Archivo de julio 2017

31
Jul
17

Brasil visto por Leonardo boff

La crisis brasileña en el contexto de la nueva guerra fría

escribe: Leonardo Boff

 

El problema fundamental de la crisis brasileña no está solamente en la corrupción, que es endémica y tolerada por las instancias oficiales, ya que se benefician de ella. Si fuesen recuperados los millones y millones de reales que anualmente los grandes bancos y las empresas dejan de entregar al INSS, una reforma de la Seguridad Social se volvería superflua.

El problema es más que Lula, Dilma y Temer. El centro de la cuestión es la disputa en el marco de la nueva guerra fría entre Estados Unidos y China: quien va a controlar la séptima economía mundial y cómo alinearla con la lógica del imperio norteamericano, impidiendo la penetración de China en nuestros países, especialmente en Brasil, pues ella necesita mantener su crecimiento con recursos que nosotros tenemos.
Esta estrategia empezó a ser implementada con Lava Jato, con su juez Sérgio Moro y su entorno de promotores, varios de ellos preparados en Estados Unidos. Prosiguió con el impeachment de la presidenta Dilma vía el parlamento, incorporó sectores del ministerio público, de la policía federal, parte del Supremo Tribunal Federal (SFT) y de los partidos conservadores, claramente neoliberales y ligados al mercado.

Todas estas instancias sirven de fuerzas auxiliares al proyecto mayor del imperio. Con una ventaja: ese sometimiento se encuentra con los propósitos de los herederos de la Casa Grande que jamás tolerarán que alguien de la senzala o hijo de la pobreza, llegue a la presidencia e inaugure políticas sociales de inclusión de las clases subalternas, capaces de poner en jaque sus privilegios. Prefieren estar seguros al lado de Estados Unidos, como socios menores, a aceptar transformaciones del statu quo que les favorece.
Para Estados Unidos, Brasil es un espacio al descubierto en el Atlántico Sur. No puede continuar así, pues según una de las ideas-fuerza del Pentágono, el full spectrum dominance (la dominación de todo el espectro territorial), Brasil debe estar bajo control. De ahí la presencia de la cuarta flota próxima a nuestras aguas territoriales y al pré-sal. La visión imperial y belicista se expresa por las 800 bases militares que tienen por todo el mundo, también varias en América Latina.

China, en contrapartida, sigue otra estrategia. Escogió el camino económico y no el belicista. Por ahí piensa tener oportunidades de triunfar. El gran proyecto de Eurasia, “la ruta de la seda” que envuelve a 56 países con un presupuesto de ayuda al desarrollo de 26 billones de dólares, hace patente su presencia también en Brasil y en América Latina.

En ese juego de titanes, la estrategia norteamericana cuenta en Brasil con fuertes aliados: los que perpetraron el golpe parlamentario, jurídico y mediático contra Dilma están imponiendo un neoliberalismo más radical que en los países centrales. Esto implica liquidar políticamente el liderazgo popular de Lula a través de los distintos procesos promovidos contra él por el juez justiciero Sérgio Moro de Lava Jato. Todos ellos siguen el modelo imperial impuesto. Por eso, Moro se vio obligado a condenar a Lula, aunque sin base jurídica suficiente, como lo han revelado eminentes juristas, del quilate de Dalmo Dalari, Fábio Konder Comparato, y por otra vía, el gran analista político Moniz Bandeira.

En la estrategia del Pentágono está también el propósito de impedir que gobiernos progresistas lleguen al poder con un proyecto de soberanía y refuercen un nuevo sujeto político, venido de abajo, de las periferias, con políticas antisistémicas, pero que implican la inclusión de millones de personas en la sociedad, antes dirigida por élites retrógradas, excluyentes y enemigas de cualquier avance que amenace sus privilegios. Necesitamos tener claridad: partidos con proyectos claramente neoliberales, que ponen todo el valor en el mercado y todos los vicios en el Estado, que debe ser disminuido, como ha mostrado con vigor Jessé Souza, y que frenan hasta con violencia la ascensión de las clases subalternas, son los representantes subalternos de esa estrategia imperial norteamericana y contra China, envolviendo a Brasil en esta trama, que para nosotros, en el fondo, es antipueblo y antinacional.

A nuestras oligarquías no les interesa un proyecto de nación soberana con un gobierno que con políticas sociales disminuya la nefasta desigualdad social (injusticia social) y que aproveche nuestras virtualidades, sea la riqueza ecológica, la creatividad del pueblo y la posición estratégica geopolíticamente. Les basta con ser aliados agregados del imperio norteamericano con el soporte europeo, pues así ven garantizados sus privilegios y salvaguardada la naturaleza de su acumulación absurdamente concentradora y antisocial. De ahí que reelegir a Lula sería la mayor desgracia para el proyecto imperial y los oligopolios nacionales internacionalizados.

Esa es la lucha real que se traba por debajo de las luchas político-partidistas, el combate a la corrupción y el castigo de corruptos y corruptores. Es importante pero no acaba en sí misma. No podemos ser ingenuos. Es importante tener claro que aquella se ordena a la alineación con el imperio norteamericano de espaldas al pueblo, negándole el derecho a construir su propio camino y, junto con otros, dar un contenido menos malvado a la planetización, imponiendo límites al Gran Capital a escala mundial.

Leonardo Boff es articulista del JB online, filósofo, teólogo y escritor.
30
Jul
17

venezuela

Venezuela

 

de: diario La República / Uruguay

 

“Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor”. Desmond Tutu

Venezuela tan rica y tan cerca del diablo. Venezuela, al igual que México, ha tenido la desgracia de tener que convivir con una potencia a su lado: EEUU. Ambos, al igual que otros países, tienen sus puntos estratégicos respecto a los intereses del imperio norteamericano. El pensar que EEUU no iba a mirar con mirada de conquista a un país que tiene una de las mayores reservas del mundo de petróleo y que en los últimos años ha descubierto oro y coltan en grandes cantidades, es creer en los Reyes Magos. Además al mirar en el mapa la ubicación de Venezuela, nos damos cuenta de su punto estratégico, para dominar el norte de América del Sur. Es la entrada al mar de las Antillas, limita con las Guayanas, Brasil y Colombia. ¡Cuántos recursos naturales tienen todos estos países!

El gran tema es que los gobiernos de Venezuela siempre estuvieron en manos de la derecha. ¡Y qué violentos fueron! O ya nos olvidamos de los miles y miles de muertos en hechos violentos como fue el “Caracazo” (o Sacudón como le dicen los venezolanos), ocurrido durante el gobierno de Carlos A. Pérez, entre los días 27 de febrero y 8 de marzo del 89. Según estudios e investigaciones realizadas por la BBC News entre muertos y desaparecidos fueron más de 3.300 personas. Tres mil muertos, por la represión policial, militar y de la Guardia Nacional, en tan solo 10 días de represión violenta y feroz. Y fue la derecha neoliberal la que asesinó a miles de venezolanos, con el apoyo de EEUU, de España y toda la derecha de América Latina. En esa época, en nuestro país estaba en el gobierno Sanguinetti con todo el apoyo de Lacalle. ¿Alguien recuerda que se dijera algo de todos esos asesinatos?

El estadunidense Gene Sharp, en su libro “De la dictadura a la democracia” escrito en 1993, es quien da la visión de los golpes blandos. Él se refiere a gobiernos democráticos identificados con los pueblos. Sharp en su libro, habla de la creación de gobiernos paralelos, gobiernos de unidad nacional que sean de transición, que tengan apoyo de los organismos internacionales, como la OEA, el BIRF, FMI y por supuesto de EEUU, así se siguió el patrón de Honduras, Paraguay, Brasil, por solo nombrar algunos. También aquí se habla de manifestaciones organizadas, con la pretensión de que las fuerzas represoras, maten a los manifestantes y así reivindicar a los muertos. Se habla de la manera en que se deben de vaciar las estanterías de las grandes superficies, creando así desabastecimientos de los artículos de primera necesidad, crear desabastecimientos de medicamentos, junto a los temas de seguridad.

A Venezuela, al chavismo, nadie puede cuestionarle que no sometiera a votación de la voluntad popular, no solo su Constitución, pues en los últimos 15 años se realizaron 20 elecciones, de las que la derecha perdió 18. Todas estas elecciones estuvieron supervisadas y homologadas por grupos de observadores de decenas de países. En estos grupos estuvo la Fundación Carter, enviados del Rey de España, hasta de nuestro país, fueron varios “personajes”, que nada pudieron decir sobre dichas elecciones.

Hoy el presidente Maduro, con la autoridad que le confiere esa Constitución aprobada por el pueblo, convoca para el domingo 30 de julio a votar una Asamblea Nacional Constituyente. La convocatoria por parte del Presidente está en el Artículo 348, donde dice que el Presidente tiene la iniciativa de convocar a esa Asamblea, por lo tanto cuando la derecha, encabezada por la Mesa de la Unidad Democrática se opone a dicha convocatoria no está contra Maduro esta contra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En las elecciones de diciembre 2015, la derecha encabezada por el MUD, repetía y decía que había fraude, aún después de cerradas las mesas electorales. Pero con el correr de los días y los resultados a la vista, con el Parlamento ganado, aceptan el triunfo y dicen Maduro debe de renunciar. En abril de 2016, el MUD, decide presentar el “revocatorio”, presentando el 1%, de las firmas registradas en el Padrón Electoral, para luego presentar el 20%, tal cual lo pide la ley. Allí se verá que hay 600.000 firmas falsificadas, entre ellas 11.000 de muertos, 3.000 de menores de edad, 1.500 fuera del padrón por pertenecer a presos por violaciones y asesinatos. El 23 de octubre de 2016 la Asamblea Nacional sesionó solo con los legisladores del MUD, dando en sí, un golpe de Estado. Pide a todos los organismos internacionales que no reconozcan más al presidente Maduro, al Tribunal Supremo de Justicia y al Consejo Electoral. Uno de los primeros organismos en pedir la renuncia de Maduro será el Ministerio de Colonias de EEUU, al cual nosotros conocemos como Organización de Estados Americanos (OEA). Los órganos periodísticos de la derecha como la CNN, el grupo Clarín, de Argentina, la derecha en nuestro país se puso en marcha, pues “el golpe blando” está en marcha.

