizza, propietario de la empresa Vertical Skies, creada menos de una semana después de que Lacalle Pou fuera proclamado presidente por la Corte Electoral, de que se había realizado espionaje contra los senadores Mario Bergara y Charles Carrera, y que efectivamente se le había transferido dinero en dólares a Alejandro Astesiano por dicho concepto, demuestra, además, que los chats del exjefe de seguridad del presidente, lejos de ser un cúmulo de delirios, contienen información cierta y confirman que desde la Torre Ejecutiva se coordinaron acciones ilegales y gravísimas, utilizado al Estado para delinquir con propósitos políticos y económicos.
Con lo que se sabe hasta el momento, se puede afirmar tranquilamente que lo peor del crimen organizado penetró el Estado y la cadena de hechos indican de forma insoslayable que los cómplices son muchos y a todo nivel. Muy mal envejecieron los tuits de la fiscal Fossati cuando se puso a polemizar con los senadores espiados, espetándoles que nada de eso estaba probado, o su permanente brega por desvincular al presidente y caracterizar a Astesiano como un malandrín que había defraudado la confianza del mandatario haciendo alardes en sus comunicaciones sobre cosas que seguramente no podía realizar.
A esta altura, buena parte de la población observa con espanto un gobierno en descomposición moral, intentando ridículas operaciones para desviar la atención sin éxito, como las diatribas de la senadora Bianchi, una vergüenza institucional que le va a costar caro al Partido Nacional en las próximas elecciones, las barbaridades del ministro Martín Lema contra las ollas populares y la mamarrachesca comisión investigadora contra el senador Charles Carrera por un caso construido mediante inteligencia ilegal, que denota la cooperación entre servicios clandestinos, gobiernos y medios de comunicación, donde, para colmo, se quiere manipular a la población presentando a Carrera como culpable de haber ayudado a una persona y a la vez culpable de la bala policial que la hirió, en una ingeniería de la confusión aviesa.
Mientras observamos en tiempo real el aluvión de pruebas de corrupción, el gobierno se prepara para dar un golpe a los trabajadores, dando media sanción entre navidad y fin de año a una reforma de la seguridad social completamente impopular, mintiendo a cara de perro sobre sus efectos, exhibiendo nuevamente un cinismo a prueba de todo, insultado la inteligencia como si la gente fuera idiota, dando cuenta en cada oportunidad que se presenta que la derecha uruguaya no tiene ningún escrúpulo.
Es dificilísimo imaginar cómo hará Lacalle Pou para gobernar los próximos dos años, ahora que el blindaje no sirve para nada, y la posibilidad de encapsular los casos de Marset y Astesiano, reveladores de la intimidad degradada de una forma de ejercicio del poder, es una tarea imposible. Por el contrario, todo sugiere que estos casos se lo van a llevar puesto, no en un sentido institucional, porque nadie en Uruguay quiere que el presidente interrumpa su mandato, sino en un sentido histórico y político mucho más profundo: Lacalle Pou va a pasar a la historia como pasó su padre, pero peor, porque el padre era bastante más inteligente que él y, además, gobernó en una época donde la información corría menos, las redes sociales no existían, y no había chats de WhatsApp para ser ventilados por los medios de comunicación un día sí y otro también, por todo lo largo de su mandato.
PALABRA de HONOR . . .
Palabra de Honor
General Líber Seregni
El 13 de diciembre se cumplió el 106° aniversario del nacimiento del General Seregni.
Quiero recordarlo por sus inmensas virtudes y sus servicios a la patria y me gustaría rescatar dos hechos históricos.
Corría el año 1968. Gobierno de Pacheco Areco. El Gral. Seregni comandaba la principal estructura del Ejército, la Región Militar No1.
El gobierno militarizó a los trabajadores bancarios y ordenó al Ejército a darles instrucción militar y tenerlos en sus cuarteles…
Todos recordamos el trato respetuoso y humano que impartió el mando superior de la Región 1.
El 14 de agosto de 1968 balas policiales abatían, por primera vez en la historia uruguaya, a un estudiante universitario, LIBER ARCE.
Un mes después, asesinaban a otros dos estudiantes: Susana Pintos ( UTU ) y Hugo de los Santos (Udelar).
Cuando volvíamos del cementerio, nos encontramos con las facultades cerradas, por un mes, para evitar una escalada de sangre.
Seregni, como uno de los jefes militares, junto a otros oficiales de otras armas, advirtió con firmeza su decisión de NO TOLERAR POR TODOS LOS MEDIOS A SU ALCANCE QUE EL ORDEN FUERA SUBVERTIDO POR PRONUNCIAMIENTOS MILITARES.
Entregó el mando al 2º Jefe de la Región Militar No.1 Cnel. Hermenegildo Irastorza.Y pidió el PASE A RETIRO.
