Archivo de noviembre 2023

28
Nov
23

La izquierda woke, abandonó sus principios fundacionales . . .

LA IZQUIERDA WOKE
escribe: Magela Misurraco

Desde la caída del «socialismo real», las izquierdas del mundo desplazaron el eje de la contradicción entre «explotados y explotadores» para tomar como causas contradicciones situadas en la superestructura.

Previo a la caída del muro de Berlín la diferencia entre izquierda y derecha estaba signada por la concepción entre la distribución de la riqueza.

Asimismo, el capital internacional, la posición ante organismos como el FMI, la oposición al monocultivo y a la industria extractivista de los recursos naturales, marcaban claras oposiciones entre izquierda y derecha. 

Se sumaba una liturgia y una épica que continúa, pero los principios cambiaron.

A medida que el mundo se globalizó las contradicciones empezaron a ser puestas entre hombres y mujeres, el colectivo LGTBQ+ versus la hegemonía heterosexual o «hetero norma», la discriminación positiva hacia las personas con discapacidad y las minorías como la comunidad negra, el sexo según se perciba la persona y no como una condición biológica, son parte del activismo de izquierda.

La izquierda invita a «deconstruirse», ser «empático», fomentar la inclusión y hasta feminizar el lenguaje como instrumento para eliminar la desigualdad.

No parece estar interesada en lograr cambios radicales en la sociedad para eliminar la injusticia original que marcó su identidad.

Supone que alterando el lenguaje se libra la batalla contra el yugo del patriarcado y se logra «equidad».

En todas las sociedades del mundo ha surgido una «Agenda de derechos» con el mismo menú para todos los países, excepto aquellos en los que no rige la democracia representativa: matrimonio igualitario, legalización del aborto gratuito y seguro, defensa de los animales, al mismo nivel que los humanos, activismo feminista, proyectos de producir carne artificial y toda una plataforma que engloba a la izquierda woke y está, también, en la agenda del partido demócrata americano.

Antes de que asumiera Lula como presidente, lo primero que hizo fue visitar al presidente Biden.

Qué significa «woke»

El término «woke» surgió en Estados Unidos para referirse inicialmente a quienes se mantenían alerta frente al racismo. Luego se trasladó a otras cuestiones vinculadas a la desigualdad como el género o la condición sexual.

En inglés «woke» es el pasado de «wake» que significa «despertar». Pero el empleo del término es más abarcativo y complejo y ser o estar «woke» implica alinearse con políticas progresistas.

Se estima que el término lo acuñó el novelista William Melvin Kelley.

La palabra resurgió en la última década ante la brutalidad policial hacia la comunidad negra norteamericana.

En 2017, el diccionario de Oxford agregó una nueva acepción de «woke» definiendo a la palabra como «ser consciente de temas sociales y políticos, en especial, el racismo».

La corrección y la cancelación

Los woke también tienen sus detractores quienes los culpan de autoritarios por llevar la corrección política al extremo y por aplicar la cancelación de personas aplicando justicia por mano propia en las redes sociales incluso antes de que la justicia se expida.

Se ha denunciado a la izquierda woke de coartar la libertad de expresión hasta en sitios consagrados de la Academia como Harvard University. 

Hay universitarios de esa institución que denunciaron que se censuraron tesis doctorales por tratar temas que para la agenda woke no son políticamente correctos. También se practica la autocensura para evitar tratar temas que molestan a la izquierda woke en lo referente al humor o a lo que es apropiado decir o no decir.

Lo mismo ocurre en sectores de la cultura y la expresión artística.

Hay una policía del lenguaje e inspectores de estereotipos que determinan qué está bien o no para la ética woke que definen como la única. Esto sucede en Estados Unidos, Uruguay, Nigeria y en todos los países del globo.

No es un movimiento espontáneo ni el resultado de un trabajo militante de formación de conciencia en la base de la sociedad.

Hace rato que la izquierda dejó de hacer un trabajo ideológico y cuando es oposición lo es desde asuntos vinculados a lo anecdótico de la política y no a cuestionar las raíces del sistema.

Estornudan en Davos y nos resfriamos acá

En la génesis de la izquierda woke está el Foro de Davos, único instrumento de dominio mundial al que la izquierda mayoritaria no se opone y coincide con «La derecha». No es que «le hace el juego» tan mentado, directamente le da apoyo explícito. Se lo dieron Lula y Tabaré Vázquez o Alberto Fernández en forma abierta sin que ello escandalizara a la militancia, al movimiento sindical o al social.

El Foro de Davos no fue creado por la iniciativa de un grupo de países dominantes, no. No es el Grupo de los 7.

Este Foro fue idea de un magnate, Klaus Schawb, que convocó a otros magnates, como Soros y otros dueños de corporaciones, como Pfizer, que son los que hoy, verdaderamente, gobiernan el mundo.

A través de Fundaciones financian algunas buenas causas como los feminismos, al colectivo LGTBQ+, medios de prensa; ONG y todo lo que ha permitido el empoderamiento de la Agenda de Derechos en todo el mundo y al mismo tiempo sin que se altere el statu quo.

Los magnates de Davos no actúan entre gallos y mediasnoches, a puertas cerradas, en pactos secretos y conspirando.

Todos los planes que nos tienen preparados están punteados y detallados en la Agenda 2030 de la que no se habla más que en algún medio alternativo.

Después de llenar el ojo con combatir la pobreza, pasan de las buenas intenciones a la yugular. Con sus fundaciones financian incuestionables buenas causas funcionales a que esa Agenda 2030 no sea cuestionada.

Los desvela la superpoblación del planeta y le siguen planes nefastos.

Mientras, sus corporaciones obtienen dividendos mediante inversiones en países emergentes con más beneficios para el inversor que para el receptor de la inversión.

Lejos de oponerse, la izquierda ha facilitado que estas empresas se instalen.

Cuando ha gobernado le dio todas las prebendas, y más, a través de contratos secretos cuyas consecuencias pronto se hicieron conocidas. Como los derrames ambienticidas de UPM. 

La izquierda, mientras no gobernó fue una férrea opositora a la Ley de forestación.

Secreto también fue el contrato que el actual gobierno firmó con Pfizer para que nos proveyera de vacunas contra el Covid con el insólito argumento de que no aseguraban el contagio de Covid, sino un curso más leve de la enfermedad. Un hecho inédito en una vacuna.

¿Qué es ser de izquierda entonces? Obedecer a unos magnates que lo que proponen es «deconstruir» todo lo humano.

 Es la nueva izquierda o izquierda woke. Le va la vida en cuestiones como la imposición del Lenguaje inclusivo, la intervención de expresiones humanas que le bajan el perfil a las tragedias de la vida, como el humor. La definición de un enemigo interno, en Uruguay dado en llamar «malla oro» quien puede ser un productor rural hasta pequeño o gente que viva en la zona este de Montevideo y tenga 300 mil dólares en el banco, no los enemigos tradicionales. Siempre mejor perfilados. Durante un tiempo fueron las «quinientas familias», las multinacionales, el Fondo -ya mencionado-, pero de lo que se viene conspirando en Davos, nada.

Unos pasos atrás para tomar impulso

La sociedad de hoy es ostensiblemente menos patriarcal que la de 1945, tres años antes del voto femenino, y la de las décadas posteriores, pero los woke  presentan una idea de sociedad que pareciera estar bajo un dominio masculino comparable con el talibán. Sin negar que para las mujeres hay mucho que reivindicar, pero otros sectores de la sociedad siguen históricamente vulnerables y sumergidos estructuralmente.

La izquierda woke no tiene a la pobreza en su agenda.

Corresponde, entonces, la pregunta ¿ qué es hoy ser de izquierda ?

Magela Misurraco es Licenciada en Comunicación. Opción Publicidad y Relaciones Institucionales. Udelar

26
Nov
23

El AUTO ENGAÑO; justifica todo en las grandes masas . . .

¿LAS MASAS SE EQUIVOCAN? UNA DISCUSIÓN SIN SENTIDO.

escribe: Carlos Pérez PereiraArgentina, el falso mesías y el plan motosierra - Prensa Latina

“YA NO HAY INOCENTES” (William Daros, en “Perdónalos porque no saben…”) Lo que necesita explicación no es de dónde y por qué triunfó un tipo como Milei, sino por qué un tipo como Milei logró tanta convocatoria. ¿Sus votantes se equivocaron?

Algún comentarista, proclive a las ideas del presidente electo de Argentina, afirmó que: «Milei ha demostrado que las ideas del socialismo han fracasado como solución a los problemas del mundo» Presuponemos que también el análisis incluye las experiencias de Trump y Bolsonaro, dado que Milei no es más que la reproducción «in vitro» de estos especímenes.  

Pero ¿qué es lo que ha demostrado este señor, si todavía no comenzó a gobernar? El futuro dirá si, con su regreso a las ideas de fines del siglo XVIII y del XIX, logra ahora (los tiempos son distintos, pero los estatutos de dominación y poder son los mismos), demostrar que realmente puede solucionar el hambre y la marginalidad de millones de seres humanos, gracias a las políticas capitalistas, aplicadas por las buenas, o por las malas. Recién ahí podrá demostrar que está en lo cierto. Entonces aplaudiremos todos. Aunque nos permitimos poner en duda que la salvación del planeta venga con la aplicación de las medidas fracasadas durante siglos. En primer lugar, las ideas, propuestas y aplicaciones del Socialismo, no fracasaron, simplemente fueron derrotadas en una gran batalla contra las fuerzas del Capitalismo. En segundo lugar, la aplicación de las políticas capitalistas (eso sí está demostrado) están en los antípodas de los problemas para la Humanidad en su conjunto. Son contradictorios, no se compatibilizan. Para que haya capitalismo es necesario que haya discriminación, elitismo, competencia, marginalidad, hambre, injusticias, enfermedades, guerras, explotación, genocidios, etnocidios, y varias otras desventuras humanas que no caben en una síntesis exhaustiva. Eso sí está demostrado y se está demostrando. Y hay que explicar por qué, si esto se sabe, la gente vota las ideas que propugnan la reproducción del sistema, pese a lo probado de sus injusticias, sus barbaridades y su tremenda potencia para encauzar la vida del planeta al abismo inminente.   