En los últimos 100 días en Venezuela, la muerte está en las calles. ¡Cien muertos! Aunque lo que en sí no sabemos bien es cómo murieron, 27 de ellos murieron por disparos de los manifestantes, 14 murieron en los saqueos, por los guardias de seguridad, uno de ellos murió quemado, 14 muertes son atribuidas a acciones de la policía estatal, cuyos autores están bajo arresto, y 44 están todavía bajo investigación.

Dentro de las manifestaciones pacíficas, el 17 de mayo los opositores atacaron e incendiaron un hospital materno infantil. El 11 de julio colocaron una bomba en el centro de Caracas que al explotar dejó heridos a seis soldados de la Guardia Nacional y al día siguiente incendiaron un edificio de la Corte Suprema. Esto son hechos reales, la votación será el domingo próximo, la derecha no la desea, ¿por qué será?

28
Jul
17

venezuela

La hora de la Patria Grande

Humanismo: Fase superior de la Constituyente

escribe: Fernando Buen Abad Domínguez / Rebelión

“Al pueblo sólo lo salva el pueblo” A menos que entremos en un trance de esquizofrenia aguda, es hora de poner en práctica todo el amor que oficialmente nos han enseñado a tener -en loas- por las constituciones políticas y por los pueblos que deciden, soberanamente, cómo gobernarse. Ese ha sido, una y otra vez, el discurso dominante, casi progre y casi dogmático -y siempre reverencial- con que se expiden los aparatos ideológicos dominantes cuando se trata de instituir formas del respeto social sobre las “máximas instituciones democráticas” que nos rigen. No hay mayor poder que el poder popular y soberano decidiendo su ser y su modo de ser social. La Constituyente es el pueblo salvando al pueblo. Con sus propias reglas y el mismo plan para un mundo sin amos ni esclavos. Un acto de amor. garantía de paz.
Y a no ser que todo hubiere sido palabrearía demagógica burguesa, que nos refregaron sin clemencia, generación tras generación, hoy en Venezuela se abre una oportunidad única para poner en práctica ese respeto supremo imbuido a las democracias que han crecido (incluso) desigualmente bajo las alas desiguales del capitalismo. No hay lugar para las jugarretas de la doble moral que, acaso, quisiera respeto catedralicio para la democracia burguesa y quisiere toda forma de escarnio, agresión y ataque contra la Constituyente en manos de los pueblos. No explicaremos aquí para qué sirve la ironía.

Venezuela discutirá, desde las bases, cómo perfeccionar su constitución vigente. Qué le sobra, qué le falta y qué ha de cumplirse con el consenso de la mayoría que legitima, incluso, la propia definición de la democracia realmente existente. Van a discutir, entre mil temas, la solución constitucional al problema de la economía rentista y de la guerra económica burguesa, que ha devastado a la clase trabajadora y amenazado todo el proceso del socialismo bolivariano. Discutirán los medios y los modos para superar la democracia burguesa que tanto daño viene haciendo con sus vacíos jurídicos y la permisividad delincuencial por donde se han infiltrado las canalladas más anti-democráticas y golpistas. Discutirán, en suma, una gran revolución cultural que transforme para siempre a Venezuela y consolide herramientas capaces de constituir la independencia económica en la independencia política para la soberanía semántica. Ser cultos para ser libres.

Y también discutirán una estrategia comunicacional constituyente que, de una vez por todas, garantice la voz de todos en oportunidades y en condiciones de justicia cultural y comunicacional. Urge organizar una fuerza comunicacional «constituyentista» que dé la vuelta al mundo, trabajando desde las bases, contra el silencio en los medios hegemónicos. Urge una fuerza comunicacional «constituyentista» más grande que el Gobierno, más grande que un solo país… tan grande como la batalla misma de las ideas y donde un millón de revolucionarios (al menos) genere permanentemente 100 mensajes «constituyentistas», organizados y sistemáticos, para todos los gustos y para los que tengan dudas o ignorancias. ¡Es una forma de decir!

A todos los pretextos que se han inventado para estorbar a la Constituyente e impedirle que sea el mandato de la clase trabajadora contra el mandato de la clase explotadora, se debe combatir con más Constituyente para la revolución. El escenario mundial lo exige. Es la hora de la justicia social de los pueblos dando todos los pasos necesarios en una situación histórica plagada con peligros y emboscadas macabras. Es hora de defender la justicia dictada por los pueblos y no la justicia burguesa dictada por los paladines leguleyos del capitalismo. No es la hora de abogar por los códigos ni las jurisprudencias oligarcas, es la hora de la justicia social y la Constituyente venezolana es escenario privilegiado que nos exige a todos compromiso fraterno, contribución, defensa y solidaridad. Internacionalistas.

Esta historia está comenzando una fase superior del “Plan de la Patria” que sin abandonarlo lo potencia. Y está claro que en su desarrollo concreto las deliberaciones y los acuerdos estarán atados a su realidad histórica y política; a su dialéctica objetiva y a las tantas estrategias que deberá sortear para ponerse a salvo de las agresiones que continuarán su necedad monstruosa de descarrilar a la Asamblea Constituyente que es, además, antiimperialista. No nos alcanzará la eternidad para arrepentirnos si no sabemos generar un gran movimiento planetario en defensa de la Revolución venezolana

Esta historia está pariendo una fase superior de la conciencia política y revolucionaria de los pueblos, no para conformarnos con leyes y constituciones de manera fetichista, como si con leyes se arreglara lo que no arregló la acción política o la lucha en todos los frentes. Se abre una fase superior en la confrontación de clase que no traerá soluciones milagrosas ni será ilusionismo reformista. Se abre una oportunidad de reordenación y refuncionalización de las herramientas de transformación social para asestar un golpe humanista y certero al modo de producción (depredación) capitalista y sus infames relaciones de producción humillantes, injustas y criminales.

Esta Constituyente venezolana es una responsabilidad de todos en todo el mundo. No podemos abandonarla bajo la paliza mediática que viene perpetrando la burguesía en todo el planeta y no podemos dejarla a expensas del Plan Cóndor mediático que opera en América Latina y el Caribe contra la Constituyente. No podemos ni debemos ser indiferentes, eso es un crimen. No podemos ni debemos quedarnos callados, eso es una injusticia. No podemos ni debemos jugar a la neutralidad falaz. No podemos ni debemos guardar silencio cuando lo urgente es explicar (y explicarnos) la Constituyente en todo su esplendor y en todo el mundo. Hacer saber a todos que es la obra de un pueblo que quiere que gobierne el pueblo. Que no es “perfecta”, que no es “inmaculada”, que refleja atrasos y contradicciones pero que es voluntad de las bases que no quieren seguir obedeciendo la voluntad de los explotadores. Bastaría saber los planes macabros de Trump -y sus secuaces- para que nadie regateara su solidaridad con la Constituyente, para que nadie jugara a ser juez sin antes haber abrazado fraternalmente al pueblo revolucionario de Venezuela hoy «constituyentista». Son horas cruciales, lo que pase ahí pesará en todas partes. Unidad.

27
Jul
17

Chomsky disertó en uruguay

Dossier Chomsky

 

Por: Eduardo Sanguinetti, Filósofo

 

Noam Chomsky ha disertado en Montevideo, a instancias de la Fundación Líber Seregni. Chomsky, un referente ineludible del pensamiento anticapitalista de este tiempo, lingüista, pensador y activista liberal democrático, quien no ha cesado de lanzar su palabra crítica a los gobiernos de Estados Unidos desde hace décadas. Tampoco dejó de denunciar el avasallamiento de las libertades civiles de los pueblos ni las guerras que se vienen sucediendo sin pausa ni espera en el mundo, al terrorismo, una guerra paralela que hace estragos en las relaciones de los pueblos.

Noam Chomsky se ha manifestado de manera clara y sin dobleces, entre otros conceptos, acerca de la incapacidad de los gobiernos de izquierda latinoamericanos de “liderar la lucha contra la corrupción endémica”, que está asimilada al derrotero de nuestras naciones, tan pobres en sus fines, y suma Chomsky a su crítica a estos gobiernos el “no poder ir más allá del modelo de explotación de materias primas”… ¡Vaya! estos dos puntos son relevantes a la hora de hacer un planteo de “hacia dónde vamos, de qué manera y cómo”.

No puedo dejar de hacer mención que en Argentina este acontecimiento, la presencia de Noam Chomsky en Uruguay, no ha sido cubierta por los grupos de medios monopólicos -que blindan al gobierno de Mauricio Macri- de toda turbulencia y estado de verdad, hoy ausente en mi país. Lo considero además de una bofetada a la libertad de expresión, una afrenta a una comunidad, ocultarle un acontecimiento trascendente no solo para Uruguay, sino para toda Latinoamérica, ante la presencia de un militante de los derechos civiles y humanos, referente ineludible para un mundo que se debate entre el pánico y la furia.