Siempre estuvo contra los pronunciamientos militares que alteraran el orden constitucional
Muchos años después, en 1996, el 5 de febrero, renunció a la Presidencia del Frente Amplio, cuando se sintió desautorizado e impedido de cumplir su palabra con el Presidente de la República, de dar respuesta a un Proyecto de Reforma Constitucional en una fecha determinada.
“No estoy habilitado para cumplir el compromiso que asumí.
Quien había dado la palabra, “Yo Gral. Liber Seregni “
PARA MI LA PALABRA ES UN CAPITAL FUNDAMENTAL DE MI ACCIONAR PERSONAL Y POLITICO.
La decisión del Plenario menoscabó la credibilidad y la confianza del Presidente del Frente Amplio y eso lo lleva INDEFECTIBLEMENTE a que NO pueda seguir en la Presidencia del FA.
Con palabras de uno de sus más estrechos colaboradores, el Gral ® Julio Halty:
“Uno de los privilegios que la vida me concedió fue compartirla con hombres de la talla del Gral. Seregni. En él convivían armoniosamente talento, sensibilidad y honor.
Estas cualidades siempre se entrelazan en sus decisiones y lo conducían a lo más justo.
Siempre hubo grandeza en sus acciones porque se inspiraban en valores-para él imperecederos. Tanto como militar y también como político, se vio obligado a tomar difíciles decisiones y siempre lo hizo con firmeza de sus convicciones que lo acompañaron hasta el final.”
Quiero recordarlo por sus inmensas virtudes y sus servicios a la patria.
Pero por encima de todo porque es un paradigma de MILITAR que hace HONOR A SU juramento de CUMPLIR CON LA PALABRA EMPEÑADA.
Es lo que se llama pundonor.
Es lo que violaron quienes quebrantaron la Constitución y asolaron al país durante 11 años.
General republicano, constitucionalista, DEMÓCRATA.
ARTIGUISTA, abrazó la causa de los más débiles
Fundó el FRENTE AMPLIO Y BREGÓ POR LA UNIDAD POR ENCIMA DE TODO.
Su amor por la LIBERTAD Y LAS LEYES lo hizo inclaudicable a sus principios y convicciones democráticas.
Padeció por eso la cárcel y la tortura, acusado de “sedición y traición a la Patria” por los felones de la dictadura.
Preso, como estratega político, convocó a la ciudadanía frenteamplista a VOTAR EN BLANCO en las Elecciones Internas de Partidos Políticos en 1982.
Mientras la dictadura se propuso BORRAR AL FRENTE AMPLIO del escenario institucional, Seregni encontró el camino para VISIBILIZAR SU EXISTENCIA en la hora más sombría de la Patria.
A pesar de los ofrecimientos, no se exilió. Prefirió la cárcel y el martirio y, sobre ese ejemplo, construyó las bases de un partido político.
Fue torturado por generales de la dictadura, y mantuvo un silencio digno para buscar el camino del reencuentro.
Lo quemaron con cigarros por todo el cuerpo, entre otros vejámenes. Ya libre, no bajaba a la playa con el torso desnudo para no llamar la atención.
Un militar de cuna batllista que, el 1º de marzo de 1959, garantizó la transición pacífica del Gobierno Colorado al Gobierno Blanco.
Un General de fuste, que no se amparó en privilegios, ni se victimizó.
Vale la pena recordarlo como un hombre de UNA SOLA PIEZA.
Fiel a la Constitución y la Ley y a los compromisos asumidos.
Jamás se hubiera refugiado en fueros para evitar cumplir su palabra de presentarse ante la Justicia ante irregularidades cometidas.
Jamás usó sus cargos para acrecentar su patrimonio personal y familiar.
Como Artigas, murió en la modestia y la austeridad.
Es un paradigma cívico y militar.
Un ejemplo a seguir.
Una llama que sigue encendida.
Un héroe de la Patria.
Pinocho Pou . . .
Proyecto del gobierno.
La reforma de la seguridad social es un ataque a las y los trabajadores
Luego de negociaciones entre los socios de la Coalición, el gobierno finalmente presentó al parlamento su proyecto de reforma jubilatoria. Más allá de pequeños cambios en relación al anteproyecto que diseño la “Comisión de Expertos” se trata de una propuesta que nos quiere hacer trabajar más años para cobrar menores jubilaciones y está hecha para beneficio de las AFAPs
A fines de octubre el Poder Ejecutivo envió al Parlamento su proyecto de reforma de la seguridad social. Más allá de algunos cambios y retoques, en lo fundamental continúa la línea del anteproyecto presentado por el gobierno hace algunos meses siguiendo las recomendaciones de la “Comisión de expertos” creada por la Ley de Urgente Consideración (LUC), que trabajó desde fines de 2020 encabezada por Rodolfo Saldain.
