Archivo de julio 2020
palestina, infinito conflicto …
las mentiras de Lacalle Pou …
Rendición y rencor
escribe: Leandro Grille / Caras y Caretas
En una iniciativa que rezuma infantilismo, el gobierno incorporó un segundo artículo a la Rendición de Cuentas, a solo efecto de utilizar su mayoría legislativa para declarar su rechazo a la política del último gobierno de la izquierda. Así las cosas, el articulado de la rendición se compondrá de un punto que exhibe la rendición y el balance de ejecución presupuestal del año pasado, que es un compendio de números inobjetables, y un segundo punto burdamente declarativo para que la coalición multicolor pueda manifestar todo su desprecio por la época progresista y sacarse las ganas de aprobar por mayoría un insulto extemporáneo y retroactivo.
La decisión del gobierno de añadir este artículo no merece mayores comentarios políticos porque
es una iniciativa que constituye en sí una payasada, salvo porque desvirtúa el cometido del Poder Legislativo y lo transforma en una tribuna para la diatriba a la que ahora quieren transformar en ley, como si fuera necesario reglamentar un antagonismo bajo la fórmula de un balance. Artículo 1: estas son las cuentas del Estado de 2019; artículo 2: te odio, Frente Amplio.
Lo que sí justifica una reflexión es lo que trasunta este añadido insólito porque, junto a otras tantas cosas que se han dicho en los últimos meses, viene a ratificar algo ya innegable: nos gobierna un rencor. Desde el decreto 90/20 que ordenó ajustar en los incisos del Estado, hasta la Ley de Urgente Consideración, lo único en que se ha empecinado el actual gobierno es en la destrucción de las políticas públicas llevadas adelante durante los 15 años del Frente Amplio. Ya derogaron la inclusión financiera y la ley de Educación, han avanzado en el desmantelamiento del Ministerio de Desarrollo Social, han aumentado impuestos y tarifas, desatendido a la población que más se ha visto afectada por la pandemia y, si nadie los para, ya han puesto en la mira del ajuste desde la investigación científica hasta la alimentación escolar. Todo este gobierno se trata de quitar: derechos, beneficios, programas, apoyos, inversiones, bajo la excusa del déficit elevado y no dar absolutamente nada.
El nivel de resentimiento de los actuales gobernantes alcanza extremos preocupantes porque parece que ostentarlo fuera el único propósito de la administración: auditar las gestiones anteriores, perseguir, destruir su legado, suprimir políticas y denostar los logros de los antecesores, sin proponer absolutamente nada más que el ajuste, el achique de gastos a rajatabla, rincón por rincón del Estado y sin miramientos ni hacia los niños, ni hacia los pobres ni hacia componentes de una estrategia de desarrollo. Es casi una sinfonía de la destrucción montada sobre un aparato publicitario que contribuye en la tarea de fomentar la irracionalidad y ocultar las graves consecuencias de semejante desarmadero.
En esa arquitectura de la venganza se inscribe este nuevo artículo de la Rendición de Cuentas, que busca consagrar por una mayoría circunstancial y endeble que todo lo hecho por la izquierda estuvo mal, sin tomar en cuenta la enorme disminución de la pobreza entre 2005 y 2019, el crecimiento ininterrumpido de la economía, el crecimiento del salario real, la caída de la informalidad, el majestuoso aumento de la cobertura de salud, el nivel de reservas actuales, la caída significativa de la deuda externa en relación con el Producto Interno Bruto, el desarrollo de Antel, el impacto fenomenal de las políticas sociales, la caída de la desigualdad, la calidad democrática, el reconocimiento internacional, entre otra innumerable cantidad de cosas que podrían destacarse de lo conseguido en estos años por todos los uruguayos.
montevideo ciudad país …
Montevideo Rescatado
La Izquierda se encuentra al frente del Gobierno Departamental desde hace treinta años. Transformó el Departamento, lo seguirá haciendo, y deberá profundizar los cambios en dirección a seguir construyendo una comunidad inclusiva y más igualitaria.
escribe: Lic. en RRII Richard Saravia, Rumbo de Izquierda, Lista 624, Frente Amplio
La coalición multicolor afianzada en el discutible éxito que le representó instalar en la opinión pública un relato de crisis aguda en nuestro país, hoy reitera la receta en Montevideo. Podríamos sólo mencionar el Informe presentado – hace poco días – por el nuevo Gobierno a inversores internacionales donde se presenta una realidad muy diferente a la descripta en la campaña electoral para desmantelar la nueva mentira que se quiere imponer. En efecto, el Primer Informe País a inversores extranjeros destaca las fortalezas que cuenta el país en dirección contraria a toda la literatura puesta al servicio de un gran invento.
Sin embargo, la única candidata de cinco partidos caoligados bajo el lema de Partido Independiente – vaya paradoja – vuelve al terreno fangoso de prometer soluciones a problemas de los que la derecha fue siempre vía de ingreso pero nunca ruta de salida.
La pobreza en el año 1990 en Montevideo ascendía al casi 30% de la población del Departamento. En los primeros años del siglo XXI se rozaba el 32% de población por debajo de la línea de la pobreza. En el año 2019 se ubica en el 12%. Evidentemente en esta significativa reducción tiene mucho que ver las políticas aplicadas por el Gobierno Nacional a partir del 2005 con la asunción del Frente Amplio, acompañadas desde el Gobierno Departamental con planificación estratégica y creación de innumerables programas orientados a mejorar la calidad de vida de los más vulnerables.
Los datos estadísticos sobre la pobreza en Montevideo son registros oficiales del Instituto Nacional de Estadística, por supuesto se toman como válidos e irrefutables para análisis posteriores. Importa mencionar lo anterior porque la novel senadora del Partido Nacional, Gloria Rodriguez ha discutido los datos del INE y como fundamentación ofrece que ella tiene otra percepción de la pobreza …. A partir de esa línea de base evidentemente se puede escribir una enciclopedia de un Montevideo Olvidado o un Montevideo en la Luna; es lo mismo.
La aparición de asentamientos irregulares como expresión de marginalidad surge en los años cincuenta, crece en la década de los setenta y se consolida en los ochenta – noventa. Esto fue una de las caras más deplorables de las políticas de los gobiernos de derecha; fue una expulsión criminal de un 20 % de la población del Departamento a las peores condiciones de vida.
No desconocemos las desigualdades barriales, por el contrario, debido a las disparidades existentes de pobreza en las diferentes zonas de Montevideo se debe seguir priorizando políticas públicas que se orienten a disminuir la segmentación socio-territorial existente. Es necesario reducir la brecha de la sociedad montevideana. Sin atajos, ni discursos floridos deben pagar más, mucho más, los que tienen más.
Ese simple y necesario enunciado resquebraja todo el discurso multicolor: ellos defienden otra cosa. Para la derecha la teoría del derrame es la base que asegura no tocar privilegios, y la beneficencia cierra el anclaje ideológico-religioso. Si el manantial se seca por el camino, ahí estará la cuota de acción social, que socorra a los olvidados.
Algo así como disponerse a solucionar los problemas de los trabajadores rurales a partir de la realidad de los jardineros…
El Frente Amplio garante siempre de que lo urgente es la gente, orienta sus políticas a la emancipación individual por medio de un proyecto colectivo.
