Primera Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros
Producir ideas y bienes… una voluntad unánime del proletariado
La voluntad del proletariado de hacer cumplir el concepto de Revolución del Comandante en Jefe Fidel Castro, se ratificó este viernes en la jornada de trabajo en comisiones
Autor: Lauren Céspedes Hernández | lauren@granma.cu
Informes y Dictámenes de las Comisiones, comisión ideológica, estando presente Machado Ventura, Vice presidente de los Consejo de Estado y de Ministro y funcionarios de la agricultura y del la CTC.
A cumplir la producción y hacerlo con calidad, convocó el segundo secretario del Comité Central Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura. Foto: Ismael Batista
La voluntad del proletariado de hacer cumplir el concepto de Revolución del Comandante en Jefe Fidel Castro, desde cada centro y persona inmersos en la actividad económica y productiva del país, se ratificó en la jornada de trabajo en comisiones de la Primera Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros, este viernes.
En el apartado realizado para debatir el trabajo político ideológico, los delegados intercambiaron con el segundo secretario del Comité Central Partido Comunista y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, José Ramón Machado Ventura.
«Hay que señalar al obrero que se equivocó, que cometió una indisciplina, y no me refiero al que llegó tarde en una ocasión a su centro laboral, sino al que cometió un acto delictivo, al que robó, porque cometemos el error de hablar en sentido general como si todos incurrieran en la falta», señaló Machado Ventura y llamó a la reflexión sobre la importancia de perfeccionar el trabajo político ideológico del movimiento sindical cubano.
En este sentido, recalcó la atención priorizada que exige la juventud, como flanco constante de penetración ideológica. «Hay que hablar con los jóvenes de los símbolos propios y de los que llevan en su vestuario, que entiendan el significado en el contexto actual de llevar una bandera norteamericana. Pero no es criticarlos, sino llevarlos a reflexionar en que esa es una de las formas de infiltración que están usando los enemigos de la Revolución».
A estar constantemente informados, ser más combativos ante las ilegalidades, las indisciplinas y el delito que se genera en las unidades productivas; y sobre todo, a cumplir la producción y hacerlo con calidad, convocó.
Durante el debate, los trabajadores se refirieron a la necesidad de hacer cumplir los planes de prevención de riesgos de las entidades, la guardia obrera y el aporte a la patria.
Además se enfatizó en la autopreparación del dirigente sindical, su compromiso de responder a los problemas de los trabajadores, la unidad y el tipo de relación que debe fluir entre los tres factores que ejercen el control de los recursos y bienes de una organización: la administración, el sindicato y el Partido. Igualmente se intercambió acerca de la pertinencia de sindicalizar a figuras de la gestión económica como son los usufructuarios.
María Luisa Fenerón, delegada por la unidad empresarial de base Semillas Guantánamo, señaló que directivos y trabajadores deben documentarse, asesorarse en cuanto a las leyes y resoluciones; tener conocimiento de cómo se comportan los indicadores económicos y productivos de su entidad: el valor agregado bruto, las utilidades, el salario medio, encargo estatal, así como las exportaciones y las inversiones, todo lo cual tiene una incidencia en el ingreso individual del obrero.
Los manipulados Derechos Humanos
escribe: Patricio Montesinos / Rebelión
Una frase popular subraya que cuando el adversario imperial te acecha es que transitas por buen sendero. Eso le ocurre a Cuba con el manipulado tema de los Derechos Humanos (DD.HH) que Estados Unidos y la derecha internacional utiliza para atacar a la mayor de las Antillas y a otras naciones progresistas de Latinoamérica y del mundo.
Washington y sus “aliados”, con los emporios mediáticos como sus principales misiles balísticos, no han cesado desde el mismo triunfo de la Revolución cubana del 1 de enero de 1959 de agredir al país caribeño, incriminándolo por supuestas violaciones los DD.HH.
Las constantes e infundadas denuncias al respecto, forman parte de la prolongada e inhumana guerra impuesta al decano archipiélago antillano, que ha incluido el todavía intacto bloqueo económico norteamericano, acciones terroristas, ataques e invasiones castrenses, atentados contra la vida de los dirigentes de su Revolución y desenfrenadas campañas mediáticas.
A Cuba la acusan de que sus “elecciones no son democráticas”, de permitir un solo partido político, y que carece de las vociferadas “libertades de prensa y expresión”, entre otras reiteradas manipulaciones.
Habría que preguntarle a Washington y a sus “amigos” sí realmente los comicios norteamericanos y otros tantos en diferentes regiones del mundo son verdaderamente democráticos, además de cuántas formaciones políticas se disputan el mando en Estados Unidos y en no pocos países, donde reinan monarquías y bipartidismos que se turnan insolentemente las riendas del poder con idéntico objetivo: enriquecerse.
Es bien sabido también, aunque silenciado o enmascarado, que en muchas naciones se postulan y llegan a la silla presidencial quienes tengan más dinero, y que son los poderes fácticos, dígase los grandes monopolios, las oligarquías corruptas y mafias de todo tipo, incluidas hasta las de narcotraficantes, las que realmente gobiernan.
Para Washington y sus “socios”, unas elecciones son democráticas si vencen en ellas candidatos a sus servicios, de lo contrario las cuestionan, e inmediatamente organizan golpes de Estado dirigidos a destronar a los ganadores en las urnas.
De las “libertades de expresión y prensa” solo recordemos que los medios de comunicación son estrictamente controlados por los mismos monopolios y la derecha deshonesta que los emplea como sus instrumentos para engañar y subyugar a los pueblos, los cuales, por cierto, si salen a las calles son reprimidos violentamente por policías o militares armados hasta los dientes, y entrenados para golpear y matar.
Claro, los asesinatos casi diarios de afroamericanos y latinos en Estados Unidos y el maltrato a los refugiados en la Europa, que por orden de Washington desata guerras sangrientas en África y el Medio Oriente, no son violaciones de los DD.HH.
Tampoco para el imperio del norte faltan a los DD.HH. los gobernantes que dejan sin empleo a los trabajadores, privatizan la salud, la educación y hasta el agua, recortan los derechos sociales y empobrecen a millones de hombres, mujeres, niños y ancianos en nuestro planeta tierra.
Nada de eso ocurre en Cuba, que figura entre las escasas naciones que no solo vela por los DD.HH. fundamentales de sus conciudadanos, sino también por los de todos los pueblos del mundo. Ello está más que demostrado y reconocido.
Precisamente por ese batallar y el buen sendero escogido por los cubanos, con su líder histórico Fidel Castro al frente, es que Washington y sus compinches insisten obstinados en atacar a la mayor de las Antillas.
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