Archivo de 15 de febrero de 2009

15
Feb
09

laboratorio ideologico, en marcha en el 2009

De la dirección del blog:

Hemos vuelto. Enfatizaremos el acento en éstas semanas, en la elección del Orden de funcionarios (órgano de cogobierno) en el Hospital de Clínicas. Es un evento de alta jerarquía institucional y de una importancia democrática esencial en la vida de la Universidad de la República.

Endosaremos -como es clásico- temas de interés en éste blog/magazín, que sumarán al debate, su impronta. Gracias por vuestra inteligente opción.

15
Feb
09

falleció un amigo

AL AMIGO LORENZO El viernes 13 de febrero, falleció un amigo; Héctor Lorenzo. Nos quedamos con la imagen de aquél gurí simpático y risueño que con personal gracia y su solidaria actitud ante los demás, supo conquistar a casi todos. Fuimos amigos de él y compartimos más de una reunión familiar por eso, decimos amigos. La mezquindad humana nos fue alejando del diario contacto vestido artificialmente de ajetreo político sindical, pero nunca dejamos de demostrarnos el aprecio común. Ahora, en la hora del dolor, acompañamos a familiares y amigos de Lorenzo y tendremos un lugar en el alma, para recordarlo siempre. Amigo Lorenzo, con el alma; un eterno abrazo. Víctor Bagnuoli.

15
Feb
09

un problema a identificar bien

-LA INFLACION Y SUS CAUSAS-

Por Alberto Couriel economista / Senador por la 609-FA,

Es un elemento negativo que es necesario erradicar. En la actualidad se ubica en enero de 2009 para los últimos 12 meses en 9,21%. Una inflación de un dígito no es desproporcionada ni afecta los niveles de inversión, ni el cálculo de la rentabilidad, ni la actividad económica. El gobierno está preocupado en no alcanzar el 10% anual pues entraríamos en un proceso de indexación donde los salarios públicos y las jubilaciones pasarían de un ajuste anual a uno semestral. En los medios de comunicación aparecen opiniones de distintos economistas sobre las causas de la inflación. Entre otras, surgen voces fundamentalistas, muchas veces dogmáticas, basadas en concepciones teóricas que no necesariamente reflejan la realidad de Uruguay. Entendemos que la inflación puede derivar de diversas causas que pueden modificarse según el país y para cada etapa histórica. Lo que importa es analizar la composición de los distintos rubros para encontrar la mejor interpretación. Existen diversas teorías que intentan explicar los procesos inflacionarios. Hay una concepción monetarista que lo atribuye a una inadecuada expansión de los medios de pago que determina una sobredemanda de bienes y servicios, lo que genera el aumento correspondiente de precios. Uno de los elementos centrales de esta concepción le atribuye al déficit fiscal financiado con emisión monetaria la causa central de la inflación. En última instancia esta concepción se basa en que la demanda es la causa de la inflación y busca eliminar el déficit fiscal por la rebaja del gasto público y propone restricciones monetarias por la vía de la política monetaria. Otras concepciones ponen énfasis en la inflación por costos, por la vía del tipo de cambio, de los impuestos, de las tarifas, de los salarios. En otros casos se atribuye la inflación a factores provenientes del exterior, como la suba de los precios internacionales de los alimentos o del petróleo, entre otros. También pueden influir las expectativas de los agentes económicos, procesos de indexación y elementos especulativos. Una concepción proveniente de autores franceses atribuía a pujas distributivas entre distintos sectores sociales la causa central de la inflación. En la década de 1960 nuestras investigaciones nos acercaban a esta última concepción. En esencia, la puja era entre los exportadores y los trabajadores urbanos sindicalizados. Los exportadores, especialmente los laneros, exigían devaluaciones para colocar sus productos en el exterior. La presión era muy fuerte y muchas veces los gobiernos de la época devaluaban aprovechando también un aumento de ingresos fiscales por la vía de las detracciones. La devaluación traía aumentos de los alimentos que eran productos de exportación como la carne, el trigo y la leche. La devaluación originaba aumento de tarifas por el aumento de costos del petróleo. También subían los costos de los productos importados. El aumento de precios se generalizaba y los sindicatos urbanos, fuertes y organizados, solicitaban aumentos de salarios que podían pasar de anuales a semestrales e inclusive trimestrales. Eso generaba aumentos de costos a los industriales, sea de las materias primas nacionales, de las importadas y de los salarios, y los obligaba a aumentar sus precios para asegurar sus niveles de rentabilidad. A este proceso inflacionario iniciado por la puja distributiva entre laneros y sindicatos obreros, se agregaban posteriormente procesos especulativos, especialmente financieros, que generaban inflaciones de tres dígitos. En esa época el FMI sostenía que la inflación era de demanda ocasionada por el déficit fiscal y proponía altas devaluaciones que incendiaban el proceso económico por nuevas subas de precios.