Es necesario poner el acento en esa realidad. Debemos radicalizar la democracia y empoderar a los actores sociales territoriales. En los próximos cinco años se deberá contener el autoritarismo y a su vez seguir transformando Montevideo; sin duda habrá que colocar el acento en lo social.
Alvaro Villar nuestro candidato es garante de este acento y de una gestión transformadora.
Desde Rumbo de Izquierda nos convocamos todas y todos a hacer posible juntxs nuestros sueños de una sociedad diferente , libre e igualitaria.
cabildo de neonazis …
Al filo de la cornisa
escribe: Gonzalo Perera / semanario El Popular
Desde el comienzo de este período de gobierno, el sector de la coalición al que más parecen sentarle bien las camisas negras, Cabildo Abierto, ha asumido un rol particularmente agresivo hacia diversos marcos institucionales, usando siempre una misma táctica: golpear y retroceder.
Esto es, si el objeto del ataque es una institución X, algún dirigente cabildante de notoriedad la ataca con dureza extrema, para luego, salir otra figura cabildante central a la opinión pública, a decir que el ataque tiene su razón de ser, pero que es desmesurado, que quizás no sea la mejor forma, que el estilo no es el más adecuado, etc.
El diputado Eduardo Lust ha desempeñado a menudo el rol del que lanza el ataque y el senador Manini suele ser el que da el paso atrás, aunque en algunas ocasiones ha sido Manini quien avanza y otro referente, como Domenech, el que atenúa. La táctica es muy clara, evidente.
Sin embargo, por momentos, sorprende su grado de audacia que parece desarrollarse al filo de la cornisa, en más de un sentido de los posibles límites de interpretación.
La Justicia, y sus figuras o decisiones, han sido un blanco preferencial en esta dinámica. Es que la Justicia y los espacios de dilucidación de conflictos o problemas de forma garantista, ya sea por sus métodos, por sus controles o por sus incompatibilidades con otros roles, son uno de los obstáculos a remover por todo proyecto autoritario. Como el cabildante.
Según dicen, el 12 de octubre de 1936, en un acto desarrollado en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, colmado de falangistas, ante la crítica de Unamuno a los discursos fundamentalistas y desconocedores de los matices y pluralidades culturales que le habían antecedido, habría lanzado su: “¡Mueran los intelectuales !¡Viva la muerte!”, el general fascista José de Millán-Astray. Se atribuye a Don Miguel de Unamuno, como su devolución, el discurso “Venceréis, pero no convenceréis”, donde básicamente contraponía la fuerza bruta y la razón. Cuidado, que Don Miguel no era ni izquierdista ni siquiera inflamado republicano. Más bien, simplemente expresó una opinión pensante, al sentirse al borde de la cornisa.
Mientras tanto, los defensores acérrimos de la República, comunistas, socialistas, anarquistas, liberales, agrupaciones autonomistas catalanas o vascas, ya estaban prontas para ir a la trinchera y al sacrificio supremo. Pero bien vale el recuerdo de quien, sin atrincherarse, al llegar a la cornisa de la racionalidad, supo decir: “no sigo”,
En el Uruguay, muchos recuerdan algunas de las pocas polémicas previas al plebiscito constitucional de 1980. En particular, el 14 de noviembre de 1980, la protagonizada por Enrique Tarigo y Eduardo Pons Echeverry por el NO (oposición a la dictadura) contra Néstor Bolentini y Enrique Viana Reyes por el SI. En aquel momento surgió de Pons Echeverry, herrerista, la frase: “siempre habrá rinocerontes”, en alusión irónica a la obra teatral de Ionesco, con significado popular tan claro, como lo más notorio de un rinoceronte. En la clandestinidad, otras organizaciones políticas y la central sindical, bancaban el furor de la represión más desalmada, Pero se estaba al borde de la cornisa, de la caída al fascismo puro y duro, y quien, aunque conservador fuera, pusiera una matiz o freno a ese empuje, bienvenido era.
En esto relatos hay continuidad: una base militante dejaba sangre, sudor y lágrimas mientras algunos al menos podían expresar públicamente su pensar. Pero bienvenido ese pensar, cuando se está al borde de la cornisa.
Al borde la cornisa nos está llevando la táctica cabildante. Obviamente desde las organizaciones populares, desde el FA, la resistencia es frontal. Pero… ¿Qué pasa con los coaligados, al borde de la cornisa una vez más?
Vayamos a la ofensiva concreta contra el Fiscal de Corte Jorge Díaz, sometido a ataque feroz por el diputado Lust, al punto de pisar por primera vez una cornisa muy peligrosa:
“Si el presidente no destituye el Fiscal de Corte, Cabildo Abierto debe abandonar la coalición multicolor”, dijo Lust.
Nada importa lo que dijo después Manini, pues sabemos que es un juego táctico: pegar y replegarse. Lo que importa es que Lust cantó “contra flor al resto” y, si no hay destitución, la palabra de Lust de aquí en más no vale un cobre. Uno de los dos queda en ridículo, Lust o Manini, no hay forma de disimularlo.
Pero en una coalición donde el socio principal (Partido Colorado) y su Canciller no dura tres meses, donde es notoriamente botijeado por su reemplazante (Bustillo), que marca tanta distancia como es posible con su antecesor, la debilidad es aún más flagrante.
Obviamente, la hegemonía mediática, elige dónde focalizar
Pero, la razón, la simple razón, la que nos separa de la barbarie, desde Salamanca a Montevideo, desde 1936 a 2020, sigue pautando inquietudes, que, al borde de la cornisa, son de rigor.
Por ejemplo:
1. La actuación del Intendente Carlos Moreira, más allá de detalles sobre sus audios, está claramente calificada. Si una fiscal con sospechas (los hechos se investigan) de cercanía con su línea política lo absuelve y se revelan vínculos entre sus familiares y el actual gobierno, que quiere insistir en que la asquerosa conducta de Moreira es legal, el ser objeto de investigación administrativa por el Fiscal General de la Nación, no nos parece que merezca otra cosa que aplaudir. Más aún, si Díaz no dispusiera investigación administrativa, él estaría en omisión.
2. El pintoresco diputado Lust aduce ideologismos en función de lo que unos 30 años atrás había sido militancia política del fiscal, A ver, diputado Lust: los que 30 años atrás militaron como socialistas, comunistas, anarquistas, etc., seguramente sean los dos tercios del estudiantado de la época o mucho más. Ex JUP, son muchísimos menos, aunque varios con antecedentes penales, de agresiones, cadenazos y afines, pese a la protección policial, militar y mediática.
3. ¿La coalición es tan frágil como para partirse por la opinión sobre el Fiscal General del diputado Lust? Si es así, digan claramente que no es coalición, sino inverosímil rejunte, y punto.
4. El argumento central de Lust es “esto habilita a investigar el pasado de cualquier fiscal”, es muy burdamente falso. A lo sumo habilita averiguar donde está recientemente, digamos cinco años atrás, el fiscal y sus progenitores o familia, A un encumbrado jurista, parece vergonzoso llamarlo a convenir en la lógica elemental. Pero si le preocuparan las militancias juveniles de cada quien, le reiteramos tenga a bien informar en su partido, quiénes fueron militantes de grupos como la JUP, Azul y Blanco, etc. Y si de jóvenes sentían la compulsión a erguir el brazo derecho…
“A confesión de parte, relevo de prueba”: Lust en su ataque, no muy bien mitigado por Manini, dijo que si el presidente no removía al fiscal Díaz, se rompía la coalición.