No olvidemos que hace unos meses, Chomsky había firmado una Carta Abierta, junto a un sinfín de personajes de todo el planeta, comprometidos con los Derechos Humanos y la Libertad de Expresión, contra el gobierno de Macri: “Los y las abajo firmantes, intelectuales, artistas, defensores de DDHH, comunicadores y referentes políticos y gremiales del mundo entero, manifestamos nuestra más plena solidaridad con el pueblo argentino, que enfrenta las políticas neoliberales del gobierno de Mauricio Macri”, comienza la carta.

Continúa: “En apenas quince meses, Macri impulsó miles de despidos tanto en la esfera pública como privada, devaluó la moneda, quitó derechos laborales con la nueva ley de ART, avanzó sobre los jubilados y sus medicamentos gratuitos, y trató de poner tope a los reclamos salariales ante una inflación que no cede. La profunda caída de la actividad económica, particularmente la industria, se evidencia en una creciente pauperización social: hay en Argentina un millón y medio de pobres nuevos desde el inicio de mandato de Macri, lo que demuestra en cifras la gravedad de la situación”, continúa y menciona además algunos de los temas más controvertidos del gobierno nacional, tales como los escándalos de Panamá Papers, Odebrecht, Avianca y Correo Argentino”.

Además, el texto manifiesta su “más plena solidaridad con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que sufre un embate judicial-comunicacional cada vez más pronunciado, lo que termina de conformar un cuadro de grave agresión a la democracia”.

El gobierno de Macri no acusa recibo de lo manifestado en esta Carta dirigida a él y su atroz gobierno, todo lo contrario, como vemos, ante este caso concreto de ignorar la presencia de Noam Chomsky, sigue el gobierno PRO haciendo uso y abuso del control social utilizando la estrategia de la distracción, que consiste en desviar la atención del público de los problemas esenciales y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica de la inundación continua de distracciones e informaciones insignificantes, desde los medios de ´embrutecimiento y anestesiamiento total´. La estrategia de la distracción es indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la cultura, la información, la comunicación, la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética, temas muy alejados del deshacer de Macri y su gobierno de sombras. “Mantener la atención del público distraída, lejos de los problemas sociales de verdad y cautivada por temas sin importancia real”. (Chomsky dixit)

Se crean problemas inexistentes, replicados en TV durante horas, deviene en llevar a cabo la construcción de soluciones abstractas, cual panaceas distractivas, los pseudo problemas de inseguridad, que hacen que la comunidad exija soluciones más drásticas, atentado contra su propia libertad o por ejemplo creando pseudo crisis económicas para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el cierre de fábricas y consiguiente despido de trabajadores, eterno retorno de una historia transitada por miles de millones de seres humanos a lo largo de siglos de esclavitud.

De esa manera condiciones socioeconómicas (neoliberalismo) fueron impuestas durante los primeros meses de gobierno de Macri: Estado en vías de desaparición, privatizaciones, tarifazos, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que no entiendo como no han provocado una revolución al haber sido aplicadas de una sola vez, decretazos a plena de luz del día, en desmedro de la calidad de vida de un pueblo hambreado y en estado de indigencia, huérfanos de representación concreta y real.

Y así, con la “lógica” de los justos, la benevolencia impasible de “caritativos” y “virtuosos”, la seriedad adusta de los teóricos de salón y medios mercenarios, se provoca la indigencia de millones de seres humanos y se perpetra el despojo de derechos, la expoliación de la vida, la degradación de la salud, las horas vacías, la vida atroz de estas multitudes… enfrentar sin temor todo lo que de siniestro nos ofrece este sistema, sería la orden del día, sin dejar amedrentarse por el inmediato argumento que imponen los señores del fraude y la mentira, como leyes de competencia, la competitividad, la adecuación a las normas internacionales de desregulación, mientras se cantan himnos a la flexibilización laboral: sarcasmo en estado impuro, al que hay que responder con sarcasmo en estado puro, ¿no?

Una desesperanza ilimitada, una ternura a la deriva, un sufrimiento ininterrumpido, un estilo de nómade del tercer milenio, dorado al fuego de humor denso como el argot pujante controlado, de un intelectual comprometido con este tiempo, no puedo dejar de mencionar que Noam Chomsky encarna una de las crisis de la cultura sociopolítica y cultural de un siglo, del que me atrevo a decir que ha conocido una segunda guerra mundial, un par de décadas después se ha pronunciado contra las bombas y el napalm que asesinaban en Vietnam.

Propuso la gramática generativa, disciplina que situó la sintaxis en el centro de la investigación lingüística. Con esta cambió la perspectiva, los programas y métodos de investigación en el estudio del lenguaje. Conocido por su activismo y por sus críticas a la política exterior de Estados Unidos y de otros países, como Israel.

Chomsky, que desvincula completamente su actividad científica de su activismo político, se describe a sí mismo como simpatizante del anarcosindicalismo. Su conocimiento de los medios de comunicación lo lleva a denunciar la manipulación de los mismos sobre las masas amancebadas, en un trabajo de “contrainformación”, que ha contribuido de modo vital y potente a obtener una de las llaves que desmaterializarán el proceso de eliminación de todo lo que debe aportar la información veraz: el engaño al que nos exponen los monopólicos medios de publicitar y la violencia que instalan en el acontecer diario de miles de millones de seres que se someten al influjo de estas malformaciones de la realidad… fruto de su investigación sobre los medios es el libro “Los guardianes de la libertad”: expresión de verdades demasiado urgentes, que no dan espacio a dudar que no todo está dicho.

26
Jul
17

Lacalle pou, el peón de la restauración neoliberal

La contaminación de la epidemia neoliberal

Por: Hugo Acevedo, Analista

La draconiana reforma laboral aprobada por el Congreso de Brasil, sumada a la salvaje escalada neoliberal registrada en la Argentina de Macri, comporta una señal de alerta para los electores uruguayos, particularmente para los desencantados.

No en vano la propuesta de la derecha uruguaya -que aspira a desplazar del gobierno al Frente Amplio en 2019- coincide, en lo sustantivo, con el programa aplicado por el cuestionado presidente brasileño Michel Temer en su país.

Como es notorio, el mandatario usurpador está ocupando el despacho central del Palacio de Planalto, luego del golpe de Estado que provocó la destitución de la presidenta constitucional Dilma Rousseff.

Obviamente, la plataforma de cambios aplicada por el Partido de los Trabajadores permitió sacar a 28 millones de brasileños de la pobreza y abatió en un 75% la indigencia y la marginación, construyendo un modelo de sociedad que conjuga el desarrollo con la equidad.

En ese contexto, la remoción de Rousseff -bajo la falaz acusación de haber maquillado las cuentas públicas- fue la primera etapa del plan desestabilizador de la derecha oligárquica para abolir literalmente los avances en materia de igualdad y reinstaurar el neoliberalismo en el país.

La reforma laboral -que es resistida por la inmensa mayoría de los brasileños- es una nueva etapa del desmantelamiento de una de las más importantes experiencias de transformación política, económica y social de la historia de nuestro continente.

Por supuesto, fue votada en el parlamento por los aliados estratégicos de Temer, los mismos que han cerrado filas para sostenerlo en el cargo, pese a las acusaciones de corrupción que pesan en su contra.

Previamente, el gobierno, con el aval naturalmente del Poder Legislativo, ya había homologado la congelación del gasto público en términos reales durante diez años prorrogables a otros diez, lo cual afectará o reducirá al mínimo las inversiones, la generación de empleo, el presupuesto de educación y el de salud.

Esta medida –vaya casualidad- también coincide con las demandas de la derecha uruguaya y de sus socias, que son las cámaras empresariales vernáculas.

Ese sólido bloque conservador ha reclamado permanentemente un abatimiento del presupuesto del Estado uruguayo, que, en caso de concretarse, afectaría seriamente a las políticas sociales.

La reforma laboral brasileña -que es parte de una estrategia regional de los gobiernos neoliberales- supone un radical retroceso de más de sesenta años, que retrotrae a Brasil a antes de las transformaciones promovidas por el líder populista y ex presidente Getulio Vargas.

El nuevo esquema de relaciones laborales, que se caracterizará por el libertinaje de mercado, prevé la caída de la negociación salarial colectiva por rama de actividad, la cual fortalecía sustantivamente el poder negociador de los trabajadores.

En ese contexto, en el futuro los empresarios podrán acordar directamente con su personal, tanto los montos de los salarios como las condiciones de trabajo.

Una de las prerrogativas más polémicas es que se permitirá pagar salarios sobre una base horaria o diaria, pero ya no mensual. En efecto, el empleador convocará al empleado con un mínimo de tres días de antelación y le informará cuál será la jornada de trabajo.

Además, quedarán fuera del área de negociación temas tan sensibles como el salario mínimo, el aguinaldo, las horas extra, la licencia por maternidad y las normas de seguridad.

Incluso, los capitalistas podrán hacer valer cláusulas mucho más flexibles, pactar sueldos a la baja, así como horarios de trabajo, tiempos de descanso, asuetos y hasta la división de las licencias, acorde a las necesidades de las unidades productivas. En ese marco, se podrán establecer jornadas laborales de hasta doce horas.