Algo que no previeron los ideólogos de los trabajadores fue la capacidad de las clases dominantes de crear condiciones para su sustentabilidad. Si bien las riquezas se concentran, los abundantes bienes terrenales y los creados por la industrialización, la ciencia y la tecnología, son suficientes para distribuir migajas que alimenten el mercenarismo de los llamados sectores medios, o clases medias. Un colchón contra el socialismo, contra la solidaridad, contra el altruismo, contra el colectivismo, y un gran aliado en favor del individualismo, la competitividad, el egoísmo, el anti colectivismo. En países donde los trabajadores vinculados directamente a los medios de producción, son cada vez menos, se refuerza el marginalismo de los sectores medios, sin conciencia, competitivos y cargados de ideas individualistas. Son los que la politología de izquierda llama, y con mucha razón, «el neofascismo corriente». En estas sociedades latinoamericanas «da muito disso», como dicen los brasileros.

No es cierto que estos sectores medios voten equivocados o engañados. No nos engañemos nosotros: saben bien lo que hacen y a quienes votan. Basta con escuchar los comentarios de los votantes de Milei cuando los entrevistan. Quizás lo expresen de otra manera, pero son muy claros cuando dicen que no votarán por quienes les roban la plata. No están hablando de los grandes millonarios, acumuladores de réditos y rentas, de los que usan al Estado para multiplicar sus riquezas. O sea que no hablan de Macri, ni de los ladrones callejeros, ni de los narcos grandes o chicos. Esos no les preocupan; que se ocupen los servicios represivos. Hablan de los pobres que reciben subvenciones, planes sociales, ayudas en alimentos o ropas por parte del Estado. Algo de eso pasó en Uruguay cuando los votantes decidieron sacar al FA del gobierno. Discutí en las redes (sí, caí en esa) con alguien que acusaba a la izquierda uruguaya de haber perpetrado el gobierno más corrupto en la historia de Uruguay. De inmediato pensé en Sendic, en Caloia, en Lorenzo y ya hilvanaba el retruque, con el argumento de que habían sido procesados y que (salvo un peculado de Sendic) las sentencias no hablaban de delitos de corrupción. Pero no era eso. Su bronca era «contra los millones de plata nuestra, entregada a los vagos, con las políticas impositivas y de reparto que ha aplicado el Frente en el gobierno. Se calcula en más de 300 mil millones de USD en 15 años» Hasta cálculo habían hecho. Como dicen los gurises: quedé de cara.

Hurgando algo más por debajo de la superficie, encontramos que estos conectados sostienen que a la pobreza hay que responder con caridad y filantropía y «ayudas circunstanciales», no con cambios sociales que a nada conducen. Sin duda, la caridad privada es su mejor alivio a la conciencia y el mejor subterfugio para mantener pobres a quienes ya lo son. Es la mayor hipocresía de los poderosos, bien alentada por filántropos multimillonarios y religiosos adscritos a los sistemas capitalistas.

Algo aceptan las masas de esos líderes, tipo Milei, a los que siguen, porque representan a los pequeños fascistas que cada uno lleva en su interior. Luego, cuando se revierta las medidas contra ellos o sus familiares, se ampararán en el secreto del voto, callarán y se harán los desentendidos o recurrirán a las mentiras de «yo no lo voté» o «me engañaron». Y quizás voten nuevamente a la izquierda, puesto que la oscilación ideológica es su modo de vida y de expresión política. Aunque a sus pies, y en gran parte por su culpa, el piso se está derrumbando, y tarde o temprano los arrastrará.

26
Nov
23

BREVE RACONTO de las MENTIRAS y la CORRUPCIÓN de Lacalle Pou y los rejuntados de DERECHA

VINIERON A BAJAR IMPUESTOS, LA NAFTA y el SUPERAVIT: TRAJERON, CORRUPCIÓN en casi todos los ministerios y oficinas del Estado donde hay jerarcas del partido de gobierno, su principal senador PRESO por ABUSO de MENORES y PEDOFILIA

Las MENTIRAS de Lacalle Pou y el rejuntado anti pueblo: NO bajaron impuestos y la nafta subió a casi el doble. Liceos, hicieron 6, les faltan 130. Viviendas entregaron unas pocas, a militantes de la coalición, aún deben las 50.000. 

Luego de tres administraciones frenteamplistas, la ciudadanía confió al Dr. Lacalle Pou y su Coalición Multicolor, la conducción política de nuestro país.

Desgaste político, enlentecimiento del ritmo económico, problemas de seguridad y cierta falta de cercanía en el trabajo con el sentir de la población, dio pie a que el electorado resolviera un nuevo rumbo político.

De la mano de una campaña sesudamente planificada, Lacalle Pou fue instalando un conjunto de ideas y propuestas que resultaron atractivas para una nueva mayoría de voluntades.

Fue el momento de proponer bajar impuestos, no tocar jubilaciones, combustibles baratos, superávit fiscal, 136 liceos, 50.000 viviendas, Reforma Educativa y cuanta belleza quisieran oír los orientales de buena fe.

Reiteraron hasta la saturación que “estaban preparados”, que venían “a hacerse cargo”.

La realidad, ha superado la imaginación de todos nosotros.

Los que “estaban preparados”, han cambiado a una inusual cantidad de Ministros, Sub Secretarios, Presidentes de Entes, Directores de todo tipo. Su principal Senador, está tras las rejas acusado de innumerables delitos de pedofilia. El custodio del Presidente, también, involucrado en tramas corruptas de todo tipo. 

Los que iban a “hacer cargo”, mandan a su casa a decenas de narco traficantes y les piden que se queden allí, haciendo gala, tal vez, de la “libertad responsable”. Por cierto, varios de ellos se escaparon como perico por su casa.

Tampoco bajaron impuestos y la nafta subió a casi el doble. Liceos, hicieron 6, les faltan 130. Viviendas entregaron unas pocas, a militantes de la coalición, aún deben las 50.000. 

El déficit fiscal, se desliza hacia un cercano 5%, ante desórdenes crecientes, baja en la recaudación y aumento indiscriminado del gasto.

Recortaron las inversiones en salud y sufrieron los Hospitales, que habían alcanzado niveles de excelencia para competir con los privados. Hasta quisieron privatizar la entrega de medicamentos, los que por cierto escasean para la población de menos recursos.

Criticaron la Educación y hablaron de una necesaria Reforma. El resultado es que ahora los niños no repiten y los estudiantes en el primer semestre perdieron más de 300.000 horas de clases por vacantes no asignadas. Se puso en duda estudiar Filosofía y Astronomía, no sea cosa que aprendan a tener espíritu crítico y se pregunten por el sentido de la existencia o se dejen subyugar por una noche estrellada.

Instalaron un gobierno paralelo en Salto Grande, tratando de perjudicar la administración municipal en manos del Frente Amplio. Tras un contundente mensaje de la Cámara de Diputados, los ediles contratados en la Comisión Técnica Mixta, siguen, casi todos, gozando de suculentas e inapropiadas retribuciones.

Prometieron seguridad, y cada día despertamos con nuevos homicidios, sicariatos, violencia de género y ya nadie confía en los números del Ministerio del Interior.

También es cierto que algunas cosas han sido cumplidas, bajó la inflación. La entregamos con valores de 7/8%. Ahora no llega al 5%. Pero, al decir de Shackespeare “las apariencias, engañan”.

Bajaron la inflación utilizando el “ancla cambiaria”. El dólar barato, una rémora de los años 90, produce un artificio, algo tan efímero como destructivo.

Los exportadores venden en dólares, cuando efectúan la conversión a pesos, las ganancias se reducen significativamente. Los importadores traen a precio irrisorio productos de todo tipo. Se deteriora nuestra capacidad productiva y cada vez somos menos competitivos. El resultado es una desocupación cada vez más consolidada, especialmente en el litoral, fruto de la escandalosa diferencia de precios con los vecinos.

De las mentiras al Parlamento, de la irresponsabilidad de Lacalle Pou de no retornar de inmediato, tras la vergüenza de las maniobras del caso Marset, la población está debidamente informada. Como pocas veces.

Pero bastaría con señalar dos hechos penosos y con menor impacto mediático.

El Sr. Lafluff, cerebro verdadero del Gobierno, se fue a ver la final de la Libertadores en Río de Janeiro.

Como Lacalle Pou, estaba en EEUU de viaje, quedó al mando Beatriz Argimón. Su lugar en la Vice Presidencia fue ocupado por el Senador Sergio Botana.

Mientras el país estaba incendiado, Botana jugaba un partido de fútbol de veteranos en Misiones (Argentina).

Todo dicho.

25
Nov
23

Ahora ? Una mujer a la presidencia . . .

Cosse: “Pongamos rumbo a la pública felicidad”

En un emotivo acto en el Club Cordón el pasado viernes se presentó la precandidatura a la Presidencia de la República de Carolina Cosse por el Frente Amplio (FA).