Como no podía ser de otra manera el proyecto de Lacalle y compañía está hecho a la medida de los empresarios y siguiendo las recomendaciones del FMI y los organismos internacionales de crédito.
Entre sus propuestas principales se destacan:
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Se avanza en la privatización de la Seguridad Social, expandiendo las Afaps a todo el sistema.
Actualmente el sistema mixto con Afaps de 1996 es voluntario para el 80/85 % de las personas, pero con la reforma se tornará obligatorio y los aportes personales irán a una cuenta individual administrada por sociedades anónimas. Es decir que se le da mayor participación a las AFAPS ampliándose el negocio empresarial de la capitalización individual a toda la población, extendiéndose a todas las cajas (las que habían quedado excluidas en la reforma del 96) y cualquiera sea el salario de las personas. A su vez se incluyen todos los nuevos trabajadores/as luego de 6 meses de vigencia de la ley, al tiempo que se derogan las posibilidades de desafiliación de Afaps.
No podemos olvidar que las ganancias de las AFAPs, producto de las comisiones que cobran a los afiliados, son de las más altas en América Latina y alcanzaron solo el año pasado los 12 millones de dólares.
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Se sube la edad para jubilarse a 65 años, en lugar de los 60 años actuales. El gobierno, sabiendo esta es una medida antipopular pospuso el comienzo de este cambio por algunos años, pero las personas que hoy tienen 45 años o menos tendrán que trabajar hasta los 65 para acceder a la jubilación.
Supuestamente hay algunos rubros que quedan por fuera de este aumento en la edad, pero las condiciones que se exigen lo hacen imposible para la mayoría; por ejemplo en la construcción se exigen 20 años en dicha actividad, y 8 de los últimos 10 también en la misma; cuando hoy alrededor del 70% de los trabajadores de la construcción son zafrales.
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No solo se aumenta la edad para jubilarse a 65 sino que el proyecto plantea que luego de algunos años se aumentará automáticamente la edad jubilatoria al quedar atada a la evolución de la esperanza de vida; si esta aumenta, automáticamente aumentará la edad exigida para jubilarse.
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Con la reforma bajarán los importes de las jubilaciones a percibir: Un informe técnico del Equipo de Representación de los Trabajadores (ERT) en el Banco de Previsión Social (BPS) plantea que en 2043, cuando el nuevo sistema previsional entre plenamente en vigencia, una persona con un salario promedio de 30.000 pesos cobrará una jubilación de 19.973 en lugar de 22.412 pesos. Un 16% más bajo respecto del régimen actual. Y en 2050, ese mismo trabajador ganará 17.481 pesos, un 22% menos que con el sistema actual, y con cinco años más de trabajo.
Las rebajas serán más grandes para los trabajadores que ganan entre 50.000 y 70.000 pesos. Por ejemplo, un trabajador con un sueldo promedio de 60.000 pesos cobrará un 38% menos en 2050, en comparación con el régimen vigente, por el cual tendría una jubilación de 45.666 pesos. Con reforma, en cambio, percibiría una de 28.411 pesos.
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La reforma plantea un cambio en los cómputos para el calculo del “sueldo básico jubilatorio”. Con la nueva ley se calculará en función del promedio mensual del “valor actualizado de las asignaciones computables de los mejores 25 años de trabajo” mientras que el criterio del régimen actual tiene en consideración los últimos diez años o los mejores 20 años de aportes. De esta manera, tendrán más peso en el calculo los primeros años de trabajo, cuando generalmente se gana menos.
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Se reducen en general, los montos a percibir por jubilaciones por incapacidad para todo trabajo y el subsidio transitorio hasta por 3 años para el trabajo habitual. También habrá recortes a la pensión por viudez.
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Se mantienen privilegios de la Caja Militar. Una Caja que genera un déficit de 500 millones de dólares anuales y con algunos privilegiados que cobran altas jubilaciones sin ningún impuesto que los afecte (a diferencia de las otras cajas). Además el proyecto establece que algunos escalafones seguirán jubilándose más temprano: sargento 2° y suboficial 2° clase: 57 años, cabo 1° y equivalentes: 55 años, cabo 2° y equivalentes: 55 años, soldado 1°, marinero 1° y equivalentes a los 53 años.
El derecho a una vejez digna
Frente a este régimen político que quiere que trabajemos más años y luego nos condena a jubilaciones miserables, los trabajadores tenemos que luchar por imponer una salida que beneficie a las grandes mayorías.
El régimen actual, y que el gobierno quiere profundizar aún más, se sostiene en base a los aportes de las y los trabajadores mientras los aportes empresarios están reducidos al mínimo. Con la reforma del 96 la jubilación se transformó en una mercancía en manos del capital financiero (las AFAPs) que busca solamente el lucro y maximizar sus ganancias y hoy el gobierno pretende extender este negocio a todos los subsistemas.