Así de sólida y racional, es esta coalición tan improvisada. A los blancos y colorados republicanos de ley, los invitamos a no acordar más con este mamarracho y no seguir, como en 1980, jugando el simple rol de los rinocerontes de Ionesco.
Al filo de la cornisa, no hay mucho margen. Y la embestida contra el Fiscal General y contra la Justicia toda no da lugar a más de dos posiciones, más allá de cualquier matiz.
La nuestra es defender la Justicia y oponernos al intento desde el poder de sojuzgarla.
Al filo de la cornisa, todo es más claro para la ciudadanía honesta y republicana. A unirse todos, pues.
herrerismo y corrupción…
HISTORIA DE LA CORRUPCIÓN EN URUGUAY
Los «sobrecitos» en el gobierno de Lacalle
escribe: Alberto Grille / Revista Caras y Caretas
Al mencionar el término “corrupción”, el inconsciente colectivo uruguayo recuerda inmediatamente el gobierno de Luis Alberto Lacalle Herrera, a pesar de que el de Julio María Sanguinetti (1985-1990) fue el que abrió la Caja de Pandora y la desfondó después, en el período 1995-1999. En el gobierno aguerrondo-herrero-lacallista, medios de prensa como las revistas Tres y Posdata arrojaron luz sobre episodios que entonces y hoy parecen increíbles. Una consideración previa: el 8 de abril se conmemoraron 59 años del fallecimiento del Dr. Luis Alberto de Herrera, cinco veces candidato fracasado a la presidencia de la República y gran representante de la sociedad oligárquica, terrateniente y cuasi feudal que detenta el poder real en Uruguay. Eso sí, el Patricio, como gustaba firmar algunos artículos de El Debate, hijo de Juan José, canciller de Bernardo P. Berro (que sufrió confiscación de bienes, proscripción, pobreza y exilio como consecuencia de su oposición a la dictadura de Venancio Flores y al genocidio de Paraguay llamado vergonzosamente Guerra de la Triple Alianza), y su condición de coautor del golpe de Estado del 31 de marzo de 1933, encabezado por el colorado riverista Gabriel Terra, no le impidieron consumir su inmensa fortuna en la lucha política y transcurrir sus últimos años en una austera pobreza. Su famosa quinta se venía abajo y se llovía por los cuatro costados, su viejo coche casi no funcionaba, y muchas veces su alimentación era complementada por los pocos amigos verdaderos que le quedaban. Como dijo uno de sus grandes adversarios, el Dr. Carlos Quijano, en la necrológica que le dedicó en 1958: “No tenemos necesidad de calumniarlo para decir que fuimos sus adversarios.
Más nos complace decir que fue de una honradez ejemplar y sin tacha, que siempre estuvo por encima de eso que llaman ‘intereses’”. Luis Alberto de Herrera fue paradigma de honestidad personal en lo relativo al manejo de los bienes públicos y se conocen anécdotas de su rechazo a presiones de intereses extranjeros. Integró así la mejor tradición de su partido. Desde su fundador, el brigadier general Manuel Oribe, teniente de Artigas, y hasta el gobierno de Luis Alberto Lacalle de Herrera, el Partido Nacional hizo honor a su condición de “Fiscal de la Nación”, que resplandeció sobre todo durante las interpelaciones de Wilson Ferreira Aldunate a ministros pachequistas, como César Charlone, y bordaberristas, como Juan Carlos Blanco. Pero vino Lacalle en 1990 y, como dice el tango, “el recuerdo que tendrás de mí será horroroso”. Sería interesante que el abuelo pudiera hablar del nieto, sus colaboradores, y lo que fue el gobierno blanco.
El relato de Téodilo Nunca será suficiente destacar la importancia de los medios de prensa en el eficaz funcionamiento de la democracia, circunstancia a la que acaso debiera prestar más atención el gobierno del Frente Amplio. El domingo 23 de junio de 1996, la revista Posdata, que dirigía el gran periodista Manuel Flores Silva, hijo del inolvidable Manuel Flores Mora, publicó una separata especial, titulada en caracteres catástrofe: ‘Los documentos que investiga la Justicia/Testimonio exclusivo del acusador, Teódilo Maciel’; y subtitulada: “Denuncia penal contra Pablo García Pintos, Juan Carlos Raffo, Enrique Braga, Villanueva Saravia e Igor Svetogorsky”. Debe señalarse que en el anterior período de gobierno (1990-
1995), cuando ocurrieron los hechos que denuncia Teódilo Maciel, chofer y hombre de confianza del comerciante y operador económico Igor Svetogorsky, el doctor Pablo García Pintos fue secretario de la Presidencia de la República, Juan Carlos Raffo fue ministro de Transporte y Obras Públicas, el contador Enrique Braga fue ministro de Economía y Finanzas y Villanueva Saravia fue vicepresidente de OSE. También se menciona, en el interior de la revista, al contador José Luis Ovalle, director de Zonas Francas primero y ministro de Transporte y Obras Públicas después, y al entonces y eterno diputado Jaime Trobo.
La separata presenta las denuncias formuladas por el ciudadano Teódilo Maciel, los documentos respaldatorios y un reportaje al acusador. Uno de los artículos que la componen comienza diciendo: “El pasado lunes, a las 13 horas, el Sr. Teódilo Maciel se presentó ante el Juzgado de Turno a denunciar un caso de tráfico de influencias [que hoy implicaría “lavado de activos”, según acaba de precisar el fiscal general, Dr. Jorge Díaz, al afirmar, según Búsqueda, que los delitos de Pablo García Pintos por el uso de la tarjeta corporativa del Banco de la República, para pagar cuotas a su Partido Político son imprescriptibles, N. de R.] en la asignación de contratos del Estado, señalando sus motivaciones en el escrito de denuncia “en la convicción de hallarme ante un hecho de abierta corrupción y apariencia delictiva”. “Vengo a formular la denuncia personal pertinente, que estoy en condiciones de ampliar en el curso de la ratificación, al amparo de lo previsto en el art. 105 del CPP”, agregaba.
Le tocó en suerte el Juzgado Nº 2 -que tiene por Juez al Dr. Fernando Cardinal y por Fiscal a la Dra. Elsa Machado de Saravia- y pasó allí declarando unas cinco horas. Antes había avisado en su trabajo -el Servicio de Intendencia de la Suprema Corte de Justicia- que no iba a concurrir ese día. El juez dispuso de inmediato la citación de algunos testigos a los que interrogó el día martes durante unas cuatro horas”. Se trataba de tres compañeros de trabajo del Sr. Maciel cuando este se desempeñaba en la firma ITC, cuyo principal, el Dr. Igor Svetogorsky, es uno de los acusados de tráfico de influencias políticas por el referido acusador. “El Dr. Svetogorsky había designado como su abogado al conocido penalista Carlos Curbelo Tammaro, a quien cupieran destacadas actuaciones como defensor en diversas oportunidades del Dr. Daniel Cambón, el Dr. Carlos Ganduglia y el Dr. Víctor Della Valle”.