El acto en un club colmado de gente contó con la presencia de legisladores y legisladoras del Frente Amplio, con el presidente de la fuerza política, Fernando Pereira, entre otros y otras. Allí se hicieron presentes representantes y militantes de las agrupaciones y partidos políticos que apoyan la precandidatura de Cosse: Partido Comunista de Uruguay (PCU)-1001, Casa Grande, 6009, CUF, 1303, 2040, FIDEL, La Amplia, Nuevo Espacio, 5005, POR, Partido Socialista (PS)-90, PVP-567, Sumemos, 611, 806, Identidades, 810, 2226 y la 1789. En su oratoria Cosse realizó un recorrido por los puntos más importantes del programa del Frente Amplio para el próximo gobierno.

“Creo que no es ante las cámaras que los frenteamplistas asumimos las responsabilidades, es con la gente y entre la gente y por eso vengo a decirles que sí, que cuenten conmigo”, afirmó al inicio de su discurso la intendenta de Montevideo.

“Hoy más que nunca nosotros, nuestro pueblo necesita respuestas. Pero necesita respuestas con hechos no con relatos, no con declaraciones sino con acciones dirigidas al presente. Hay cosas que no le podemos decir a la gente que tiene que esperar, bien lo sé. Hay acciones para el presente, hay acciones para la mañana siguiente y para el porvenir. Eso es lo que nuestro pueblo necesita y para eso la única fuerza política capaz de darle respuestas a nuestra gente es el FA”, dijo.

“Nuestro FA desde que nació siempre ha puesto por delante el para qué y por eso el programa, y por eso nuestro Frente se ha tomado el tiempo, la discusión y la participación  para tener un programa único. Tenemos un programa de valores. El FA es el único que le puede dar respuestas a la gente”, añadió.

No estaban preparados

“Este gobierno se preparó para ganar, para sacar al FA, pero no se preparó para gobernar y al no prepararse para gobernar lo que pasa es lo que sucede: falta de rumbo, este gobierno se ha vuelto un especialista en pretextos. Cuando no hay una respuesta es culpa de los demás, tiene una especialidad en los pretextos, es culpa de los demás, generalmente del Antel Arena. Pero también es culpa de los gremios, de los docentes, de los estudiantes, del PIT-CNT, de las mujeres, del Frente Amplio”, recordó.

“Tienen un discurso de palos en la rueda, pero lo que está pasando es que el problema no está en las ruedas, sino en un volante incierto, inseguro, inestable, que nos lleva a callejones sin salidas y cuando no se le puede echar la culpa ni al FA, ni al resto, entonces la culpa pasa a los individuos y le ponen nombre y apellido a los escándalos”, opinó. 

“Ahora les pregunto compañeros y compañeras, si tenemos un árbol y cae un fruto podrido y después cae otro, y otro y otro y a cada fruto se le pone un nombre y un apellido, terminamos centrándonos en encontrar las causas en el fruto y eso es muy limitado. Hay que encontrar las causas levantando la mirada, Astesiano si miramos hacia el árbol vemos una asociación para delinquir incrustada en el sistema político. Penadés, si miramos hacia el árbol está la impunidad en el tema del abuso de menores, por eso es importante ver el árbol y buscar las causas de fondo, ir a la raíz”, afirmó Cosse.

“¿Y por qué hay que ir a la raíz?”, se preguntó Cosse. “Tenemos que ser contundentes y claros, porque si somos condescendientes es lo peor que le podemos hacer a las instituciones porque se debilitan. En el intercambio franco nos vamos a fortalecer como pueblo y sociedad, porque barriendo abajo de la alfombra se debilitan las instituciones, porque se debilita la política y porque hay que ir a la raíz y buscar las causas profundas. Porque, por un lado, están las causas profundas y por otro lado las consecuencias y ¿quién paga las consecuencias? La enorme mayoría de la población. El FA perdió las elecciones y al día siguiente empezó a perder la ciudadanía y ya tenemos años de perdida acumulada. Pérdida en la vida de la gente, en la salud, en vivienda, en seguridad. Visito los barrios todas las semanas y la gente cada vez me empieza a hablar más de la inseguridad y llega un momento en que les digo mire que esta fuera de mis manos y estoy equivocada, porque me dí cuenta que me lo plantean porque no tienen a quien planteárselo y eso es lo grave. Hay que ir al fondo de las cosas. La pérdida de la infancia con la pobreza infantil, que no es solo un tema económico sino que tiene que ver con la inseguridad alimentaria, con los niños y las niñas criándose en hogares, que son atravesados por la violencia basada en género. Es un tema que tiene que ver con seudomedidas de seguridad que fueron introducidas en la LUC  y que ha atestado las cárceles en particular la de mujeres, que hoy tienen que criar a sus hijos en las cárceles. El problema de la pobreza infantil es terrible, la inoperancia sobre las redes de trata”, añadió. 

Crisis de valores

“Estamos viviendo una crisis de valores, y por eso es tan importante nuestro programa en la búsqueda de las razones de fondo de los problemas del árbol. En esa búsqueda quiero hacerles un pedido muy especial, quiero pedirles que seamos claros y contundentes, pero con mucho respeto por los que piensan diferente, porque quienes votaron a la coalición no son responsables del fracaso de este gobierno, así que reconozcamos entre todas y todos como lo que somos: compatriotas que quieren lo mejor para el Uruguay”, aconsejó. 

“Y estamos en una crisis de valores por eso tenemos que tener respeto hacia los demás y lealtad hacia nuestra ideas y valores humanitarios. Tenemos nuestra historia, nos tenemos a nosotros mismos, no hay que mirar hacia otro lugar, tenemos un programa de valores. Un programa que pone rumbo hacia el respeto de las personas y su futuro y eso lo hace hablando de capacidades, de desarrollo sostenible junto a la solidaridad”, afirmó. 

“Pongamos rumbo a la pública felicidad, pongamos rumbo al Estado de bienestar, pero un bienestar no para unos pocos, no para unos privilegiados, sino para todas y todos. Y ahí está nuestro valor de justicia, de solidaridad, derecho a la felicidad, pilar de la vida, justicia: un programa de valores. Donde otros quieran ver las diferencias de nuestro territorio para dividirnos, donde otros ven diferencias que nos quieren separar, nosotros vemos diversidad y allí vemos una gran riqueza del Uruguay y una enorme oportunidad de integración”, añadió Cosse. 

“No es el norte y el sur, no es frontera y no frontera, no es Montevideo e interior, todas y todos somos uruguayos y al final del día tenemos los mismos problemas, el problema de los remedios, el problema de la mala atención en la salud en todo el país. Las soluciones que deberemos buscar tendrán distintas aplicaciones porque no hay dos realidades iguales pero el problema es el mismo”, afirmó.

Mujeres

“Este programa nuestro, y lo digo como mujer, invoca la capacidad de integrar de las mujeres y vaya si las mujeres a lo largo de la historia del Uruguay han demostrado su capacidad integradora. Somos hijas de las mujeres que acompañaron a Artigas en el Éxodo. Somos hijas y nietas de esas mujeres, de las mujeres indígenas que peleaban en los ejércitos de la Banda Oriental. Somos hijas de las heroínas afrouruguayas que vivieron la angustia y el delito mayor de la humanidad, que es la esclavitud y que supieron luchar por su libertad. Somos hijas de las mujeres que a principios del siglo XX ya estaban diciendo: a igual tarea, igual salario. No es nuevo compañeras y compañeros. Somos hijas de las sufragistas, de las que han peleado por una democracia mejor. Somos hijas de las primeras mujeres que tuvieron logros, de las primeras maestras rurales, de las primeras universitarias, hijas de las mujeres rurales de ayer, hoy y siempre”, agregó. 

“Soy nieta de una mujer rural, la mayor de 12 hermanos que se despertaba todos los días a la cinco de la mañana para hacerse cargo de la fajina y de todo el establecimiento, gracias a ella llegue a la Universidad. Esa mujer que no logro terminar la escuela me llevó todos los días de la mano a la escuela, esa mujer está hoy acá con ustedes. Esa enorme formación de mujeres no nos pesa, es la que nos pone el centro, la que nos marca el rumbo y nos da la firmeza”.

Cuidar la democracia

“Tenemos un programa que encara la pobreza infantil, ahora si vamos a tomar la infancia y nuestros viejos vamos a tener que desplegar sistémicas políticas de igualdad, porque cuando una mujer es asesinada, o es violentada o acosada por el hecho de ser mujer, hay una herida abierta que hace temblar el cuerpo de la sociedad. Si vamos a tomar en serio a nuestra infancia y a nuestros viejos vamos a tener que desplegar sin pausa políticas contra la discriminación en todas sus formas. Un tema a tener en cuenta es el cuidado, que es mucho mas que el sistema de cuidados, es como concepto, cuidarnos como sociedad, como cultura, cuidar a la Democracia”, opinó.

“Hay muchas formas de cuidar a la Democracia, una forma es con un escudo, pero eso es circunstancial por un momento, prefiero cuidar la Democracia de una forma y eso es construir. Nuestro programa habla de construir ciudadanía, tenemos un programa que pone rumbo a la soberanía, un Uruguay soberano, y vamos a tener que reconstruir el respeto internacional que supimos ganarnos, vamos a tener una enorme y maravillosa tarea de reconstrucción de ese respeto internacional. Cuenten conmigo, tenemos un gran programa y vamos a poner el rumbo, a prepararnos para gobernar, a trabajar con todos los uruguayos y las uruguayas para que ese programa se haga realidad, volverá a amanecer y vamos a recorrer juntos la hermosa senda de la libertad”, finalizó la intendenta de Montevideo.