Otro aspecto revulsivo de la reforma es la cancelación de la obligatoriedad de los aportes a los sindicatos, lo cual constituye un artero ataque a las organizaciones que representan a los trabajadores.

Una de las claves de este cambio radical es una norma que permite a los empresarios tercerizar sus actividades, barriendo literalmente con los derechos adquiridos por los obreros de planta.

Además, la nueva legislación prevé agilizar sustantivamente los trámites de contratación y despido de personal, lo cual horadará las garantías con las que cuenta la clase trabajadora.

Obviamente, mientras los sindicatos resisten este paquete de medidas de desregulación, el empresariado en su conjunto ha celebrado alborozadamente la sanción de la ley.

Lo realmente inquietante es que la reforma promovida por el gobierno ilegítimo de Temer y sancionada por el congreso, es casi idéntica al programa de gobierno de los lemas tradicionales, particularmente del Partido Nacional.

Al igual que en el vecino país, en Uruguay también las cámaras empresariales constituyen un importante grupo de presión, que reclama la restauración del esquema de desregulación laboral que rigió desde 1990 a 2004 inclusive, durante los gobiernos blanqui-colorados.

Esa tendencia a privilegiar al mercado se acentuó en la década del noventa -en el marco de la ofensiva neoliberal – con una profundización del modelo concentrador.

En ese marco, el gobierno nacionalista encabezado por Luis Alberto Lacalle suspendió en 1990 la convocatoria de los Consejos de Salarios, dejando el mercado de trabajo librado al mero juego de la oferta y de demanda.

En ese contexto de desregulación y en algunos casos de flexibilización y precarización laboral con absoluta prescindencia del Estado, cayó o se congeló el nivel de retribuciones de los asalariados y también el número de adherentes cotizantes a las organizaciones sindicales.

En efecto, esa situación de absoluta indefensión y falta de derechos generó reticencias en la masa trabajadora, que en muchos casos no se afiliaba gremialmente por temor al despido y otras eventuales represalias patronales.

También estaba acotado el poder de negociación de los trabajadores, en un escenario de flagrante asimetría de las relaciones laborales en el cual el sector empleador ostentaba una posición de privilegio.

Esa situación de grosera asimetría prosiguió durante los gobiernos de coalición de colorados y blancos encabezados por Julio María Sanguinetti y Jorge Batlle.

Un eventual triunfo de la derecha en las próximas elecciones devendría, entre otras medidas anti-populares, en la drástica modificación de la Ley de Negociación Colectiva salarial implantada por los gobiernos del Frente Amplio -mediante la cual los sueldos crecieron más de un 50% en términos reales- acorde con las demandas del gran capital.

25
Jul
17

lula y brasil

Brasil, la satrapía

escribe: Ugo Codevilla, Analista

 

Lula da Silva ha sido condenado a prisión por un delito del que no existen pruebas. El virtual ganador de las elecciones a realizarse en 2018 (las últimas estimaciones le daban 30 puntos arriba del segundo competidor) fue eliminado debido a que el juez Sergio Moro politizó un dictamen infringiendo la ley. ¡Te caes porque te caes!

Sumidos en una inconmensurable corrupción, Lula fue descontado a manos de una mafia que no conoce límites. Ahora deberán atenerse a las consecuencias, es decir, si el pueblo brasileño o más precisamente, los votantes del referido político se conformarán con tamaña desmesura. Primero, destituyeron a Dilma y segundo, descartan a Lula empecinados en no perder la silla mayor de Planalto.

Que la corrupción en Brasil es legendaria no explica la ruptura del marco jurídico, salvo si está correlacionado con un proyecto mayor urdido en Washington, operado por juristas y politicastros dóciles.

El citado proyecto continental implica regresar a los días aciagos cuando impulsaron el Plan Cóndor, días de sangre, dolor y saqueo. La virulenta cargada persigue el control regional. Incluso Correa denunció las desviaciones tempranas de Lenín Moreno, dispuesto a acercarse al patrón continental urgido de evitar que le hagan olas.

Basta dar una mirada atenta al panorama para testimoniar el rompimiento del citado marco jurídico. En Venezuela, la MUD arrastra a seguidores y mercenarios a las calles resueltos a desestabilizar el gobierno constitucional. Apoyados por varios países, en especial EEUU, España, Argentina y México, la oposición rompió la legalidad para declararse en rebeldía, enfocada en agenciarse del poder a la mala. Objetivo facilitado por dos apoyos singulares, la Fiscal Luisa Ortega, con aspiraciones presidenciales, más Luis Almagro, secretario general de la OEA gracias al celebérrimo José “Pepe” Mujica. Enfrentados a este triste hecho, ¿no existe cierta corresponsabilidad del Ejecutivo uruguayo al no presentar una propuesta de remoción del sanducero, manera inequívoca de demostrar disconformidad con su accionar? Razones sobran.

En Argentina, mandata un tránsfuga que pretende disolver por decreto una deuda multimillonaria de su padre con el Estado. Asimismo, acosa a la ex presidenta Cristina Fernández con total desparpajo y se desentiende del injuriante caso Milagro Sala. Entre sus abusos destaca el alarmante endeudamiento público (15% del PIB); puntual pago a los fondos buitres; venta de bonos a pagar en 100 años. También, la ominosa ley 2X1 y el glorioso alineamiento a Trump.

En México se trama el tercer fraude electoral consecutivo en contra del candidato de las mayorías, Andrés Manuel López Obrador, único político con credibilidad. Determinado a poner orden en la casa, dando un nuevo impulso a las instituciones desvirtuadas por la corrupción. En especial el inoperante sistema jurídico en un mundo en el que la delincuencia organizada se digita desde el Ejecutivo federal. Ejemplos hay muchos, mientras varios países descubren las coimas de Odebrecht, el gobierno peñista congela la investigación. La metieron debajo de la alfombra para impedir que se revelen entuertos varios entre esa empresa y Pemex.

Roto el marco jurídico impera el caos. ¿Quiénes se benefician? Los grandes corporativos tanto financieros como mineros o petroleros. En México -reforma energética mediante- se anunció la muerte del esplendor petrolero, no obstante, Talos Energy descubrió esta semana un mega yacimiento “privado” a 60 kms de la costa veracruzana.

En Venezuela la violencia dimana de los capos mudistas en consonancia con Washington, empeñado en aumentar sus reservas petroleras. En el resto se espera una respuesta ciudadana contundente. La convulsión social destaca como estrategia preferida por EEUU en su afán hegemónico global, realidad insoslayable en Oriente Medio, norte de África, Asia Pacífico y en su renovado patio trasero. Por eso les molesta tanto, una figura popular con luz propia.

Con Lula fuera, Cristina perseguida, Maduro arrinconado, AMLO bajo riesgo de perder la vida y el Frente Amplio desemparentado del electorado, la mentada alternativa popular queda desarmada. El péndulo favorece a la derecha neoliberal.

21
Jul
17

democracia y pueblo

La judicialización antidemocrática de la política

escribe: Emir Sader / Sociólogo y filósofo brasileño, director del Laboratorio de Políticas Públicas (LPP) de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro. Master en filosofia política y doctor en Ciencia política.

Además de las imputaciones contra grandes líderes populares latinoamericanos, como Lula y Cristina Kirchner, de supuesta participación en casos de corrupción, para imponer la idea de que todos los políticos son corruptos, también se les hacen otras acusaciones, igualmente significativas, que en los hechos criminalizan actos de gobierno.

En el caso de Cristina, se intenta transformar en caso judicial la política cambiaria, que puede ser discutida como política de gobierno, pero nunca criminalizada. Para hacerlo, intentan hacer pasar la idea de que esa política habría traído ventajas financieras para la ex-presidenta y para su exministro de Economía. Se trata de ir acumulando sospechas que, aunque sin fundamento, vayan generando niveles de rechazo a estos grandes líderes, para intentar ponerle techo a su popularidad y hacerlos aparecer como cómplices o partícipes en irregularidades.

“La democracia parece que, cada vez más, ahoga a la derecha, la condena a la derrota”

En el caso de Lula pasa lo mismo. Como no han encontrado ninguna prueba de algún tipo de involucramiento en actos de corrupción y su popularidad no deja de crecer, buscan condenarlo, sin pruebas, como confiesan no tener, sino por sus “convicciones”, como si éstas pudieran fundamentar alguna condena judicial. En contra de Lula suman políticas de su gobierno, de promoción de los intereses de las grandes compañías brasileñas con financiamientos públicos y con promoción internacional de esas empresas. Como no pueden concebir que Lula lo haya hecho por el interés del país, tratan de adjudicarle alguna ventaja a cambio de esas promociones: un departamento que Lula nunca compró, que nunca fue de su propiedad, algo que pudiera demostrar que Lula actuó en función de intereses personales –como suele ser el caso de los gobernantes de derecha–.

Para confirmar esa forma antidemocrática de intentar excluir a políticos de gran arraigo popular de la disputa electoral, arrebatando al pueblo el derecho de decidir sobre su destino, también en Colombia surgió un caso similar. El exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro, candidato de la izquierda a las elecciones presidenciales, es blanco de un no menos espantoso proceso que intenta sacarlo de las próximas elecciones, además de llevarlo a la bancarrota personal, con multas de varias decenas de millones de dólares por una política de tarifas diferenciadas en transporte urbano, aplicada cuando fue alcalde de la capital colombiana.