La denuncia Continúa la prolija y meticulosa descripción periodística de la revista Posdata: “Teódilo Maciel es un hombre nacido en el interior del departamento de Tacuarembó, de entre 50 y 60 años. De apariencia cuidada, evidencia ser un hombre modesto con trazos de haber cursado bastantes años de educación formal. Tiene la vivacidad propia del hombre de campo uruguayo. Durante cuatro sesiones de trabajo -4,5 horas, la primera vez; 3 horas luego; 1,5 hora más adelante y, finalmente, dos días en un hotel del Este grabando con el editor general de Posdata-, jamás cayó en una contradicción. De joven fue policía de comisaría, embarcándose luego en la marina mercante durante cinco años. Trabajó después nueve años y medio en la firma ITC Ltda. (International Trade Consortium) bajo las órdenes de su director y propietario, Dr. Igor Svetogorsky. El Sr. Maciel se desvinculó de la firma por su propia voluntad en diciembre de 1994 y pasó a trabajar de portero en la Suprema Corte de Justicia.
Su papel en la empresa, cobrar usualmente con su endoso personal cheques de la firma por cifras importantes (US$ 50.000, por ejemplo) o llevar memos trascendentes a figuras del gobierno de la época, lo transformaba en un asistente más calificado, más al tanto de lo que ocurría en las oficinas de la empresa. Ganaba, por ejemplo, un sueldo mayor que el de los funcionarios administrativos. El contenido de su denuncia es muy claro. Del documento presentado a la Justicia extraemos algunos de los párrafos más elocuentes: -Así, pude comprobar cómo mi empleador se dedicaba al tráfico de influencias políticas, haciendo pagos a diferentes personalidades del gobierno que desfilaban por la oficina de la empresa, a cambio de la ejecución de favores o, lisa y llanamente, la realización de actos indebidos. -Por tanto, ante la evidencia de hallarme en presencia de actos claros de corrupción, por espacio de casi tres años, me dediqué a recoger pruebas de los hechos, a mi juicio ilícitos, que me tocaba presenciar, a fin de poder denunciarlos algún día -como hoy- a las autoridades judiciales.
-En el mismo sentido, elaboré un listado de las entrevistas especificando día, hora y lugar- que el Dr. Svetogorsky mantuvo durante el trienio 1991 a 1993 con diversas personalidades de gobierno (DR. PABLO GARCÍA PINTOS, DR. JUAN CARLOS RAFFO Y CDOR. ENRIQUE BRAGA, en mayúsculas en el original, N. de R.), cuya fotocopia adjunto. -Muchas de esas entrevistas, además, están anotadas por la secretaria del Dr. Svetogorsky en las tres agendas respectivas, cuyas fotocopias también acompaño. -Así, por ejemplo, el Dr. Svetogorsky mantuvo en el período considerado 84 entrevistas (negrita y subrayado en el original) con el DR. PABLO GARCÍA PINTOS, en aquel entonces secretario de la Presidencia de la República. En muchas de esas oportunidades se le hicieron pagos en dólares al referido funcionario por importes que oscilaban entre US$ 10.000 y US$ 50.000; sumas que yo ensobraba personalmente. –
Con el tiempo, el sistema empleado por el Dr. Svetogorsky para efectivizar esos pagos implicaba también mandarme a buscar el dinero al banco con un cheque, que yo endosaba y cobraba en el mismo banco, trayéndole el importe a la oficina, donde se hacía efectiva la entrega. -A partir de entonces, tomé la precaución de anotar el número de cheque, cuyo original podrá recabarse en el Citibank. -Con el mismo sistema pagué dos cuadros por valor de US$ 6.000 facturados a nombre la Sra. Elisa Mailhos, pero en realidad fueron regalados al Dr. Pablo García Pintos por mi exempleador, cuya boleta de compra adjunto, así como un pasaje para la esposa de aquel por valor de US$ 5.000 (…). -Conseguí fotocopiar diversos memorándum o ayudamemoria que mi empleador me hacía llevar al Dr. Pablo García Pintos a casa de gobierno, donde pasaba revista a los diversos asuntos que estaba gestionando.
-Del mismo modo registré 89 entrevistas con el entonces senador y ministro Dr. Juan Carlos Raffo, habidas entre marzo de 1992 y diciembre de 1994, 48 de ellas en la oficina de la empresa. -También en varias de esas ocasiones tuve que hacer retiros y ensobrar dinero para los pagos que el Dr. Svetogorsky realizaba al Dr. Raffo. En dos oportunidades, concurrió a la oficina el hermano de aquel, Alejandro Raffo, cobrando US$ 43.000 y US$ 110.000 cada vez. -Obra en mi poder fotocopia de un convenio de horarios con la empresa Tomás Guarino, a través de la cual el Dr. Svetogorsky se encargaba de las “gestiones administrativas” ante el MTOP, motivo de licitación. -Asimismo adjunto fotocopia de un recibo de US$ 10.000, hecho por el Dr. Raffo el 3/11/92 (…). -También se produjeron 50 entrevistas entre marzo de 1993 y diciembre de 1994 con el Sr. Enrique Braga; otras con el Cr. José Luis Ovalle, exministro de Transporte, otras entrevistas mantenidas con el Sr. Villanueva Saravia con motivo de la adjudicación de la quinta línea de bombeo de OSE y también algunas entrevistas con el diputado Jaime Trobo. -En el caso de éste último, -por ejemplo, me consta que en una oportunidad se le entregaron US$ 10.000 en la oficina de la empresa y en otras dos ocasiones yo le llevé dos envíos de dinero a su despacho en el Palacio Legislativo”.
Este es el comienzo de una documentación que vamos a desarrollar extensamente en otras ediciones. Mientras tanto, hago algunas preguntas: ¿cumplió el Dr. Pablo García Pintos su promesa de devolver el dinero, todo, todo, retirado con su tarjeta corporativa al Banco de la República Oriental del Uruguay? Si devolviera el dinero volcado por García Pintos al Partido Nacional, se extinguiría el delito imprescriptible de lavado de activos. ¿Qué investigaciones se han hecho sobre las tarjetas corporativas de los doctores Milka Barbato, Carlos Rodríguez Labruna y el Cr. Daniel Cairo? ¿Qué otras tarjetas corporativas había en el Banco República en ese momento? No sería hora de investigar otras tarjetas corporativas utilizadas por los directores de distintos organismos del Estado durante los gobiernos de Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle y Jorge Batlle? Seguiremos con el tema. Esto recién empieza.
LA CLÁSICA REPARTIJA de los BLANCOS y COLORADOS
Medio y medio por la coalición y un brindis por pierrot
Siendo secretario general de la OEA el ex diplomático brasileño João Clemente Baena Soares, lo visité en su despacho. Uruguay había pasado a ocupar la presidencia de la por entonces flamante Comisión de Medio Ambiente. Era un hombre conocido por su avasallante sentido del humor. Me dijo en portuñol “Eu ayo que seu un tema Muito importante. No tein qui falar do ‘meio ambiente’, sino de ‘ambiente tudu’”. La anécdota viene a cuento con la reformulación de la coalición después de la renuncia del canciller Talvi. Parece ser que hubo un cambio en la relación de fuerzas dentro de la coalición y el sector mayoritario del Partido Colorado cambió cancillería por un ministerio aún inexistente y que se crea dividiendo otro.
