03
May
24

A Manini, el pasado lo condena

MANINI, REPARACIONES Y SUS CONTRADICTORIAS
VERSIONES DE CÓMO CONSTRUIR EL FUTURO.

escribe: Juan Pedro Ciganda

Cabildo Abierto y su líder indiscutido – más allá de fuegos de artificios muy eventuales- reiteradamente se refiere a todo lo que atañe a las miradas sobre el pasado, la dictadura civil militar, la aplicación de las leyes a violadores de derechos humanos, con una crítica general sobre el negativo efecto de esas discusiones y reivindicaciones de la sociedad y la política al tiempo de pensar en el futuro.

En su mirada, el «quedar atados» al pasado obtura los senderos para construir un futuro mejor para los uruguayos.

Mas, a su vez, él y su partido no dejan de tener el espejo retrovisor limpio y pronto para dar versiones de la historia, con críticas muy corrosivas sobre el funcionamiento del Poder Judicial, la presencia de un espíritu de venganza en la sociedad y acaso también en la política y en la Justicia.

Al respecto entiendo al menos pertinente la mención de dos asuntos, apenas indicios menores de una fiebre que es más abarcativa y atañe a la sustancia misma del partido que Manini lidera.

El Senador reiteradamente subraya que, desde todo el espectro político, especialmente desde el Frente Amplio y movimientos sociales, se han utilizado adjetivos caprichosos sobre su presencia en la política cuando se ha calificado a su partido como de extrema derecha o partido «militar» o un partido de la dictadura o «reivindicador» de la misma.

¿Miradas al pasado como impedimento de construcción de futuro?

El legislador Lust, que luego de integrar Cabildo Abierto y desvincularse para conformar un Partido Ambientalista – y haciendo interesantes planteos a este respecto en lo que al agua se refiere como asunto de Estado – reafirma algunas críticas a la Justicia y a su vez define con claridad la raigambre del partido que está abandonando: «…la prisión domiciliaria es un tema que está inspirada en los presos de Domingo Arena…Cabildo se nutre electoralmente y nace de la familia militar…como los blancos han defendido siempre al agro, los colorados a la actividad industrial y los del Frente Amplio nacieron defendiendo a la clase obrera…cada uno tiene su perfil…»[1]

Por demás, el legislador que estaba refiriéndose a su futuro como fundador de una nueva fuerza, era claro sobre la construcción de Cabildo Abierto y no tan enfático como un tiempo anterior en que señalaba asuntos más delicados.

Así, oportunamente había afirmado que defendería a un integrante de su sector apartado del partido por una denuncia  de violencia de género – en palabras dirigidas a Adrián Puppo, integrante del sector Cruzada Oriental de Cabildo, «…la mitad de Cabildo Abierto fueron torturadores y … ¿y a vos que estás procesado porque le pegaste una piña a una mina te van a echar?«[2]

También resulta paradójico lo que concierne a las reparaciones impulsadas por la Coalición de gobierno con énfasis fuerte de Cabildo Abierto en lo que atañe a víctimas del «terrorismo o subversión o algo similar desde el año 1961».  

Más allá que todo el asunto merece análisis historiográficos más profundos, el punto es que el gobierno efectivamente aprobó con sus mayorías el proyecto en cuestión.

Se podía suponer que, así fuera parcialmente, en la mente de Cabildo Abierto o los cabildantes, la norma podía transformarse en un sentimiento de que por fin se había hecho algo de justicia y pasar a otra cosa.

No obstante, en La Mañana del 25 de abril del 2024 el editorialista – que se nombra como Carlos Martel, aunque fuentes acaso foráneas señalan que es un seudónimo para el periodismo del Esc. Guillermo Domenech –  se refiere muy críticamente a diversas normas reparatorias:

«… ha sido fácil advertir que, en los casos en que el Frente Amplio obtuvo la mayoría parlamentaria, hubo aprobación de leyes inconstitucionales, de leyes mentirosas que violentan la verdad histórica y una sobreabundancia de leyes reparadoras, en una interminable voluntad de aumentar esas retribuciones…..fue un ardid grosero, pero provechoso para llevarse millones y millones desde aquella fecha, aumentando y extendiendo las reparaciones que paga rigurosamente juan pueblo, sin respeto al bolsillo del sufrido contribuyente.»[3]

Más allá de las preocupaciones del editorialista sobre el sufrido ciudadano contribuyente y por la constitucionalidad de otras normas, pensemos que algunas de esas normas se vinculan con funcionarios públicos que fueran cesanteados por el régimen civil militar, en cuyo despido tuvo un rol importante la presencia del Esc. Domenech como abogado sumariante en la dictadura que proponía destituciones, en particular en el ámbito docente.

Así, el 2 de enero de 1979, Domenech firmó una constancia para cargos públicos, documento solicitado por la Junta de comandantes en jefe del Servicio de Información y Defensa. El documento, que forma parte de los «Archivos Berruti», era requerido para trabajar en el Consejo de Educación Secundaria Básica y Superior, donde Domenech fue abogado encargado de la Oficina de Sumarios a partir de 1975. Según consta en varios documentos participó en una investigación sobre trabajos y monografías supuestamente subversivas y de «contenido marxista», presentados por alumnos de los sextos años del Liceo 14 en 1972, para la aprobación del año.

En un informe confidencial fechado el 6 de agosto de 1975 figura como Domenech era quien investigaba a estudiantes y profesores por el contenido de estos trabajos. En las casi 40 páginas en las que se describe la actuación en el Liceo 14, el actual Senador interroga a profesores y alumnos y firma como abogado sumariante. Además, resolvió «proponer la destitución» de varios profesores, una resolución que se materializó el 9 de mayo de 1978 por el rector interventor Daniel Ferreira y por el Coronel Julio R. Soto, vicerrector interventor. En todos esos casos, Domenech aconsejó la destitución del docente con retención de sueldos debido a que este había aprobado varias monografías y resúmenes de libros en los que se formulaban «elogios de un sistema político de naturaleza subversiva».  El informe concluye que una monografía de las examinadas «constituye una desordenada selección de los sofismas y ridículos errores difundidos por el marxismo en nuestro país y en especial a través de la enseñanza, contando con la indebida colaboración de algunos docentes…»[4]

A nadie puede escapar que las mas que numerosas destituciones de funcionarios estatales supone, más allá de disparates jurídicos, haber hundido en la desocupación y la angustia a centenas o miles de familias.

Carlos Martel o Guillermo Domenech, editorializando en abril del 2024, se indigna por la forma de «hacer dinero» por medio de las normas reparatorias.

No merece mucho comentario.

Salvo señalar que el Senador Manini y su Partido no parecen ser muy consistentes al hablar de la necesidad de salir del pasado para construir el futuro, sin rencores.

En todo caso, el presente y el futuro se construyen asumiendo la historia y la memoria histórica.  Las páginas no se dan vuelta sin leerlas y, en todo caso, nada es impedimento para atender el presente y el porvenir. No son tareas incompatibles.

En esta dirección, la voluntad de construir futuro no tendrá un obstáculo en el pasado. 

Se trata de un mínimo de honestidad intelectual.


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