Al igual que en los casos de Cristina y de Lula, se pueden discutir las políticas públicas de Petro, pero nunca criminalizarlas, menos aún porque tienen un carácter claramente popular y democratizador.

Además de los ataques personales a esos líderes, se suman los intentos por criminalizar políticas de caracter público, judicializar programas de gobierno y atacar políticas de Estado, aduciendo que perjudican los intereses del país. ¿Quién son los que acusan? ¿Quién los dio representación democrática en el Estado de Derecho, para intentar descalificar a gobiernos y políticas sostenidas por el voto popular y por la vida democrática?

Es una nueva vía para inviabilizar a gobiernos democráticos. En los tres casos, Cristina, Lula y Petro, representan las alternativas de izquierda en las próximas elecciones de Argentina, Brasil y Colombia, tres países fundamentales en la región. Argentina y Brasil fueron los ejes de los procesos de integración regional, que tantas molestias han producido en la derecha de nuestros países, así como en los EE.UU. Colombia tiene como alternativa de la derecha a Vargas Lleras o al candidato que lance Uribe. Petro aparece en segundo lugar en algunas encuestas y en otras incluso empatado en el primer lugar.

La democracia parece que, cada vez más, ahoga a la derecha, la condena a la derrota. Sus políticas neoliberales se chocan no sólo con los intereses de la gran mayoría de la población, sino también con la misma democracia.

En Brasil, un denominado Instituto Millenium advirtió esta semana que las elecciones del 2018 ponen en riesgo las (contra) reformas que la derecha ha tratado de aplicar mediante un golpe y por medio de un gobierno que tiene el dos por ciento de apoyo (en el margen de error, puede tener cero o menos que cero). El neoliberalismo se choca frontalmente con la democracia y con los intereses de nuestros pueblos. De ahí que busquen, ahora de nueva forma, mediante la judicializacion de la política, hacerle trampa a la democracia y a la voluntad popular.

20
Jul
17

trump … enemigo de cuba

Marco Rubio y un posible golpe contra Trump

escribe: Ana Hernández Hernández y Patricio Montesinos

En una ocasión escuchamos al presidente boliviano, Evo Morales, decir que en Estados Unidos no hay golpes de Estado porque allí no hay embajada de Washington, algo muy atinado del Gran Jefe Indio latinoamericano, porque es precisamente a través de esos enclaves diplomáticos que el imperio norteño se ha valido, en múltiples países de la región y del mundo, para hacer colapsar a gobiernos que no se pliegan a sus órdenes y apetitos hegemónicos.

De lo anterior estamos comenzando a tener reservas, pues en los últimos días ha saltado una figura del propio Congreso estadounidense que por su actuar camaleónico parece estar preparando un “golpe” contra el actual dueño de la silla presidencial en la Casa Blanca, Donald Trump. Nos referimos a la “figura” del también republicano Marco Rubio.

Rubio, decepcionado por su aplastante derrota en su partido camino a las presidenciales, llegó hasta decir que se apartaría de la política, pero… “como en vena´o tira al monte”, eso fue solo un alarde ya que enseguida reaccionó y volvió por sus fueros.

Últimamente el referido personaje se ha hecho notar en las sugerencias, consejos y hasta exigencias que ha dado a Trump con respecto a Cuba, cuyos resultados fueron anunciados por el propio “presidente” a la sombra y amparo de la fauna cavernícola de Miami, contentándole a los oídos al reafirmar el cambio de política y el recrudecimiento del bloqueo contra la isla grande del Caribe.

Según el propio Rubio y otros de su calaña le han hecho creer al inquilino de la Casa Blanca que eso era casi una deuda de Trump con los cubanos-americanos de Miami, y sobre todo con esa parte que “decidió” con el voto a su favor, en fin, como decimos los de pura cepa cubanos: ”esa “pata” se la anotó el anticubano Marco Rubio.

Ahora el mismo “señorito”, hace solo unas horas, declaró que tomaría severas sanciones contra Venezuela si por fin se aprueba la Asamblea Constituyente, convocada por el legítimo presidente de la patria de Bolívar y cuyas votaciones tendrán lugar el venidero 30 de julio.

¿Quién es Marco Rubio, ya será el Presidente de EEUU?

¿Será que Marco Rubio chasquea los dedos contra los gobiernos progresistas de la Patria Grande y Trump aprueba como un cordero al empuje de su amo?

¿Hasta qué punto esta “figura” que tanto tiró del pellejo del actual presidente podrá manipular al pataleante Trump?

¿Qué pretende demostrar con sus imposiciones, Quién manda?

¿No será esta actitud de Rubio el principio de un trapalero golpe de Estado contra Trump?

No es de dudarlo ahora que están de moda los golpes impuestos por el Pentágono y los sectores ultraconservadores de Washington y la derecha en Nuestra América.

Si esto sucediera sería el primero en la historia de la superpotencia yanqui…

¡Vivir para ver!! A esta película le quedan varias escenas… ¡entonces!! No haría falta en Estados Unidos una embajada de Washington para un golpe de Estado. Con un elemento inescrupuloso como Rubio y un presidente con poca carretera política como Trump, estaría listo el teatro para un posible golpe blando o duro, como usted decida entenderlo, de un Rubio al otro no menos rubio y de ojos pálidos…

Nota: Estas líneas son unas simples ideas concebidas y ordenadas en la distancia, gracias a la posibilidad de las nuevas tecnologías, esas que solo con un clic nos pone unos al lado de los otros.

19
Jul
17

india e israel

India e Israel crean una inquietante “asociación estratégica”

escribe: Nazanín Armanian / Licenciada en Ciencias Políticas, ha trabajado en la UNED como tutora de Ciencias políticas. Docente, traductora y escritora de 15 libros

“Narendra Modi por fin hizo público su amor por Israel”, así narra la prensa judía el aterrizaje del primer ministro indio en Israel del 4 de julio. Una visita histórica por dos motivos: es la primera vez que un máximo dirigente indio pone los pies en este país al que siempre había considerado una potencia ocupante de los territorios palestinos, y también porque se ha negado a tener encuentro con palestinos.

Es comprensible que un fanático hinduista como Modi se negara a dar la mano a los fanático islamistas de Hamas, que además pertenecen a la Hermandad Musulmana que respalda a los extremistas de Cachemira, pero ¿por qué no a Mahmud Abbas? Hasta Donald Trump tuvo que saludarle en Belén cuando en mayo pasado viajó a Israel.

Los palestinos, sorprendidos y decepcionados, en una concentración frente a la Oficina del Representante de la India cerca de Ramallah portaban carteles que decía “No a la cooperación con el estado de ocupación” y “Devolver a la India a la era de Gandhi”.

Este es el segundo golpe que reciben los palestinos en un mes, después de que Qatar pidiera a los líderes de Hamas a abandonar Doha, por las presiones de EEUU-Arabia Saudí.

¿Cuestión de realpolitik? ¡No! Es que el señor Modi, un supremacista hinduista profundamente anti-islámico comparte ideología con su colega Netanyahu, un supremacista judío.

El giro a la derecha en la política exterior de la India empezó con la desintegración de la URSS en 1991 y el Nuevo Orden Mundial levantado por EEUU sobre los escombros de Irak y de Yugoslavia. Como consecuencia, las organizaciones antiimperialistas como el Movimiento de los No Alineados, del que la India dirigido por el marxista Jawaharlal Nehru, y la Yugoslavia de Josip Broz, «Tito» fueron fundadores, recibieron un duro golpe. Es justo este año cuando Delhi abre su embajada en Tel Aviv.

Desde entonces, la derecha india ha ido acercándose a Israel a expensas de Palestina: en 2015 y 2016 se abstuvo de votar las resoluciones de la ONU de condena a Israel por crímenes de guerra en la Franja de Gaza y pisar los derechos palestinos, a pesar de que según la Comisión Económica y Social para Asia Occidental de la ONU Israel impone el Apartheid a los palestinos, como la segregación racial de Sudáfrica hasta 1994.

Lo que el gobierno hinduista busca en Israel es:
•Un socio no árabe-ni musulmán en una región inestable. Ve que hasta los terroristas del Estado Islámico respetan a Israel, por lo que decide apostar por el caballo ganador, abandonando a Palestina.
•Apuntarse al negocio de la lucha contra el “terrorismo islámico” como el enemigo común, y gastar millones de dólares en tecnología antiterrorista israelí. Si bien las conexiones de éste terrorismo con Israel son públicas, el gobierno indio ocultó un importante dato sobre el atentado del 26 de diciembre del 2008 de Bombai en el que murieron ocho judíos: que los terroristas no atentaron en la Eliyahoo, la gran sinagoga oficial judía, sino en el local de la corriente Chabad -Lubavitch que se oponen al Estado israelí, por ilegítimo
•Poder influir sobre las decisiones políticas de EEUU, a través de Israel, ahora que con el gobierno de Trump obsesionado con Irán, India pierde el peso estratégico que le daba la “doctrina Obama” de contener a China.

Es anecdótico que el capitalismo más brutal de la India, santificado por las élites de cientos de pequeños grupos religiosos que se han unido para neutralizar la gestación de una revolución socialista, lo que exporta a Israel sea justamente parte de toneladas de pelo que ofrecen gratis los 25.000 fieles a diario al dios Vishnu. Los brahmán así consolidan el dominio de los rabinos sobre las mujeres practicantes judías a las que se exige cubrirse su cabeza con el velo o con una peluca.

