Sofismas y falacias en el discurso de la derecha
Es que tiene lógica. ¿Qué puede decir la derecha que va a hacer en materia económica distinto o mejor que lo que ha hecho la izquierda en los últimos años? Lo que puede decir es nada, no puede decir nada como lo está haciendo ahora, apenas balbucear algo así como que “va a hacer lo mismo que la izquierda pero un poquito mejor” sin explicar cómo. La pregunta inmediata es ¿para qué cambiar entonces de fuerza política?
La derecha se propone acceder al gobierno con el típico discurso de la reacción, el mismo que utilizó siempre y con el mismo libreto de siempre en todas las áreas del planeta: “la derecha pone orden”.
Ahora bien, la derecha esencialmente en nuestro país se plantea ganar las elecciones sobre la base de su estrategia para combatir el delito y su postura ha sido la de proponer reformas a la Constitución y hacer de esta discusión su eje de campaña, por tanto su primera ubicación es la que nos dice que para combatir mejor el delito hay que bajar la edad de imputabilidad obviando que los delitos llevados a cabo por menores son un porcentaje ínfimo. Otra porción de la derecha, que no toma necesariamente o estrictamente este discurso, adecua el tono represivo al discurso de “mano dura con la delincuencia”. En realidad la derecha en distintas formas, estilos y composturas nos dice siempre lo mismo a través de sofismas y falacias.
Despejemos falacias. Primera falacia: defienden la creación de leyes de tipo penal represivo. Esta ha sido la lógica de los últimos 30 o 40 años, la inflación penal, generar más penas, crear más delitos. La respuesta equivocada que dan al problema ha quedado patente en la realidad, ya que sin gobernar el Frente Amplio y con este tipo de soluciones, el delito no fue eliminado de la sociedad. Fueron gobierno, pero no resolvieron el problema. Segunda falacia: proponen una política de “mano dura”. El FA desde que es gobierno a partir de la aplicación del sistema normativo penal preexistente, sin crear ni aumentar las penas en su gobierno, con las normas existentes, hizo cumplir la ley de tal forma que existe en nuestro país, lamentablemente, ya que no es un récord positivo, un récord de presos en las cárceles. Es decir que si se trata de la aplicación de la ley penal, la izquierda la ha aplicado de tal forma que se alcanzaron cifras nunca antes vistas de personas recluidas en cárceles. Por tanto, la “mano dura” de la que hoy hablan y la escenografía de la baja de imputabilidad es otro sofisma, otra falacia de la derecha.
¿Qué plantea el Frente Amplio sobre este asunto? Que se siga aplicando lo que ha venido haciendo en los últimos 9 años, llevar la pobreza de un porcentaje cercano al casi 40% al 10% y hacer desaparecer la indigencia, aumentar las fuentes de trabajo, generar ámbitos de discusión sindical, impulsar, coordinar, y crear redes sociales, invertir mucho en educación y salud entre otros aspectos.
Que el delito no se ha erradicado totalmente en nuestro país es cierto, pero para empezar, la primera pregunta que se debe responder con honestidad intelectual, sin gritos a la tribuna, es ¿existe sociedad en el mundo del tipo que sea, que haya logrado erradicarlo totalmente? La respuesta es no. Podemos poner como referencia países centrales como EEUU y democracias europeas, en particular, -lo que para mí puede ser un modelo a seguir- los países escandinavos, donde mucho antes que nosotros han satisfecho las necesidades básicas de la sociedad, ejemplo de democracias sin sesgo de intolerancia y donde en definitiva el delito también existe.
¿Y saben por qué? Porque el delito es un problema humano, y para nuestra desgracia en nuestro país fruto de décadas de continuidad de gobiernos neoliberales y de fascismo, el delito ha tenido el mejor caldo de cultivo, ya que proviene de la ruptura profunda de un tejido social que no se recompone en días, ni en años, sino que lleva décadas.
Visión Universitaria 
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