No existe el Ministerio de Medio Ambiente. Se va a crear no para jerarquizar el trato por parte del Estado de un tema tan importante: un derecho humano de tercera generación. Si así fuera, enhorabuena. Pero nos da derecho a ser desconfiados, porque ya hay un precedente. Durante el gobierno del Dr. Jorge Batlle, se armó una coalición, que también descansaba en el reparto de cargos, y se creó un Ministerio de Deportes que duró lo que duró la coalición. Luego volvió a la órbita del Ministerio de Turismo como una dirección más. Esto más allá de su titular, un ciudadano respetado y hoy desaparecido. Pero ¿cuánto salió al Estado, en tiempos de ajuste, la creación de un Ministerio solamente para tener un cargo más para los socios?
¿No estaremos ante un mismo riesgo? En este caso particular, se crea el Ministerio de Medio Ambiente, pero se mantiene en la órbita de la vieja cartera la competencia del acondicionamiento Territorial. Este seguirá siendo una dirección del ministerio. Me pregunto: ¿se pueden generar políticas ambientalistas si otra cartera mantiene el acondicionamiento territorial? ¿No estarían dividiendo un ministerio al medio para que uno dirija la política estatal y otro cuelgue el nombre en la puerta?
Parece ser que no soy el único con este tipo de dudas. El expresidente Julio María Sanguinetti, en algún momento considerado el “administrador de la coalición multicolor”, ha lanzado una luz a los navegantes cuando dice, en El Correo de los Viernes, recogido por La Diaria el 10 de julio, pasado: “En el Partido Nacional tienen que `asumir´ que el gobierno no es `blanco´ sino, y `como ha dicho el presidente reiteradamente, multicolor”. Remata diciendo: “Los colorados mantendrán espíritu de armonía (…) pero también voz propia”. Sin lugar al más mínimo margen de error, algunas de las dudas que atraen nuestra atención son compartidas desde dentro de la colación, llamada “multicolor”, aunque nos rechine el nombre.
Sanguinetti no es el único que hace un llamado a los despistados. Parece haberlo hecho primero que nada el propio presidente. ¿Quién sabe exactamente por qué se fue Talvi? Todos le vimos junto al presidente decir que sería “su decisión” el momento del alejamiento y que este se debería a un acuerdo sobre dónde podía ejercer más influencia política en el proceso de toma de decisiones. Luego trasciende que prevé su partida para diciembre y luego que Uruguay abandone la presidencia pro témpore del Mercosur.
Partiendo de esa base, que es información pública, ¿no es raro que se precipite el tratamiento de su renuncia, desde la Torre Ejecutiva, para darla a conocer en plena Cumbre del Mercosur. Aún más: la reunión del Mercosur en la que Uruguay se hacía cargo de la Presidencia. Hay más noticias para este boletín: el día que iban a intercambiar por zoom, a distancia, los cancilleres. Por si no fuera suficiente: el día antes de que los presidentes dialogaran entre ellos, todos, menos el de el Uruguay que asumía la presidencia, acompañados a su derecha por sus ministros de Relaciones Exteriores. ¿No es llamativo? Deliberadamente no uso el calificativo raro, sino llamativo.
La salida de Talvi ocurre tras su oposición de embretar más a Venezuela, días después de haber anunciado una “nueva diplomacia,” sobre pilares que ya se anuncia que no se aplicarán. Y dejo para el final la gran interrogante. Como aparentemente Talvi no se va, sino que lo sacan, es ajena su definición de “gravísimo error” votar el candidato del políticamente feneciente Donald Trump para presidir el BID. Recordemos que, insistiendo en la buena salud de la coalición, el Dr. Sanguinetti ya había firmado una carta junto a otros expresidentes criticando la candidatura del imperio.
La respuesta estará cuando Uruguay tenga que levantar la mano: o el candidato de un presidente pronto para dejar de serlo, en EEUU; o por nuestro hermano del Mercosur y de la Patria Grande, con la que soñaron, Wilson y Methol: Gustavo Béliz de Argentina. Si es que la candidatura yanqui sobrevive. Lo único peor que el cipayismo es el cipayismo innecesario.
En lenguaje de estos tiempos, el virus de la confrontación infectó a la coalición desde su nacimiento. Hoy parece haber dejado de ser asintomático.
Réquiem por el Mides
escribe: Juan Pablo Labat
Las nuevas autoridades del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) se han propuesto un cambio en la concepción e las políticas sociales. Este cambio es muy sustantivo y se manifiesta en múltiples acciones explícitas pero su análisis en profundidad requiere de cierta pericia si se lo quiere caracterizar con claridad.
El asunto central es que pasamos de una idea de política focalizada que proponía un acompañamiento estructural hacia las políticas universales de un sector de la población que no está integrado plenamente ni hace ejercicio efectivo de todos sus derechos, a una idea de política de corte individual, donde existen personas cuyos problemas deben ser resueltos a través de una sociedad de mercado, que las nuevas autoridades entienden que es la que brinda y regula las oportunidades. De este modo parten de la base que existen las oportunidades y están a la vuelta de la esquina y lo que hay que hacer es motivar un poco a la población para que las encuentre y las aproveche, transfiriéndole la responsabilidad de alcanzarlas o no.
Estamos ante la vieja historia de que la pobreza es un asunto personal, que le toca a uno como le puede tocar a otro y en cualquier caso depende de la voluntad individual salir de ella.
Toda esta transferencia de responsabilidades desde lo social como un todo a lo personal y particular, se presenta ante la sociedad como una atención personalizada, con la misma retórica con que una empresa de servicios nos vende una atención preferencial, cuando en su lugar se están entregando prestaciones, en general inferiores a las anteriores y transportando la responsabilidad sobre los resultados a los “beneficiarios” de las mismas.
Es decir, estamos ante la vieja historia de que la pobreza es un asunto personal, que le toca a uno como le puede tocar a otro y en cualquier caso depende de la voluntad individual salir de ella. Según esa concepción, no hay determinantes estructurales de la sociedad que requieran políticas globales que definan la estructura de oportunidades sino que de eso se encargan los mercados, nada tienen o nada pueden hacer las políticas por ello, y lo que se hace, a través de las políticas de asistencia, es acompañar a aquellos que por esas cosas de la vida quedaron al costado, y que si le ponen empeño y esfuerzo van a llegar a un nivel aceptable de bienestar.
La experiencia planetaria da cuenta de que esto es en su mejor interpretación, una gran fantasía, y en su peor un engaño. Pero el problema principal es que, de semejante error de diagnóstico, derivan un conjunto de orientaciones imposiblemente correctas, porque el que le erra a la caracterización del problema casi de seguro se equivocará la solución.
Las estructuras montadas por el Ministerio de Desarrollo buscando que la población fuera acompañada hacia lo universal, hacia la integración social plena, son vistas como innecesarias por las nuevas autoridades.
Las acciones de la política social que relacionan a los individuos con la estructura de oportunidades; la salud, la educación, el trabajo, etc., tenderán a quedar fuera de la órbita de intervención del Ministerio de Desarrollo Social. Las repercusiones de esto tardarán años en ser superadas.