La misma India que construye bombas nucleares y naves espaciales, alberga al 30% de los seres humanos que viven en la extrema pobreza. En 2012, murieron 1,4 millones de niños antes de cumplir los 5 años; 300.000 agricultores arruinados se han quitado la vida en la última década. Esta pobreza organizada por el poder es el motivo de que algunas familias de Pilibhit (Uttar Pradesh) abandonan a sus ancianos en la Reserva de los Tigres para que una vez mutilados o devorados, pudiesen recibir una compensación estatal. La última víctima, en mes de julio, fue una mujer de 55 años.

Lo que busca el gobierno israelí en la visita de Modi y en la India es:
• Ampliar sus relaciones con las potencias no occidentales como Rusia, China, e India, ahora que ha perdido parte del apoyo de los gobiernos europeos (salvo Alemania) gracias al éxito de la campaña de Boicot,Desinversión y Sanciones (BDS). Delhi puede convertirse en un aliado estratégico para Israel.
•Mostrar que la política de aislar al gobierno de Netanyahu fracasa, y países amigos de la India como Sri Lanka, Nepal y Bangladesh pueden ser los siguientes en reconocer el estado israelí.
•El mercado de 1.300 millones de personas. Ahora que Irán, con el fin de las sanciones, puede competir con los productos israelíes (y turcos), la India es toda una tentación. Modi ha invitado a las empresas israelíes participar en la iniciativa ‘Made in India’, aprovechando la mano de obra esclava de los indios (incluidos millones de niños) explotados en los oscuros sótanos-fabricas del país.
•Siendo India el primer importador de armas del planeta, podrá aumentar su participación en el negocio de armas-guerras. Actualmente Israel destina el 41% de sus productos militares a la India. En febrero le vendió un sistema de misiles tierra-aire por 2.600 millones de dólares, y acaba de firmar la venta de una fábrica de misiles. A China no le ha sentado nada bien esta relación militar indo-israelí sobre todo porque EEUU impide que Tel Aviv esta cooperación con China.
•Cooperar con Hollywood y poder colar, entre baile y baile de las mujeres indias, mensajes subliminales que normalicen las políticas del mini-imperialismo israelí en la zona; lo mismo que hace Hollywood.

Con los pies en la tierra

Mientras un Israel que se presenta como el rey de la tecnología ignora la lógica de los vasos comunicantes, aún se puede confiar en la sabiduría milenaria de los indios. El propio Modi, a pesar de que se moría de ganas de tener a su lado a EEUU, rechazó la propuesta de Obama de formar una alianza contra China. Aplicó el dicho catalán de “Val més un veí a la porta que un parent a Mallorca” (Vale más tener buena sintonía con el vecino – sobre todo si es poderoso-, que tener a una superpotencia como amiga en la otra punta del planeta).

Modi, en este camino, ha tendio que gestionar un difícil equilibrio y tomar sus precauciones:
•No pretende destruir las relaciones indio-palestinas. En mayo pasado invitó a Mahmud Abbas a Delhi, en calidad del “presidente de Palestina”.
•Ya sabe que las élites de los países islámicos no consideran a Israel la principal amenaza a su seguridad (¡y eso a pesar del activo aunque oculto papel de Israel en desmantelar los estados de Irak, Libia y Siria!). Para Arabia Saudí el enemigo es Irán, para Yemen y Qatar es Arabia Saudí, y para Siria es Turquía. Por lo que aprovecha el despiste de sus colegas “musulmanes” y su pérdida de sensibilidad hacia la amenaza israelí.
•Arabia, Qatar y Emiratos Árabes Unidos no le criticarán por abrazar a Israel ya que mantienen contactos secretos con Tel Aviv coordinando sus estrategias anti-iraníes. Y a pesar de que los países “musulmanes” han defendido a Pakistán en su conflicto con la India, la dependencia de los indios al petróleo, así como la presencia de varios millones de sus trabajadores en dichos países determinan su trato hacia los árabes. Éstos ya ven a India como un interesante actor geopolítico (es miembro de BRICS y de la OCS), y ahora que Rusia se acerca a Irán, India puede ser un buen aliado.
•“Irán no dictará a la India con quien debería tener amistad –dijo el embajador iraní en la India-, y la India no debería permitir que sus amigos dicten cómo deben ser sus relaciones con Irán“. A Modi no le interesa provocar a Teherán, y no sólo porque su país acoge a la segunda población más grande de chiítas del mundo después de Irán, sino también porque Irán es un contrapeso al enemigo paquistaní. Ahora que China vive una historia de amor con Pakistán, instalándose en el puerto de Gwadar, los indios han invertido en el puerto iraní de Chabahar, como una ruta de tránsito hacia Asia Central para sus productos, evitando la ruta terrestre a través de Pakistán.

Ahora bien, la amenaza más grave para la paz en la región puede venir de la cooperación entre los servicios de inteligencia de los dos países, controlados por fanáticos extremistas hinduistas y judíos, en una región que ya soporta ocho conflictos y guerras abiertos.

18
Jul
17

gramsci …

En el 80 aniversario de la muerte de Gramsci

escribe: Ignacio Jardon Arango / Rebelión

En el año 2017 se cumplen 80 años de la muerte de Antonio Gramsci (27 abril de 1937) en Roma.

El pensamiento de Gramsci todavía hoy supone un importante estímulo intelectual y político. Aporta una perspectiva original para orientar la acción social hacia el objetivo de una mayor libertad y justicia, destacando la necesidad de la participación colectiva de los ciudadanos. Gramsci ve la necesidad, que tiene la política, de contar con la sociedad civil para llevar a cabo las transformaciones en el Estado. Su filosofía de la praxis combate la concepción de la política que se reduce a la sola acción de los gobernantes y la sustitución de estos por otros diferentes. Si la política es entendida sólo como este relevo, el resultado es siempre la separación creciente entre gobernantes y gobernados. Al final esto conduce al descrédito y debilitamiento de la democracia.

El concepto de «sociedad civil» que maneja Gramsci tiene poco que ver con el que hoy han puesto de actualidad pensadores conservadores. Estos reclaman la retirada del Estado, menos Estado, con el propósito de que sea la sociedad la que solucione todo. Esto es falso, pues la sociedad civil es un espacio desigual, de grupos sociales contrapuestos, espacio caracterizado por la asimetría y la subordinación de unos grupos sociales a otros. Dejados a la suerte del «libre juego del mercado» el resultado no puede ser otro que el triunfo de los más fuertes. Hegel llamaba a esto la primacía de lo particular sobre los intereses universales.

El concepto de «sociedad civil» en Gramsci tiene otro significado y contenido. Pretende, en primer lugar, fortalecer y favorecer el vigor asociativo de los sectores populares, consolidando alianzas con otros grupos sociales (de ahí su preocupación por los intelectuales, por la educación, por la hegemonía, por el sentido común, por desarrollar el marxismo como política,…) Esto les permitiría construir su propia cultura y sus valores, con el fin de obtener la mayoría para acceder al Estado. En segundo lugar, el Estado es clave para lograr y mantener las profundas transformaciones que engendren una sociedad diferente y más justa. De lo que se trata es de volver a poner en circulación otra narración, oír otro tipo de discurso sobre la realidad que no sea la de los grupos dominantes. Sabe que eso no es posible sin un importante esfuerzo teórico y moral, sin un consenso y una hegemonía. Pues los hombres de la calle quieren ser los actores de su propio destino.

De ahí esta breve «recapitulación» de algunos conceptos fundamentales, conceptos que, desde mi punto de vista, son, también, útiles en el siglo XXI. Estos conceptos serían: el de Cultura; el de los Intelectuales; el de la Ideología; el de la Hegemonía; el del Sentido Común y el de la Revolución Pasiva.

LA CULTURA

En italiano, cultura significa «sapere», es decir, saber. Apropiarse personalmente de un saber, adueñárselo, dominarlo, ser señor en es saber. Tiene una dimensión individual, de influencias socráticas, helenísticas. Y cultura, también, se utiliza desde una perspectiva más colectiva, por las influencias de la ilustración francesa y alemana (Kultur). Cultura apelaría a la forma de vivir de un pueblo o de una civilización.

Para Gramsci, la cultura conlleva una doble función: por un lado, irradia luz y energía a otros conceptos y, por otra parte, es portadora de valores liberalizadores para el individuo.

Gramsci en dos artículos «Socialismo y cultura» (de 1916) y «Por una asociación de cultura» (de 1917) nos muestra las dos vertientes de su concepto de cultura:

El concepto de cultura, en Gramsci, parte del dicho socrático: «conócete a ti mismo». Y lo interpreta como que la cultura es la construcción de una personalidad propia. Y, es también, llegar a tener una conciencia que comprenda el valor histórico y social que uno tiene, su función en la vida. Esta dimensión de la cultura estaría encastrada en dos palabras: memoria y proyecto

Pero cultura, para Gramsci, también es pensar, tener ideas generales, tener el hábito de conectar causas y efectos, tener una visión colectiva del mundo, de la sociedad. Por eso, para Gramsci, la cultura, como civilización, tiene que servir para construir un mundo más justo y libre para los hombres.

LOS INTELECTUALES

El tema delos intelectuales aparece, en Gramsci, en el ensayo sobre «Algunos temas de la cuestión meridional» de 1926.

La cuestión «meridional» era un tema que le venía rondando por la cabeza a Gramsci desde hacía bastante tiempo (recuérdese el artículo «Il Mezzogiorno e la guerra», de 1916) y, también, como consecuencia de la preocupación y conocimiento directo de la vida de los campesinos y de los pastores sardos.

