FRACAZÓ Lacalle Pou o MINTIÓ …

Los combustibles, un verso

Nada de lo prometido se está cumpliendo, pero mucho menos con los precios de los combustibles, y menos aún lo que anunciaron con la LUC.

Imagen ilustrativa. Foto: Manuel Lino/ Montevideo Portal

En todos los gobiernos y en todos los países, el manejo del precio de los combustibles es un buen resumen de la política económica, de las prioridades y de los éxitos y fracasos de una administración. En el Uruguay se agrega un elemento y es que desde la campaña electoral del 2019, pasando por el referéndum por la anulación de los 128 artículos de la Ley de Urgente Consideración, fue uno de los temas centrales.

Y aunque se hagan los máximos esfuerzos, y se recurra a los ingeniosos relatos, inexorablemente la verdad cruda y dura de los números saltan a la luz.

El último aumento y por lo tanto los precios de los combustibles durante el final del gobierno del Frente Amplio fue el 1° de enero del 2019; el aumento posterior aplicado por el nuevo gobierno multicolor fue el 1° de enero del 2021. A partir del precio dejado por el anterior gobierno se produjeron otros nueve aumentos de precios de los combustibles.

Estos son los cuadros comparativos en pesos uruguayos y en dólares norteamericanos de los diferentes combustibles:

1/01/2019

Super 95 – 30S	Premium 97 – 30S	Gasoil 50S	Gasoil 10S	Querseno	Supergás
$ 54,95	$ 57,01	$ 40,40	$ 60,60	$ 37,17	$ 46,90
US$ 1,422	US$ 1,463	US$ 1,036	US$ 1,555	US$ 0,954	US$ 1,203

1/10/2023

Super 95 – 30S	Premium 97 – 30S	Gasoil 50S	Gasoil 10S	Queroseno	Supergás
$ 77,54	$ 80,08	$ 59,39	$ 68,1	$ 59,5	$ 76,75
US$ 2,009	US$ 2,075	US$ 1,540	US$ 1,766	US$ 1,546	US$ 1,990

Aumentos

Super 95 – 30S	Premium 97 – 30S	Gasoil 50S	Gasoil 10S	Queroseno	Supergás
41,11%	40,46%	47%	12,37%	60%	64%

Cambio Peso – Dólar

2 de octubre 2023 – $ 38,549

29 de febrero de 2020 – = $38,962

Los combustibles que más aumentaron fueron el supergás (64%), notoriamente de consumo popular, el queroseno (60%) y el gasoil 50S de consumo para el transporte y la producción, en especial agropecuaria. Los que menos subieron fueron el gas oil 10-S (para motores diésel de última generación y coches de lujo) y la nafta super 97 (40.46%).

Puede ser una simple casualidad o un descuido, pero llama la atención.

En la campaña el discurso de Luis Lacalle Pou no dejaba dudas: “Si gana el Partido Nacional, se terminó el aumento de impuestos de las tarifas y los combustibles”.

Pasados tres años y medio exactos del gobierno multicolor, los combustibles aumentaron 10 veces y con los resultados a la vista. Pero hay otro aspecto que debe considerarse; el valor del dólar. En estos 42 meses, prácticamente no aumentó, al contrario, disminuyó. Eso es por lo que reclaman amplios sectores de la sociedad y una de las razones es fácil de imaginar ¿Qué hubiera sucedido con el precio de los combustibles si se le agregara una evolución normal del precio del dólar? Explotaría.

Nada de lo prometido se está cumpliendo, pero mucho menos con los precios de los combustibles, y menos aún lo que anunciaron a tambor batiente con la LUC.

Pero si tomamos solo dos datos económicos y sociales tendremos un panorama del fracaso de este gobierno.

Las exportaciones cayeron un 9% en setiembre 2023 en términos interanuales y 18% en lo que va del año respecto a 2022, según datos de Uruguay XXI. Y eso que ya comenzó a producir y a exportar la planta de UPM 2, de lo contrario el resultado sería mucho peor.

En julio de este año un asesor de ONU declaró: pese a tener el “estado de bienestar más desarrollado de la región”, en pobreza infantil el caso de Uruguay es “absolutamente extremo”. Hay aproximadamente 157.000 niños, niñas y adolescentes viviendo debajo de la línea de pobreza. Entre ellos, 30.000 lo hacen en condiciones de “emergencia habitacional”. Todavía siguen por encima de los niveles del año 2019 y han pasado 42 meses…

Son todas perlas de un collar que tiene frenado al país, que aumenta los costos de producción y enlentece o directamente frena el crecimiento, que ni siquiera da resultados en los números del déficit fiscal y del endeudamiento del país, y que tiene un fuerte impacto social negativo.

Números, no relatos falsos.