24
Nov
23

Milei, ni outsider, ni loquito; ultra neofascista. . .

Atilio Boron analiza el triunfo de Milei: “fue una construcción mediática prolijamente planificada”

Nuestro portal de noticias reproduce íntegramente una entrevista realizada por el medio de prensa Correo del Alba, al reconocido cientista político e intelectual Atilio Boron, a propósito del triunfo de la extrema derecha argentina, luego de la elección de Javier Milei en las elecciones presidenciales del pasado domingo.

Milei es lo que se denomina hoy en el campo político un outsider, ¿qué pasó con su figura tan controversial, que apoyaron los jóvenes en su mayoría hombres, que subió como espuma? ¿La vieja guardia peronista no lo vio venir? ¿Hay responsabilidad de esta en los resultados de este 19 de noviembre?

Vayamos por partes. Primero, Milei era un outsider en el campo político más no así en el mediático. Mariana Moyano, la periodista lamentablemente desaparecida hace pocas semanas, comprobó que aquel fue el economista más consultado por programas de radio y TV en 2018. Según esta fuente, en ese año le hicieron 235 entrevistas y tuvo 193 mil 547 segundos de aire. Ningún personaje de la vida política ni de lejos se acerca a estos guarismos, y lo mismo ocurrió en los años subsiguientes. En otras palabras, fue una construcción mediática prolijamente planificada.

Segundo, el papel de la juventud, víctima principal del proceso de informalización, “desalarización” y precarización laboral. El segmento comprendido entre los 18 y los 29 años de edad, un total de ocho millones 337 mil 914 personas, representan el 24.29% del padrón electoral nacional. A lo anterior es preciso sumar un millón 163 mil 477 jóvenes de entre 16 y 17 años que están habilitados para emitir su voto. A nivel nacional, este segmento etario representa nada un 3.3% del total del padrón, una proporción casi igual a la provincia de Entre Ríos. Por consiguiente, estamos hablando de poco más del 27% del electorado formado por jóvenes que encontraron poco o ningún aliciente para inclinar su voto a favor del candidato oficialista, o que no tenían recuerdos muy vívidos de los acontecimientos del 19 y 20 de noviembre de 2001 y mismo de la época de oro del kirchnerismo. No fueron enamorados por la propuesta oficial, cosa que era evidente hasta para un ciego con solo comparar el fervor juvenil que había en los actos de Milei –cuidadosamente montados, sin duda; pero idóneos para suscitar el entusiasmo de los jóvenes–, con el empaque y el cierto desgano que prevalecía en casi todos los actos que los aparatos del Frente de Todos organizaron para Massa.

Para finalizar con esta pregunta, es obvio que la vieja guardia peronista, ensimismada y atrincherada en la defensa de sus intereses corporativos y sectoriales, hace mucho tiempo que no ve venir lo que se viene, ni demuestra tener la menor comprensión de lo que es y cómo hoy funciona la sociedad contemporánea. No es la única pero, sin duda, la principal responsable de este desastre.   

¿Cuánto de lo prometido por Milei en su campaña es posible de realizar en la Argentina actualmente?

Es difícil hacer un pronóstico. Hay áreas en las cuales la resistencia social, espontánea, desde abajo, será muy fuerte. Pienso en el caso de que se intente avanzar en la privatización de la seguridad social, dado lo catastrófico de la experiencia de las AFJP en todo el mundo.   En otras tal vez no tanto, por ejemplo si el objeto de esa política fuese Aerolíneas Argentinas; pero allí también podría haber sorpresas. Con YPF la cosa será bastante más complicada, porque las provincias son las dueñas de las riquezas del subsuelo, y eso implicaría abrir un debate de difícil pronóstico para el Gobierno dada la composición de ambas cámaras del Congreso. En resumen: habrá que ver caso por caso y medir en cada instancia la correlación de fuerzas prevaleciente.

Son muchos los factores que inciden en esta disparidad de reacciones. Uno, el hecho de que buena parte de las organizaciones sociales y fuerzas partidarias están muy debilitadas y deslegitimadas. Dos, la descomposición del universo popular, fragmentado en una miríada de situaciones laborales signadas por la absoluta precariedad, la falta de representación sindical y la total ausencia de la legislación protectora que beneficia a un sector cada vez más minoritario de la población económicamente activa. Tres, la puja al interior del heterogéneo bloque dominante en donde las fracciones vinculadas a la especulación financiera tienen una gravitación mayor que aquellas ancladas en la producción industrial e inclusive en el agronegocio. Los variables resultados de esta disputa entre fracciones de las clases dominantes serán muy importantes a la hora de facilitar o dificultar el cumplimiento de las promesas de campaña del nuevo presidente.

¿Es Milei un cambio de paradigma que representa más a la juventud que se ha venido formando acompañada de las redes sociales que circunscriben la realidad a sus intereses nada más?

Es un emergente de esa situación de extrema vulnerabilidad de una juventud brutalmente golpeada por la pandemia y la cuarentena y, más encima, por una política económica que profundizó la exclusión económica y social y aumentó la pobreza hasta niveles inéditos, salvo en los breves episodios hiperinflacionarios de mayo-julio de 1989 y enero-marzo de 1990. Para esa categoría social la experiencia del gobierno de Alberto Fernández y de su ministro de Economía, Sergio Massa, fue un desastre sin atenuantes. No hubo para esa juventud ni políticas económicas de recomposición del salario (salvo para una minoría, y así todo insuficiente), ni una épica que les permitiera concebirse como militantes de una causa nacional, y mucho menos un aparato comunicacional que potenciara sus reclamos a la vez que hiciera oír la voz de los gobernantes. El resultado: una corrida casi masiva hacia alguien que, astutamente, fue presentado por los poderes dominantes como lo fresco, juvenil, novedoso, pese a tratarse de un señor de 53 años. ¿Sorprendente? No para quienes estudiamos el papel de las redes sociales, los algoritmos y las nuevas técnicas del neuromarketing político. O para quienes, como yo, hemos estado predicando en el desierto la necesidad de librar la batalla de ideas a la que habíamos sido convocado por Fidel desde finales del siglo pasado y que la izquierda en general tanto como el movimiento nacional-popular subestimó irresponsablemente. Resultado: triunfo de la “antipolítica”; identificación de la “casta” y el Estado como agentes predatorios, ocultando el papel de la burguesía y las clases dominantes como agentes de la explotación colectiva; exaltación del hiper-individualismo y su correlato, abandono cuando no repudio de las estrategias de acción colectiva y de las organizaciones de clase, territoriales o laborales, confiando en la “salvación” individual y condenando a quienes participaban de protestas colectivas, todo en beneficio de la irracional exaltación de un hábil demagogo patrocinado por los capitales más concentrados.

Ante esta configuración cultural era casi imposible, máxime con una inflación rondado el 13% o 15% por mes, que un Ministro de Economía responsable de esa situación pudiera ganar en las elecciones. Habida cuenta de estos antecedentes la votación lograda por Massa es realmente asombrosa.

¿Podrá terminar en los años de gobierno con el Estado de Bienestar que ha caracterizado a la Argentina desde mediados del siglo pasado con Perón y Evita?

En parte está contestado en la primera pregunta. Pero debemos añadir a la Argentina de Perón y Evita los importantes avances económicos y sociales durante los años del kirchnerismo, aunque es evidente que por elogiables que estos hayan sido fueron insuficientes para enfrentar con éxito los estragos que la acumulación capitalista produce en todo el mundo y muy especialmente en un país con un Estado tan débil e ineficiente como la Argentina.

Nótese que, tal como la asegura un informe de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), entre 2016 y 2022 la transferencia de ingresos del trabajo al capital ascendió a los 87 mil millones de dólares, de los cuales 48 mil millones de dólares se trasladaron en 2021 y 2022, años en que gobernó una coalición “nacional y popular”. El resultado: gravísimo deterioro del salario que, incluso, llega a estar en la economía formal por debajo de la línea de la pobreza. ¿Podía esperarse otra cosa que la frustración y el enojo de amplias franjas del electorado ante esta dolorosa realidad económica? ¿Qué anticuerpos tenían como para haber evitado caer seducidos por un discurso disparatado, plagado de mitos absurdos (¡como por ejemplo, que la Argentina de inicios del siglo XX era el país más rico del mundo, entre tantos otros dislates!), pero que vociferaba la necesidad poner término a una situación intolerable dejando de lado todo lo viejo y execrando a una supuesta “casta” que, mirando su propio beneficio, los había condenado a la pobreza y la indigencia?

¿Cómo visualiza la oposición a Milei, habrá un movimiento que vigile su programa?

Dependerá de la reorganización y rearticulación del campo popular, de sus propuestas concretas de lucha, del carácter de su estrategia defensiva ante los previsibles ataques de un gobierno obsesionado por recortar derechos laborales y sociales y provocar un maxi-ajuste de la economía. También de la emergencia de liderazgos creíbles y dotados de un gran poder de convocatoria, capaces de atraer a los millones de persona hundidas en la miseria y la inseguridad por la ilimitada voracidad del capital.

El sistema de partidos ha saltado por los aires y, peor aún, las fuerzas políticas y las identidades que marcaron gran parte de la vida política argentina desde mediados del siglo pasado y hasta hace unos pocos años –el radicalismo y el peronismo– han entrado en una crisis de inéditas proporciones. Probablemente reaparezcan, en clave neoliberal y bajo formas mutantes y, probablemente, aberrantes que poco o nada tendrán que ver con el ADN que los constituyó.