En 1924, la III Internacional plantea el «frente único» para luchar contra el fascismo. El proletariado había sido derrotado en Italia (1919-1920), en Alemania, en Hungría y en Finlandia. El Fascismo se había consolidado. Se trataba de ver, ahora, con que fuerzas podría contar el proletariado para poder reasumir posiciones dominantes.

La respuesta de Gramsci ante la petición del «frente único» fue este ensayo. No se trata ya de una escritura rápida, fruto de la inmediatez de la noticia sino que es una escritura mucho más pausada y pensada. Se trataba de afrontar el papel de los intelectuales dentro del sistema capitalista. Y se fija y analiza el rol de los intelectuales en el sur, en el Mezzogiorno. Es un trabajo que marca la transición entre el periodismo y las reflexiones de los Cuadernos de la Cárcel. Con este trabajo pretendía orientar las líneas teóricas y políticas del Partido.

Es un ensayo que no está terminado. Se publicó, por primera vez, en Paris en 1930, en las páginas del «Stato operario» de enero de ese año. El tema era la conquista del Estado, es decir, las posibilidades que tenía el proletariado para asumir posiciones dominantes, romper el bloque histórico burgués y sustituirlo por un nuevo bloque y un nuevo Estado. Era un ensayo teórico para reconstruir la acción del partido y frenar al fascismo.

En los primeros años del siglo XX, la burguesía italiana no podía gobernar ya con tranquilidad. La insurrección de los campesinos sicilianos (1894) y la insurrección en la ciudad de Milán, dos años después (1896), le abrieron los ojos.

La burguesía podía elegir entre dos posibilidades: o una democracia rural, una alianza con los campesinos meridionales, planteando una política económica librecambista y de bajo precio de los productos industriales, con sufragio universal y descentralizando la administración,…; o elegir un bloque industrial, capitalista-obrero, sin sufragio universal, con proteccionismo aduanero, con centralismo estatal, con una política de contención salarial y de los derechos sindicales… eligió esta segunda.

En 1910 se rompe este bloque, la burguesía busca nuevas alianzas. La encuentra en los católicos, que representaban a las masas campesinas de la Italia septentrional y central (Cfr. G. Fiori: Vida de A. Gramsci, Ed. Península, Barcelona, 1976, págs. 247-251)

¿Qué hacer ahora, en 1926?. Gramsci propone hacer una nueva alianza entre los obreros del norte y los campesinos del sur. ¿Pero cómo obtener el consenso de las masas campesinas? La sociedad meridional, escribe, es un bloque agrario que está compuesto por tres estratos sociales:

Los campesinos

Los intelectuales de la pequeña y mediana burguesía social

Y de los grandes terratenientes y de los grandes intelectuales, como Fortunato y Croce.

El segundo estrato, el de los intelectuales, provenía de los pequeños y medianos propietarios de tierras, que no la trabajaban, que se avergonzaban de la práctica agrícola y la arrendaban. Sin embargo de la tierra sacaban para vivir y mandar a sus hijos a la universidad o al seminario o dar una dote a las hijas que debían casarse con un oficial del ejército o con un funcionario civil del Estado. Este intelectual sentía un gran rechazo por el campesinado. Era un intelectual politicastro, es decir, un político inhábil, mal intencionado, corrompido, desleal, pero era el eslabón que ligaba al campesino meridional con el gran terrateniente. Sin embargo van a ser algunos de estos intelectuales, rompiendo con su clase, los que ayudaran a realizar esta nueva alianza. Son los que posibilitaran la cohesión de un nuevo bloque y lucharán por la nueva hegemonía.

Los intelectuales en el Mezzogiorno ejercían una función de intermediarios entre los campesinos y la administración. Y por medio de su ideología propagaban el dominio y la hegemonía social de esta clase social. Ve, observa que la hegemonía y la dominación necesitaban históricamente del intelectual. Además, la función reaccionaria del intelectual permitía que las contradicciones, los conflictos, en el Mezzogiorno, no afloraran, no surgieran. Y en esta función reaccionaria se basaba el boque agrario.

Gramsci intuye que ninguna clase por muy dominante que sea puede estar segura de conservar y de retener a sus intelectuales. Pues, como ya hemos apuntado, hubo una serie de intelectuales medios que se salieron del bloque agrario. Gramsci se plantea atraer a estos intelectuales a las posiciones políticas del Partido y, así, empezar a romper el bloque agrario. Aquellos intelectuales de «La Voce» o de «L´Unita» de Salvemini no eran comunistas y ya no cumplían la función de ligar al campesinado con el propietario terrateniente.

La ruptura del bloque agrario tenía que conseguirse con la formación y creación, no sólo, de nuevos intelectuales, sino, también, con la creación de un nuevo intelectual, un intelectual de nuevo tipo: «el intelectual orgánico». Son los intelectuales orgánicos los que ayudaran a realizar esos consensos que necesitaba el proletariado para las nuevas alianzas. Para cohesionar el nuevo bloque que surja de estas nuevas alianzas y conquistar la hegemonía.

Gramsci estaba muy preocupado por el atraso ideológico de las masas campesinas. La alianza entre obreros, campesinos e intelectuales no triunfará si antes no se resuelve el problema decisivo de la hegemonía, que requiere toda una acción de conquistas culturales y morales. Por eso quiere potenciar la dimensión ideológica, política y pedagógica del Partido y en el Partido.

Este intelectual orgánico tiene que actuar colectivamente, acepta la dirección política y actúa en consecuencia, es un militante. «Orgánico es el intelectual cuya relación con la clase revolucionaria es fuente de pensamiento común. Ha dejado de ser el narciso inconsciente, individualista,…La relación orgánica, en cambio, es reconocida, proclamada, teorizada, aceptada políticamente, para defender mejor la nueva concepción del mundo…» (Macciocchi, M.S.: Gramsci y la revolución de occidente. Ed. XXI, Madrid, 1976, pág. 200).

El proletariado, los campesinos y los intelectuales sólo podrían construir el socialismo, cambiar la sociedad si están ayudados y seguidos por la inmensa mayoría de estos estratos sociales, si no consiguen esto, estos estratos que son mayoría, quedarían bajo el dominio burgués y darían al Estado la posibilidad de resistir al proletariado y debilitarlo.

El intelectual seguía siendo el elemento organizador. El intelectual de viejo cuño seguía ejerciendo la función de intermediario, su único fin era mantener el «statu quo». Los exponentes, para Gramsci, más representativos de todo esto eran G. Fortunato y B. Croce, que tenían en sus manos las llaves del sistema meridional. En el sur estaba la casa editorial Laterza y la revista «La Crítica», además de academias y empresas culturales de gran erudición. Con estos elementos, Croce había logrado separar a los intelectuales radicales del sur de las masas campesinas, permitiéndoles participar en y de la cultura nacional y europea, y a través de esa cultura, los había vuelto a insertar en la burguesía y, por lo tanto, en el bloque agrario. Además en el sur no había una tradición organizativa de los intelectuales democráticos. Los intelectuales que han roto con el bloque agrario y que han intentado plantear la cuestión meridional desde una perspectiva de izquierdas se han agrupado y encontrado acogida en revistas que no se imprimen en el Mezzogiorno, como son «La Voce», «L´Unita», «L´Azione», «La Revolucione Liberal» de Gobetti,…etc.

Gramsci piensa que el periodo turinés de L´Ordine Nuovo, aun sufriendo el poder y la autoridad de Fortunato y de Croce, había supuesto una ruptura con esa tradición del sur y había proporcionado una base organizativa a los intelectuales demócratas. El L´Ordine Nuovo presentaba, en primer lugar, al proletariado urbano como el protagonista, el sujeto moderno de la historia italiana; en segundo lugar, servía de puente entre el proletariado y determinados grupos de intelectuales demócratas; y, en tercer lugar, había conseguido modificar, en gran parte, la orientación mental de estos intelectuales demócratas. Este era el caso de Piero Gobetti, que sin ser comunista, había entendido la posición social e histórica del proletariado. Y ejercía de enlace entre los intelectuales de izquierda y los intelectuales meridionales que empezaban a plantearse la cuestión meridional de otra forma que la tradicional.

Precisamente las últimas líneas con que se cierra este «ensayo» que estamos comentando son el reconocimiento y la importancia que tiene un trabajo como el de Gobetti como organizador de la cultura para la creación de una nueva hegemonía. Hay «intelectuales (que son muchos más de los que se cree) del norte y del sur que han comprendido que hay dos únicas fuerzas esencialmente nacionales y portadoras de futuro: el proletariado y los campesinos» (Gramsci, A.: «Algunos temas de la cuestión meridional», Cuadernos de Pasado y Presente, nº 54, Mexico, 1981, pág. 326). Podemos pensar que los Cuadernos de la Cárcel son la continuidad y profundización de este «ensayo» (Cfr. Carta del 19 de marzo de 1927 a Tatiana).

LA IDEOLOGÍA

Algunas definiciones:

La ideología es un conjunto de ideas sobre la realidad social que orienta una determinada acción practico-política. Es un instrumento de dirección política.

Es, también, el conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona o de una colectividad religiosa o política.

Marx tiene una visión negativa de la ideología. La ideología falsea la realidad, es una mala conciencia. Sirve para ocultar los intereses económicos y políticos de un grupo social concreto. La ideología orienta la acción de este grupo en el seno de la sociedad.