Lo importante es analizar la inflación rubro por rubro para encontrar factores de demanda o de costos o de indexación. En el caso de Uruguay intervinieron enormemente factores externos derivados de la suba de los precios internacionales de los alimentos y del petróleo, tanto en 2007 como en parte importante de 2008. A ello se agregaron problemas climáticos que influyeron en rubros como frutas y verduras, que tuvieron restricciones de oferta, lo que originó subas de precios. En enero de 2009, anualizando las cifras, los alimentos fueron un factor relevante en los aumentos de precios. En enero, papas y tomates explican el 50% de los aumentos generales de dicho mes. No surgen factores de demanda monetaria, ni por aumentos de salarios ni por incrementos del gasto público, que siempre ha venido creciendo por debajo del ritmo de aumento del PBI. Mientras que en enero la inflación anual alcanza a 9,21, rubros como vestimenta sólo aumentan 3,49, cuidados médicos 4,57, transporte y comunicaciones 3,20 y otros gastos de consumo 6,33, todos muy por debajo del aumento global. Ello es demostrativo de que no hay un factor de demanda global explicativo de la inflación. El gobierno tomó diversas medidas para la contención de la inflación, entre las que destacan la eliminación del IVA a las carnes de pollo, cerdo y cordero; la rebaja temporaria del IVA a 0% de frutas, verduras y carne picada; la rebaja de IVA hasta 6 puntos para mantener el precio de la cuota mutual y un subsidio al Fondo Nacional de Recursos; postergó aumentos de tarifas en UTE y Antel, redujo las de OSE y bajó los precios de los combustibles; mantuvo subsidios a precios administrados; logró acuerdos voluntarios de precios en la cadena cárnica y en 144 productos con los supermercados, e intenta participar directamente a través de la Unidad Centralizada de Adquisiciones. Se analizó rubro por rubro, se buscaron las causas de las subas correspondientes y se intenta actuar en consecuencia. Todo ello nos parece muy acertado.

Pero también, con el objetivo de contener la inflación, el Banco Central aumentó la tasa de interés de referencia de 7,75% a 10% como clásica medida de restricción monetaria, que no creo que sea la medida más adecuada para enfrentar una inflación de alimentos y especialmente de frutas y verduras. El aumento de la tasa de interés no tiene efectos significativos en una economía muy dolarizada y se realiza cuando la tasa de mercado se ubica mucho más arriba. Lo que sí logra es un descenso significativo del tipo de cambio nominal ­los inversores se desprenden de sus dólares y se pasan a pesos­ al igual que en la suba anterior de setiembre de 2007. En aquella ocasión bajó de 23 a 19 pesos por dólar. Ahora de 24,50 a 22,70. El tipo de cambio se pudo mantener bajo en los últimos años porque hubo una muy elevada suba de los precios internacionales de los productos de exportación y una muy fuerte apreciación del real y del euro que facilitaban las colocaciones a Brasil y Europa. Ahora se baja el tipo de cambio nominal con objetivos antiinflacionarios, pero en una situación internacional drásticamente distinta, ya que caen los precios internacionales de los alimentos y el euro y el real sufren fuertes depreciaciones. Sin duda ello afecta la competitividad y le da un mensaje negativo a los exportadores. Que quede claro: no es el libre juego del mercado el que está determinando el precio del dólar. Son las acciones y decisiones del Banco Central.

La inflación, medida por el índice de precios al consumo, tiene una larga historia en los últimos 50 años en Uruguay, con cifras de tres dígitos y con controles inadecuados que afectaron la distribución del ingreso y, en otras ocasiones, la competitividad.




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