Desde que empezó a hablarse de la reforma de la seguridad social desde La Izquierda Diario venimos señalando que en todo caso es este modelo empresarial es el que hay que reformar, para que aquellas y aquellos que han trabajado toda una vida (cobrando también sueldos bajos) accedan una vejez digna. La jubilación es un derecho que las y los trabajadores nos ganamos luego de décadas de explotación en nuestros trabajos. Para financiar la reforma de la seguridad social hay que aumentar los aportes patronales (que en algunos sectores como los rurales es de menos del 2%) terminar con los subsidios, exoneraciones y zonas francas, todas medidas de “promoción de inversiones” (como las que usufructúa la multinacional UPM) que lo que hacen es darle todo tipo de ventajas a los empresarios a costa de sacarle derecho a los trabajadores. Además de terminar con las jubilaciones de privilegio, en especial de la casta militar.
escribe: Luis E. Sabini
Estamos, estaríamos a la vez, en el mejor y en el peor de los mundos posibles. Si escuchamos a los dirigentes y gurúes del Foro Económico Mundial, como Hans Schwab, William Gates o Yuval Harari anunciando las bondades del gobierno mundial.
A los programadores de la Agenda 2030 que articulan su estrategia de «superación» o eliminación de los estados nacionales desde la ONU, a la industria farmacéutica con sus nuevos y milagrosos medicamentos y aparatología médica sin precedentes que en rigor articula una medicalización generalizada, sustituyendo la condición de ciudadano por la de paciente, si escuchamos a los gobernantes de, por ejemplo, EE.UU. y la UE, jamás hemos alcanzado tal grado de conciencia y responsabilidad sobre el planeta y nuestro destino humano.
Si atendemos, empero, a abordajes que registran el estado planetario, la primera y principal conclusión a que llegan muy diversos analistas es si el planeta es todavía siquiera parcialmente salvable o recuperable, o si ya hemos entrado en un proceso de deterioro irreversible. Como explicita Herbert Girardet: ¿Ante una emergencia de alcance planetario, es todavía posible una ‘megametamorfosis’ de la sociedad moderna? [1] Girardet aclara que el desarrollo tecnológico a costa del saqueo permanente del mundo natural -que denomina «biosfera» y cuya integridad ve bajo absoluto peligro- nos ha ido llevando a un desarrollo antieconómico: «deforestación, pérdida de recursos, contaminación y trastornos climáticos afectan inevitablemente la relación entre la humanidad y el planeta.» (ibíd.)
La perspectiva política que vemos desarrollándose, el papel referencial de los que rigen los movimientos económicos, de los dirigentes profesionales, de quienes ocupan los lugares claves de las instituciones, la red córporomílitocleptocrática (al bien decir del analista Gustavo Salle), decisiva en muy diversos órdenes de nuestras sociedades, nos lleva a entrever un muy sombrío panorama para nuestras vidas.
ERROR DE DIAGNÓSTICO O DE COMPRENSIÓN
Abundan datos y signos de porqué el abordaje de estas grandes instancias institucionales no nos puede llevar a buen puerto. Como explicara Ernst Schumacher en su tan invocado Lo pequeño es hermoso (1973), hace ya medio siglo: «El hombre moderno no se piensa a sí mismo como parte de la naturaleza sino como una fuerza exterior destinada a dominarla y conquistarla. Se refiere incluso a una batalla contra la naturaleza, olvidando que, si ganara semejante batalla, él mismo pertenecería al bando perdedor.» Sólo podemos verificar que hoy estamos todavía peor, mucho peor, en términos de contaminación planetaria, de angostamiento de recursos, destrozo del mundo natural -todavía visto hoy como entorno a nuestro servicio- que cuando Schumacher describiera la situación.
Baste pensar en uno de los desquiciantes proyectos de Yuval Harari, de procurar, con el auxilio médico, sanitario, científico, alcanzar la amortalidad humana.
Este personaje, presentado en todos los circuitos mediáticos como historiador y filósofo para tener en cuenta, advierte que no postula alcanzar la inmortalidad porque, aclara que, si un cuerpo humano es alcanzado por un impacto automovilístico o de aviación, por ejemplo, el colapso vital es irreversible e inevitable. Pero, nos cuenta, que tenemos tal grado de nivel médico y operacional que sí podemos sustituir arterias, muelas, riñones, tendones, diversos órganos gastados, el corazón incluido, de tal modo que, satisfactoriamente reemplazados, podremos sí, alcanzar una edad indeterminada: «prolongar nuestra vidas indefinidamente se está convirtiendo en un objetivo cada vez más alcanzable.» [2]
La falta de sentido del proyecto harariano, su desvarío ombliguista, nos da la dimensión de tantos proyectos de «la modernidad». Tal proyecto resulta contrario a lo vital, y su fluir. No solo llama la atención su estulticia sino su crudo racismo o aristocratismo, porque es evidente que el proyecto de la amortalidad no va a ser para los humanos en general sino para una muy restringida minoría, amparados en todos los resortes de poder a su servicio que ya sabemos; sociales, científicos, militares, políticos. Si la discrecionalidad del poder y la desfachatez consiguiente lo permite, el proyecto de amortalidad se destinará a muy contados centros hospitalarios, digamos en Nueva York o Londres; ya sabemos que no va a alcanzar a los habitantes pobres de Dacca o Tegucigalpa, por ejemplo.