Las estructuras montadas por el Ministerio de Desarrollo buscando que la población fuera acompañada hacia lo universal, hacia la integración social plena, son vistas como innecesarias por las nuevas autoridades. Para esta visión esas estructuras y políticas construidas en los últimos años son gastos y eventualmente despilfarros, como le gusta decir a la derecha más rancia. Esta derecha, de la mano de la prédica aporofóbica instalada en los últimos años en las clases medias, justifica un ajuste del gasto y este ajuste implica recortes que ya comienzan a verse y que razonablemente no pueden ocultarse.
Lo que se elige recortar, aplicando el decreto 90/2020 son gastos de inversiones y funcionamiento, a lo que se agregan gastos en transferencias y gastos en beneficios que recibían los estratos más bajos que ante una situación general de empobrecimiento deberían expandirse y van en sentido contrario. Beneficios que, dicho sea de paso, eran ya muy magros.
Se ven como objeto de ahorro los programas de acompañamiento en problemas de violencia social. La violencia basada en género preocupa pero ya no tanto, la intervención en la materia ha dejado de ser una tarea altamente calificada. La violencia sobre los adultos mayores fue desmantelada. La intervención a través de la sociedad civil en los programas de acompañamiento familiar fue reducida. Van sólo cuatro meses y no ha habido una sola intervención programática donde se haya expandido el apoyo a los más necesitados en relación a las nuevas necesidades sociales. La gente rebota en los refugios buscando lugares, las mayoría de las oficinas han restringido sustantivamente la atención al público priorizando a los coordinados por agendas, lo que va en desmedro de quienes no tienen activos con los que manejarse, y quien no tiene un smartphone está en el horno. Hay más de 100 mil pobres nuevos y 100 mil empleos destruidos y se reparten canastas de 1200 pesos mensuales, nadie puede aspirar a una tarjeta del MIDES, el principal programa de promoción del empleo que es Uruguay Trabaja está parado y en proceso de desguace. Ya no importará que la gente salga del programa con capacitación, ni con arreglos dentales ni con lentes ni con documentos, y así todo, sólo importa ahorrar para decir que con ello aumentarán los cupos siendo más eficientes cuando lo que hacen es suprimir prestaciones y demorar la ejecución para juntar un año con el otro.
Estamos frente a un gobierno traumado y obsesivo con la concentración de la autoridad, que tras un discurso de amplitud y libertad opera con una lógica práctica autoritaria que dice y pregona que no existe más voz que la del gobierno y por ende desprecia la participación de la sociedad civil en las políticas sociales.
Los lineamientos de atención al público de la página del MIDES no son reales, la puerta de la sede central del ministerio permanece cerrada al día de hoy para no atender a la gente y no ha habido comunicación oficial en relación a la cuarta canasta no sea cosa que cada uno venga por la suya.
Además, estamos frente a un gobierno traumado y obsesivo con la concentración de la autoridad, que tras un discurso de amplitud y libertad opera con una lógica práctica autoritaria que dice y pregona que no existe más voz que la del gobierno y por ende desprecia la participación de la sociedad civil en las políticas sociales. Incluso cree que buena parte de los programas sociales que eran implementados a través de la sociedad civil fueron dinero desviado. Y con esa idea se construyen titulares de prensa, verdaderas campañas de desprestigio contra organizaciones sociales que no tenían ni tienen ganancia empresarial
Por un lado hay un ataque virulento a un conjunto de organizaciones de la sociedad civil, a veces con nombre y apellido, que se escrachan en la prensa por presuntos problemas administrativos, que mediáticamente son transformados en problemas penales, pero en realidad no terminan ni de llegar al juzgado porque no son ciertos (recordemos las denuncias de un mecanismo para desviar fondos desde las ONGs por más de 5 millones de dólares en maniobras de alquileres con más de 20 organizaciones involucradas que a la fechas desapareció como la niebla al salir el sol).
Al día de hoy el ministerio tiene decenas de técnicos en todo el país controlando que una persona que cobra una pensión por discapacidad, o una tarjeta, o una asignación no vaya a cobrar una canasta pero no tiene a nadie chequeando si los jóvenes que van a la universidad privada la han cobrado.
Al mismo tiempo ingresan a trabajar con el estado otras organizaciones civiles y lo hacen por la ventana. Estas nuevas organizaciones sí son de amigos del gobierno e ingresan con contrataciones directas y sin licitación. Hay todo un mecanismo que denuncia como irregularidad penal a un conjunto de organizaciones que fueron y siguen siendo un puntal en el desarrollo de las políticas públicas. Estas organizaciones son demonizadas por eventuales errores administrativos menores pero por otro lado entran, con el silencio de los grandes medios, otras organizaciones de los amigos del gobierno, de los integrantes de listas que apoyaron al presidente o a alguno de sus dirigentes cercanos. A pesar de las denuncias contra “la sociedad civil” en realidad ahora el MIDES se acerca oscuramente a “otra sociedad civil”, y lo hace sin licitación, por contratación directa. Entretanto se dan de baja algunas contrataciones o se precariza la contratación de algunos trabajadores. Por ejemplo, se despiden a más de 100 personas que estaban contratadas para ejecutar el programa de Cercanías, y se volverán a contratar a 80, pero como unipersonales, y además se las vuelve a contratar con menor sueldo. Es decir, se van deteriorando las capacidades, y se abandona temporal o definitivamente a las familias, que son las que están en la peor condición social del país.
Pero este tópico bochornoso de la sociedad civil no termina acá. En días recientes el MIDES tuvo que recurrir a una de esas organizaciones de la lista que en su momento, buscando desprestigiarlas, llamaron “ONGs compañeras” para intentar atajar el problema de calle, y lo hizo porque sus organizaciones amigas, las que contrata discrecionalmente sin licitación no han querido agarrar viaje y no garantizan calidad alguna en algo que si lo hacen mal resulta públicamente inocultable. La muerte de una persona en calle que había querido ingresar a un refugio volvió a recordarle al gobierno que hay cosas con las que no conviene hacer gárgaras con tachuelas y que años de experiencia de trabajo de gente comprometida con los problemas sociales, sean del pelo que sean, no se sustituye con la tan idealizada voluntad.
Otro de los tópicos fundamentales es el que tiene que ver con la gestión de las transferencias monetarias. Un asunto que habitualmente se le asigna a los Ministerios de Desarrollo Social o a los sistemas de protección social que trabajan con los sectores más pobres de la sociedad. En este tema, por el contexto de la pandemia, hubo un congelamiento total de los programas y por lo tanto está suspendida la aspiración a ingresar al sistema. Los sistemas de transferencias monetarias en Uruguay son sistemas que trabajan a demanda. Cuando hay procesos de empobrecimiento fuerte de la población, como en la actualidad, los mostradores del MIDES siempre están abarrotados de gente, solicitando una visita para poder acceder a una transferencia. Eso hoy es imposible de hacer porque las oficinas de atención redujeron mucho sus capacidades, casi no se efectuaron visitas a hogares y no se implementaron modalidades de inscripción alternativas y por lo tanto hace meses que casi no hay nuevos ingresos a esas prestaciones a pesar del empobrecimiento. Por otro lado se ha habilitado una aplicación de celular para el acceso a una canasta de 1200 pesos mensuales que se le asigna a los informales cuyo criterio de otorgamiento es incorrecto desde una perspectiva preocupada por la focalización de las transferencias, además de constituir una importante barrera para el acceso de la población con menores activos y un estímulo a la informalidad. La famosa App que festeja el gobierno porque le permitió en pocos días llegar a algo más de 200 mil informales no ha llegado en buena medida a quienes más lo necesitan, principalmente porque no tienen su Smartphone en un funcionamiento apropiado, lo cual es un hecho gravísimo pero ha sido adecuadamente opacado por supuestos resultados de auditorías, como la primera muerte en calle fue opacada casualmente con unas bolsas de café vencido.