El radicalismo orgánico se desvaneció y sus votantes se lanzaron con todas sus fuerzas a votar a quien había insultado groseramente a los dos más importantes líderes de esa fuerza política: Yrigoyen y Alfonsín. Y el aparato del peronismo, y los votantes de esa corriente, solo en una minoría apoyaron la candidatura de Massa. Basta ver lo ocurrido con provincias usualmente baluartes de la votación peronista (La Rioja, Salta, Tucumán, Chaco, Catamarca, Santa Cruz y en menor medida otras) para comprobar lo que ese electorado ya está disponible para cualquier demagogo o cualquier arreglo cupular que decidan los grupos que en cada provincia se apoderaron de ese sello. Ni los radicales ni los peronistas son hoy por hoy fuerzas políticas con una organización, liderazgo y estrategias de lucha política de alcance nacional. Se han fragmentado en 24 partes, una por cada provincia, y dispuestas a negociar su voto según las circunstancias.

¿Cómo es y cómo será la relación de Milei con las Fuerzas Armadas?

Creo que será muy buena. La vicepresidenta Victoria Villarruel es una desembozada apologista de la dictadura genocida, admiradora del dictador Jorge Rafael Videla y sus compinches en la violación de los Derechos Humanos; será ministra de Defensa y Seguridad.

La socialización política reaccionaria de las Fuerzas Armadas, tarea para la cual el Comando Sur y los diversos tratados de colaboración militar entre los Estados Unidos y la Argentina juegan un papel muy importante, seguramente les abrirá el camino para encargarse de la represión que necesariamente exigirán las políticas ultraneoliberales de Milei.

En línea con lo que dijera e hiciera Patricia Bullrich como ministra de Seguridad del gobierno de Macri, Milei le otorgará luz verde a las Fuerzas Armadas y las policías para descargar su potencial represivo contra el “enemigo interior” con total impunidad. La “Doctrina Chocobar”, era un protocolo que habilitaba a las fuerzas federales a disparar sin dar la voz de alta contra cualquier sospechoso, lo que implica un gravísimo retroceso en materia de respeto de las garantías individuales y la vigencia del Estado de Derecho. Fue dejada sin efecto por una de las primeras iniciativas del gobierno de Alberto Fernández, pero  desgraciadamente parecería ser que dicha doctrina estará de regreso con el nuevo gobierno.

No obstante,  habrá que ver cómo reaccionan las fuerzas de seguridad en el momento en que deban toparse con millares de jóvenes, mujeres y niños reclamando justicia más allá de que las enseñanzas de la historia contemporánea de América Latina demuestran que la confusión entre seguridad interior y defensa exterior suele ser la madre de gravísimas violaciones a los Derechos Humanos, como ocurriera en México en los años anteriores al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En los Estados Unidos o en los países europeos ambas funciones están claramente delimitadas. El nuevo gobierno argentino parece dispuesto a hacer una apuesta de más que obvias funestas consecuencias. Pero, en este como en otros temas, como las políticas de recortes o anulación de derechos, sería un error subestimar la reacción de la sociedad argentina, que en varias ocasiones ha dado muestras de oponerse a feroces dictaduras o salvajes planes de ajuste económico. La historia argentina ofrece numerosos ejemplos de resistencia y si bien la sociedad ha cambiado mucho en los últimos tiempos no sería extraño que esa rebeldía reapareciera una vez más con fuerza volcánica, aún en ausencia de apropiadas estructuras organizativas. El “Cordobazo” de 1969 y la insurgencia popular del 19 y 20 de diciembre de 2001 son espectros que sin duda perturbarán el sueño de quienes pretendan destruir las conquistas económicas, sociales y culturales que el pueblo argentino obtuvo mediante grandes luchas.

El triunfo de Milei, geopolíticamente hablando, ¿cómo podría afectar a la Región?

Perjudica en primer lugar a la Argentina, porque en consonancia con lo que pide Washington convertirá a este país en un ariete para reducir la presencia de China en la Región, aún a costa de perjudicar los intereses nacionales de la Argentina, de sus sectores exportadores y de la mano de obra a estos vinculada. La de Milei es, probablemente, una victoria “soñada” por el establishment norteamericano. porque encuentra en el sur del continente a un fanático dispuesto a ejecutar sin chistar las menores sugerencias provenientes de Washington: cerrilmente anticomunista (en una definición de tal vaguedad  que va desde Lula hasta el Papa Francisco, pasando por China, Cuba, Venezuela y Nicaragua); alineado incondicionalmente con el Imperio, justificador del genocidio en curso en Gaza, admirador del Estado terrorista israelí y de la sociedad norteamericana, Milei desde la Casa Rosada alentará con su ejemplo similares comportamientos entre los líderes de la derecha de países vecinos.

Tal vez, y otra vez hay que tener en cuenta los clivajes al interior del bloque dominante, podría llegar tan lejos como para no solo excluir a la Argentina de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), sino inclusive rechazar o post poner sine die la decisiva incorporación de nuestro país al BRICS plus, que debería concretarse el 1 de enero del próximo año.

En pocas palabras, la cruzada en contra del “enemigo chino”, según los documentos del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, ha encontrado su profeta en estas lejanas y turbulentas tierras del Sur.  Y, desde el punto de vista geopolítico, con Milei en la presidencia de la Argentina se resiente la gravitación en el tablero internacional de Latinoamérica y el Caribe.

Fuente: https://www.correodelalba.org/2023/11/20/exclusivo-%e2%94%82-atilio-boron-analiza-el-triunfo-de-milei-fue-una-construccion-mediatica-prolijamente-planificada/

23
Nov
23

ARGENTINA: Un neurótico al mando del Titanic …

Milei y la ira que impulsa al nacional populismo global

NOTA: OTHER NEWS Andrea Rizzi

Una inmensa frustración ciudadana dio alas al candidato argentino, igual que a Trump, Bolsonaro, Meloni o a los promotores del Brexit. Pero hay diferencias en las causas de esa ira y en los planteamientos de los líderes.

Como un eco, el rugido de la ira que da alas a los abanderados de proyectos políticos nacionalpopulistas aparece, similar, en distintos rincones del planeta. Javier Milei es el enésimo caso de una amplia ola -en la cual destacan los episodios del Brexit, Trump, Bolsonaro y Meloni- que es una enmienda total al sistema político como rechazo popular a todas las opciones tradicionales. El efecto eco radica en las muchas similitudes entre distintos elementos de la internacional reaccionaria. Pero ello no excluye que, a la vez, existan algunas diferencias significativas en las causas de su éxito y en las propuestas.

Por características personales y planteamientos políticos, Milei es una figura hiperbólica, incluso en el marco del radical mundo de la internacional reaccionaria, y su victoria causa un especial espanto e incredulidad en las filas de progresistas y liberales moderados. No es para menos. Sus propuestas son de un extremismo excepcional, meridianamente desprovistas de fundamentos intelectuales sólidos, amenazantemente retrógradas en su conservadurismo e impulsadas además por un líder cuyos modales no destilan el sosiego deseable en un mandatario.

No obstante, la hipérbole de la motosierra de Milei entronca con el espíritu de rechazo a lo establecido propio de la internacional nacionalpopulista. Con el Reino Unido que votó el Brexit en contra de la posición de los principales partidos, de la patronal, de los sindicatos y en el que dominaba el «que se jodan los expertos»; con los EE UU conquistados por Trump y su mantra de «drenar la ciénaga»; con la Italia gobernada hoy por el único partido del hemiciclo que no apoyó el Gobierno de unidad nacional durante la pandemia –el ultraderechista Hermanos de Italia-, que en esa legislatura tenía solo el 4% de los votos, que aprovechó esa oposición solitaria para disparar contra todo y todos y después se convirtió en el primer partido del país; con el Brasil que aupó a Bolsonaro, que no era representante de ninguno de los principales partidos del país.

Es el espíritu popular de la enmienda total a un sistema político apoyada en la ira de ciudadanos que sienten que este no les sirve, no les protege, no les funciona, que está sesgado y podrido. Esa profunda frustración alimenta la voluntad de cambio radical y encumbra a outsiders que predican un mix populista de satanización de la casta, nacionalismo, conservadurismo, revisionismo histórico, nostalgia de un pasado presuntamente mejor -hacer grande a América de nuevo; recuperar el control supuestamente perdido en el Reino Unido; el desierto que empezó con la democracia en Argentina, etc.-.

Líderes habilidosos echan gasolina a ese fuego aprovechando las posibilidades del tiempo moderno, redes sociales hoy, y pronto, cada vez más, habrá que temer la inteligencia artificial. La política se lleva al terreno emocional, y una vez ahí, la racionalidad difícilmente se impone.

Pero esa raíz común no debe desdibujar las diferencias. Esa frustración se alimenta, según los casos, de resentimientos por causas nacionales o globales en proporciones diferentes. En algunos países predominan, por mucho, los primeros. En otros, parecen tener mayor relevancia los segundos.

En el caso de Argentina, es evidente que la victoria de Milei es un rechazo total a la gestión del peronismo kirchnerista. De forma parecida, el éxito de Bolsonaro se alimentaba de un antipetismo (PT, partido de Lula y Rousseff) arraigadísimo. En estos casos, las propuestas progresistas perdieron en gran medida por fracasos propios, sea por gestiones económicas de resultados nefastos, sea por la larga sombra de corruptelas que se extendían sobre ellas, más que por un anhelo nacional de cerrazón ante un mundo del que se importan problemas.