El proyecto «Harari», con todo su daño a la noción de la vida inescindible de la muerte, es apenas un capitulejo de una agenda con un objetivo geopolítico inescapablemente totalitario.
HACIA EL GOBIERNO MUNDIAL
Y el primer ensayo a escala general, universal (o casi) de sociedad planetaria, de gobierno común de la humanidad, ha sido la pandemia decretada desde ONU-OMS en 2020, con mucho mayor «éxito» que otros intentos también pandémicos en décadas previas de este mismo siglo.
El lector recordará el mar de ignorancia en que nos movimos a comienzos de 2020 con una pandemia que se habría desencadenado en China, con un segundo brote en Irán y un tercero en el norte italiano: una pandemia que no alcanzaba geográficamente ese estatuto de «en todas partes» y que a la vez era curiosamente saltarina en términos puramente geográficos.
Espiguemos algunos episodios del Covid19. El periódico Perfil de Buenos Aires declaraba: «COVID-19 presenta mayor riesgo de causar afecciones cerebrales que vacunas.» [3] ¡Menos mal! Porque tenemos menudo conflicto entre el soneto y su enmienda. Que expresa la penosa realidad de lo transcurrido bajo el tiempo pandémico; sopesar qué causaba mayor daño; si el Covid19 o las inoculaciones que con la designación oficial de vacunas se suministraban (se suministran) para combatirlo. Y no sólo las llamadas vacunas, sino otras medidas sanitarias. Porque hay muchísimos investigadores, virólogos, médicos, infectólogos que sostienen que ha sido peor el remedio que la enfermedad a la vez que hay una multitud de investigadores, virólogos, médicos, infectólogos, generalmente integrados a las estructuras sanitarias, públicas o privadas o a los grandes laboratorios transnacionales, que nos tranquilizan refiriéndose a todas la ventajas que ofrecerían estos suministros.
Algo, empero, resulta claro: las secuelas del suministro de las llamadas vacunas Covid19 han resultado increíblemente más numerosas que las sobrevenidas con cualquier otra vacuna de las forjadas por la ciencia médica hasta ahora.
Espiguemos las consideraciones de Tess Lawrie,[4] médica inglesa (University of Witwatersrand) consultante de la OMS: «Ahora es evidente que estos productos en el torrente sanguíneo son tóxicos para humanos. Se requiere una interrupción inmediata del programa de vacunación mientras se realiza un análisis de seguridad independiente para investigar el alcance total de los daños que según los datos de la tarjeta amarilla del Reino Unido incluyen tromboembolismo, enfermedad inflamatoria multisistémica, inmunodepresión, […] y anafilaxia.»
Otro pasaje suyo señala: «Centenares de millones de seres humanos han sido introducidos en el experimento médico más grande de toda la historia humana. La vacunación en masa en estas condiciones no tiene precedentes. […] Políticos y otro personal no médico son los que dictan lo que estamos autorizados a hacer con los enfermos, de modo tal que nosotros los médicos hemos sido puestos ante exigencias que ponen en entredicho nuestro juramento hipocrático. Jamás había sido hasta ahora tan importante nuestro rol como médicos porque nunca antes nos hemos convertido en cómplices para causar tanto daño.»
Lawrie ha sostenido que, científicamente, la ivermectina salva vidas. Y que ha sido mediante corrupción institucional que se ha evitado que dicha medicina salvara millones de seres humanos, y el consiguiente dolor y horror.
Como toda la parafernalia construida para, se supone, combatir el Covid19 se ha hecho en cortísimo lapso, la OMS no tuvo los tiempos para cumplir con las cuatro etapas de control que necesita la aprobación de toda vacuna; en rigor se lanzó al mercado una inoculación en plena etapa experimental, superponiendo etapas de control y testigos con placebos, con inoculación real a población general. Eso es lo que Lawrie tipifica como un ensayo con cuerpos humanos sin precedentes.
Tales pasos pueden considerarse el más extendido ejemplo de juego del aprendiz de brujo. Y Lawrie, además, alude a razones comerciales para atender la decretada pandemia.
El historiador argentino Sergio Wischñevsky ha llevado adelante una suerte de biografía del laboratorio más destacado en este asunto del Covid19; Pfizer.