En resumen, como ministerio de desarrollo social y desde una perspectiva de políticas sociales, esto no va para ningún lado. Al día de hoy viene sobreviviendo porque las puertas están aún medio cerradas y no atienden a la gente en su verdadera demanda.
Esta novedad de transferencia en modalidad “canasta” debilita mucho los criterios de selección por pobreza y eso es un problema de mediano y largo plazo. Uruguay venía con las mejores políticas focalizadas en pobreza del continente, con excelentes trabajos técnicos que valoraban la situación del hogar y la situación de las personas, con criterios de selección basados en variables estructurales que determinaban el acceso a las prestaciones. De pronto pasamos a una simple constatación de informalidad, donde, a modo de ejemplo, un muchacho que no trabaje y que curse una carrera en una universidad privada y que a los ojos de este programa es un informal, aunque en la realidad del mercado de trabajo es un inactivo, puede ir a cobrar una canasta, aunque no le sirve para nada – de hecho en general no la va a cobrar – pero una mujer que sigue viviendo en la peor de las penurias con cinco hijos, en un rancho que se cae a pedazos, como es titular de una Tarjeta Uruguay Social está imposibilitada de cobrarla.
Al día de hoy el ministerio tiene decenas de técnicos en todo el país controlando que una persona que cobra una pensión por discapacidad, o una tarjeta, o una asignación no vaya a cobrar una canasta pero no tiene a nadie chequeando si los jóvenes que van a la universidad privada la han cobrado.
El asunto de la urgencia por entregar ingresos podría justificar y hasta considerar una perspectiva basada en criterios menos estructurales, pero el abandono de la perspectiva de considerar al hogar como espacio de referencia para el desarrollo de las políticas sociales es un viaje sin retorno, un viaje hacia la ineficiencia, la ineficacia y la inequidad, un viaje que no emprendería quien tuviera idea a donde va.
Otras de las cosas que se pueden ver en estas semanas es la vuelta al Uruguay clientelar. Han retornado las canastas físicas que se otorgan por distribución en el territorio y ya han aparecido múltiples denuncias de que esa distribución se mezcla con otra que se realiza en camionetas de partidos políticos, lo cual naturalmente desvirtúa toda la política.
Eso se da fundamentalmente en las intendencias del interior, donde los partidos de la coalición multicolor tienen más fuerza y algunos caudillos locales ponen todo para el retorno a las políticas clientelares, que realmente venían en retroceso en Uruguay. Esos mecanismos incluso habían comenzado a desmantelarse en los últimos tiempos de los gobiernos de partidos tradicionales cuando se logró el ingreso a la seguridad social sin la tarjetita.
Ese sistema corrupto estaba desterrado, pero ahora estamos volviendo a las tarjetitas con las canastas que se reparten en varias localidades del interior, donde se mezclan algunas canastas del Estado con algunas canastas de los partidos. Además volver a la canasta en formato material no se justifica salvo en rarísimas excepciones, porque las transferencias se pueden hacer a partir de sistemas electrónicos y eso cubre a toda la población, incluyendo a los más pobres de todos, que también cobran por su tarjeta en modalidad electrónica.
La única justificación de entregar canastas físicas por miles es poder ir a repartirlas cara a cara, para poder ir a comprar los votos.
En paralelo a eso se integra a la Ley de Urgente Consideración, la creación de 115 cargos de pases en comisión al Ministerio de Desarrollo Social, absolutamente innecesarios. Esta cuantía proviene de otros momentos donde el Ministerio no tenía estructura e implica tener 115 cargos políticos más, traídos a elección del ministro, en este caso del Subsecretario desde el resto del Estado. Esto configura un pasaje directo a la politiquería barata, tradicional, histórica, que sostuvo tantos años a los partidos tradicionales y trajo tanto atraso entre otras cosas a la función pública. Se trata de poder regentear todas las políticas sociales a partir de caras políticas. En este momento lo que está sucediendo en el MIDES es que las propias oficinas que atienden a la gente, empiezan a tener un jefe político. Ya no es más un jefe técnico, que se encarga de la valoración de las situaciones sociales, sino un político.
En medio de eso, se da esta conjunción; por un lado un ajuste presupuestal, cumpliendo con el decreto citado de reducir un 85% de los gastos, que para el Ministerio de Desarrollo Social no es poco y una politización de todo el aparato de las políticas sociales que vienen a traernos esta nueva normalidad política, que es un atraso de 30 años respecto a lo que se había logrado en el país, y que no viene en sintonía con ninguna de las críticas hasta ahora desarrolladas contra el MIDES durante largos años ni durante la reciente campaña electoral
En resumen, como ministerio de desarrollo social y desde una perspectiva de políticas sociales, esto no va para ningún lado. Al día de hoy viene sobreviviendo porque las puertas están aún medio cerradas y no atienden a la gente en su verdadera demanda.. El problema de las orientaciones de ajuste en medio del empobrecimiento sumadas al tamaño de los errores sistemáticos y cotidianos por impericia de los jefes políticos no es menor y es imposible que no tenga consecuencias. Lo que se puede esperar lamentablemente es un gran empantanamiento.
Tenemos un subsecretario, un director general y otro conjunto de directores que simplemente están para intentar gestionar esto y para hacer política, no sabemos aún si en el mejor sentido de la palabra, porque vinieron a hacer eso, así lo dijeron, y lo repiten. Están para hace propaganda con auditorías y para simular el control de programas mientras que los achican o los cierran, y no se desprende ninguna preocupación genuina por la gente en sus acciones. En su norte está conseguir algún camino al éxito y ya empiezan a preparar la campaña 2025. Y la campaña 2025 tiene que ver con esto de defenestrar todo lo que se hizo antes y poder tener modalidades de políticas que les permitan entregar cosas en mano, modalidades que les permitan rehacer clientela.
Eso ya lo conocemos, el Uruguay clientelar se construyó de esa manera. Pero ojo, porque es difícil hacer esto sin que a la larga nadie lo advierta, incluso dentro de sus propias filas. Pueden tener problemas, puede que la gente empiece a darse cuenta de que buena parte de lo que se hace no está bien, y que buena parte de lo que se comunica es verso, humo. Porque lo que sucedió en este país respecto a la recuperación de derechos y al acceso efectivo al bienestar de la población en los últimos años es muy real y quizá está adormecido, pero puede despertar.
Las políticas sociales de este gobierno, desde la perspectiva desarrollada en estos años pasados, significarán un gran retroceso. Van a desarmar cosas hechas que podrán tener problemas, incluso errores, pero tienen perspectivas, tienen objetivos, desarrollaron capacidades, y además cumplen importantes funciones sociales.
Hoy asistimos a la refundación de un conjunto de malas prácticas que después va a dar trabajo desterrar. Lo vamos a sentir en el mercado de trabajo, en el poder adquisitivo de los trabajadores y de los jubilados, que es donde tienen más para recortar, en la calidad de los servicios de toda índole, en el recorte de las libertades.