En otros casos, el auge nacionalpopulista responde en mayor medida a fenómenos globales, a un instinto proteccionista ante las vicisitudes globales, los desarrollos de un mundo interconectado, los dañinos efectos colaterales de cierto tipo de libre comercio, los movimientos migratorios, las tecnologías de las que algunos se benefician mientras perjudican a otros, el cambio climático y sus retos. En este apartado también la socialdemocracia ha pagado errores del pasado, su adhesión durante un amplio periodo a valores con aroma liberal, que la hizo poco distinguible de la derecha moderada. Pero en este caso parece incidir más un devenir general del mundo que tampoco es responsabilidad directa de la izquierda. Trump, Orbán o el Brexit encajan mucho en este esquema en el que el rechazo a lo que viene de fuera tiene un peso enorme y avala propuestas proteccionistas, nacionalistas, conservadoras, de anhelo de regreso al pasado.

Según cuál es la principal fuerza motriz, por ejemplo, las posiciones en materia de librecambismo, inmigración o política exterior pueden ser diferentes, o en todo caso tener mayor o menos peso en el planteamiento.

Otras diferencias intrínsecas al auge nacionalpopulista conciernen la procedencia del abanderado. En algunos casos -como Milei o Bolsonaro- se trata de outsiders totales que alcanzan el poder. En otros, se trata de partidos tradicionales que se escoran hacia ese tipo de ideario -republicanos en EE UU y tories en el Reino Unido-.

Los dos distintos escenarios tienen implicaciones diferentes -los frenos que, a pesar de un viraje, puede seguir aplicando un partido tradicional, con largo recorrido, en el que sigan militando moderados, y la situación desatada de quienes no están embridados en ellos-, así como, por supuesto, la tienen la fuerza política de la que disponen en los Parlamentos -mayorías absolutas o necesidad de negociar- y la calidad democrática de los países en los que logran el poder.

La ola nacional populista no es ni mucho menos invencible, y sufre reveses. Recientemente, en Polonia o España. Se aprecia un patrón por el que sus pésimos resultados de gestión son sancionados en las urnas, impidiendo la renovación de mandatos allá donde la democracia mantiene suficiente vigor, como en EE UU (derrota de Trump); Brasil (derrota de Bolsonaro) o la propia Polonia (derrota del PiS). El caso de Hungría ejemplifica los riesgos de las circunstancias en las cuales la propuesta nacionalpopulista logra erosionar la calidad democrática, lo suficiente como para casi sofocar opciones reales de cambio (la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OCSE) consideró que las últimas elecciones en Hungría fueron libres, pero no justas).

Desgraciadamente, según coinciden en señalar los más respetados estudios internacionales en la materia, la calidad de la democracia retrocede en muchos lugares en el mundo.

Las derechas conservadoras tradicionales, en plena crisis de pánico por el auge de propuestas nacionalpopulistas radicales que las aniquilan (Francia, Italia) o les comprimen el espacio de una manera que les imposibilita gobernar sin ellos, cada vez más han decidido cooperar con los radicales o incluso comprar sus argumentos. La historia les juzgará por ello.

Las izquierdas socialdemócratas y los liberales, por su parte, deberían razonar a fondo. No ya solo sobre los problemas globales que dan alas a los ultras y ofrecer respuestas en clave de protección social («La Europa que protege», pregonaba Macron; «proporcionar seguridad», señalaba Sánchez en su discurso de investidura). Esto es correcto y esencial. Pero es preciso analizar más a fondo todo el espectro de acciones y fallos que, desde los ámbitos de la moderación y el progresismo, han facilitado el fenómeno de la ola nacional populista en el hemisferio occidental, un gravísimo peligro para el mantenimiento de derechos fundamentales y, en algunos casos, de los más básicos valores democráticos. El caso de Milei, probablemente el más radical de todos, demuestra que su desarrollo puede conducir a lugares inimaginables y explosivos.

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*Corresponsal de asuntos globales de EL PAÍS y autor de una columna dedicada a cuestiones europeas que se publica los sábados. Anteriormente fue redactor jefe de Internacional y subdirector de Opinión del diario. Es licenciado en Derecho (La Sapienza, Roma) máster en Periodismo (UAM/EL PAÍS, Madrid) y en Derecho de la UE (IEE/ULB, Bruselas).

19
Nov
23

Desnazificando Ucrania en defensa propia …

Diez años desde el golpe de Estado en Ucrania: trágicos resultados del Euromaidán

Hace diez años se produjo un sangriento golpe de Estado en Kiev, que tuvo consecuencias lamentables no solo para la propia Ucrania, sino para la estabilidad regional e internacional. El 21 de noviembre de 2013, un día después de que el Gobierno del Presidente Víctor Yanukovich suspendió la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea con el fin analizar una vez más la situación desde la perspectiva de sus compromisos previos en virtud del Tratado de libre comercio con la Comunidad de Estado Independientes (CEI), en muchas ciudades de Ucrania se desencadenaron los disturbios masivos, conocidos como el Euromaidán.

Estas protestas, organizadas y financiadas por Estados Unidos y sus aliados europeos, tuvieron como consecuencia decenas de víctimas en los enfrentamientos callejeros entre radicales armados y policías y llevaron al derrocamiento del gobierno democráticamente electo. Allí se realizaron diferentes provocaciones y aun métodos terroristas (usando por ejemplo francotiradores contra ambos lados). El 21 de febrero de 2024 el Presidente Yanukovich y los jefes de los partidos de la oposición, con la mediación de los ministros de asuntos exteriores de Alemania, Polonia y Francia, firmaron un acuerdo para estabilizar la situación y celebrar elecciones presidenciales anticipadas en Ucrania. Sin embargo, unos días más tarde, rebeldes agresivos violando este compromiso irrumpieron en el palacio presidencial para eliminar físicamente al jefe de Estado, quien se vio obligado a abandonar el país por su propia seguridad. A su vez los cancilleres europeos no hicieron nada para lograr el cumplimiento de acuerdos alcanzados anteriormente. 

La gran inestabilidad en Ucrania, ya causada por el golpe de Estado, fue agravada aún más por la decisión de las autoridades golpistas de implementar en todo el país la política discriminatoria hacia la población rusa y rusoparlante. El comienzo de la nueva etapa del neonazismo desenfrenado, la ucranización forzada y el ataque a los derechos humanos en Ucrania, sobre todo de minorías nacionales, fue marcado por la sangrienta tragedia en la ciudad de Odessa. El 2 de mayo de 2014 decenas de personas rusoparlantes fueron quemadas vivas en la Casa de los Sindicatos en Odessa por los nacionalistas ucranianos. Hasta la fecha, las autoridades ucranianas no encontraron (y parece que no tienen interés de hacerlo) a los responsables del cruel asesinato masivo de los civiles que presenció el mundo entero.

El primero que se negó a reconocer la dictadura de los golpistas fue la población de Crimea. El 16 de marzo de 2014 en la península, poblada mayormente por la gente rusa, se realizó el referéndum sobre su autodeterminación (que prevé la Carta de la ONU) e integración a la Federación de Rusia. El 96,7% de los votantes se pronunció a favor de eso. Luego estalló un conflicto en el Donbás, cuyos habitantes rusoparlantes exigieron que se respetara su derecho legítimo de hablar su lengua materna y honrar a sus héroes, que salvaron al mundo del fascismo hace 80 años. Sin embargo, el régimen de Kiev optó por resolver este problema por la fuerza, bombardeando a las ciudades pacíficas y su gente, recurriendo al ejército regular y a batallones punitivos neonazis para sofocar las protestas.

En 2015, después de enfrentamiento militar entre dos partes, con la mediación activa de Rusia se firmaron los Acuerdos pacíficos de Minsk. No obstante, el régimen criminal de Kiev saboteaba constantemente el cumplimiento de sus compromisos y utilizó estos acuerdos para afianzar su potencial bélico con la ayuda directa de los países occidentales. Como fue admitido públicamente más tarde por la ex-canciller alemana Angela Merkel y el ex-presidente francés François Hollande, los Acuerdos de Minsk fueron utilizados para dar tiempo a Kiev a mejorar sus fuerzas armadas y no para llegar al arreglo político.

Durante más de ocho años, los nacionalistas ucranianos bombardeaban la población civil de Donbás. Como resultado de estos ataques militares fueron matados alrededor de 15 mil habitantes de esta región, entre ellos niños, mujeres y ancianos. Tal política destructiva de Kiev contó con el apoyo total de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, que militarizaban al territorio ucraniano, fomentaban la rusofobia agresiva y hacían la vista gorda ante la abierta violación de derechos humanos y hasta glorificación del nazismo en Ucrania donde los grupos armados usan símbolos fascistas, organizando marchas de antorchas y dando a las calles y plazas de las ciudades nombres de criminales nazis.

El territorio de Ucrania se convirtió en un campo de entrenamiento y ejercicios militares de la OTAN con clara orientación antirrusa. En este contexto, a finales de 2021, Moscú preparó y envió a los países del Occidente Colectivo propuestas sobre la estabilidad geoestratégica y garantías jurídicas de seguridad para nuestro país. Uno de los puntos clave de estas proposiciones fue que la OTAN no se expandiera hacia el Este, incluso en el territorio de Ucrania. Sin embargo, nuestra iniciativa constructiva no fue escuchada y aún más fue cínicamente rechazada.

A comienzos de 2022 se aumentaron bombardeos y ataques militares ucranianos contra la población civil de Donetsk. En esta situación, el 21 de febrero de 2022 por la solicitud de las autoridades de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk Rusia reconoció su independencia.