No se puede decir que la conducta de tamaño laboratorio inspire la mayor confianza.
– En 2019, Pfizer fue condenado por ocultar datos respecto de medicamentos útiles «para prevenir alzheimer».
– Una publicación de visitadores médicos argentinos publicó un fallo judicial de 2012 que condenara a Pfizer por «financiar un oscuro sistema de compras y sobornos a médicos en el marco de la cadena de comercialización de medicamentos».
– Por su parte, Médicos sin Fronteras rechazó una donación de Pfizer de un millón de vacunas para su empleo en África porque llegaron a enterarse que esas vacunas eran de descarte para el laboratorio que había rehecho la vacuna, se supone que sin los defectos que tenían las que tan «generosamente» ofrecía para africanos.
– En 1996 el Washington Post denunció que los experimentadores de Pfizer usaron una niña, nigeriana, como cobayo para ver el curso de una enfermedad, grave, sin actuar. Escarneciendo el juramento hipocrático y dejándola morir.
Hasta aquí, sucintamente lo revelado por Wizchñevsky.[5]
La verdad que, tanto los testimonios y aportes de Lawrie como los de Wizchñevsky no hacen sino iluminar el comportamiento sombrío de algunos de los motores de la globalización sanitaria forzosa.
Otros escarceos de poderosos
La opción globalifílica que procura arrear a toda la humanidad hacia «tan venturoso futuro» cuenta mucho más con la ciencia y la conciencia que con la fuerza. Una senda social blanda, medicinal, nos aguarda, mucho más que una militar (que nunca se descarta).
En rigor, Aldous Huxley lo entrevió hace ya un siglo, con su formidable «novela» Un mundo feliz (1931). Huxley era escéptico de la visión orweliana (que en 1948, a la luz de las atrocidades de la IIGM no pudo menos que entrever una opresión de tipo brutal, aunque ya muy teñida de persuasiones y conversiones de tipo ideológico, en su relato también distópico y también formidable; 1984).
Huxley le escribió, inmediatamente después de publicado 1984 a su autor: «Parece dudoso que la política de la bota en la cara pueda continuar indefinidamente. Mi propia creencia es que la oligarquía gobernante encontrará formas menos arduas y derrochadoras de gobernar y de satisfacer su ansia de poder, y estas formas se parecerán a las que escribí en Un Mundo Feliz. Dentro de la próxima generación, creo que los gobernantes del mundo descubrirán que el condicionamiento infantil y la narcohipnosis son más eficientes, como instrumentos de gobierno, que los palos y las prisiones, y que la lujuria de poder puede ser completamente satisfecha tanto sugiriendo a la gente que ame su servidumbre como azotándolos y pateándolos para que obedezcan.» [6]
Objetivo de poderosos: el gobierno mundial
La idea de gobierno mundial, desencadenada con el triunfo aplastante de «Los Aliados» en 1945,[7] ha tenido en 2020 su ensayo general con la declaración de pandemia de la OMS que procuramos reseñar. Entendemos que lo actuado por la OMS y los medios de incomunicación de masas a su servicio merecen un análisis riguroso, un abordaje racional, elementos de difícil acceso justamente por la presencia apabullante de «historia oficial». Pero la vida es terca y el tendal de muertos con tratamientos equivocados y paralizaciones institucionales tarde o temprano serán abordados.
Los datos duros se harán insoslayables.
La (reiterada) promesa de la Agenda 2030
La Agenda 2030 repite un viejo juego al que las dirigencias políticas mundializadas recurren: estaríamos mal, pero no tanto; tenemos un porcentaje (tolerable) de, pongamos por caso, «necesidades básicas insatisfechas», si cumplimos este Plan bajaremos su impacto a la cuarta parte. Diez años después, se verifica que el achique previsto no se verificó, y que en realidad, el deterioro cualitativo es mucho más grave, que la contaminación abarca muchas más áreas, antes insospechadas, que los patógenos se han expandido como nunca antes y que lo que se daba por ganado, como el agua potable, está cada vez más cuestionada o que el «hambre cero» sigue siendo a lo sumo un buen deseo…
Pero ¿por qué y para qué sirvió ese diseño de cauto optimismo? Para inducirnos a creer que estábamos en la buena senda, que podíamos confiar en llegar a un buen estadío. La realidad, en cambio, nos «informa» que estamos cada vez más contaminados, más medicalizados, que las bacterias intrahospitalarias se han convertido en un agente patógeno insoslayable, que los microplásticos han penetrado todos nuestros cuerpos y alojado en nuestros órganos, que los contingentes de refugiados climáticos se agigantan en varios continentes, a causa de la desertificación de campos y zonas rurales (previamente expoliados por la agroindustria, por ejemplo), que los refugiados sociales y políticos también son cada vez más porque las estructuras de poder siguen cumpliendo una función monopolizadora subordinada a la tecnociencia comercial o empresaria y a la agroindustria, que se enfocan en el rendimiento material o crematístico y dilapida tantos recursos en sus emprendimientos a gigaescala.