Las derechas no vienen principalmente por las políticas sociales (asistenciales), esencialmente vienen por la masa salarial, por el reparto en el sistema productivo, por reequilibrar sus cuentas, cuánto va para el capital y cuánto va para el trabajo, y en países como el nuestro, cuando baja la masa salarial, también bajan las jubilaciones y las pensiones, crece la informalidad, la desprotección en general. Eso es lo que se viene.
Las derechas no vienen principalmente por las políticas sociales (asistenciales), esencialmente vienen por la masa salarial, por el reparto en el sistema productivo, por reequilibrar sus cuentas, cuánto va para el capital y cuánto va para el trabajo.
Estos modelos que llegan arriba de discursos de seguridad, de la tan mentada seguridad ciudadana, de la supuesta seguridad pública, vienen a traer en realidad una gran inseguridad, la inseguridad alimentaria, la inseguridad educativa, la inseguridad sanitaria y la inseguridad en la protección social, además del recorte de libertades de las grandes mayorías y la expansión de libertades de la minoría poderosa. Pero el ambiente que ha favorecido “el cambio” puede cambiar y esas otras inseguridades van a empezar a expresarse.
Históricamente nuestro país tuvo en momentos de crisis, una preocupación preponderante sobre el trabajo, los ingresos y la alimentación, por sobre cualquier otro problema social. No sabemos si la pos verdad podrá llegar a implantar un relato distinto, asistimos a una nueva era de la política, con nuevas tecnologías de generación de opinión, con grandes esfuerzos e inversión en publicidad que disponibilizan cantidades de recursos destinados a libretar todas las acciones del gobierno, con ejércitos de trolls, linchamientos públicos y campañas de humo. Una verdadera guerra política que se da a través de acciones comunicativas. En todo ese debate de construcción simbólica también estamos metidos.
Habrá que ir a la plaza, pero también habrá que ir explicando estas cosas casa por casa
origen del neoliberalismo
El neoliberalismo es incompatible con la democracia
El neoliberalismo nació en una dictadura, la de Augusto Pinochet implementada por economistas de la Escuela de Chicago.
escribe: Emir Sader Página/12
Pero luego se extendió a gobiernos elegidos, en América Latina y Europa. Sin embargo, con el tiempo, el neoliberalismo ha demostrado ser incompatible con la democracia. Brasil es un buen ejemplo.
El primer proyecto neoliberal en Brasil fue el del gobierno de Fernando Collor de Melo, presidente electo, en 1989 aun con las manipulaciones antidemocráticas de Globo en el debate final con Lula da Silva.
Collor centró su campaña en dos temas centrales para el neoliberalismo: los funcionarios públicos serían maharajás (reyes) y los automóviles producidos en Brasil serían carrozas. Comenzó con Collor la campaña para criminalizar al Estado y abrir la economía al mercado internacional.
Derrocado por las acusaciones de corrupción, el proyecto neoliberal fue retomado en el gobierno de Itamar Franco, y luego por Fernando Henrique Cardoso, quien reformuló el modelo, pero lo continuó.
Fue con este proyecto que Cardoso logró ser elegido y reelegido en las elecciones del 1994 y 1998, convenciendo a la mayoría de los brasileños de que el mayor problema en Brasil sería un gasto público excesivo, lo que generaría inflación. Hasta entonces, el neoliberalismo parecía compatible con la democracia.
La hegemonía neoliberal se debió a la descalificación del Estado, sus gastos, la exaltación del mercado y los empresarios. Se agotó por la crisis final del gobierno de la Cardoso, y su partido nunca más pudo convencer a la mayoría de los brasileños de estas posiciones, perdió su capacidad hegemónica.
Al no hacer políticas sociales, creyendo que el control de la inflación sería suficiente para mejorar las condiciones de vida de los brasileños, el gobierno de Cardoso terminó agotado, con su imagen reducida a su nivel más bajo. Fue el último momento en que el modelo neoliberal sería puesto en práctica por un gobierno elegido en elecciones.
Tras la primera victoria de Lula, en 2002, las políticas neoliberales pasaron a ser rechazadas por la mayoría de la población, lo que continuó sucediendo a lo largo otras tres elecciones: 2006, 2010 y 2014.
Los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) consolidaron la posición de la mayoría de los brasileños, quienes prefirieron democráticamente las políticas antineoliberales a las políticas neoliberales del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB).
Los brasileños consagraron que la democracia era totalmente compatible con el desarrollo económico acompañado de políticas sociales para la distribución del ingreso y la inclusión social.
La democracia y el antineoliberalismo se casaron, en el período más virtuoso de la historia brasileña en mucho tiempo. Los cuatro gobiernos del PT han representado y acentuado la hegemonía del modelo antiliberal.
Fue necesario romper la democracia, con un golpe de estado contra Dilma Rousseff, sin ninguna base legal, para que las políticas neoliberales volvieran a ser puestas en práctica en el gobierno de Michel Temer. Un gobierno ilegítimo, no elegido por el pueblo, que asumió la reanudación del modelo antidemocrático neoliberal.
El gobierno de Jair Bolsonaro y su política ultraliberal solo fueron posibles cambiando los temas de la campaña a otros temas que no sean económicos y sociales. Pero, además, por la monstruosa manipulación electoral: impidieron a Lula, favorito para ganar las elecciones en la primera vuelta – proponiendo el modelo antineoliberal – e instrumentalizaron las fake news para falsear el proceso electoral.
Muchas personas hoy están en contra de Bolsonaro – el ciento, según las encuestas -, sin estar en contra del neoliberalismo.
Incluso aceptan que no vivimos una democracia plena, porque el presidente comete todos los delitos de responsabilidad, él y sus hijos están involucrados en casos de corrupción, pero las instituciones no trabajan para sacarlo de la presidencia. Los medios están frontalmente en contra de Bolsonaro, algunos incluso se pronuncian por la necesidad de removerlo del gobierno, pero sin oponerse a la política económica neoliberal.
Sin embargo, no se dan cuenta de que solo sin democracia, solo con un estado de excepción, es posible tener un gobierno que implemente una política económica contra las necesidades de la gran mayoría de las personas.
Una política económica que solo favorece a los bancos privados y al capital especulativo, promoviendo la recesión y la depresión económica, así como el desempleo y la precariedad a la que la gran mayoría de los brasileños están condenados.
Solo con un retorno a la democracia será posible que la mayoría de la población exprese su voluntad mayoritaria, lo que choca directamente con el modelo neoliberal, priorizando el desarrollo económico con distribución de ingreso, luchando en contra la pobreza, la miseria, el hambre y la exclusión social, solo son posibles con el retorno a políticas antineoliberales.
UN ARTICULO PRE MONITOR DE LO QUE HOY, PADECEMOS CON EL GOBIERNO CÍVICO MILITAR DEL HERRERISMO: SI SOLO EL 1.7 % POR EL QUE GANÓ LACALLE EL OLIGARCA, HUBIESEN LEÍDO ÉSTE ARTICULO, OTRO HUBIESE SIDO -TAL VEZ- EL GOBIERNO.
2019, LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS
¿Por qué blancos y colorados no explican las cosas que han hecho?
escribe: Alberto Grille / revista Caras y Caretas
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