Tomando en cuenta la amenaza creciente para estas regiones, así como el acercamiento de la infraestructura militar de la OTAN hacia nuestras fronteras y los planes agresivos ucranianos, incluso sus ambiciones de obtener las armas nucleares, no nos quedó otra opción que iniciar de manera preventiva el 24 de febrero de 2022 la operación militar especial para desmilitarizar y desnazificar el régimen criminal de Kiev, proteger a los habitantes rusos de estas regiones, así como eliminar las amenazas existenciales para la seguridad de nuestro país. Según los datos de la inteligencia, el Ejército Ruso adelantó unos días a los nacionalistas ucranianos que planeaban ataque a gran escala contra las Repúblicas de Donetsk y Lugansk con el propósito de limpieza étnica de estos territorios. 

Cuanto más tiempo pasa después del golpe de Estado en Ucrania en 2014, más obvias son sus consecuencias negativas no solo para Ucrania, sino también para la estabilidad y progreso en Europa y todo el mundo. En estos años que siguieron al Euromaidán, llevado a cabo en nombre de los valores democráticos europeos, ninguna de las expectativas ucranianas de prosperidad socioeconómica se materializó. No solo se quedó estancada la implementación del Acuerdo de Asociación con la UE, sino se quebraron los históricos lazos económicos y humanitarios con Rusia y otros países de la CEI. Al contrario, creció mucho la corrupción, se aceleró la desindustrialización y se registraron incrementos en empobrecimiento y disminución de la población ucraniana. En fin, Ucrania dejó de ser un estado generalmente próspero, convirtiéndose en uno de los países europeos más pobres e inestables.

Después del inicio de la operación militar especial en Ucrania las autoridades de Kiev tuvieron la oportunidad real de terminar el enfrentamiento bélico con Rusia. Lamentablemente, a pesar de que las negociaciones de paz realizadas en Turquía en abril de 2022 tenían la perspectiva real de alcanzar los acuerdos mutuamente aceptables entre nuestros dos países, las autoridades de Kiev optaron por seguir las instrucciones de Washington de luchar contra Rusia hasta “el último soldado ucraniano”, lo que demostró claramente que ya no se quedó absolutamente nada de la independencia política y económica de Ucrania.

Aun más el presidente Zelenski firmó el Decreto que le prohíbe llevar a cabo negociaciones pacíficas con Moscú. Por su parte Rusia nunca ha negado la posibilidad de un arreglo político de la situación sin condiciones previas y tomando en cuenta las realidades existentes.

Es obvio que en un breve artículo es imposible revelar todos los detalles de la historia trágica del Maidán y hacer análisis más profundo de lo que pasó en realidad. Sin embargo, es suficiente para recordar a todos y atraer la atención de la gente con el fin de desenmascarar la esencia destructiva de la política fallida de las autoridades ucranianas y sus patrones occidentales. 

17
Nov
23

HASTA las MANOS con los NARCOS . . .

ESCÁNDALO

La reunión de prensa de Lacalle Pou: un escarnio social

Finalmente el presidente de la República, Luis Lacalle Pou retornó, según dijo cansado de su viaje a Washington y convocó a la esperada conferencia de prensa para revelar lo que realmente ocurrió cuando reunió en la propia Torre Ejecutiva al Ministro de Relaciones Exteriores Francisco Bustillo, a la Viceministra de la Cancillería Carolina Ache,  al Viceministro del Interior Guillermo Maciel, y a su asesor principal en comunicaciones Roberto Lafluf.

A la izquierda, Alejandro Astesiano custodiando a Luis Lacalle Pou cuando asumió como presidente. Foto: archivo Presidencia de la República
A la izquierda, Alejandro Astesiano custodiando a Luis Lacalle Pou cuando asumió como presidente. Foto: archivo Presidencia de la República

La reunión de prensa del presidente Lacalle Pou para controlar el big-bang político protagonizado por su círculo más confiable resultó un escarnio social evitando condenar a quienes se asociaron para ocultar pruebas e indicios a la Justicia, desaparecer celulares y destruir documentación certificada.

El presidente no destituyó a los implicados en esa burda conspiración cleptocrática, no se rasgó su investidura al comprobar cómo urdieron la trama del ocultamiento, confió en el honor de sus dimitentes y además confesó haber sido él quien los convocó en la Torre Ejecutiva de Presidencia donde se pusieron todos de acuerdo para eludir la orden del Poder Judicial.

De esta manera, Luís Lacalle Pou pasó a ser el principal sospechoso jerárquico del delito de obstrucción a la Justicia, o de un virtual desacato al Poder Judicial, citándolos para acordar una táctica negadora, cuando lo que correspondía era poner de inmediato en manos del juez la documentación que ocultaban.

Lacalle Pou desaprovechó la oportunidad de salir indemne de este descaro del poder y en lugar de condenar con vigor el latrocinio, que en su gobierno pasó a ser serial, apeló al sarcasmo y a la defensa de los autores del ocultamiento, exhibiendo el mancillado cemento ideológico que lo sostiene.

El costo político sobre el silencio de su participación en este escándalo dependerá de la investigación judicial. Pero ya la opinión pública escuchó su testimonio. Un hombre no puede ser admirado sino es creído. En la reunión de prensa Lacalle Pou probó una vez más que no es creíble. Como no lo fue cuando respaldó moralmente a su jefe de seguridad, Alejandro Astesiano, como no lo fue cuando creyó en la honestidad de su primera espada parlamentaria, Gustavo Penadés, como no lo es ahora cuando afirma creer en el honor de sus dos Ministros, sus dos viceministros y su principal mano derecha en comunicación.

El presidente no está haciéndose cargo como juró hacerlo. Para ser creíble no basta con exhibir algunas certezas y dejar la verdad colgando. No es creíble que todo lo tramado se haya realizado sin su consentimiento. Hasta pasó a saludarlos, para respaldar las palabras de su asesor especial.

Aún está a tiempo de exhibir sin pudor el grave error que lo tiene como protagonista jerárquico del máximo nivel. Eso se llamaría transformar el vicio en virtud. ¿Tendrá la valentía de hacerlo?

17
Nov
23

INDIGNADOS con un vice presidente que RENUNCIÓ por COMPRAR chancletas y un short. Lacalle Pou MIENTE y se le ASOCIA al NARCO-GATE y ?. . . siga, siga

escribe: ESTEBAN VALENTI

Cómo funciona el teflón

Es joven, campechano, y se mueve muy bien, a veces con la ayuda de algunos periodistas que hacen preguntas que dan vergüenza ajena.

“Teflón” es el nombre comercial que Dupont (empresa química estadounidense que inventó el PTFE) dio a esta sustancia. Químicamente, el PTFE es un fluoropolímero, material plástico que se parece al polietileno, con la diferencia de que el PTFE tiene átomos de flúor donde el polietileno tiene átomos de hidrógeno y que impide que los alimentos se peguen en sartenes y ollas. Está en baja y sustituyéndose por otros materiales más inocuos y efectivos.

El teflón funciona en la política, y vaya si funciona. Tenemos un ejemplo viviente en Uruguay, el actual presidente de la República, Luis Lacalle Pou. Desde hace tres años no se detiene la catarata de escándalos de todo tipo que afectan directamente a su gobierno, a su partido y a él personalmente. Y, sin embargo, el apoyo de la población a él personalmente no desciende en proporción. Incluso dentro de los votantes del Frente Amplio, tiene un discreto nivel de apoyo.

Las mediciones de las encuestadoras serias y creíbles, por su trayectoria y sus métodos de medición, no registraron todavía el último escándalo, el del pasaporte al capo narco Marset en su penúltima fase. Veremos.

Pero tiene escándalos y cosas oscuras que en otros casos golpearon seriamente a otros dirigentes y presidentes. Comenzando por el interminable desbarranque de Astesiano y sus delitos, el pasaporte a Marset en sus fases anteriores, las designaciones a dedo por su lista en Salto, la 404, de 39 funcionarios, nueve de ellos ediles a dedazo limpio, que los diputados rechazaron y reclamaron que fueran sacados e incluso que el resto de la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande debían abandonar sus cargos, y un solo edil renunció. Fue votada por legisladores el 4 de octubre del 2023. Una burla a todo el Parlamento incluso a sus propios legisladores; luego el senador pedófilo y depravado, Gustavo Penadés, y el funcionamiento de una banda de policías tratando de corromper la investigación y el juicio y, dentro de esto, el seguimiento a dos senadores de la república, a privados, la venta de pasaportes truchos por su jefe de la seguridad presidencial y ahora la “telenovela venezolana” de Marset fase III.

Ah, me olvidaba, el envío desde Dubai (donde Marset estaba preso) no por haber ido a un viaje de turismo, sino porque tiene socios, de 470 kilos de pescado en valija diplomática. Además del pescado que luego de que saltara el escándalo fue entregado parcialmente a las ollas populares, ¿qué había en las otras cajas? Misterio.

Como es un misterio —protegido por la militante blanca y Fiscal Gabriela Fossati— el intercambio de chats entre Lacalle y el delincuente con más de 20 años de prontuario de Alejandro Astesiano. Imaginemos…

No debemos olvidar que el padre indiscutible de todo el proceso de entrega del puerto de Montevideo por 60 años a Katoen Natie fue sin lugar a duda el propio presidente, que desde el Palacio Legislativo el 1° de marzo del 2021 lanzó la noticia sin siquiera consultar a sus socios de la coalición. Eso sí, como el pasaporte todo gratis.

¿Cómo es posible que esta suma de hechos, más un gobierno que no tiene siquiera éxitos importantes y una coalición que va de 5 a 7 puntos por debajo en la intención de votos del FA, el presidente siga impertérrito? ¿Cómo lo hace?

Primero, hay que asumir que hay un casco duro e ideológico de blancos que le perdonan todo y ni los roza la corrupción y los escándalos. ¿Asumieron una cultura de la amoralidad, lo apoyan, aunque lo encuentren en las peores y más bizarras situaciones? Una argentinización estridente.

