14
Jun
24

Editorial de El Popular

 

 
 
 

Lo que está en juego

 

Quedan poco más de 15 días para las elecciones internas del 30 de junio. Es la primera instancia de un ciclo electoral que tiene su momento principal, el que más define, en octubre y que se prolonga hasta mayo del año que viene, con las elecciones municipales y departamentales.
Las elecciones son el principal, no el único, momento de síntesis política e ideológica de la sociedad. El gran desafío para la izquierda es que la perspectiva popular pese mayoritariamente en esa síntesis de toda nuestra sociedad.
Eso por supuesto que se mide en votos, pero no solo.

También se mide en el nivel de movilización, de organización, de debate político e ideológico que se logre desplegar y que se proyecte hacia un futuro gobierno popular.
En estos meses se ha desarrollado y se está desarrollando una intensa campaña electoral, del Frente Amplio, de su candidata y sus candidatos y, muy particularmente, de la 1001. Hay un alto grado de movilización. Los actos, en todo el país, están logrando una muy buena convocatoria. En las barriadas, las ferias, en la entrega de listas, en las mil formas de diálogo mano a mano con nuestro pueblo, hay una muy buena respuesta.
En estos días que quedan lo principal es redoblar el esfuerzo y poner en tensión toda la militancia y abordar a nuestro pueblo, día a día.
Para ello es fundamental recordar y recordarnos que es lo que está en juego en estas elecciones. Oscar Andrade, en el discurso de un acto en Rivera, inaugurando un local, lo dijo con claridad: “Es si es para los pobres y los trabajadores la cosa, si sus intereses van a estar representados o van a estar representados los intereses de los poderosos, es esa la discusión de fondo que tenemos que dar. Si vamos a superar la desigualdad o si se van a profundizar las desigualdades”.


Es cierto que estas de junio son elecciones internas, que definen quién será la candidata o el candidato de cada partido, en nuestro caso del Frente Amplio, pero no hay que olvidar, ni por un momento, que lo que está en juego son dos proyectos de país. Uno, el que expresa los intereses de los privilegiados de siempre, el de la desigualdad, el de la concentración de la riqueza y el poder, el del deterioro democrático, el de la corrupción sistémica, el de una práctica política excluyente, que expresan todos los partidos de la coalición de derecha en el gobierno. El otro, expresado en el Programa del Frente Amplio, que se propone una Estrategia Nacional de Desarrollo, la reducción de la jornada laboral, un compromiso de recursos y prioridad para la educación, la salud y la vivienda, que plantea construir un país en el que nadie quede atrás.
En estos días que quedan hacia el 30 de junio hay que lograr esquivar las trampas que la derecha coloca en el debate público buscando descentrarlo. El centro de la discusión es y debe seguir siendo, si en el gobierno van a estar representados los intereses de los trabajadores y de los sectores populares o van a seguir estando representados los intereses de los poderosos.

Así de claro y de contundente.
En el discurso al que hacíamos alusión Oscar también planteó la necesidad de tener presente un aspecto sobre el que hicimos autocrítica y que debe ser explicitado en nuestra campaña, se trata de quienes protagonizan los cambios. Destacó que caímos en el error de afirmar a veces “que las conquistas eran conquistas de gobernantes y que a la gente le estamos dando cosas, creo que es un error también. Si somos una fuerza social construida por el pueblo, que nace desde el pueblo y que tiene un programa para que se le reconozcan al pueblo los derechos que se le vulneran en vivienda, salud y educación, cuando abrís una Universidad en el interior no estás dando nada, estás reconociendo el derecho a la educación. Porque luchamos por derechos. La solidaridad es horizontal, no es de arriba a abajo, es horizontal, es entre iguales. Es entre iguales, son conquistas sociales y políticas entre iguales, luchamos por cambios, el pueblo es protagonista en este proceso, no es objeto, no es que ganamos y los gobernantes geniales le resuelven los problemas por arriba, no son los así los procesos de transformaciones en ninguna parte del mundo. Acá tampoco. Pero muchas veces nos olvidamos de esto”.


Nuestra campaña, la del FA, la de Carolina, la de la 1001, es para que nuestro pueblo vote, claro, pero también es un reconocimiento y una convocatoria a su papel central como protagonista de un futuro gobierno de izquierda. No hacemos promesas, planteamos un compromiso para construir en unidad, con movilización y con protagonismo popular.
Oscar terminó resumiendo el desafío político que enfrentamos: “Tenemos que ganar las elecciones sí, pero hay que volver mejores, hay que volver entendiendo qué nos pasó y hay que preguntarse qué queremos que pase el último domingo de octubre de este año. Queremos que el pueblo con su fuerza política, que es el Frente Amplio, conquiste el gobierno y gobierne. No solo gane las elecciones, conquiste el gobierno y gobierne”.
Tenemos que lograr que en la síntesis de toda nuestra sociedad se expresen con fuerza la historia de luchas sociales y políticas protagonizadas por la izquierda y el movimiento popular, ese largo proceso de acumulación que permitió avanzar en igualdad y en libertad, que construyó democracia practicándola. Tenemos que lograr que se exprese lo mucho que se luchó en este período, la solidaridad en la pandemia cuando el gobierno se retiró y fue el pueblo organizado el que enfrentó el hambre con las ollas populares y con mil iniciativas solidarias, las luchas obreras que evitaron que el deterioro del salario y las jubilaciones fueran mayores, la hazaña democrática de juntar 800 mil firmas en plena pandemia y la gran votación contra la LUC, las grandes movilizaciones y la nueva hazaña democrática de las 430 mil firmas contra la reforma jubilatoria regresiva y antipopular, el trabajo político cotidiano que permitió que hoy el FA tenga cientos de Comité de Base nuevos y haya protagonizado procesos de diálogo y encuentro con cientos de miles de uruguayas y uruguayos. Tenemos que lograr que las propuestas transformadoras contenidas en el programa del FA sean patrimonio de miles.


En estos 15 días que quedan hay que salir a las calles, a las plazas, a las ferias, golpear las puertas, hacer asambleas en las las fábricas y los centros de trabajo. El 30 de junio es un paso importante para construir la victoria popular en octubre.
Nos proponemos una gran votación del FA, que Carolina Cosse sea la primera mujer presidenta de la historia y una gran votación de la 1001, como aporte a fortalecer esa perspectiva popular de la que hablábamos.
Son causas y objetivos por los que vale la pena luchar. Tenemos menos recursos que la derecha y el poder. Nos van a intentar aturdir con el despliegue obsceno de poder y dinero en los medios, en las redes, en la cartelería en la calle. Siempre fue así. Pero tenemos nuestra unidad, nuestro Programa y nuestra militancia. Y eso, cuando se despliega, ha demostrado que puede transformar la realidad.
Salgamos en estos días a militar con la convicción y la alegría de luchar por causas justas. Luchamos para que el pueblo conquiste el gobierno y gobierne con el FA. Y eso empieza a conquistarse el 30 de junio. Vamos, todas y todos, Al Frente, con Carolina y Oscar, hacia la victoria popular.



junio 2024
D L M X J V S
 1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30  

Meses