La urbanización progresiva, empero, sigue haciendo la vida más cómoda a un mayor número. Y nos cuidamos de hacer una suma algebraica de beneficios y perjuicios para todos.
En resumen, que frases y consignas, tan al uso en la Agenda 2030 como «poner fin a la pobreza», «combatir las desigualdades», «facilitar el acceso a la justicia», «reducción de la desigualdad de ingresos» no son sino señuelos.
POR ÚLTIMO, PERO PARA NADA LO ÚLTIMO…
Tendremos una vez más decidir, si los poderes que nos guían y condicionan a través de los medios masivos, de las cadenas mediáticas de persuasión y lavado cerebral, de los celulares «inteligentes», nos ayudan o nos intoxican. Nos ayudan y nos intoxican a la vez.
Tendremos que aprender a conocer qué es lo que nos intoxica.
Si nos asumimos como lo que somos, seres de carne y hueso, y tratamos de aplicar nuestro discernimiento, o si aceptamos ser guiados por entidades tan falibles como todos nosotros, pero con unos intereses creados incomparablemente mayores que los de cualquier ser humano, de carne y hueso.
Caso Astesiano
Un escándalo que refleja la podredumbre del régimen
Cada semana surge nueva información que profundiza el escándalo del “Caso Astesiano”. Aunque Lacalle y el gobierno intentan despegarse y presentarlo como un caso aislado e individual, es evidente que se trata de un hecho que compromete al presidente y revela la podredumbre del régimen político y su estructura de privilegios, tráfico de influencias y corrupción.
Foto: AFP, Pablo Porciúncula
Pasaron algo más de 2 meses desde que se conoció la detención de Alejandro Astesiano, jefe de la custodia del presidente Lacalle, a partir de denuncias relacionadas a la falsificación de pasaportes para ciudadanos rusos. Los hechos, ya graves de por si en tanto señalaban una red de corrupción en las narices del presidente de la república, fueron tomando dimensiones aún más escandalosas con lo que se fue conociendo en este último periodo.
No se trataba por cierto del primer caso sospechoso, basta recordar el pasaporte del narcotraficante Marset o el nombramiento en la embajada argentina de una persona con antecedentes, por nombrar solo algunos casos que ya dejaban muy mal parados al gobierno.
Si la idea de que una “asociación para delinquir” funcionaba en la propia sede de la presidencia del país ya era grave, las revelaciones que surgen de los chats que Astesiano borró, muestran los niveles de corrupción existentes en las fuerzas policiales, el acceso a material reservado solo para realizar favores o recibir coimas, el ofrecimiento de información y espionaje para extorsionar o chantajear senadores nacionales, mensajes poco claros sobre extraños envíos en valija diplomática de “pescado congelado” desde lejanos países, uso de información para beneficio de familiares y amigos y largos etcéteras.
En paralelo, destaca también el encare que ha tenido el presidente Lacalle frente a estos escandalosos hechos: el mandatario que se llena la boca hablando de honestidad y republicanismo no puede explicar como personal de su entera confianza (como él mismo dice, personal que cuida a su propia familia) con antecedentes conocidos y documentados a su total alcance y conocimiento, puede estar acusado de realizar maniobras de tal entidad, sin que el no tenga nada que ver o no sepa nada.
Ni sus socios de la coalición ni los “opositores” del Frente Amplio parecen haber dimensionado lo que es casi imposible creer: si los Lacalle trataban y se vinculaban con Astesiano dándoles funciones y tareas de particular confianza desde hace décadas y contando con toda el acceso a la información del Estado desde las altas posiciones de poder que ocupan; como es que pueden decir que no tienen nada que ver y alegar total desconocimiento. La prepotencia y bravuconadas de Lacalle cuando se le pregunta por el tema podrían ser tomados hasta por intentos de amenazas, de que es mejor no meterse mucho y no contradecir el relato oficial.
Las revelaciones ameritaban sin duda una profunda investigación de la justicia. Por el contrario, que la propia fiscal Gabriela Fosatti, frente a este cuadro
que rompe los ojos, acepte y justifique que no se va acceder a los intercambios entre Astesiano y Lacalle deja ver que evidentemente la justicia no es neutral ni objetiva y que puede ser cómplice para tapar hechos que pueden comprometer a los más encumbrados miembros del gobierno o permeable a presiones e intereses de poder.
Una fiscal que por otra parte anteriormente ha insinuado su deseo en abandonar el caso, dando cuenta de que la policía, que supuestamente tendría que investigar lo sucedido, está tan comprometida en los “negocios” de Astesiano a través de importantes integrantes, que evidentemente no es posible avanzar en conocer la verdad ya que no hay ninguna voluntad para ello.