Es imprescindible en todas las sociedades. Es la conciencia de los individuos. Es en ella donde los individuos toman conciencia de su posición y de su función en la sociedad. Es en ella donde se hacen «sujetos». Hay que comprenderla dentro del marco de la hegemonía. La ideología tiene un objetivo: reordenar el sistema hegemónico.

¿Cuál era la ideología de Gramsci? La ideología en Gramsci tiene dos dimensiones, una, estar enraizada en la tradición italiana de izquierdas (Labriola) y la otra, recoge la gran tradición europea de luchas obreras, el marxismo.

La conexión con Labriola era una referencia obligada. Era un camino originalmente italiano. Era el creador de la Filosofía de la Praxis. Con Labriola buscaba una renovación política del marxismo. Habría que desarrollar el marxismo como ciencia política para que la clase obrera pudiese asumirlo y tener así una preparación con la que fuese capaz de conquistar y dirigir el Estado.

¿Qué es la Filosofía de la Praxis? Es una ideología «orgánica», producto de un bloque social. Es un saber sobre la política, una visión del hombre (una antropología) y es la visión del hombre desde una perspectiva histórica.

El hombre crea todo por medio de la praxis, del trabajo. Es autor de su propia historia, «sujeto» de su historia. Al introducir la historia, su quehacer, en el ámbito de lo científico amplía el territorio de la predicción, del conocimiento y por tanto la expectativa de transformación social resulta más plausible.

Gramsci la definía como la actividad del hombre, en cuanto sujeto histórico y social, que se enfrenta con unas determinadas condiciones materiales de subsistencia dentro de un proceso de producción y de unas estructuras sociales. Con la praxis (llevar a cabo algo) lo que se pretende es que esas condiciones materiales cambien, sean más justas.

¿Qué es lo que pretendía Gramsci con el marxismo? Era cimentar una nueva política. Que el marxismo, el materialismo histórico, cimentase teóricamente la teoría de la hegemonía. Se trataba de unir la tradición italiana de Labriola con la de Lenin. El retorno a Marx (Q. 4), es el retorno a la amplia problemática de la hegemonía.

LA HEGEMONÍA

Los griegos entendían, con este término, una realidad que poseía superioridad sobre las demás cosas.

Gramsci aborda el tema de la hegemonía en el Q. 10. Cuaderno en el que pretendía hacer un «ajuste de cuentas» con el pensamiento de B. Croce. Lo que pretendía Croce era la educación de la clase dirigente, quería hacer una reforma desde arriba.

Gramsci lo plantea desde otra perspectiva. Se pregunta ¿Qué supone la hegemonía para el hombre de la calle? El hombre medio, el hombre de la calle no tiene una clara conciencia teórica de su forma de actuar. La hegemonía le supondrá la comprensión crítica de sí mismo. Esta comprensión crítica se produce por medio de las luchas políticas y sociales. Por medio de las cuales toma conciencia de ser parte de una determinada fuerza hegemónica. Es el inicio de una progresiva autoconciencia. Decir al hombre de la calle que no se meta en política, que no necesita la hegemonía sino un partido, un aparato, es traicionarlo. La clase en la medida que renuncia a la idea de hegemonía se convierte en un gremio. Renunciar a la idea de hegemonía es la forma más rápida y fácil para que el hombre de la calle sea conformista, se conforme con cualquier aparato o partido político.

La hegemonía supone dirigir y dominar. Es dirigente en los grupos aliados y es dominante frente a los grupos adversarios. La dominación es aceptada, es voluntaria pues, así, supone la legitimación. La legitimación para ejercer el poder y la dominación sobre la sociedad: la hegemonía. Consiste en el ejercicio de liderazgo político, intelectual y moral, apoyado en una visión del mundo solidaria e igualitaria. Se consigue por el convencimiento, haciendo pedagogía política. El construir consensos activos, ampliar la base social con un sistema de alianzas y decir la verdad son requisitos imprescindibles de la hegemonía, son una necesidad política. La hegemonía crea un nuevo sentido común para el hombre de la calle, un sentido común crítico. La hegemonía seduce, atrae, consigue la adhesión de los intelectuales creando un bloque ideológico-intelectual. La hegemonía necesita la construcción de un bloque nuevo (histórico), que no es homogéneo y está atravesado por profundas contradicciones. Y supondría tener la capacidad de aglutinar, a través de la ideología, la unidad de ese bloque social.

Gramsci piensa que los procesos de transformación profunda no pueden depender exclusivamente de una mayoría parlamentaria, necesitan consensos políticos y sociales amplios para impedir la respuesta salvaje de la reacción. Si esta hegemonía no se consigue, las clases populares quedarían bajo el dominio burgués y darían al Estado la posibilidad de debilitar a dichas clases.

EL SENTIDO COMÚN

La discusión sobre el Sentido Común fue iniciado, en Italia, por B. Croce con el artículo «Filosofía como vida moral y vida moral como Filosofía» (Cfr. Q.11, nota 13), publicado en la revista «La Critica» de 1928. El sentido común es el común sentir, la opinión general del hombre de la calle y en este sentido es producto de la hegemonía.

Con la reflexión sobre el Sentido Común, Gramsci (cfr. Q.23, nota 6) nos vuelve a introducir en la educación de la sociedad civil. Su interés por el pensamiento del hombre de la calle, por su sentido común. La educación-formación trataría de elaborar una concepción del mundo, una narración, que partiese de ese sentido común y que a través de la crítica, lo depure, lo unifique y lo eleve hasta transformarlo en un sentido común más crítico, que tenga un buen sentido. Esto sería el primer paso para el acceso de las grandes masas a la cultura. Su preocupación ahora, era, también, poner en relación la cultura con las grandes masas. Entendiendo por cultura, aquí, como el patrimonio que hemos heredado, es decir, lo que sabemos de nosotros, de nuestra historia. Y cultura entendida, también, como la conciencia de lo que nos pasa, de lo que nos ocurre para poder tener un proyecto transformador de la situación en la que estamos viviendo.

El sentido común convencional o conformismo impuesto contiene una concepción del mundo y de la sociedad mistificadora, pasiva y conservadora. Sería un sentido común contemporizador. Crearía una conciencia social sumisa que buscaría una relación afable con el sistema de producción capitalista. Lo más que produciría sería un individuo «indiferente».

En los años 30, hay un debate en Europa sobre el sentido común. Gramsci ve la necesidad de crear un nuevo sentido común crítico para elevar el nivel intelectual de la gente. Para darles la capacidad de participar activa y conscientemente en el desarrollo político. Para tener unos instrumentos práctico-políticos (medios de comunicación social que creen otra opinión) que les ayudaran en la reflexión y en la acción. Que les ayudara a elaborar críticamente su pensamiento. Una nueva crítica que devenga en un modo de sentir y de ver la realidad, que conlleve una nueva vida moral y otros valores. Sería la base de una reforma intelectual y moral de los estratos sociales culturalmente más atrasados.

En la Italia de Gramsci, el sentido común convencional más extendido era el catolicismo. En los Cuadernos de la Cárcel considera que de las tres ideologías en activo, en la sociedad italiana: el idealismo de Croce, el materialismo vulgar y el catolicismo, es este el que está más arraigado entre las masas populares y campesinas.

LA REVOLUCIÓN PASIVA

El Cuaderno 22, que está sin terminar, titulado «Americanismo y fordismo» hace referencia al sistema y al modelo de vida americano. Con estas reflexiones pretende busca una vía europea original y no marcada por el modelo americano, es decir, un modelo marcado por las prisas y el dinero. Para el americanismo el éxito significa ganar dinero y el no-éxito supone la muerte social. Frente a este modelo, Gramsci, reivindica las libertades y las formas de vida europeas.

El americanismo representa un modelo frente a la civilización europea. Más aún, el americanismo se convierte en un instrumento capaz de capitalizar y asumir el fenómeno de la «revolución pasiva». Con este término, Gramsci, propone una nueva interpretación del modelo de producción capitalista fijándose en el modelo americano. La «revolución pasiva» o «revolución sin revolución» conlleva una actitud «transformista», de «escaparate», de pura apariencia para que todo siga igual, no hay una nueva clase que asuma el poder.

Gramsci fue esencialmente un pensador político que se expresaba en un lenguaje muy particular. Este lenguaje tenía una finalidad: reconstruir otra racionalidad de la historia contemporánea a través de un discurso abierto sobre el Estado capitalista. Era un intento de recomponer el marxismo como una cultura alternativa, no aceptaba la racionalidad del mundo que se mide y que se basa exclusivamente en la efectividad económica. Lo interesante de su pensamiento está en la afirmación de que sólo puede revolucionarse de verdad algo si se cambia profundamente el universo de las ideas y las instituciones en las que esas ideas se materializan y se concretan para los hombres.

Después de escribir el ensayo sobre el «Mezzogiorno», en 1926, Gramsci fue encarcelado. Lo que en los Cuadernos llama «sociedad regulada», de amplias resonancias kantianas, es el movimiento que lucha por la liberación económica y cultural de los hombres, que suprime la explotación y que actúa en beneficio de la totalidad de la vida social.

Madrid enero 2017
7) FUENTES CONSULTADAS:
– GRAMSCI, A: «Quaderni del carcere», Einaudi, Torino, 1975
– LIGUORI, G y VOZA, P: «Dizionario Gramsciano», Carocci, Roma, 2009



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