Segundo, es por odio. Hay un sector de la sociedad que odia tanto a la izquierda que es capaz de tragarse cualquier cosa, las peores cosas. Y en eso hay que asumir nuestras responsabilidades, cuando perdimos la virginidad, facilitamos la auto justificación, al punto que el propio Lacalle se permitió la gentileza de mencionar a Raúl Sendic en su discurso de justificación del escándalo Marset Fase III. Aunque en comparación, en su caso y el de su gobierno hablamos de vínculos con el narcotráfico, y en el del ex vicepresidente de faltas y delitos absolutamente menores. Y Sendic renunció y Lacalle sigue aferrado al sillón.

Tercero, no menos importante, la técnica del cancherismo practicado por Lacalle y con el aporte invalorable de Roberto Lafluf como consejero político principal, considerando que las técnicas de las conferencias, ruedas de prensa y reportajes, son el eje de su política. El papel canchero, la frase repetida hasta el cansancio de “ustedes me conocen” queriendo hacer cómplices a los propios periodistas y su participación en todo lo que se mueve, inauguración de kioscos, carnicerías, desfiles militares hasta el cansancio, inauguraciones varias, etc. etc. y las selfies, son parte de esa estrategia teflón. Y le da resultado. Es joven, campechano, y se mueve muy bien, a veces con la ayuda de algunos periodistas que hacen preguntas que dan vergüenza ajena.

Si analizamos que ya estamos lejos del fin de la pandemia y todos los números económicos, de descenso de las exportaciones, del crecimiento, del empleo, los datos sociales de pobreza e indigencia, el déficit fiscal (gran bandera gran de la campaña) le dan mal y que la situación económica es la principal preocupación de los uruguayos, muy cerca de la inseguridad.

Que Lacalle renunció o cambió a nueve ministros de su gobierno y muchos jerarcas, en especial policiales, no podemos ni siquiera explicarlo por los resultados de su gobierno o la estabilidad y confianza de sus equipos. Agreguemos que Bustillo fue renunciado sin haber firmado un solo acuerdo de comercio, ni con las islas Fiji. Y que en el tema Mercosur estamos más estancados que nunca.

El teflón de Lacalle se extiende a su partido (hasta ahora) pero despedazó el caudal electoral de sus socios, Partido Colorado, Cabildo Abierto, Partido Independiente y Partido de la Gente. Entre todos tienen una intención de voto de entre 35% y 37%, y sumados en las elecciones de 2019 obtuvieron el 55.01% de los votos; es decir que perdieron casi el 20% de los votos.

Con una pequeña diferencia que conviene considerar, la intención de voto se comprueba el día de las elecciones, mientras que la simpatía por el presidente, nunca nadie ha podido comprobarla, así que las encuestadoras se mueven con mayor “libertad”.

¿El Teflón es eterno e intocable? Esta supuesta posición de privilegio no le está dando resultados en cuanto a la intención de voto. El FA, con 15% de indecisos, figura con entre 40% y 44% en las diversas encuestadoras y paneles. Pero es cada día más notorio que Lacalle está apuntando desde hace tiempo a las elecciones del 2029, para romper la “maldición” de los blancos, que luego de un gobierno de su partido abandonan la Torre Ejecutiva y otras sedes del Poder Ejecutivo en Uruguay por varias décadas.

Para sacar una conclusión todavía más fundamentada, esperemos la serie de las nuevas encuestas que incluirán este último escándalo donde el presidente está involucrado hasta el cuello y algo más. Y, naturalmente, las elecciones, que son la voz del pueblo, ergo la voz de dios.

17
Nov
23

NUNCA VISTO en la HISTORIA POLÍTICA del PAÍS: Lacalle Pou citado a declarar por el caso NARCO-GATE

escribe: CHARLES CARRERA

El caso Marset y la mañana siguiente: lo que nos va dejando el escándalo

La realidad nos exige dar una respuesta clara y contundente de fortalecimiento institucional para luchar contra el narcotráfico.

Yo les he dicho siempre a mis compañeros que importa, por supuesto, la decisión que tomamos, pero importa por sobre todas las cosas la mañana siguiente. Todas nuestras decisiones deben estar pensadas, calculadas y jugadas con la responsabilidad, por sobre todo, de la mañana siguiente”. (General Líber Seregni, febrero de 1996).

Luego de una semana ajetreada por el caso Marset, las mentiras del presidente de la República y las renuncias de cuatro jerarcas claves del gobierno, pensaba en las lecciones que nos debe dejar este lamentable caso.

Obviamente, damos por hecho de que la justicia se encargará de dirimir los aspectos penales y juzgará la actuación negligente o dolosa que tuvieron los jerarcas del Gobierno, ya sea durante el otorgamiento del pasaporte exprés o cuando decidieron destruir documentación clave con la intención de ocultarle información a la oposición. Pero, en esta instancia, se hace necesario elevar la mirada y observar el problema con toda su dimensión. Y, sobre todo, como decía el querido general Líber Seregni, pensar en la mañana siguiente.

Se ha dicho —y yo mismo lo dije— que estábamos ante una crisis institucional; otros prefieren hablar de crisis política. Reflexionando hoy, no tengo tan claro que se haya tratado de una crisis institucional, sobre todo cuando la respuesta institucional ante la crisis política del Gobierno fue contundente y derivó en una respuesta del sistema de justicia con la caída de cinco jerarcas involucrados en la trama. Pero, que aún no se haya convertido en una crisis institucional con todas las letras, no significa que el día de mañana no pueda transformarse en eso.

Estoy convencido que las crisis institucionales ocurren cuando la institución deja de dar respuestas a un fenómeno y este comienza a enfrentarse por fuera de las instituciones, con mecanismos parainstitucionales, mecanismos fácticos y vías de hecho por fuera del marco institucional. La institución entra en crisis porque no cumple la misión para la que fue creada y comienzan a darse soluciones no institucionales a los problemas.

Por eso, el caso Marset debe ser analizado en el marco de una amenaza tan grande como peligrosa y que hace años fue identificada por el propio Julio Guarteche, cuando advertía que el narcotráfico y el crimen organizado estaban copando la institucionalidad democrática de los países de la región.

Es muy preocupante ver cómo el narcotráfico se va metiendo dentro de la institucionalidad, vinculándose con políticos, y termina sustituyendo las vías institucionales; Paraguay es ejemplo de eso. El incidente de la entrega del pasaporte nos debería poner en alerta, ya que demuestra que esa realidad no es tan lejana.

Una investigación periodística advierte cómo una organización criminal, asentada en Paraguay —que se transformó en un “hub internacional de distribución de la droga”—, fue creciendo en los últimos años y tuvo como punto clave en la operativa al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.

Desde Paraguay, ese hub internacional de distribución hacia Europa, día a día viene utilizando los puertos de la hidrovía Paraná-Paraguay-Uruguay, para la salida de la droga. Con la operación “A Ultranza Py” apareció la figura del narcotraficante Marset, quien es acusado de liderar un grupo que estuvo a cargo de enviar varias toneladas de droga a Europa en los últimos años.

Los vínculos de Marset con el sistema político paraguayo son evidentes: está relacionado con Viveros Cartes, tío del expresidente de Paraguay, Horacio Cartes Jara. Además, el uruguayo se camufló como futbolista profesional en un equipo paraguayo de primera división llamado Deportivo Capiatá, y allí jugó algunos partidos. Erico Galeano (imputado por el operativo “A Ultranza Py”), quien en ese entonces era dirigente del Deportivo Capiatá, es además senador por el Movimiento Honor Colorado, liderado por Cartes, y allegado del exmandatario. Como si todo esto fuera poco, en estos días las fiscalías de Paraguay y Colombia intentan determinar qué tipo de responsabilidad tienen Cartes y la organización de Marset con el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci. Un testigo clave en la causa, los señaló como autores intelectuales del homicidio.

Mientras todo esto sucede a kilómetros de nuestro país, día a día se utiliza la infraestructura uruguaya para llevar droga hacia Europa. Pero no solo eso, Uruguay brinda servicios jurídicos y logísticos a favor del lavado de dinero. Basta analizar la actividad de ciertas firmas de abogados para entender la trama en toda su dimensión.

La pregunta ya no es una exageración, es una realidad: ¿Cuánto falta —si es que ya no sucede— para que el narcotráfico y el crimen organizado se introduzcan en nuestro sistema político y terminen destruyendo nuestra institucionalidad?

Hoy en día, la realidad nos exige dar una respuesta clara y contundente de fortalecimiento institucional para luchar contra el narcotráfico con todas sus variantes. Ya no podemos seguir pensando que estamos ante un delito común y darle un tratamiento como si este fuera un hurto, una rapiña o incluso un homicidio. Pensarlo desde esta óptica implica mirar para el costado y no hacerse cargo del problema.

Hemos fracasado a la hora de enfrentarlo con las normas y la estructura institucional vigente. Entiendo que llegó la hora de pensar que debemos atacar este problema por vías excepcionales. Tomar este camino implica elaborar una política de Estado que no solo incluya la tan mentada ley de financiamiento de los partidos políticos, sino una norma que posicione al narcotráfico como el verdadero enemigo e incluya una revisión de las penas, un sistema carcelario excepcional, un incremento en los controles a los sistemas de financiamiento de esta actividad, el fortalecimiento de la secretaría nacional para la lucha contra el lavado (Senaclaft), entre otros.

La mañana siguiente nos está poniendo todos estos desafíos. Debemos estar a la altura porque nos jugamos nuestro futuro como país.




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