¿Daño a la institucionalidad o la podredumbre estructural de un sistema?
La revelación en esta última semana de los chats que dan cuenta de que Astesiano podría haber ofrecido elaborar “fichas” con datos personales sobre los senadores interpelantes en el caso Katoen Natie, para utilizar con fines extorsivos y de chantaje, hicieron pegar un salto al sistema político en el tratamiento del “caso Astesiano”.
Oficialistas y opositores hablan del daño a la institucionalidad y de la necesidad de acciones fuertes para preservar el prestigio del régimen y de la propia institución presidencial.
Se trata sin duda de reacciones hipócritas, todos los dirigentes de los partidos políticos del régimen saben que la corrupción, las coimas, el tráfico de influencia, el espionaje, aprietes y amenazas a opositores, los acomodos y privilegios son parte estructural del sistema.
La trama de corrupción policial que el propio caso Astesiano deja ver, con la participación de altas jerarquías en variados casos de corrupción son un buen ejemplo de algo que no es azaroso, puntual o producto de la acción de un individuo, es todo un sistema armado y organizado, que funciona por fuera y al margen del discurso oficial de honradez, legalidad y cristalinidad. El poder económico es el que maneja los hilos por detrás de fachada institucional, en Uruguay y en todo el mundo.
Hasta hace unos días parecía que el discurso que ponía toda la responsabilidad y culpa en Astesiano iba a prevalecer; ahora que crece el escándalo y se hace imposible tapar el sol con los dedos senadores, diputados de todos los partidos; ministros y encumbrados dirigentes salen a hacer declaraciones y pedir medidas, pero de fondo siempre apuntan a preservar el régimen y estas instituciones podridas.
Lo sucedido con el pescado congelado (si realmente de eso se trataba el cargamento) es ilustrativo también de cómo funciona el país: mientras a los vecinos de Paysandú o Salto los hostigan o persiguen por “contrabandear” en la frontera 3 kilos de azúcar, el presidente del país puede hacerse traer 450 kg de pescado sin ningún control y utilizando sus privilegios para burlar controles aduaneros, y por supuesto seguramente con todos los gastos a cargo del Estado. Queda al a vista la hipocresía del discurso de que todos somos iguales o de la austeridad y la lucha contra el despilfarro.
Son una casta política que se aprovecha de sus lugares en el Estado para su propio beneficio y es el pago que reciben de los poderosos y empresarios por gobernar según sus intereses.
Esclarecer los hechos y que paguen todos los responsables
Se hace evidente que no se puede confiar en esta justicia; miran para el costado y ni siquiera son capaces de leer los chats entre Astesiano y su jefe y patrón, el que decidió que estuviera en ese cargo y le dio por acción u omisión rienda suelta para que montara su organización delictiva; es decir el propio Lacalle.
Todo parece resolverse en el secreto de las altas esferas, con actuaciones y declaraciones reservadas e inaccesibles; donde tarde o temprano se pondrán de acuerdo para tapar lo más posible y que solo caiga algún “perejil”.
Mientras tanto el pueblo trabajador parece quedar como un espectador pasivo de la podredumbre del régimen.
Por una comisión independiente
Se hace necesario por el contrario una comisión independiente que verdaderamente pueda investigar con acceso a toda a la información disponible, son las organizaciones sociales y populares las que no están manchadas con sospechas de corrupción y las que pueden llegar a conocer la verdad y hallar a los responsables.
Con el conocimiento de primera mano, profundo y total de todas las ramificaciones y responsabilidades se podrán exigir las medidas necesarias acordes a la gravedad de la situación, atacando las bases estructurales que han permitido que hechos de tal gravedad hayan podido suceder en las entrañas mismas del sistema político.
Esta movilización independiente para que se llegue hasta las últimas consecuencias y se terminen las componendas en estos casos de corrupción podrá empalmar y articularse con la lucha por derrotar el plan de ajuste y reformas antipopulares.
Son estos mismos dirigentes, enchastrados en prácticas de prebendas y abusos de poder los que se empeñan en imponer un programa a la medida de los empresarios y las patronales. Es el mismo gobierno que quiere imponer una reforma retrógrada en la educación, los que quieren imponer la reforma jubilatoria para que trabajemos más años cobrando menores jubilaciones, son los que recortan planes sociales, bajan los salarios y atacan derechos laborales.
Estas prácticas delictivas que salen a la luz durante este gobierno no son de ahora, son de siempre, son redes enquistadas toleradas por el Estado.
Contra ellos hay que organizarse para derrotar estos planes y también contra este Estado que las cobija, con la perspectiva de luchar por un gobierno de las y los trabajadores.
La visionaria advertencia de Allende
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